Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

Un grito mudo - por Marián

Se giró al escuchar el grito. Era un grito desgarrador y él, sin pensarlo, como una reacción automática, echó a correr con todas sus fuerzas en la dirección contraria. La mayoría de las muchas personas que se encontraban en la plaza tranquilamente, disfrutando de una tarde apacible que les regalaba el invierno, no le prestaron ninguna atención y siguieron a lo suyo. Algunas, le miraron con sorpresa, con curiosidad. Solo él sabía lo que ocurriría después de aquel grito.
No era la primera vez que tenía aquella experiencia. Nunca se lo había contado a nadie porque le daban mucho miedo las consecuencias. Reconocía que era difícilmente creíble; la probabilidad de que le consideraran desequilibrado o demasiado estresado era muy alta y no quería tener problemas. Estaba en aquel país haciendo un doctorado que le permitía mantenerse y preparar un regreso digno, es decir, volver con un empleo que le facilitara una vida independiente de sus padres y seguir aprendiendo y practicando en lo que le interesaba y en lo que había decidido que sería su futuro: investigación en nano partículas inteligentes radiactivas aplicables a materiales técnicos. Trabajaba mucho. Era un proyecto apasionante y no quería perder aquella beca que tantos esfuerzos le había costado conseguir. No, no iba a complicarse la vida.
Había reflexionado mucho acerca de la conveniencia de contar lo que le ocurría: Su cabeza se anticipaba a acontecimientos catastróficos. Eran unos segundos pero siempre habían sido suficientes para evitar lesiones. Lesiones propias y, alguna vez, también ajenas.
Se dio cuenta de lo que le ocurría, por primera vez, en una ocasión en que, en el laboratorio, se produjo un accidente y él, solo él, oyó aquel grito anunciador, unos segundos antes de que ocurriera la explosión. Tuvo tiempo para chillar un fuerte “¡al suelo!”.
El caos posterior diluyó el impacto de su anticipación. Sin embargo, pocos días después, el neurólogo jefe del departamento vecino, en la Universidad, le propuso mantener una charla sobre los efectos neuronales derivados del contacto con determinados materiales; precisamente los materiales que él estaba utilizando en sus investigaciones. Entonces consiguió escaquearse discretamente pero se dio cuenta de la magnitud que podía alcanzar, en sus planes vitales, aquello que le estaba ocurriendo y que no sabía calificar. Así que, tras mucha reflexión y mucho darle vueltas a su cabeza, decidió que no lo haría público. Por eso, esta vez, no pensó. No pensó nada. Sólo corrió.
Corrió unos segundos y esa ligera anticipación fue suficiente para alejarse unos cuantos metros de la mochila apoyada en la farola y evitar así que le afectara la explosión que se produjo a continuación. No supo quien dejó allí la mochila asesina. No supo evitar a aquella niña a la que empujó en su carrera repentina. Tampoco supo avisar a aquella madre que le dirigió una mirada airada; más tarde se enteró de que fue la última mirada de su vida. El no supo nada más que, al escuchar aquel grito que solo él podía oír, tenía que correr. Y corrió. Y se salvó. O eso creyó.
Unas horas después apenas sabía cómo pero se encontraba en aquel despacho policial atendiendo a preguntas imposibles. Las cámaras de seguridad de la plaza habían delatado su carrera salvadora.
¿Cómo supo? ¿Quién le instruyó? ¿Por qué no evitó?…
Él no tenía respuestas a la evidencia de aquellas imágenes. Sólo apreció en ellas un inmenso horror y desolación y barbarie que en pleno desastre no había percibido en su gran intensidad.
Cuando, por fin, pudo salir de aquel lugar, recordó al neurólogo jefe del departamento vecino al suyo, en la Universidad. Aceptó aquella propuesta de charla que le hiciera un día, pensando, ahora sí, que quizás mereciera la pena arriesgarse en la vida, ya complicada. El miedo le seguía invadiendo. Y lloró desesperado.

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

24 comentarios

  1. 1. AdriHerrero dice:

    Hola Marián,

    Soy nuevo en esto ya que es la primera vez que publico y conocí la web hace una semana. Por eso espero que mis comentarios sean lo más constructivos posibles.

    En cuanto a la estructura del texto me ha parecido bastante buena. La introducción me ha sorprendido mucho y me animó a seguir leyendo el relato. En el segundo y tercer párrafo se me hace un poquito densa la explicación, no se por qué sinceramente porque los datos que se aportan son de interés (simple cuestión de lectura), quizás sea porque quería saber el final jajaja. A lo que vamos, salvo esos párrafos que parece que el ritmo se frena, el conjunto de la estructura me parece muy buena.

    En el contenido ya me has tenido intrigado de principio a fin, aplicando además las tristes noticias que por desgracia se muestran casi habitualmente en los medios de comunicación, por lo que se intuía lo que iba a pasar. Me parece interesante la personalidad del protagonista que refleja lo que muchas personas experimentan en alguna etapa de su vida: el miedo a mostrar algo que la gente puede malinterpretar y actuar en tu contra, en este caso su extraño sentido para detectar futuras explosiones. Me resultó curiosa esta característica ya que me recuerda un poco al sentido arácnido de Spiderman o incluso a lo que dicen de los animales, que se alteran cuando va a ocurrir un tsunami.

    En resumen, me ha gustado la trama mucho y te felicito por este relato. Si tienes un hueco y te apetece, pásate y comenta mi relato, es el 102.Pánico.

    Saludos y a seguir escribiendo!!

    Escrito el 18 enero 2017 a las 13:33
  2. 2. Marián dice:

    Hola AdriHerrero. Te agradezco mucho tu comentario y tomo nota con interés. Yo tampoco soy una veterana en este lugar pero me está gustando porque ayuda a ampliar la perspectiva personal, esa que resulta tan difícil conseguir ante los relatos propios; al menos a mí.
    En un ratito me paso por tu relato.
    Saludos,

    Escrito el 18 enero 2017 a las 18:14
  3. 3. Patricia Redondo dice:

    Hola Marián , me ha tocado comentar tu texto , allá vamos 🙂

    Buena historia , y bien relatada. Has plasmado una idea que me encanta y es como aquello que salva al protagonista al mismo tiempo le complica la vida (podría llegar hasta arruinarsela!!)Muy bien plasmaday que genera mucha tensión cuando cuentas como las camaras de video le graban al escapar y como eso hace pensar a la policía que puede ser el culpable.

    Por poner un pero. Estoy viendo , en los textos que llevo leídos (ojo que a mi también me pasa!) que todos narramos en exceso!!

    No metemos dialogos , apenas usamos metáforas, ni enfatizamos, ni hacemos circunloquios….Utilizamos el lenguaje de forma muy convencional, por no usar ¡apenas usamos signos de puntuación! (exceto el punto y la coma 🙂 ….y eso hace que nuestros textos, que son de temática muy dramática, queden un poco descoloridos, no emocionen demasiado…

    Es cuestión de perservar en la lectura y en la escritura , supongo que con el tiempo iremos adquiriendo mejores recursos literarios 🙂

    Por lo demás , lo dicho , la idea muy buena.

    Estoy en el 100 por si te apetece pasarte

    Saludos!

    Escrito el 18 enero 2017 a las 19:06
  4. 4. Marián dice:

    Hola Patricia. Muchas gracias por tu comentario. Soy consciente de mi defecto “narrador” pero no consigo superarlo. Me sé la teoría pero en la práctica me resulta muy difícil y no llego a alcanzar la distancia crítica necesaria, cuando reviso mis propios textos. Tengo la esperanza de ir mejorando, poco a poco.
    Saludos,

    Escrito el 18 enero 2017 a las 19:39
  5. 5. Anael dice:

    ¡Hola Marián!

    Aquí vengo a devolverte la visita. Yo voy a atreverme a ser osada, porque creo que es como se aprende, y agradezco tu sinceridad en el comentario de mi texto. Así que esta es la mejor forma de devolverte el favor 😉

    Me ha gustado mucho tu historia, muy buen giro al final, me llama la atención que el salvarse de la explosión puede ser lo que le condene en la vida que ha salvado… Muy interesante reflexión. Qué miedo da a que otros malinterpreten nuestras acciones, ¿verdad? Especialmente los poderosos. Tratas un tema actual además, me ha gustado mucho la cercanía que transmite.

    A continuación te hago algunas sugerencias:

    1. “La mayoría de las muchas personas que se encontraban en la plaza tranquilamente, disfrutando de una tarde apacible que les regalaba el invierno, no le prestaron ninguna atención y siguieron a lo suyo.”
    Tengo varios problemas con esta frase: “La mayoria de las muchas personas” me suena mal. Lo dejaría en “la mayoría de las personas”. Y luego cambiaría la persona de los verbos, ya que quien se encuentra en la plaza, no presta atención y sigue a lo suyo es la mayoría no las muchas personas. Yo lo reescribiría así:
    La mayoría de las personas que se encontraba en la plaza tranquilamente, disfrutando de una tarde apacible que les regalaba el invierno, no le prestó ninguna atención y siguió a lo suyo.
    Vale, no me gusta. A lo mejor es mejor dejar esto:
    Las personas que se encontraban en la plaza tranquilamente, disfrutando de una tarde apacible que les regalaba el invierno, no le prestaron ninguna atención y siguieron a lo suyo.
    Creo que queda mejor tenerlo en plural, suela más natural.

    2.”Algunas, le miraron con sorpresa”.
    Pequeña errata, sobra la coma de algunas. No debe haber coma entre sujeto y predicado.

    3. “seguir aprendiendo y practicando en lo que le interesaba y en lo que había decidido que sería su futuro”
    Esta opinión es totalmente opinable, quitaría el en y reordenaría la frase para que se lea más fluido. Así:
    seguir aprendiendo y practicando lo que le interesaba y a lo que había decidido dedicarse en un futuro

    4. “Entonces consiguió escaquearse discretamente pero se dio cuenta de la magnitud que podía alcanzar, en sus planes vitales, aquello que le estaba ocurriendo y que no sabía calificar”
    Completamente opinable también, quitaría las comas para que fluya más la lectura, creo que la interrumpen y cortan el ritmo aunque son gramaticalente correctas.
    5. “El no supo nada más que”
    Pequeña errata, falta acentuar él porque es pronombre.
    6. “Era un grito desgarrador y él, sin pensarlo, como una reacción automática, echó a correr”
    Aquí hay una repeteción semántica (creo que se llama así…). Creo que puedes eliminar una de las dos frases, “sin pensarlo” o “como una reacción automática” porque en el fondo quieren decir lo mismo y creo que una sobra. Además la reordenaría para darle un ritma más ágil. Así:
    Era un grito desgarrador y él echó a correr sin pensarlo.
    7. “lo que le ocurría: Su cabeza”
    Pequeña errata: después de dos punto va minúscula.
    8. “mucho darle vueltas a su cabeza”
    Lo dejaría en “mucho darle vueltas”. lo de a su cabeza me suena raro.

    En resumen, me ha gustado tu historia, me parece muy original con un buen final y el tono realista que tiene(a pesar de que el chico puede oír cosas que nadie más puede, hay una explicación para ello) la acerca al lector… También me ha encantado como el personaje es fiel a sí mismo. Oye una alarma y no salva a la niña, sino que la empuja para salvarse él. Demuestra la urgencia que le posee, muy bien visto. También me ha gustado el detalle de la madre furiosa.
    A riesgo de parecer muy osada, espero que te sirvan mis sugerencias, que en el fondo son como las lentejas, si las quieres las tomas y si no las dejas.

    ¡Un abrazo!

    Escrito el 18 enero 2017 a las 20:38
  6. 6. Marián dice:

    Hola Anael. Claro que me sirven tus sugerencias. Me sirven mucho y te las agradezco un montón, de verdad. En realidad, me parece un lujo disponer de tu comentario porque tienes una capacidad de análisis importante.
    Muchas gracias.
    Saludos,

    Escrito el 18 enero 2017 a las 20:48
  7. 7. Otilia dice:

    Hola Marián,
    Gracias por leer y comentar.
    Tu historia me ha gustado. Está bien escrita y se lee con fluidez.
    La estructura bien y en cuanto a la forma los compañeros anteriores ya te han dicho.
    Buen trabajo. Saludos.

    Escrito el 19 enero 2017 a las 11:32
  8. 8. Cryssta dice:

    Hola Marían, tu relato me ha gustado bastante.

    Yo siempre recomiendo dejar más espacio tras los puntos y aparte, así resulta más fácil leer los relatos pues al quedar los párrafos más separados se da claridad al texto. De esta forma tú también te das cuenta de la longitud que hay en cada párrafo y ves si existe equilibrio entre todos. También ayuda a la hora de la corrección, tanto a ti antes de enviar el texto como a los que te leen.

    Así ves, por ejemplo, que el segundo párrafo es el más largo, justo donde te indica Adri que se hace densa la explicación (a mí también me lo ha parecido).

    Si el párrafo es muy largo en relación con los otros toca meter la tijera y quitar lo superfluo. Pero la tijera se puede meter en otros párrafos. Te pongo de ejemplo el primero:

    “Se giró al escuchar el grito. Era un grito desgarrador y él, sin pensarlo, echó a correr con todas sus fuerzas en la dirección contraria. Aunque la mayoría de las personas que se encontraban en la plaza disfrutando de la tarde apacible que les regalaba el invierno no le prestaron ninguna atención y siguieron a lo suyo, algunas le miraron con sorpresa, con curiosidad. Solo él sabía lo que ocurriría después de aquel grito.”

    Fíjate en que he quitado “como una reacción automática”, y es que en muchas ocasiones cuando hacemos cosas sin pensar es debido a reacciones automáticas así que no aporta nada al texto que lo digas.

    También he quitado “tranquilamente” pues ya que están “disfrutando de una tarde apacible” se entiende que no disfrutarán estando nerviosos.

    Muchas veces solo podemos quitar una palabra pero por poco que sea está bien quitar lo que no hace falta. Si puedes decir algo con cuatro palabras ¿para qué decirlo con cinco?

    Espero haberte ayudado.

    Un abrazo.

    Escrito el 19 enero 2017 a las 12:12
  9. 9. lectora70 dice:

    Hola Marián!

    Yo soy novata escribiendo y no puedo hacer comentarios técnicos cono los que han hecho los compañeros.

    Me ha gustado tu historia, es muy original. Me encanta el personaje. Has reflejado muy bien su humanidad y su preocupación por sí mismo y por su integridad física aunque eso signifique no ayudar a los demás. Algo que es complicado al disponer solo de unos segundos.

    Buen trabajo!

    Un saludo.

    Escrito el 19 enero 2017 a las 13:43
  10. 10. Marián dice:

    Hola Otilia. Muchas gracias por tu comentario.
    Saludos,

    Escrito el 19 enero 2017 a las 17:52
  11. 11. Marián dice:

    Hola Cryssta. Muchas gracias por tus sugerencias que me parecen muy acertadas. Tomo buena nota de ellas para éste y para sucesivos relatos.
    Saludos.

    Escrito el 19 enero 2017 a las 17:54
  12. 12. Marián dice:

    Hola lectora70. A mi me ocurre lo mismo con el carácter de mis comentarios y bien que lo siento porque a la primera que me gustaría aplicarlos es a mi y a miss textos. Pero siempre pienso que también son importantes los comentarios “emocionales” que te hacen ver como cada lector es diferente en sus apreciaciones.
    Yo también soy novata y este lugar me ayuda mucho.
    Muchas gracias.
    Saludos

    Escrito el 19 enero 2017 a las 18:00
  13. 13. Pilar dice:

    Hola Marián,
    Gracias por tu visita y tu amable comentario que me sirve de recompensa al mal trago que pasé escribiéndolo, imaginándome en la situación y viendo las caras de mi gente al leerlo.
    Te la devuelvo muy contenta de haberte leído puesto que he disfrutado mucho con tu relato, mezcla de ficción en plan “superhéroe” y triste realidad. El tono y la forma de narrarlo resulta entretenido, aunque un poco previsible (pero que no lo sea es muy difícil cuando se empieza a contar una historia desde el final). No obstante, te felicito por tu trabajo que se ve cuidado y apenas con errores. Yo solo te haré estas sugerencias, que no sé si ya te han hecho, porque no he leído en profundidad los otros comentarios, lo confieso:

    • Cuando escribes “¡al suelo!”, iría con las comillas «».
    • En la frase […]le propuso mantener una charla sobre los efectos neuronales derivados del contacto con determinados materiales; precisamente los materiales que él estaba utilizando en sus investigaciones. Entonces consiguió escaquearse discretamente… : los segundos “materiales” los cambiaría por “aquellos”, para que no suene repetido. Y en vez de “escaquearse”, utilizaría otra fórmula puesto que la conversación solo era una propuesta y no una imposición, por ejemplo: declinó la invitación, evitó la charla, se inventó una excusa, etc…
    • En esta frase: No supo evitar a aquella niña a la que empujó en su carrera repentina… cambiaría “supo” por “pudo”, a mí me suena mejor, pero es tu historia y tal vez has querido transmitir las dudas acerca de su don.
    Y nada más, ¡sigue dándole a la cabeza para escribir historias tan chulas como esta!
    ¡Abrazos!

    Escrito el 20 enero 2017 a las 13:52
  14. 14. Marián dice:

    Hola Pilar. Muchas gracias por tu comentario. Para mí es muy importante recibir sugerencias y más si son tan acertadas como las que tú me has hecho.
    Saludos,

    Escrito el 20 enero 2017 a las 17:55
  15. 15. Marcelo Kisi dice:

    Hola Marián!
    Mil gracias por tu visita a mi relato y tu comentario, que me sirve para seguir mejorando!
    Me encantó tu relato, el primero que leo tuyo. Lo mejor es la idea, me pareció super original.
    Como aporte, coincido en que a veces te excediste en lo explicativo, y también me hubiera gustado leer diálogos, como cuando habla con el amigo científico o con la policía. Es el típico “mostrar” vs. “contar”.
    Pero en sí, un trabajo excelente, compañera!

    Escrito el 20 enero 2017 a las 21:06
  16. 16. Marián dice:

    Hola Marcelo. Muchas gracias por tu aportación. Se me hace difícil no contar pero sigo intentando conseguirlo. Como bien dices, se trata de seguir mejorando.
    Saludos,

    Escrito el 21 enero 2017 a las 01:48
  17. 17. guiomar de zahara dice:

    Marian tu relato transmite emoción y “suspense” desde el primer momento.
    La historia está bien estructurada. Las cosilla a “arreglar” ya han sido comentadas. No tengo nada que añadir.
    Sigue escribiendo.
    Un cordial abrazo.

    Escrito el 21 enero 2017 a las 12:30
  18. 18. Marián dice:

    Hola Guiomar. Muchas gracias por tu comentario.
    Saludos,

    Escrito el 21 enero 2017 a las 17:49
  19. 19. marazul dice:

    Hola Marián: el sentido de tu relato es muy original y acertado. Personalmente me resulta inquietante. Eso es un punto a favor porque transmites un estado de alarma al lector. Destaco también esa tranquilidad que aparenta el narrador, como si estuviese resignado ante lo que no puede cambiar. También la frialdad ante lo que vendrá después. Y el hecho de que precisamente los poderes que tiene puedan ser causa de sospecha lo encuentro muy acertado. Como si estuviera atrapado entre “si lo digo…malo” y “si no lo digo…también”. Uffff……que agobio…!
    Escribes muy bien, la idea es excelente y por supuesto que todo se puede mejorar.
    Un saludo

    Escrito el 22 enero 2017 a las 21:05
  20. 20. Marián dice:

    Hola Marazul. Muchas gracias por tu comentario tan amable.
    Saludos,

    Escrito el 23 enero 2017 a las 09:43
  21. 21. María Esther dice:

    Hola Marián, tu relato me ha gustado por que toca un tema muy actual y escabroso. Me gustó también la forma en que lo planteas con ese anuncio extrasensorial, que solo el protagonista oye.Si de verdad sucediera y al salir corriendo a la vez gritara a toda voz, algunos lo llamarían loco, pero también otros correrían y se salvarían.
    Felicitaciones!
    Maritel en el 98.

    Escrito el 28 enero 2017 a las 02:39
  22. 22. Perla Preciosa dice:

    Hola, Marián:
    El argumento es bueno. De hecho, como ya te han dicho, produce intriga y eso es buena señal. Sin embargo, el ritmo es lento y repetitivo el estilo en ocasiones, lo que desanima, tratándose de una historia tan corta, puesto que puedes aprovechar mejor el espacio. Te voy a copiar un par de ejemplos solo, en los que deberías haberte ahorrado las palabras repetidas y haberlas sustituido por otras, con lo que quizá habría resultado más enriquecedora:

    “Por eso, esta vez, no pensó. No pensó nada”.

    “Sólo corrió. Corrió unos segundos”.

    Pero bueno, todo es cuestión de práctica. Si te apetece pasar por el mío, estoy en el 124.

    Escrito el 31 enero 2017 a las 13:58
  23. 23. Marián dice:

    Hola Maritel. Muchas gracias por tu comentario. Saludos,

    Escrito el 1 febrero 2017 a las 19:42
  24. 24. Marián dice:

    Hola Perla Preciosa. Muchas gracias por tus sugerencias que siempre son interesantes.
    Saludos,

    Escrito el 1 febrero 2017 a las 19:54

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.