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El profesional - por Edu SC
Se giró al escuchar el grito.
Había sido apenas un gritito, infantil y apagado. Desde el pie de la ancha escalera que descendía a un espacioso comedor le contemplaban, bien juntitos, una niña y un niño. Carla, ocho años, vestía un pijama negro de una pieza, con el dibujo fosforescente de una calavera en el pecho. Tomás,seis años, vestía más tradicional. Llevaba un pijama azul con Bugs Bunny y el Pato Lucas mirándose amenazadores, sus frentes pegadas la una a la otra, las piernas estiradas hacia atrás, sus colitas bien respingonas. Baldomeo sabía de ellos. Llevaba años en el negocio y preparaba bien cada incursión. Antes de entrar conocía el nombre, edad y costumbres de cada habitante de la casa. Al fin y al cabo, era un profesional.
El primer pensamiento de Baldomeo fue el que cualquier ser humano, ante la inminencia de un desastre, procesa justo antes de que este se produzca.
<<¡Mierda!>>
En todos los años de entradas, este suponía su primer encuentro inesperado. En la organización para la que trabajaba nada se dejaba a la improvisación, trataban de preveer cualquier posible percance. Hasta tenían un manual. Pero el caso es que, en ese momento y hasta donde Baldomeo podía recordar, todas las situaciones registradas en el manual hacían referencia a encuentros con adultos, no con infantes.
<<¡Vamos Baldomeo!, ¡piensa!, en circunstancias más complicadas has estado. Algo se te tiene que ocurrir, ¡piensa!>>
Pero nada le venía a la cabeza. Y era extraño. A Baldomeo le asignaban siempre las casas más difíciles, pues era un profesional que basaba su éxito en el trabajo duro y en una buena dosis de ingenio. Sabía mantener la frialdad en momentos difíciles, en los que cualquier otro se derrumbaría.
<<Es la niña, la Paula esta, me pone nervioso. Menudos ojos de bicho, cómo me mira. El hermano está atontado, pero esa niña me ha calado rápido. Ya le decía yo a la Agustina. Tanto querer un niño y son unos tochos. Una chica espabilada que se coma el mundo, es lo que necesita cualquier familia. Y esta es lista cosa mala, está en un tris de ponerse a chillar, pero fuerte.>>
Y menudo desastre si eso llegara a suceder. La de los Mendez era la segunda casa de la noche, aún le quedaban dos más por visitar. Si la niña gritaba tendría que abortar toda la operación, replegarse. Todo el barrio quedaría marcado y aquella era una de las zonas de trabajo más rentables. Y en época navideña…una auténtica catástrofe.
Pero estaba a punto de ocurrir. La niña le miraba con clara desconfianza. Se dio cuenta de que el niño, en cambio, tenía los ojos bien abiertos, la mandíbula caída. Se diría que le iba a dar un pasmo. No quitaba ojo a la caja que él sostenía en una mano, justo al lado del saco de tela basta que aguantaba con la otra (un saco ya medio lleno: cubertería de plata que había encontrado en un cajón, un reloj cartier, bastante efectivo de otro cajón, unos candelabros que tenían pinta de ser de oro, un pequeño cuadro con aspecto de ser valioso, para eso tenía buen ojo…). En la caja se podía ver el dibujo de una consola de última generación y las letras impresas “PS4”. La luz que entraba por los ventanales, proveniente de la parafernalia navideña del jardín y la de las lucecitas del arbol navideño del comedor, iluminaba lo suficiente para que el pequeño Tomás la hubiera visto. Baldomeo estaba seguro e hizo su apuesta a que así fuera.
—¡Jou, jou, jou!, ¡niños despiertos!, los niños despiertos no reciben regalos. Los niños buenos duermen y tienen regalos, Carla y Tomás, ¡jou, jou, jou!.
Los dos pequeños abrieron bien los ojos, sorprendidos. Tomás agarró a su hermana y tiró de ella escaleras arriba. La pequeña subió, no sin antes dirigir una mirada desafiante a la figura vestida de Papa Noel que permanecía junto al árbol, con una caja y un saco en las manos. Dos peldaños más arriba Tomás se volvió y sonrió a Baldomeo. Una sonrisa de seis años, emocionada y sincera.
<<El negocio es el negocio, Baldomeo. Y tú eres un profesional.>>
Entonces, mientras los niños ascendían en la oscuridad de la escalera, Baldomeo pensó en su hijo observándole, con esa mirada fascinada que dirigen los chiquillos a los superheroes de la televisión. Suspirando , se acercó al árbol navideño y volvió a dejar la Play Station en su lugar.
Hola Edu!
Excelente relato, muy bien logrado, tanto el reto opcional como el relato en sí. Mantiene en vilo al lector de principio a fin y sorprende con el final.
Te señalo un par de imperfecciones nada más, una es la del uso de los adjetivos antepuestos al sustantivo. Los compañeros ya me conocen por combatirlos como la peste. Se te escapan una sola vez y es raro, porque después no ocurre más: “Desde el pie de la ancha escalera que descendía a un espacioso comedor”, dos en una misma frase. Lo que sí te pasa después es otro adjetivo, navideña-navideño, no antepuesto pero repetido: “La luz que entraba por los ventanales, proveniente de la parafernalia navideña del jardín y la de las lucecitas del arbol navideño del comedor…”
Y después te dejo que investigues más el tema de las comillas latinas, que se puede arreglar por medio del “insertar símbolos” de Word.
Fuera de eso, una gran pluma! Felicitaciones!
Hola Edu, has acertado de pleno con el reto y de manera magistral creaste una tensión que nos dejó suspendidos en el tiempo durante un tiempo subjetivo indefinido que objetivamente no podía pasar de 5 segundos. Mis más sinceras felicitaciones por la vuelta que le has dado al asunto. El equívoco, lo mantienes hasta el final. De principio a fin dudé entre papá Noel y ladrón sin llegar a decantarme por uno de los dos hasta bien avances,así el relato. Logras el efecto de suspensión del tiempo porque te diste cuenta que no podía haber apenas acción y que todo tenía que ser mental y actitudinal. Bravo, te quedó redondo y bien construído. Describes con esmero la psicología infantil. No he visto fallo alguno que te pueda comentar como no sea la doble e de prever que debe ser un lapsus.
Redondo redondo, felicidades y un aplauso.
Hola, querido Edu!
Empiezo por decirte que hay un detalle del relato que me desconcertó por completo: la longitud de la descripción del pijama del niño. La lei varias veces para encontrarle un sentido y, aunque no se lo encontré, terminé imaginando la estampa con una sonrisa. 🙂
La historia me gustó mucho. Me parece muy original el protagonismo que le diste a la Playstation. Ni hablar de Baldomeo, un personaje entrañable por su nombre, sus pensamientos y su “intento” de imitar la risa de Papá Noel.
Como siempre, ha sido un placer leerte.
Te invito a visitar mi minirrelato, estoy en el 169.
Hasta la próxima!
Muchísimas gracias compañeros por vuestro comentarios.
Melisa, tienes razón, tal vez de excedí con la descripción del pijama del niño. Hubo un momento que lo acorté, pero luego, con arreglos, me terminaron sobrando palabras y volví al origen.
Marcelo, trataré de vigilar los adjetivos antepuestos, gracias por el aporte. Cuando me lo has dicho, sí que me han resultado incómodos a la lectura. Lo de la repetición de navideño sí lo ví pero no me pareció que la repetición cantara tanto así que la dejé. Ya veo que sí que destaca. Lo que me comentas de las comillas latinas no te sigo, ¿ a que te refieres? Si vuelves a pasarte por aquí te estaría muy agradecido si me lo aclararas.
Nos leemos!
Hola Edu,
me ha gustado mucho tu relato. La idea del ladrón sorprendido por dos críos es estupenda y da mucho juego, y muy ingenioso el desenlace, a la vez que tierno. Una lástima que solo fueran cinco segundos y el “Papa Noel” no haya podido charlar con los dos chavales; seguro que hubiera sido una conversación divertida.
Solo me ha sobrado el párrafo de “Pero nada le venía a la cabeza”, que corta un poco el ritmo con la información sobre el tipo de profesional que es Baldomero. Pienso que no aporta demasiado y saca al lector de la escena. Y también me pareció demasiado detallada la parte en la que describes lo que tiene en el saco. En fin, por sacar algo.
Enhorabuena y un saludo.
Edu SC, No se si cumpliste el reto o no, total eso no importa, me encanta encontrar originalidad y un buen tejido literario, mis respetos por tu buena sazón. Espero seguir leyendo tus relatos.
Un abrazo latino.
Hola Edu!
he disfrutado mucho con tu relato. Me ha mantenido intrigada hasta el final y el desenlace me ha parecido muy original y divertido. Te seguiré leyendo.
Enhorabuena!
Si quieres pasarte por el mio es el 254, soy nueva en esto y me vendrían bien algunas críticas.
Saludos.
Hola Edu me ha encantado tu relato.Hasta los ladrones tienen alma!
En cuanto a lo que me preguntabas sobre las comillas cuando se trata del pensamiento de un personaje, yo no las pongo cuando está claro que el personaje piensa y añado entre comas pensaba Pepito Grillo. Así me han enseñado a hacerlo hace poco, me costó al principio pero luego lo he conseguido. Al leer mi relato no te confundes en ningún momento.
En el “mierda” no lo podrías hacer pero sí en :”<>” diciendo: “¡Vamos Baldomeo!,pensaba el hombre o se animaba el hombre, en circunstancias más complicadas has estado. Algo se te tiene que ocurrir.” y así con otros párrafos.
En la primera parte, yo intentaría describir a los niños con acciones y no con una descripción directa algo parecido a esto: Carla perseguía a su hermano con una escoba y ese pijama negro con calavera fosforescente la hacía parecer un diablillo enloquecido. Paco, también en pijama, huía despavorido dando vida al BB que tenía impreso en la parte de atrás.
Lo demás me ha encantado.
Saludos Paola
Buenas tardes Edu, que puedo decir de tu relato, pues que me ha gustado mucho la verdad, un gran escrito, con grandes personajes, gracias me he divertido mucho al leerlo.
Hola EDU Soy luis (171) Un relato ingenioso, tal como nos tienes acostumbrados. Aunque el ladrón se enternece con los pequeños, tampoco lo vamos a perdonar asi como asi. Un abrazo.
Hola, Edu SC:
Estupendísimo relato. ¡Bravo!
Te voy a comentar alguna cosilla que me parece mejorable.
Te decía Marcelo Kisi que utilizases las comillas latinas. Esto está mal: “<>”. Debe ser “«¡Mierda!»”. Si escribes en Word, está fácil hacerlo. En la barra picas en “Insertar”. Entonces en la esquina superior derecha aparecerá la palabra “Símbolo”. Si picas en ella se te despliega un conjunto de símbolos de donde puedes tomar las comillas de apertura y de cierre, las rayas del diálogo… («Prueba». ―¿Ves lo que te digo?) Para eso tienes que poner el cursor donde quieres que vaya el símbolo en cuestión, picas en “Símbolo” y cuando se despliegue, tomas el que necesites. ¿Lo has entendido? Las comillas latinas son estas: «». No las he escrito con el teclado. Las he tomado como acabo de explicarte.
En: “Tomás,seis años” falta espacio tras la coma.
En: “Baldomeo sabía de ellos” he interpretado que sabía de Bugs Bunny y el Pato Lucas. Son los nombres más cercanos de los que se habla antes de la palabra “ellos”. Ese es el problema de haber metido una descripción poco significativa del pijama.
Los vocativos siempre deben ir entre pausa: “Vamos, Baldomeo”.
“superhéroes”, con tilde.
Espero que mis sugerencias te sirvan.
Saludos.
Hola Edu. Me he leído las pautas que hay que seguir para comentar los textos, y voy a intentar hacerlo, aunque no creo que pueda aportarte nada nuevo, siendo la 12.En cuanto a la forma, te comento lo mismo que los demás. Mostrar en lugar de describir. La descripción de los pijamas es muy graciosa, pero no aporta nada al relato e incluso rompe el rimo de la narración.Me atrevería a decir, que no pasaría nada si suprimieras el comentario sobre la niña.El personaje está muy bien caracterizado, y en tan poco espacio se ve su evolución de canalla a persona tierna.La trama es original, y las escenas están bien introducidas. Mientras leía tu relato, me ha sido muy fácil visualizarlas. Una historia enternecedora. Me ha gustado mucho.
Me ha encantado. A ver, quede claro que la forma podría mejorarse, bastante, pero la historia es genial, y ya lo de que al final deje la play del chiquillo, ese Baldomero es un sentimental.
La he disfrutado, de verdad.
Sigue escribiendo.
Un saludo.
Hola Edu. Me acabo de leer las instrucciones para comentar los relato, y voy a intentar seguirlas. En cuanto a la Forma. la descripción de los personajes está muy lograda, incluso en tan poco espacio se ve la evolución del protagonista de canalla a tierno.Mejor mostrar que describir; aunque resulta muy graciosa la descripción de los pijamas, es demasiada larga, y no aporta nada la historia;rompe el ritmo de la narración porque te distrae. La ambientación está muy lograda al igual que las escenas.Me ha resultado fácil visualizarlas. La historia encantadora y tierna.
Muchísimas gracias a todos los compañeros por los comentarios. Tomo buena nota de ellos, creo que en este mes he aprendido unas cuantas cosas, ¿qué más se puede pedir? Es un privilegio formar parte de Literautas.
Un abrazo.
Hola Edu SC, acabadas las visitas que han hecho a mi relato ahora me dedico a leer por placer a los compañeros y por supuesto tenía que pasarme por aquí pues eres uno de mis favoritos. No hago comentarios porque acabo de estrenar gafas y aún estoy acostumbrándome a ellas.
Felicidades por tu relato, me ha encantado.
Besos.