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Recuerda - por Patricia Redondo

Se giró al escuchar el grito. Desde el otro lado de la calle una mujer la llamaba y le hacía señas con la mano.
Aunque habían pasado diez años la reconoció enseguida. Lucía. Con su mata de pelo negro, y la sonrisa amplia, casi permanente.
Su voz de soprano, mientras voceaba su nombre, resonaba por encima del ruido del tráfico provocando que la gente se volviera.
"Siempre fué así", pensó, recordando los gestos enfáticos, casi teatrales de su amiga.
Se habían conocido en la facultad y no se separaron prácticamente en los cinco años de carrera.
Las siamesas, así se autodenominaban. Era una broma, en clara alusión a sus diferencias. No se parecían en nada.
Ella, de pelo corto. Flaca, desgarbada. De movimientos torpes. Tímida hasta la exageración.
Lucía, pechos abundantes y caderas anchas. Su cuerpo era una invitación a ser protegida, abrazada por sus brazos fuertes y torneados. Desenfadada, abierta.
Fue Lucía quien la sacó de su ensimismamiento. La hizo vivir.
"Es curioso. Como en lo que dura un saludo se puede rememorar media vida"
Como si fuera ayer.
Los primeros canutos. Las noches sin dormir preparando los exámenes. Las tardes en el bar del Chiquito, con Juanma, Esther y los demás.
En medio segundo estaba en verano en casa de sus abuelos, junto al mar. O recorriendo las fiestas de los pueblos en el destartalado dos caballos de Lucía.
De regreso a los finales, el último curso. Aquella tarde del quince de junio. Volviendo de la biblioteca, a su piso en el centro de Salamanca. Harta, cansada. Por el camino se acordó de que había quedado en llamar a Pablo, su novio. "¡Bah! ya será mañana", pensó mientras abría la puerta de casa.
Se asustó de la fuerza de sus sentimientos. Diez años después.
La boca de Pablo en los pezones enormes y oscuros de Lucía. Los gemidos de ella. Su cara, casi desgarrada por el placer. El vaivén de las caderas de ambos bailando ante sus ojos. Golpeándola, martilleándola.
La visión de los cuerpos entrelazados la hirió con fuerza atroz, devastadora. No veía la mano de Lucía agitándose al otro lado, ni oía la algarabía de la calle. Todo eran susurros y jadeos, y cuerpos agitados, sudorosos. Abrazándose.
El mismo dolor, la misma humillación, la misma sensación de derrota.
Querer huir, desaparecer, hundirse. Olvidarse de ellos. Olvidarse de ella misma.
Como entonces. Como ahora. Como cuando Lucía cruza el semáforo y ella ha desaparecido entre el gentío. Anónima. Olvidada.

Fin.

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19 comentarios

  1. 1. Lorkiano dice:

    Hola Patricia:

    Me ha encantado tu relato. Incluso creo que podría entrar en el reto. La protagonista recuerda primero las cosas buenas de su amistad con Lucía y luego las razones por las que dejaron de hablar y evita el contacto con ella. Puede pasar perfectamente en cinco segundos.

    Un saludo

    Escrito el 18 enero 2017 a las 17:23
  2. 2. Patricia Redondo dice:

    Gracias Lorkiano!

    Lo del reto, no sé , me parecìa que el recurso de recordar mientras algo sucede era como muy facilón (despues de todo , si recuerdas una vida puedes escribir un libro dentro de una acción de cinco segundos) Pensaba que se referían más a la acción en sí misma.

    En cualquier caso , es igual , poner R o no 🙂 , lo que importa es que guste

    Nos leemos!

    Saludos!

    Gracias !

    Escrito el 18 enero 2017 a las 18:13
  3. 3. Marián dice:

    Hola Patricia. Me ha gustado tu relato. Tiene un ritmo muy ligero y va enganchando suavemente. El final también está muy logrado. Me gusta mucho como consigues eso que todos perseguimos y que, a mí, se me hace muy difícil; me refiero a lo de enseñar más que contar.
    Saludos,

    Escrito el 18 enero 2017 a las 19:28
  4. 4. María Esther dice:

    Hola Patricia,está buena la historia, que le trae a la protagonista tantos recuerdos.No sé si serán demasiados para suceder en cinco segundos, pero creo que el conflicto está bien planteado y resuelto acertadamente.
    Creo que debes revisar el uso de los signos de puntuación,ya que a lo largo del texto tienes errores en el uso de la coma y el punto.
    También, la ortografía debes cuidar, por ejemplo tienes “fué” con tilde, que no lleva.
    Este Párrafo yo lo pondría así:”Es curioso, cómo en lo que dura un saludo, se puede rememorar media vida, como si fuera ayer”.
    Bueno,son sugerencias, todo se supera poco a poco. Acá en este taller hay gente que sabe mucho,que te podrán orientar mejor que yo,pero por el momento yo te diría que leas que hay muy buen material.
    Por lo demás sigue escribiendo, que a la vez de ser gratificante, te ayuda a mejorar el idioma español.
    Nos leemos.Estoy arriba en el 98.

    Escrito el 19 enero 2017 a las 05:24
  5. 5. LIAH PERSON dice:

    Hola Patricia.
    Me gusta tu historia, me transporta a mis años de universidad y me remueve la memoria. Salamanca, los meses de exámenes, las pandillas de estudiantes, los amores tan intensos que se forman entre apuntes y juventud…
    La imagen final de la traición en tu relato sorprende por lo inesperada. Las frases se vuelven cortas, huidizas, la actitud de la protagonista cambia y hace cambiar la forma del relato.
    Muy conseguido.

    Escrito el 19 enero 2017 a las 08:24
  6. 6. Patricia Redondo dice:

    Marian: muchisimas gracias. Sí , es dificil encontrar el equilibrio entre mostrar y contrar, a mi también me cuesta.

    Maria Esther: Gracias por el comentario. Yo creo que se puede rememorar mucho en escasos segundos (hay gente que cuanda pasa una mala situación dicen que ven toda su vida pasar en segundos!) , de todas formas , fíjate que no marqué el reto.

    Liah: muchas gracias. El relato es amargo pero me divertí mucho rememorando también mis años universitarios. ¡Quien los pillara! 🙂

    En cuanto pueda me paso por vuestros textos a comentar.

    Escrito el 19 enero 2017 a las 08:53
  7. 7. Cryssta dice:

    Hola Patricia, tu relato me ha gustado mucho y me ha encantado el cambio de los recuerdos amables a los dolorosos.

    Hay algo que no he entendido, en “Su cuerpo era una invitación a ser protegida, abrazada por sus brazos fuertes y torneados” ¿de quién eran los brazos?, si son los de Lucía ¿por qué la invitan a abrazarse a sí misma?, si son los de la protagonista has dicho que es flaca, si son los del novio de la protagonista es pronto para hablar de ellos.

    Felicidades por tu trabajo.

    Escrito el 19 enero 2017 a las 12:59
  8. 8. Anael dice:

    ¡Hola Patricia!

    Muchas gracias por pasarte por mi micro y tu amables palabras, estoy encantada de haberte hecho pasar un buen rato. Y ahora con tu relato:

    Menudo giro inesperado le das a la historia. Un aplauso por ese final, me has dejado de piedra. Creo que está bien escrito y has cuidado los detalles. Buen trabajo.

    A continuación te señalo detalles que me han gustado y te hago un par de sugerencias, que como las lentiejas, si las quieres las tomas y si no las dejas:

    1.”Su voz de soprano, mientras voceaba su nombre, resonaba por encima del ruido del tráfico provocando que la gente se volviera.”
    En beneficio del ritmo eliminaría “mientras voceaba su nombre”. Ya se ha dicho antes que la estaban llamando, por lo que creo que se entiende lo que está pasando, aunque al eliminar la acción, para que quede claro que la voz de soprano es de Lucía, eliminaría el punto y aparte que pones antes de “Su voz de soprano”.

    2. Puntuación:
    “Es curioso. Como en lo que dura un saludo se puede rememorar media vida”
    La puntuación de pensamiento correcta en el castellano son las comillas latinas. Yo siempre las copio y pego de algúnsitio de internet porque no las encuentro en Word, pero si alguien sabe cuáles son y pudiera decirnos las teclas con las que se escriben quedaría muy agradecida.
    Esta frase te la han corregido, ya, pero yo reescribiría así:
    “Es curioso cómo (,)en lo que dura un saludo(,) se puede rememorar media vida”
    Acento en el como y las comas las pongo entre parétesis porque puedes elegir ponerlas o no. Yo presonalemnte prefiero esa frase sin comas, porque así se el lector entretiene menos en el pensamiento y más esn lo que sigue, que es lo relevante. En mi opinión ^^’

    3. Me encanta el cambio de ritmo una vez que los recuerdo de Pablo y Lucía entran en escena. Creo que ilustra muy bien lo que está ocurriendo el la mente de la protagonista, lo sentimos. Enhorabuena.

    4. “Como entonces. Como ahora. Como cuando Lucía”
    Faltan acentos en los cómo, que so de modo. Es el inicio del último párrafo, así que es todavía más importante 😉

    5. Esto es mi manía personal, pero agrdecería espacios en blanco entre los cambios de párrafo para poder distinguir mejor los puntos y aparte de los seguidos. Y yo utilizaría menos puntos y aparte, para que cuando lo utilices generen realmente más impacto. Por ejemplo, yo habría puesto los tres primero párrafos con punto y seguido, porque es una descripción de la acción, luego apartepara el pensamiento, seguido mientras dura la descripción, aparte cuando dices que es Lucía la que la saca del cáscarón… Vale te voy a copiar tu texto y lo voy a repuntuar para que lo puedas comparar, porque creo que me explico como un libro cerrado. A ver si así se ve más o menos:

    [i]Se giró al escuchar el grito. Desde el otro lado de la calle una mujer la llamaba y le hacía señas con la mano. Aunque habían pasado diez años la reconoció enseguida. Lucía. Con su mata de pelo negro, y la sonrisa amplia, casi permanente. Su voz de soprano resonaba por encima del ruido del tráfico provocando que la gente se volviera.

    “Siempre fué así”, pensó, recordando los gestos enfáticos, casi teatrales de su amiga.

    Se habían conocido en la facultad y no se separaron prácticamente en los cinco años de carrera. Las siamesas, así se autodenominaban. Era una broma, en clara alusión a sus diferencias. No se parecían en nada. Ella de pelo corto. Flaca, desgarbada. De movimientos torpes. Tímida hasta la exageración. Lucía, pechos abundantes y caderas anchas. Su cuerpo era una invitación a ser protegida, abrazada por sus brazos fuertes y torneados. Desenfadada, abierta.

    Fue Lucía quien la sacó de su ensimismamiento. La hizo vivir.

    “Es curioso. Como en lo que dura un saludo se puede rememorar media vida.”

    Como si fuera ayer.

    Los primeros canutos. Las noches sin dormir preparando los exámenes. Las tardes en el bar del Chiquito, con Juanma, Esther y los demás. En medio segundo estaba en verano en casa de sus abuelos, junto al mar. O recorriendo las fiestas de los pueblos en el destartalado dos caballos de Lucía. De regreso a los finales, el último curso. Aquella tarde del quince de junio. Volviendo de la biblioteca, a su piso en el centro de Salamanca. Harta, cansada. Por el camino se acordó de que había quedado en llamar a Pablo, su novio. “¡Bah! ya será mañana”, pensó mientras abría la puerta de casa.

    Se asustó de la fuerza de sus sentimientos. Diez años después.
    La boca de Pablo en los pezones enormes y oscuros de Lucía. Los gemidos de ella. Su cara, casi desgarrada por el placer. El vaivén de las caderas de ambos bailando ante sus ojos. Golpeándola, martilleándola.

    La visión de los cuerpos entrelazados la hirió con fuerza atroz, devastadora. No veía la mano de Lucía agitándose al otro lado, ni oía la algarabía de la calle. Todo eran susurros y jadeos, y cuerpos agitados, sudorosos. Abrazándose.

    El mismo dolor, la misma humillación, la misma sensación de derrota.

    Querer huir, desaparecer, hundirse. Olvidarse de ellos.

    Olvidarse de ella misma.

    Como entonces. Como ahora. Como cuando Lucía cruza el semáforo y ella ha desaparecido entre el gentío. Anónima. Olvidada.[/i]

    Sólo he tocado la puntuación de seguidos y aparte, es para ilustrar un poco lo que quería decir de que, en mi humilde y despreciable opinión, las descripiciones fluyen más si las agrupas con puntos y seguidos y separas los golpes de imágenes que quieres dar en puntos y aparte. Si golpeas todo el tiempo con los puntos y aparte, tanto en descripición como en imagen, el efecto de los mismos se diluye.

    En resumen, una muy buena historia, con una gran estructura y una elección magnífica del cambio de ritmo cuando la acción lo requiere. El giro final sorprendente e inesperado. Muy buen trabajo. ¡Sigue escribiendo!

    ¡Un abrazo!

    Escrito el 19 enero 2017 a las 13:22
  9. 9. Patricia Redondo dice:

    Cryssta, tienes razón , está mal expresado…lo que queria decir es daban ganas de ser abrazado por Lucía …alguien más sabio que yo me sugirió esto:

    “Lucía, de pechos abundantes y caderas anchas, desenfadada, abierta, una invitación continua al abrazo”.

    ¿queda mejor , verdad ? 🙂
    Gracias.

    Anael: ¡Menudo repaso! Gracias!

    Escrito el 19 enero 2017 a las 13:42
  10. 10. Cryssta dice:

    Así queda perfecto.

    Escrito el 19 enero 2017 a las 14:01
  11. 11. Juana Medina dice:

    Hola patricia,
    Muy buena historia, muy bien contada. Realmente me ha gustado. Lo que corregiste a sugerencia de Cryssa quedó genial. Yo sacaría la palabra Fin, la creo innecesaria y pienso que sin ella la historia tiene más posibilidades de continuación.
    Me encantó.
    Un abrazo

    Escrito el 19 enero 2017 a las 14:14
  12. 12. lectora70 dice:

    Hola Patricia!

    Tu comentario sobre mi texto es muy acertado. Es muy difícil mostrar y no contar. Espero no volver a caer en ese error.

    Tu historia me ha gustado mucho, sobre todo el final! Creo que no solo una palabra puede hacerte recordar media vida, también una imagen o un olor.

    Felicidades!

    Un saludo.

    Escrito el 19 enero 2017 a las 18:44
  13. 13. María Kersimon dice:

    Hola Patricia, me encantó tal cual y no retocaría nada. Creo que encaja perfecto en los cinco segundos pues la materia de los recuerdos es intemporal realmente y en un segundo uno puede volver a vivenciar meses pues de impresiones se trata, que afloran a la consciencia de manera involuntaria. Más que en la consciencia pareciera que ocurre en el cuerpo primero o a la vez y es irreprimible. Lo bueno es que le afloran primero los buenos recuerdos y luego los dolorosos. Felicidades por tu trabajo. Un saludo.

    Escrito el 19 enero 2017 a las 19:02
  14. 14. SBMontero dice:

    Es muy bueno. La historia es clara, sencilla y limpia, incluso el momento de los cuernos entra en esa clase de sorpresas tranquilas, pero creo que al final le falta fuerza. A ese final le falta algo de venganza… tal vez un empujoncito de nada a la Julia en medio del tráfico, con un camión viniendo por el lateral, no sé… ahí lo dejo.

    En cuanto a la forma no veo nada importante que no pueda ser arreglado con repasar el texto un par de veces, personalmente no tocaría nada.

    Sigue escribiendo.

    Un saludo.

    Escrito el 20 enero 2017 a las 14:54
  15. 15. Don Kendall dice:

    Hola Patricia. Me gustó. Está impecable la escena. Coincido con SBMontero en que un pulido final puede dejar el producto para ser expuesto,dignamente.
    También echo en falta algún contrapunto, más que nada por dar un toque de gusto al plato. Bien en forma de venganza con camión como apunta Montero, juo juo , o,bien en forma de agradecimiento por haberse quedado con el gañán de Pablo que solo sirve como diputado,por Salamanca ¡qué se yo! . Naturalmente es tu obra y lo,dicho es solo una opinión, que ya sabes.
    Gracias por este texto, ha sido muy aprovechable.

    Escrito el 20 enero 2017 a las 16:51
  16. 16. Patricia Redondo dice:

    Muchas gracias a todos por vuestros comentarios! Creo que ya leí y comenté los vuestros. Si me falta alguno , recordadmelo! (la edad, que no perdona 🙁

    SBMONTERO: Lucía , no Julia, Lucía. ja ja ja ja !!!

    creo que te confundiste con una protagonista de otro relato mío presentado en literautas, llamada Julia, que moría de cancer. Lo que me hace pensar… o recuerdas mis textos (bieeen!!) , o te suenan parecidos y los confundes (mal), tendré que considerar esta última posibilidad… y revisar mis temas…

    Don: gracias por el comentario. Lo anodino del final en cierta forma espremeditado. Lo que quería transmitir es la sensación de derrota de la protagonista. Antes y diez después.

    Nos leemos!

    Escrito el 21 enero 2017 a las 19:40
  17. 17. Mauro D. Barbosa dice:

    Hola, me gustó mucho tu relato.
    La idea está genial y me resultó inesperado el cambio de pensamientos.

    Me pareció fácil de leer, y ágil.

    Estoy de acuerdo con algún comentario de por ahí, sobre que me entreveró la oración del abrazo, quizás es lo único que corrigiría.

    Abrazo!

    Escrito el 23 enero 2017 a las 13:39
  18. 18. Peter Walley dice:

    Hola Patricia,

    Me ha gustado, aunque para ser sincero la historia me ha resultado un poco predecible. Lo que sí me ha encantado ha sido la forma de contarla, con tanta delicadeza; tienes una manera muy amena de escribir.

    Saludos,
    Peter

    Escrito el 29 enero 2017 a las 09:55
  19. 19. Perla Preciosa dice:

    Hola, patricia:
    De entrada te comento que me ha encantado, como buena amante de las digresiones. Puesto que la mayoría de errores ya te los han señalado, te voy a copiar una frase que me ha hecho perderme un poco, dado que no la he entendido:
    “En medio segundo estaba en verano en casa de sus abuelos, junto al mar. O recorriendo las fiestas de los pueblos en el destartalado dos caballos de Lucía”.

    Pero vamos, la historia estaba bien, aunque me confundía bastante al distinguir quién era cada una de las dos chicas. Leyéndola por segunda vez, he captado mejor que está recordándolo todo. Saludos.

    Escrito el 1 febrero 2017 a las 00:39

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