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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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El secreto de vivir - por Nora C.P.

No sé si me arrepiento, intento no pensar en ello; como hago todos los días de estos doce últimos meses. La botella de whisky ha ido a descansar cerca de los platos sucios de la cena de anoche.
Sigo la misma rutina que de costumbre: me levanto, bebo, intento no buscarle sentido a la vida y salgo al jardín a ver mi flor de la viuda.
Para mi sorpresa algún gusano roedor se está haciendo cargo de bailar su último tango y solo ha dejado la flor morada y sus antenitas, las hojas han desaparecido por completo.
Me quedo quieta, no puedo pensar, estoy demasiado ebria.
Maldigo llorando, intento arrancar con las uñas el talismán que no me deja morir. Ni tomar un frasco entero de sedantes, ni beber hasta perder el sentido, ni conducir sin límite de velocidad; e incluso ni expirando mi último aliento lo consigo. La cruz egipcia sigue en mi piel, protegiéndome de la muerte pero no me sirve para nada si no me enseña el secreto de vivir.
Tengo que salvar mi flor de la viuda, es lo único que me queda de Lucía, mi hermana. Es un regalo que quiero conservar; pues, aparte de la alianza que formamos al tatuarnos, todo excepto la planta ha desaparecido. No tengo madre, no tengo padre; y mi hermana solo es un reducto de cenizas. — ¡Puta explosión!, ¡Maldito tatuaje!; ¡Mierda de vida!
Me dejo caer en el sofá, y cuando despierto la luz que entra por la ventana me indica con su color naranja que el día termina pronto. Aun así una extraña fuerza en mi interior me empuja a subir la escalera y no dejar para mañana lo que tengo que hacer cuanto antes.
Entro en la sucia alcoba, descuidada, como he descuidado mi vida; y con rabia empiezo a tirar todo lo que se cruza en mi camino hasta que doy con el bote de Dursban.
Bajar no me está siendo tarea fácil. En el último escalón, tropiezo y caigo de bruces; nada me detiene, cada vez queda menos luz en el jardín; pero, allá voy.
Echo todo el producto a mi pobre planta y entro en casa satisfecha, hasta que en un momento de lucidez, me doy cuenta que no lo he diluido en agua. — ¡No!, — ¡qué he hecho!
Mi mundo se derrumba, y decido salir de este pozo en el que se ha convertido mi vida, es hora de cambiar, ya he tocado fondo. Ahora quiero hacer las cosas bien, y voy a empezar por tomarme solo una pastilla para poder dormir. Me cuesta coger el sueño, lo consigo y al despertarme decido desayunar como es debido; al no tener nada para hacerlo, me aseo sin mirarme mucho al espejo y salgo dando un paseo hasta el bar de la esquina.
Me siento en la única mesa que queda libre y pido un café con leche y una tostada con aceite y tomate. — ¡Que reconfortante! El sabor y el olor me dan una oleada de placer que hace tiempo que no siento.
Me quedo pensativa y luego me entretengo escuchando la conversación del camarero. Todo parece que quiera salir bien. En el momento oigo que le preguntan por alguna casa en venta, salto de mi silla y digo: — ¡Sí!, ¡la mía!
Pasan unos días en los que determino las cosas que me quiero llevar conmigo, solo las más importantes, solo las más necesarias, solo las cosas que realmente quiero y puedo llevar conmigo sin que me pesen en la vida.
Y así es como decido una mañana, cargada con mi maleta y el dinero que he recibido por la venta, dispuesta a rehacer mi vida y buscarle un sentido.

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14 comentarios

  1. 1. Luis Ponce dice:

    Hola Nora:
    Muchas gracias por tus comentarios en mi relato. Mi grave problema al escribir son los tiempos verbales que no logro controlar. Aprecio mucho tus indicaciones. Iré aprendiendo.
    El tuyo, por lo que veo está muy bien escrito. Es notorio el clima depresivo de la narración, la desolación por la dependencia psicológica de una sola persona que se ha ido. Creo que la protagonista vivirá hasta que se le acabe el dinero de la venta de la casa, luego seguirá el mismo rumbo de la hermana.
    Te felicito, está bien logrado.
    Saludos

    Escrito el 18 febrero 2017 a las 15:07
  2. Hola, Nora:
    Me ha gustado tu relato. La historia te va llevando a donde piensas que al final se suicidará con las pastillas y, de pronto, da un vuelco. Muy interesante y muy bonito a la vez el romper con todos los recuerdos y empezar de cero.
    Solo el final, quitaría las palabras “dispuesta a” y así quedaría “decido una mañana rehacer mi vida…” sin quitar el inciso entre comas. Me ha resultado raro.

    Un saludo

    Escrito el 18 febrero 2017 a las 18:52
  3. 3. Baltasar dice:

    Hola, Nora:
    Muchísimas gracias por comentar mi texto, aunque no «te tocara», como dices. Mayor mérito y más te lo agradezco.
    No lo sé, Nora. Puede que tengas razón en que esos imperfectos, indefinidos, etc., no se correspondan con el «reto» propuesto. Ignoro si has profundizado en el enlace que Literautas nos dejaba de Diana P. Morales diferencias y ventajas de cada tiempo narrativo,sobre cómo escribir en presente. Si lo has hecho te ruego observes los ejemplos que toma de El Extranjero, de Camús:
    «Hoy, mamá ha muerto. O tal vez ayer, no sé».
    Es decir, «Hoy, mamá ha muerto. O tal vez (murió) ayer, no sé.
    Tengo la novela de Albert Camús, uno de los grandes, que me encanta, Déjame que te copie algún ejemplo más. Pongo entre paréntesis los verbos que no van en presente:
    (Tomaré) el autobús de las dos y (llegaré) por la tarde, así (podré) velarla y (regresaré) mañana. (He pedido) a mi patrón permiso. Pero no (parecía) satisfecho.

    En dicho enlace puedes leer: Aquí vemos una descripción en (presente) en «El amante», de Marguerite Duras:
    «Llevo un vestido de seda natural, usado, casi transparente. Con anterioridad (fue) un vestido de mi madre, un día (dejó) de ponérselo porque lo (consideraba)demasiado claro. Me lo (dio).
    Fíjate bien que dice: “una descripción en presenteeeee.
    En fin, Nora, creo que algo hemos entendido mal.
    Otrosí: Te contesto a mi «trasnochado»
    Copia del DLE en su tercera acepción
    trasnochado, da
    3. adj. Falto de novedad y de oportunidad.
    Mañana o pasado te enviaré mi comentario a tu relato, tu segundo. He visto con agrado que progresas. Te felicito.
    Un saludo, de veras cordial

    Escrito el 19 febrero 2017 a las 22:47
  4. 4. Rita dice:

    Hola, Nora.
    Buen relato. Aunque no es de los que me gustan, en términos generales has hecho un buen trabajo, ya que has conseguido que entrara en esa atmósfera de depresión.
    Tengo que felicitarte, pues, como Leonor, creía que acabaría quitándose la vida. Pero has dado un buen giro al final.
    Contraria a Leonor, yo no quitaría “dispuesta a”. Creo que le da fuerza a su decisión de seguir adelante con su vida. Como ves, gustos como colores. Es una opinión y, al final depende de ti cambiarlo o no.
    Ahora bien, con todo el cariño del mundo, te señalo algunos errores que he visto:
    1. Este primero es sólo mi opinión: “como hago todos los días de estos doce últimos meses.”. Me suena raro. Lo dejaría de la siguiente manera: “como hago todos los días desde los últimos doce meses.”
    2. Dos cosas aquí: “Ni tomar un frasco entero de sedantes, ni beber hasta perder el sentido, ni conducir sin límite de velocidad; e incluso ni expirando mi último aliento lo consigo.”. La primera es que no se pone coma antes de “ni”. La otra, que “incluso” va entre comas. Verás cómo quesa: “Ni tomar un frasco entero de sedantes ni beber hasta perder el sentido ni conducir sin límite de velocidad; e, incluso, ni expirando mi último aliento lo consigo.”
    3. La intervención del personaje va siempre en un párrafo a parte y el guión va seguido de la primera palabra, sin dejar espacio:
    “—¡Sí, la mía!”
    Es una misma frase, por eso le he quitado los signos de exclamación que sobraban.
    4. “— ¡Puta explosión!, ¡Maldito tatuaje!; ¡Mierda de vida!”. Si vas a poner una coma o un punto y coma, no puedes poner la exclamación: uno de los dos sobra. Como has seguido en mayúscula (después de coma y punto y coma no va mayúscula) yo quitaría la coma y el punto y coma, así:
    “—¡Puta explosión! ¡Maldito tatuaje! ¡Mierda de vida!”
    Tienes algunos errores más. Pero son, sobre todo, de comas y punto y coma de más (algunas oraciones demasiado largas para mi gusto). Sólo revisa el texto y sigue escribiendo. Con la práctica pulirás tu escritura.
    Ánimo.
    Por si te apetece pasarte por mi relato, soy el número 117.
    Saludos.

    Escrito el 20 febrero 2017 a las 12:44
  5. 5. Rita dice:

    Por cierto, lo de la cruz egipcia me ha gustado mucho. Me encanta el arte egipcio y la cultura del Antiguo Egipto. Así que, un punto positivo.
    Nos leemos.

    Escrito el 20 febrero 2017 a las 12:47
  6. 6. Baltasar dice:

    Bien, bien, bien, Nora:
    Una pobre chica, sola en el mundo, sin padre, sin madre, sin una hermana a la que adoraba, muerta en una explosión, sucumbe ante el acohol. No es que no tenga familia: es que no tiene nada. Sí, una planta. Lo único que la mantiene con cierto deseo de cambiar de vida es tan solo esa planta que le regalara su hermana muerta. Hasta el punto de que, cuando en su ebriedad trata de salvarla, roída por los gusanos, se equivoca en el empleo del insecticida, error que le hace recapacitar para apartarse definitivamente del alcohol.
    Permíteme el resumen. No me digas que no encierra la bonita historia con que tú has respondido al requirmiento de Literautas. Pues bien, es una pena que, a determinados pasajes del relato no los hayas dotado de la mayor intensidad que están pidiendo a gritos. Rompe muebles, chilla, grita. Demuestra con rotundidad tu embriaguez. Y, entre tanto, que aparezca con desesperanza tus ganas de salir de aquello.
    Si lo tienes… pero con más brío. Verás que relato más impresionante te queda.
    Has escrito 620 palabras. Aún te quedan 130, mas bastantes que puedes quitar de lo que has escrito. Ánimo, que puedes.
    Y ahora extraigo de tu relato: ha ido, ha dejado, ha dejado, ha desaparecido, he descuidado, y algunos más. Ninguo de ellos es «presente».Pero en fin, no quiero insistir en esto, ya te dije, porque no lo tengo claro.
    . protegiéndome de la muerte pero no me sirve. Ante la adversativa «pero», siempre coma. Bueno o punto o punto y coma. Alguna excepción hay: cuando va entre dos adverbios; (casi pero no)
    Y sin embargo, escribes: luz en el jardín; pero, allá voy. Sin coma tras pero.
    «me doy cuenta que no lo he diluido en agua». Me doy cuenta (de que). Lo otro es queísmo.
    ¡Que reconfortante!. Qué, exclamativo, acentuado.
    «cosas que me quiero llevar conmigo».Cosas que me quiero llevar; cosas que quiero llevarme; pero no me conmigo.
    Y aquí termina mi monserga. Ojalá te ayude en algo.
    Un cordial saludo.

    Escrito el 20 febrero 2017 a las 20:25
  7. 7. Nora C.P. dice:

    Mil gracias por cada detalle buscado y rebuscado. Me encanta leer comentarios que me hagan crecer.
    Sois geniales.
    Abrazos y seguid así.

    Escrito el 20 febrero 2017 a las 22:04
  8. 8. Alycia dice:

    Hola, Nora:

    En tu historia consigues generar tanto curiosidad por continuar leyendo, como tristeza y sentimiento de opresión por el estado de la protagonista.

    Significativo y emotivo el incidente con la planta. A pesar de ello, no me parece suficiente como desencadenante de la decisión de cambio de vida, no me resulta creíble, probablemente por deformación profesional. Me falta síndrome de abstinencia también. Ojalá las adicciones acabaran solo con decidirlo.

    Sí me gusta, sin embargo, el impulso de vender la casa y la oportunidad de un nuevo comienzo. Ese “si quieres, puedes”.

    Saludos desde el 118,

    Alycia

    Escrito el 21 febrero 2017 a las 04:49
  9. 9. Marián dice:

    Hola Nora. Bonito relato con un final esperanzador que sorprende. Además de las correcciones que ya te han indicado, creo que resultaría más ligera la lectura si utilizaras punto y aparte previo a los guiones de diálogo.
    Me parece que tiene mucha fuerza.
    Saludos,

    Escrito el 21 febrero 2017 a las 11:56
  10. 10. Marisa dice:

    Hola Nora. La historia es buena y tiene material para explotar. Coincido con las observaciones que te han hecho. A mi gusto buscaría hacer oraciones más cortas para que el ritmo sea acorde a la pesadez que produce la borrachera y el estar desahuciado de la vida o al borde.
    El “demasiado” en la frase “estoy demasiado ebria” lo sacaría porque el estado de ebria ya habla por sí.
    Cuando echó el producto sin diluir sobre la planta y se da cuenta, dice que su mundo se derrumba y de la nada se levanta. No me resulta creíble. Quizás habría que poner que trata de salvar la planta y observa un cierto movimiento de una hoja como si fuera un intento de seguir viviendo, lo cual a ella la contagia y entonces decide cambiar.
    También puede ser que la planta muera y el personaje no soporte más muertes y por eso decide cambiar. En síntesis lo que quiero decir es que las frases seguidas:Mi mundo se derrumba y decido salir de este pozo…” no es coherente así como está escrito porque su mundo ya estaba derrumbado. Quizás una acción de descarga contra la planta muerta y entonces ahí decide salir del pozo.
    O sea, como dije, tienes material para seguir puliendo y eso es buenísimo.
    A seguir escribiendo y leyéndonos.
    Soy la nro 223 por si te quires pasar. Saludos

    Escrito el 21 febrero 2017 a las 14:33
  11. 11. Nora C.P. dice:

    Muchísimas gracias. Todo lo que me decís me hacer pensar y darle vueltas para mejorar.
    En cuanto tenga unas horas libres me pasó por vuestro relato.
    Disculpad que no lo pueda hacer todavía.
    Saludos,

    Escrito el 21 febrero 2017 a las 15:17
  12. 12. María Esther dice:

    Hola Nora,el tema de tu relato, el alcoholismo, es uno de los graves problemas que enfrenta hoy la sociedad.
    En nuestro país, este año comenzará una experiencia piloto para tratar de disminuir el alcoholismo en los jóvenes.En algunas discotecas se propondrá entrar gratis si no bebiste alcohol;también se adelantará la hora de entrada y finalización del baile.Este será controlado para evitar excesos.Todo con la finalidad de encontrar sana diversión.
    Así que encuentro tu relato muy valiente,a modo de grito salvador,buscando el secreto que motive, que de fuerzas y ganas de vivir a tantos jóvenes que están atrapados en esa telaraña.
    Está muy bien tu mensaje optimista,aunque sepamos que a veces la salida no es tan fácil.
    Nos seguiremos leyendo.
    Maritel en el número 3

    Escrito el 23 febrero 2017 a las 03:24
  13. 13. marazul dice:

    Hola Nora: un relato con mucha fuerza, realista y que impacta. Engancha desde la primera linea y se lee de un tirón hasta el final. Un final cargado de esperanza.
    Las palabras surgen de una forma natural en un lenguaje claro y muy adecuado al tema que tratas: la soledad, las adicciones, la fragilidad del ser humano…
    Me gusta como escribes. Espero seguir leyéndote
    Un saludo

    Escrito el 23 febrero 2017 a las 23:00
  14. 14. Nora C.P. dice:

    Gracias por vuestros comentarios.
    Estoy pasando unos dias muy absorventes. Con muchas ganas de contestar a todos no puedo, en cuanto tenga un respiro me paso por vuestros relatos.
    Saludos.

    Escrito el 25 febrero 2017 a las 11:51

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