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La comunidad estrafalaria - por Ida Shenre

El autor/a de este texto es menor de edad

— ¿Por qué parece que tienes una legión romana instalada en el piso de arriba? —pregunta ante el ruido de fuertes pisadas.

— Oh, lo siento, se me había olvidado que hoy tiene clase de tango… de haberme acordado no te invitaría a venir aquí. La vecina de arriba es profesora de baile y cada día enseña una disciplina distinta. Solo es silencioso cuando la arquitecto de enfrente le pide hacer yoga.

— Vaya… bueno, no te preocupes; tampoco es muy exagerado.

— Créeme, después de una hora y media, la cabeza te explota.

— Pero, ¿cuánta gente hay ahí arriba?

— Solo algunos de los vecinos.

— ¿Y cuantos sois? ¿Veinte? ¿Treinta? —pregunta con una ceja arqueada. Es normal su incredulidad: el bloque no es muy grande y el estruendo, en cambio, sí lo es.

— Doce, somos doce.

— Imposible.

— Lo que es imposible es que cada cual sea más estrafalario aún.

— Doy gracias a vivir en una casa y no en un piso… —suspira, como si se hubiera quitado un gran peso de encima— Pero cuéntame cómo son.

— Pues la vecina del cuarto está viuda, y es la típica señora que se pasa el día pegada a la barandilla de la escalera y puede precisar cuando has entrado o salido. Su vecina de enfrente está recién divorciada y a la pobre siempre se le cae su alianza por el desagüe del fregadero cuando lo recuerda. El de arriba, pero del otro lado -que justo la de arriba es la del tango-, les da a sus nietos colas de roedores metidas en frascos anchos como regalo de navidad. Piensa que es una buena forma de que entren en contacto con la naturaleza.

— ¡No me lo creo! —exclama con la boca formando una perfecta O.

— Créetelo. El resto son más o menos normales, a excepción de la pareja del primero: ella se cree que su mando de la tele es su talismán y que la va a proteger de los antihéroes y gatos que salgan en la tele. Es irónico porque tienen dos gatos de verdad, pero bueno. —Laura se ríe a carcajada limpia, y no es para menos— El marido tiene una obsesión malsana con el color naranja: se ha teñido el pelo de color naranja fosforito, todas sus prendas tienen algo de color naranja (si no lo son enteramente, claro) y por no hablar de su casa: muebles y paredes son naranjas.

— No, eso sí que no me lo creo.

— Es verdad, te lo prometo.

— Ver para creer, Lucía.

Antes de que se me ocurra una contestación irónica apropiada, me oigo contestar:

— Pues vamos a tener que bajar a pedir sal, que se me ha acabado repentinamente.

Laura no se amedrenta ante mi propuesta, sino que asiente y se levanta a la vez que dice:

— No sé qué haces aún sentada.

Un minuto más tarde ya estamos timbrando a su puerta. Él nos abre, y antes de que mi amiga pueda asimilar su aspecto, yo comienzo a pedirle la sal. El peli-naranja (porque no es digno de ser ni pelirrojo) se muestra solícito ante mi petición y se retira al interior de su casa. Me giro hacia mi amiga.

— ¿Cómo has podido no decírmelo antes?

— Ya sabes… secreto de comunidad de vecinos.

— ¡Como va a ser un secreto si sale así a la calle!

— Ahí tienes razón —me encojo de hombros, pero no le da tiempo a replicar nada más porque mi vecino aparece en el umbral de su puerta.

— Ahí va.

— Muchas gracias —decimos al unísono en forma de despedida.

— Mañana… ¿vamos a la clase de tu vecina de arriba?

— Ya quisieras.

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4 comentarios

  1. 1. José Tapia dice:

    Mi querida Ida Shenre; cuando me dicen menor de edad, quedo con la información a medias, pues no se si tienes 10 años o 17, sin embargo, escribes como si tuvieses 17, el relato transpira energía, juventud, suspicacia y es entretenido. Lo leí de un tirón, es decir, no me aburrí y eso es un buen indicador. Espero volver a leerte.
    Un abrazo latino.

    Escrito el 17 febrero 2017 a las 16:14
  2. 2. Diego Manresa Bilbao dice:

    Hola Ida,
    Buen relato, sobre todo porque has tenido una gran idea para encontrar la forma de poner las doce palabras. Una comunidad de vecinos da para eso y mucho mas.
    Enhorabuena y nos leemos!

    Escrito el 19 febrero 2017 a las 13:47
  3. 3. yolareina dice:

    Hola Ida, Muy agradable tu relato, se lee de un tirón, muy entretenido. Solo decirte que en el párrafo que comienza: “Créetelo. El resto son más o menos normales” repites varias veces la palabra naranja no se sí la reiteras para dar a entender la monotonía de ese color en la vida del vecino pero tambien repites gatos y tele. Te sugiero lo revises para que sea mejor. Nos leemos.

    Escrito el 20 febrero 2017 a las 15:37
  4. 4. Lady N dice:

    Buenas noches Ida! Creo que tu relato esta muy bien. Te metes fácilmente en la historia y en menos que canta un gallo te sientes como si fueras tu la que tienes una conversación sobre tus vecinos con una buena amiga. No se me ha encantado el aire que le has dado.

    Muchas felicidades por tu texto!

    Nos leemos y muy felices letras ♡

    Escrito el 23 febrero 2017 a las 21:45

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