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Cautiva en un monstruo - por Eteivi Karina

Desde los doce años vivo con mis padres en un edificio y me veo obligada a bajar y subir varias veces en los ascensores. Esta mañana salgo sola a comprar pan haciendo uno de estos viajes en picada a toda velocidad en el elevador cuando en fracciones de segundos todo el movimiento se detiene y la luz desaparece por completo.

Lo primero que siento es el salto en el estómago y la adrenalina chorreando e inundando mi cuerpo, en un ataque de susto aprieto fuerte el frasco que contiene el talismán naranja, fue un regalo de la vecina viuda que vive al lado de casa hace meses cuando me vio llorando en secreto en la escalera y desde entonces siempre he tenido fe que con solo tocarlo lo malo desaparece, como si este objeto tuviera alguna especie de alianza con el destino. Así suele ser hasta ahora.

No se enciende luz de urgencias y entonces es cuando empiezo a sentir el pánico verdadero, porque comprendo que estoy enterrada dentro de una caja de hierro sólida, fuerte e inquebrantable.
– Coño dejé el móvil en la cama.

Lo digo en voz alta para escucharme y así ver si el sonido de mi voz me hace sentir viva y regala algo de valentía.
La sensación de supervivencia me da por gritar y empiezo a saltar y dar brincos intentando adivinar en que minúsculo huequito de la parte superior de la puerta se encuentra un gancho que hay que soltar para que esta se abra. El movimiento me va volviendo medio frenética, siento que empiezo a sudar, me falta el aire y tengo miedo asfixiarme, parece que los ojos se me van a salir de sus órbitas por abrirlos tanto buscando luz, pero todo continúa completamente oscuro, tan negro que pierdo un poco el equilibrio y el sentido de donde estoy parada.
Empieza a llegar un olor a roedor muerto y escucho música lejana de algún tango antiguo que me hace preguntarme cómo será la vida de las personas ciegas, ¿Verán ellos al menos manchas de luz?
Y entonces escucho claramente:
– Hola, ¿quién está en el elevador?
– Yooo, soy yooo… Auxilioooo, vivo en el nueve me quedé trabada está oscuro y no hay ningún botón que funcione y avise pidiendo ayuda, tengo mucho miedo por favor ayúdeme se lo suplico!
– No te preocupes, cálmate, no tengas miedo que es peor. A ver, dime ¿cuánto mides?
– No sé, como 1,55.
– Busca en el extremo izquierdo arriba una pestaña que debes soltar.
– Ya lo hice y no pude.
– Vuelve a tratar, con calma.
Automáticamente me estiro todo lo que puedo y me paro en puntas de pie, ahora estoy más calmada; siento que no alcanzo hasta que… ¡lo logré!
– Siiii, lo hice!
– Empuja la puerta, dale duro para que se abra.
La jalo tan fuerte como puedo, con toda la rabia que he acumulado estos minutos que parecen horas hasta que la puerta se separa del marco y comienza a correrse. La alegría dura solo unos segundos porque finalmente veo luz, pero no se siente como la luz de la libertad: absoluta y abrazadora, es una luz tenue que se cuela por las rendijas, pero de qué?
– Oh..! Noooo, por Diossss… ¡Estoy en el único lugar de todo el edificio donde no hay parada del ascensor! Me trabé en el primer piso y lo que tengo delante es una rugosa pared.
Caigo al suelo y empiezo a llorar desconsolada porque sé que la única manera de salir es que dos hombres bien fortachones de forma muy suave suelten los frenos y así baje lo suficiente este maldito aparato hasta que quede un huequito por el que saltar. Esto nunca se ha hecho, es muy peligroso.

Empiezo a llorar sin límite ni vergüenza, pienso en las películas de terror en los ascensores en que las personas son cortadas por la mitad y hay sangre y muertes horribles; sigo llorando a cántaros y ya no escucho a lo lejos a mi acompañante que habla, ni lo entiendo, estoy demasiado aturdida. A modo de escapatoria a tanta presión mi mente vuelve al talismán, lo imagino, veo su forma y cada detalle, recreo su color, su olor…

Llega la electricidad y se encienden las luces.

Me levanto lentamente, miro fijo la pared y cierro la puerta, marco el botón que pone “PB”.

Siento que comienza el movimiento hasta que se detiene y finalmente el monstruo que me mantuvo cautiva abre su boca y salgo.

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12 comentarios

  1. 1. Eteivi Karina dice:

    Anímense, escriban y opinen… GRACIAS…!!!

    Escrito el 17 febrero 2017 a las 22:11
  2. 2. M.L.Plaza dice:

    Hola Eteivi Karina.
    Me parece muy interesante la sensación de miedo y claustrofobia que transmite tu relato.
    El hecho de escribir con frases tan largas creo que le resta agilidad a la narración. Yo pondría más puntos, pero eso es una cuestión de estilo pesonal.
    Espero seguir leyéndote. Saludos

    Escrito el 18 febrero 2017 a las 19:27
  3. 3. Eteivi Karina dice:

    M. L. Plaza, muchas gracias por tu comentario, seguiré mejorando y aprendiendo… Slds

    Escrito el 18 febrero 2017 a las 20:20
  4. 4. Almouadillah dice:

    Hola Eteivi Karina,

    ¡aquí estoy! Debo reconocer que me has metido contigo dentro de ese ascensor y ¡lo he pasado fatal! Menos mal que la final el monstruo metálico nos ha dejado escapar ilesas, jjejejje.
    Tan sólo un apunte: “fue un regalo de la vecina viuda que vive al lado de casa hace meses cuando me vio llorando en secreto” el “hace meses” ahí encajado da lugar a confusión: ¿la vecina vive a tu lado desde hace meses o hace meses que te regaló el talismán? Entiendo que es lo segundo pero quizá si hubieras puesto una frase más corta o hubieras metido otro verbo: “fue un regalo que me hizo hace meses la vecina….” hubiera resultado menos confuso.
    En cualquier caso, me ha gustado mucho el relato y creo que las palabras las has encajado muy bien. ¡Me encantó el olor a roedor muerto! jejejejej

    Escrito el 19 febrero 2017 a las 13:19
  5. 5. José A. Algarra dice:

    Hola, Eteivi,
    Me ha gustado como has tratado la tensión dentro de un hecho relativamente cotidiano. Creo que has manejado bien el tiempo y el ritmo del relato y consigues el efecto que busca.
    En todo caso, creo que abusas, en alguna ocasión, de frases largas, y quizás sobre alguna linea de diálogo. Al narrar en primera persona pienso que hubiera funcionado mejor.
    Pero eso son solo detalles que no estropean el relato.
    Un saludo.

    Escrito el 19 febrero 2017 a las 19:04
  6. 6. Eteivi Karina dice:

    Hola Almouadillah… me alegra muchísimo que te gustara el cuento, debo confesarte que en realidad sí le tengo pavor a los ascensores y vivi una hitoria parecida hace años… quizás por eso tenía todo tan vívido y los detalles a flor de piel… prefiero montarme en un avión antes que en un elevador así que saca tus propias conclusiones…

    Y tienes toda la razón sobre esta frase confusa… lo leí muchísimas veces y se lo di a leer a mi esposo y no nos dimos cuenta así que ya ves como es esto de escribir, crear, revisar etc etc…!!!!

    De nuevo muchísimas gracias y nos seguimos viendo por acá..!

    Cariñosss…

    Escrito el 19 febrero 2017 a las 19:04
  7. 7. Ocitore dice:

    Eteivi Karina, te ha quedado muy bien la historia, sólo te comentaría lo siguiente con respecto al léxico, donde dice “La sensación de supervivencia me da por gritar”, estaría mejor poner “me obliga a gritar”, “tengo miedo de asfixiarme”, en este te faltó la preposición de, “me paro de puntas…”, por me paro de puntillas, la frase ya implica que son de los pies. En cuanto a la trama: Una chica se queda atascada en el ascensor, siente miedo, recibe ayuda y sale al final y todo queda en un susto. Por desgracia, no encuentro un genero en el cual enmarcala. Podría haber sido un buen cuento de terror o un drama con la aparición de la persona que la ayuda. Uno de los secretos de los grandes escritores es mantener la intriga, por eso hubiera estado bien poner un antecedente. Me esperan en casa para…y zaz se descompone el ascensor, la chica ve perdida una oportunidad de oro, pero es rescatada al final y logra su plan. No sé creo que le falta eso, la intriga. Bueno, seguimos trabajando. Un abrazo.

    Escrito el 19 febrero 2017 a las 20:00
  8. 8. Eteivi Karina dice:

    Ocitore… Ummm… ya sabia yo que podias venderme una arista completamente diferente de mi propio cuento… y profundizar y perfeccionar más allá de lo que imaginé…

    Me sucede cuando escribo que simplemente me dejo llevar por las palabras y las ideas que surgen de forma empírica en mi cabeza sin detenerme a pensar en la trama, enseñanza, objetivo y estas cosas son las que realmente hacen valerosa una historia y le mantienen la vigencia a través de los años… Disfruto mucho escribir pero lo hago de una manera muy ligera y descomprometida, por eso le falta profundidad y discurso… Definitivamente tengo que mejorar varias cosas..!

    Muchísimas gracias por pasarte por aquí… ya veré el siguiente si logro una mejor calidad…

    Cariñosssssssss

    Escrito el 20 febrero 2017 a las 16:05
  9. 9. Eteivi Karina dice:

    Jose A. Algarra, muchas gracias por tu opinión… ya valoraré hacer oraciones más cortas en la proxima edición, muchas gracias..!!!!

    Escrito el 20 febrero 2017 a las 16:09
  10. 10. Luciano Darriba dice:

    Hola Eteivi Karina. Muy bien lograda la sensación de claustrofobia dentro del ascensor. La próxima vez, lo pensaré dos veces antes de entrar en uno.
    Las palabras de la consigna fueron introducidas con tal naturalidad y fluidez que ni me dicuenta que las fuiste incorporando. Sólo podría señalar, al igual que el resto, el uso de frases muy extensas. Da La sensación de que se llega sin aire al punto.

    De todas maneras, uno de los que más me gustó leer!!!

    Escrito el 21 febrero 2017 a las 17:27
  11. 11. novel_madriles dice:

    Hola, has escrito un buen relato. Tal vez, como han dicho antes, las frases tan largas no ayuden a mantener la intriga. Pero la sensación de estar encerrado en esa caja de hierro la has plasmado perfectamente. Un saludo y sigue escribiendo.

    Escrito el 22 febrero 2017 a las 17:53
  12. 12. Doralú dice:

    Hola Eteivi Karina,

    La trama de tu relato me atrapó y me mantuvo cautiva hasta el final. Nunca he quedado encerrada en un ascensor… Pero al leer tu relato sentí que estaba dentro con la protagonista. Lograste la atmósfera de la sensación de claustrofobia.

    En cuanto al ritmo de la historia mejorará cuando después de analizar las correcciones sugeridas realices los cambios pertinente y es posible que añadas unas cuantas frases o incluso párrafos. Es un texto que tiene mucho para crecer.
    Desde mi punto de vista, es solo una opinión, en el párrafo final donde dice:
    “…el monstruo que me mantuvo cautiva abre su boca y salgo.” Yo colocaría “…abre sus fauces y salgo.”

    Muchos éxitos,
    Un abrazo

    Escrito el 24 febrero 2017 a las 23:07

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