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Lo eterno de lo efímero - por Ignacio YZ

La tinta de la pluma con la que se escribía su destino adquirió un color más espeso la mañana en que, sin previo aviso, Ana conoció del fallecimiento de Ángel. En el momento en el que se lo comunicaron, Ana pudo sentir como su alma se encogía poco a poco, temblando de frío. En el interior de su pecho, los pálpitos de su corazón aceleraban desbocados. Las milésimas de segundo en las a Ana le explicaban lo sucedido se tornaron en pequeñas eternidades.
Allí, perdida entre la perpetuidad de cada una de las letales palabras del mensaje, Ana recordó como se enamoró de Ángel la primera vez que lo vio. Rememoró como veinte años atrás, en una tarde de Mayo, el tenue naranja del atardecer estableció una efímera alianza con el destino. Como si lo estuviese viviendo de nuevo, vio la escalera de madera que daba al escenario, así como el sonido seco de cada uno de los doce firmes pasos que dio para subirla. Sintió la intensidad de cada movimiento que dibujó en el tablero y el tango recorriéndole por sus venas de manera irrespetuosa, incontrolable. Evocó como cada movimiento que ejecutaba con su compañero era admirado por el público, tal y como si la pasión del baile hubiese abierto de repente un frasco lleno de emociones hasta entonces tachadas de inconcebibles. Como sucedió en aquel día, pareció ver unos ojos tristes perdidos entre el público. Unos ojos que, mirándoles en aquél instante, estaban haciéndole un último regalo eterno. Creyó poder oír el sonido de la puerta al llamar, así como las palabras de Ángel que, cargadas de pasión por culpa del tango, la conquistaron sin retorno nada más abrir la puerta de su camerino. Ahogándose poco a poco en las arenas movedizas del dolor rememoró todo lo que sucedió aquella noche. La sensación de calidez de cada beso. El escalofrío de cada caricia. El talismán del iris de sus ojos, atravesándole el alma con delicadeza. La firmeza de sus brazos alrededor de ella, prometiéndole el nunca dejarla. En su mente, repitió cada palabra que se dijeron el uno al otro, así como las que no hizo falta que se dijeran por que estaban implícitas en sus miradas ansiosas, en sus sonrisas insolubles. Revivió la inseguridad de cada paso que dio hacía la calle. El vacío que se hizo sitio en su interior cuando Ángel le dijo que se marchaba del país al día siguiente. La eternidad de cada promesa que nunca se llegaría a cumplir. Disfruto de nuevo de cada segundo perteneciente a aquél último beso enjugado en lágrimas en la plaza de Kings Cross.
Aquél torrente de emociones había consumido su alma durante los últimos veinte años. Lentamente. Tomándose su tiempo, como el roedor que saborea un inmenso trozo de queso. Con detenimiento, parándose en cada bocado.
– Cariño, ya estoy en casa – dijo su marido desde la entrada de la casa con la alegría que le caracterizaba – ¿Todo bien?
– Sí mi amor, ¿Por qué lo dices? – respondió Ana con una sonrisa mientras plantaba un delicado beso en la mejilla de su marido. No había habido ni un solo día en sus quince años de matrimonio en el que Ana no hubiera amado a su marido. Él era perfecto. Amable, inteligente, cariñoso y la amaba con todas sus fuerzas. Por no decir que le había dado el mayor regalo de su vida: su hija.
Tras esa mañana, los días transcurrieron con normalidad, transformándose en meses y luego en años. El amor de Ana por su familia parecía incrementar con el paso de cada uno de estos. El nacimiento de su nieta hizo trajo todavía más felicidad a la familia. Cogida de la mano del tiempo, Ana fue envejeciendo poco a poco.
Mientras envejecía, en el secreto de su intimidad, Ana sabía que aquella fatídica mañana, algo había cambiado en su interior. Aquella mañana, ella se había convertido en la viuda de Ángel. No sabía a ciencia cierta el por qué. Fue algo que simplemente sucedió y a lo que ella no le opuso resistencia. Años después, la muerte la recogió con cariño, consciente de que para Ana, cada sonrisa que le sucedió al día del anuncio de la muerte de Ángel, cada alegría que la vida le brindó de forma generosa y cada beso que le dio a su marido y a su hija no habían sido más que elementos huecos de una vida de arrepentimiento.

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13 comentarios

  1. 1. Ignacio YZ dice:

    Por favor, disculpen el par de errores gramáticales que se ven en el texto. Espero que no dificulten la comprensión, las ganas de participar en el concurso me hizo enviarlo de sopetón. La proxima vez tendré más cuidado. 🙂

    Escrito el 17 febrero 2017 a las 20:33
  2. 2. Maria Jesús dice:

    Un texto cargado de emoción, me ha gustado mucho.

    Escrito el 17 febrero 2017 a las 22:11
  3. 3. Earendil dice:

    Hola, Ignacio YZ.
    He leído en los comentarios de Anael que era la primera vez que participas, por eso me he decidido visitarte.
    Has utilizado las catorce palabras exigidas y las has integrado muy bien en el argumento de tu historia. Pero también veo que has marcado la palabra “reto” y pienso que no lo has cumplido.
    Todas las formas verbales que has utilizado están en pasado, además, con el narrador que has manejado, resulta un poco más difícil conseguirlo. Tal vez, y esto solo es una sugerencia, podrías haber elegido un formato de diario, donde la protagonista escribe en presente todas esas sensaciones nacidas de la noticia de la muerte de su amado. Describir los sentimientos en primera persona y en tiempo presente da más fuerza al escrito.
    En general tu relato rezuma melancolía y tristeza, sobre todo el final, donde Ana reconoce el vacío de su vida tras la muerte de su amado. Tienes un estilo muy poético, donde abundan las figuras literarias y un lenguaje muy cuidado. Si tengo que serte sincera, dista mucho del mío, pero no dejo de reconocer tu vocabulario rico y variado, con abundancia de adjetivos.
    Aunque pides disculpas en tu comentario, no voy a dejar pasar de hacer unas recomendaciones que, a mi parecer, mejorarían un poco el texto (solo son apreciaciones personales, tan buenas o malas como cualquier otras)
    * En la primera frase, “La tinta de la pluma con la que se escribía su destino adquirió un color más ESPESO la mañana en que, sin previo aviso, Ana conoció DEL fallecimiento de Ángel.”_____Cambiaría “espeso” por “intenso”, y “del” por “el”.
    * “Las milésimas de segundo en las a Ana le explicaban lo sucedido se tornaron en pequeñas eternidades.”____Creo que falta un “que” entre “las” y “a”. Quedaría mejor “…en las que a Ana…”
    * “…Ana recordó como se enamoró de Ángel…”____”cómo”, acentuado.
    * El nombre de los meses se escribe con minúscula.
    * Los adjetivos demostrativos como “aquel”, no llevan tilde.
    * “disfrutó”, con tilde.
    *Has hecho un uso repetitivo del determinante posesivo “su/sus”, hasta 35 veces.
    * “El nacimiento de su nieta HIZO TRAJO todavía más felicidad a la familia”____¿hizo trajo? Tal vez sobre “hizo”.
    Espero no haber sido demasiado intransigente para ser la primera vez que participas. Me gustaría saber que mis anotaciones te son de utilidad. Y recuerda, deja reposar el escrito unos días antes de mandarlo. Te ayudará a ver esos pequeños errores que siempre cometemos y no apreciamos en una primera lectura.
    Si te apetece, estoy en el 206.
    Un saludo.

    Escrito el 19 febrero 2017 a las 20:03
  4. 4. Ignacio YZ dice:

    Buenas Earendil,

    Muchísimas gracias por tus recomendaciones, me son muy útiles.

    No se por qué mi texto tiene la marca del reto opcional ya que, cómo tú has mencionado, mi texto usa mayoritariamente el pasado. No creo recordar presentarme para el reto opcional ya que nunca intenté hacerlo. El reto obligatorio me pareció suficientemente exigente para la primera vez que participaba.

    Voy a usar tus recomendaciones y arreglar el texto, muchos de los errores fueron fruto de la impaciencia pero te agradezco mucho que me los hayas señalado.

    Me pasaré por tu relato,

    Un saludo!!!

    Escrito el 19 febrero 2017 a las 23:09
  5. 5. Anael dice:

    ¡Hola Ignacio!

    Muchas gracias por pasarte po mi texto y tus felicitaciones, aquí estoy para devolverte la visita 🙂

    A continuación los detalles que me han gustado y algunas sugerencias, que son como las lentejas, si las quieres las tomasy si no las dejas 😉 :

    1. “Fue algo que simplemente sucedió y a lo que ella no le opuso resistencia.”
    Creo que quedaría mejor : a lo que ella no opuso resistencia

    2. Puntuación de diálogos:
    “– Cariño, ya estoy en casa – dijo su marido desde la entrada de la casa con la alegría que le caracterizaba – ¿Todo bien?
    – Sí mi amor, ¿Por qué lo dices? – respondió Ana con una sonrisa mientras plantaba un delicado beso en la mejilla de su marido.”
    La raya de tu diálogo es demasiado corta, el carácter adecuado se conseigue pulsando Alt0151 en Word y en estos formularios también 😉 Además, la raya siempre va pegada al texto que precede. La forma más rápida (aunque no siempre funciona porque hay excepciones) de escribir los diálogos bien casi siempre es utilizar la raya como si funcionara como unos paréntesis. Literautas tiene una entrada muy buena que lo explica mejor que yo: https://www.literautas.com/es/blog/post-10363/como-representar-un-dialogo-graficamente/
    La forma correcta de escribir tu diálogo sería esta (en tu caso la regla de los paréntesis serviría perfectamente, porque es un diálogo sencillo):
    —Cariño, ya estoy en casa —dijo su marido desde la entrada de la casa con la alegría que le caracterizaba—. ¿Todo bien?
    —Sí mi amor, ¿Por qué lo dices? —respondió Ana con una sonrisa mientras plantaba un delicado beso en la mejilla de su marido.

    3. “Cogida de la mano del tiempo, Ana fue envejeciendo poco a poco.”
    Me encanta esta frase. Es muy sencilla, no hay parlabras rocambolescas, pero es muy poética simplemente por la forma en la que has ordenado las palabras para construir la expresión:)

    4. Hay una cosa que me ha costado entender: la primera vez que leí el texto creí que Ángel era el marido, y no entendí el final del todo. Al releer me he dado cuenta de que quizá Ángel no era el marido si no el amor platónico, esa historia que siempre le genererá dudas a Ana por el qué habrá podido ser. Mi sugerencia sería que le dieras un nombre al marido de Ana para diferenciarlos claramente, a no ser que confundir sea tu intención (que también es legítimo 😉 ).

    5. Tu estilo me ha gustado mucho, estoy de acuerdo con Earendil en que cuidas mucho el lenguaje y usas muchas figuras. Es poesía en prosa y funciona muy bien con esta historia melancólica.

    6. Muy bien utilizadas las palabras, no se sienten para nada forzadas y te ha quedado una historia muy coherente a pesar de la obligación de tener que incluirlas. Un aplauso.

    Me ha gustado la historia, de enredo a la vez que melancólica y triste. Pobre Ana. Escribes muy bien, sigue así. Espero que las sugerencias te sean útiles para este texto y futuros. Y nada de precipitarse al mandarlo la próxima vez 😉

    ¡Un abrazo, nos leemos!

    Escrito el 20 febrero 2017 a las 13:53
  6. Ignacio, el aporte que hizo Earendil es fundamental. También creo que es un texto con potencial que puede (y debería) pulirse para que alcance un mejor nivel estético. Yo noté muchas repeticiones de palabras que chocan (fijate que el “como” está una decena de veces, al menos).
    El cuento trasmite un sentimiento, y eso es ciertamente válido, aunque es importante cuidar igualmente la forma. A no decaer y seguir escribiendo. Escribir es corregir. Siempre lo fue y siempre lo será.

    Escrito el 20 febrero 2017 a las 18:02
  7. 7. MT Andrade dice:

    Hola Ignacio
    Repitiendo lo ya dicho, los errores de escritura hacen perder el hilo de una buena historia. Quizás te alcansaría con pedir que alguien lea el texto antes de enviarlo. Siempre es difícil corregirse a uno mismo.
    Podría haber una dualidad. ¿A quien añora la protagonista?
    A Ángel o al tango.
    Buen trabajo, adelante.

    Escrito el 21 febrero 2017 a las 00:41
  8. 8. violeta dice:

    Hola Ignacio.
    Es un relato muy bonito, cargado de sentimiento,y con metáforas bien trabajadas.Un agridulce en la vida de la protagonista.Si separas el escrito en párrafos y entre ellos dejas doble espacio, el texto parece más ligero, es una opinión por si te apetece probar.

    Escrito el 21 febrero 2017 a las 10:25
  9. 9. Ignacio YZ dice:

    ¡Muchas gracias a todos por vuestros comentarios!

    Llevo ya unos años sin escribir en español (llevo viviendo en Inglaterra unos 4 años) y he perdido un poco el uso pero gracias a vuestros comentarios he podido mejorar el texto y podré producir mejores textos en el futuro. Y pido perdón por la falta de paciencia que ha resultado en errores gramaticales y una estética bastante pobre.

    Anael:

    Me alegro mucho de que te haya gustado. Muchas gracias por la ayuda con los guiones y la puntuación por que la verdad es algo que siempre se me ha resistido.

    No puse el nombre del marido ni lo mencioné hasta el final a propósito. He intentado que sea una historia de melancolía sobre lo que pudo ser y no fue. Ana conoció a Ángel y tuvo un flechazo de los que se tienen una vez en la vida, lo que pasó entre ellos los unió de una manera que sólo entienden aquellos a los que les ocurre. Ángel se fue y Ana arrastró su memoria con ella durante el resto de su vida. Por eso Ana se sentía viuda de Ángel aún no habiendo estado casada con él y aún habiendo formado una familia a la que quiere. Creí que un poco de confusión haría pensar al lector y sacar sus propias conclusiones, como la que has generado tú o la que ha sacado MT Andrade 🙂

    ¡Espero que no haya sido muy confuso de todas formas!

    Nos vamos leyendo 🙂

    Luciano:

    Muchas gracias por tu comentario. Tienes completamente la razón, pequé de impaciente y no lo revisé como debería haber hecho. Gracias por los ánimos, seguiré intentando mejorar 🙂

    ¡Nos leemos!

    MT Andrade:

    Gracias por el comentario y por los consejos, lo tendré en cuenta sin duda alguna de ahora en adelante :). Me ha parecido muy interesante tu interpretación sobre la dualidad y aunque no tuve la intención, es verdad que muchas veces las añoranzas están sujetas a momentos por lo que es difícil dibujar la línea. A lo mejor Ana añora a Ángel por que eso le recuerda al tango…

    Gracias por los ánimos, nos leemos.

    Violeta:

    Me alegro mucho que te haya gustado. Estoy completamente de acuerdo con tu opinión y así lo haré en el desafío del mes que viene.

    Escrito el 22 febrero 2017 a las 18:35
  10. 10. Jean Ives Thibauth dice:

    Hola Ignacio.

    Bienvenido a este punto de encuentro. Aquí podrás hacer crecer tu escritura de mes en mes.

    Tu relato es muy emotivo y encierra a una protagonista cargada de emociones y contradicciones. Bravo.

    Los compañeros ya te han apuntado un montón de cosas, así que no me repetiré. Lo que si que quiero remarcar es la sensación de densidad del relato. Igual un enfoque mas sencillo, acotado en un tiempo mas corto, hubiera dotado al texto de más ligereza.

    Nos seguimos leyendo.

    Te invito a que despellejes el mio a gusto:
    https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-41/7203

    Escrito el 22 febrero 2017 a las 22:24
  11. 11. Laura dice:

    Hola Ignacio.
    Muchas gracias por tu comentario de mi relato.
    Con respecto al tuyo, ya se han señalado bastantes detalles, por lo que volver a ellos en innecesario.
    Pequeña sugerencia: Trata de separar un poco más las ideas. Es una cuestión visual pero a la vez que colabora con la comprensión.
    Me pareció maravillosa la última oración. Y por supuesto, el tema elegido ha sido muy bien tratado, a pesar de las cuestiones técnicas.
    Sigue escribiendo. Me ha gustado mucho.

    Escrito el 23 febrero 2017 a las 11:05
  12. 12. Marcelo Kisi dice:

    Hola Ignacio!

    Bienvenido a Literautas, y espero que aprendas y te diviertas, que de eso se trata. De nuevo gracias por tu cálido comentario a mi relato.

    Mucho te han dicho ya, que te ayudará a mejorar el texto. Yo solamente te marco una tendencia de hoy, a acentuar más la acción por sobre la descripción poética de esa acción.

    Me explico. Lo primero que ocurre es bastante sencillo: a Ana le cuentan lo de Ángel y se le parte el corazón. Eso es todo. No sería tanto el problema utilizar un párrafo entero para decir nada más que eso, como el hecho de que cada una de las cuatro frases que componen ese párrafo solo dicen eso, una y otra vez. Te lo digo con un poco de humor: el lector ya lo entendió a la primera. No hace falta repetírselo otras tres. Yo entiendo que quizá lo tuyo es la poesía. ¿Es así? Creo que la narrativa tiene -especialmente hoy en día- otro tipo de registro, lo que nosotros llamamos “mostrar más que contar”. En lugar de la redundancia, que es importante, pero de la que conviene no abusar, podés utilizar el espacio para mostrarnos a Ana en su dolor: ¿se sentó y estrujó el telegrama contra su pecho? ¿lloró? ¿se le corrió el maquillaje, si lo tenía? ¿dónde estaba? ¿de qué manera, exactamente se enteró? ¿Quién se lo dijo? ¿Iba caminando por la calle abriendo la carta o el telegrama? ¿Trastabilló llorando y un transeúnte tuvo que sostenerla?

    El mismo registro difuso se refleja en todo el relato que, como te dijo otra compañera, se acerca más al género de poesía en prosa que al de cuento. ¿Cómo hablaban Ángel y Ana? Reflejanos su amor en diálogo. ¿Y por qué dejó el país? ¿Cómo se lo dijo a Ana? ¿Ella no se enojó, no le tiró alguna cosa por la cabeza? ¿Lo echó, lo insultó? Quizás sí, porque al final decís que vivió una vida de arrepentimiento. ¿De qué se arrepiente, si ella no tuvo la culpa de nada? Quedan demasiadas cosas sin contar.

    La sensación que me dio a mí cuando leía era la de estar viendo un videoclip de la MTV en el que el cantante canta una canción que habla de despedida y desamor, y en la imagen se ve de modo mudo la escena de Ana y Ángel bailando, enamorándose, hablando sin que escuchemos qué dicen, ella recibiendo la noticia y envejeciendo, todo en mudo. Tiene su belleza (lo admito: aunque confieso que la poesía no es lo mío, a veces me emociono con esos videoclips donde la imagen relata una historia), pero no deja de ser un videoclip. La invitación sería a que transformes esta historia, que en sí es desgarradora, en un verdadero cuento.

    Espero que lo que te expliqué te sirva como herramienta, porque tenés imaginación, y sabés transmitir los sentimientos de los personajes, y eso es un mérito enorme, algo que a mí personalmente me cuesta bastante. Esta autoconciencia tan desarrollada del personaje, de sentirse de pronto la viuda de Ángel, es lo que me pareció más brillante. De nuevo bienvenido y a seguir!

    Escrito el 24 febrero 2017 a las 10:43
  13. 13. María Esther dice:

    Hola Ignacio, tu historia como dice Marcelo nos deja muchas preguntas sin contestar, pero igualmente es atractiva por el amor no correspondido de la protagonista, que le causó tanto sufrimiento.
    Igual a lo largo de los años ella logró rehacer su vida, pero no logró olvidar, porque al recibir la triste noticia se sintió “su viuda”.
    Acá me pregunto ¿cómo hizo para vivir tantos años junto a un hombre que no amaba”; o por el contrario se engañaba confundiendo cariño, amistad,compañerismo, con amor.Aunque también sean necesarios, son complementos imprescindibles en la relación de pareja.
    En definitiva, creo que has presentado un personaje realista, humano con sus virtudes y defectos, como debe ser.
    Respecto a lo formal, los consejos de Marcelo te ayudarán mucho.
    Sigue escribiendo.
    Saludos Maritel en el 3

    Escrito el 26 febrero 2017 a las 01:41

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