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Carta de un septuagenario intranquilo - por Ana Luna

Residencia Villa Margarita. Doce de Junio de 1995.

Estimado Señor Director Don Emilio Cifuentes,

Ruego disculpe mi osadía de enviarle ésta carta, pero me veo en la obligación de poner en su conocimiento, una serie de hechos acontecidos en este lugar que, otrora fuera, un remanso de paz.
Como usted sabe, hace un mes que tuvo a bien, venir a vivir a ésta respetable residencia, la señora María Estevánez, más conocida por su nombre artístico, “Marieta La Divina”. No soy yo persona de andar con chismes, pero he de decir, que desde su llegada ya nada es como era. Su falta de disciplina y su insistencia por no aceptar las apacibles rutinas de las que gozamos, han puesto patas arriba, si me permite la expresión, ésta casa y han afectado directamente a mi persona. Puedo pasar por alto, puesto que no me atañe directamente, que la señora tenga por costumbre levantarse después de las once de la mañana, acudir a las comidas cuando le place o llevar ropa poco recatada, que deja ver más de lo que quisiéramos. Sin embargo, es su comportamiento con algunos de mis compañeros lo que me preocupa y es que; con sus artimañas y sus teatrales gestos, por no hablar de su belleza, que ciertamente aun conserva; ha influido de tal manera en algunos de ellos, que podría decirse que son otra persona.
Al señor Celso Aravaca, sin ir más lejos; hombre tímido y algo acomplejado por su tartamudeo; le regaló, hace unos días, un frasco con una extraña piedra de color azul en su interior. Le contó que se la regalaron los miembros de una tribu de Tanzania y que tiene propiedades curativas. Desde entonces, anda el señor Celso con su talismán en mano. Tanto ha confiado en las palabras de la señora, que últimamente no tartamudea y está aprovechando para hablar, lo que no ha hablado en años y, Dios me perdone, está el hombre algo pesado. Peor aun es lo de la respetable viuda Doña Catalina Andrade que, a base de insistir, ha logrado convencerla de que ya ha guardado demasiados años de luto por su marido, D.E.P., y anda ésta cada día con un modelo distinto. Ahora se viste de verde, ahora de naranja. El caso es que no hemos vuelto a verla con su habitual traje negro nunca mas.
No acaba ahí la cosa, con sus zalamerías se ha ganado también al personal de la residencia. Yo había observado que a la señorita Alicia la manejaba a su antojo aunque desconocía su secreto. Hace unos días supe que la señora le ha dado como regalo de boda su propia alianza, la suya y la de su ex-marido, por supuesto. Cómo comprenderá, así consigue beneplácitos de los que el resto no gozamos, y no me parece de recibo.
Debo relatarle un grave episodio que sucedió la otra mañana. Eran apenas las siete y aun dormíamos, cuando se escucharon unos fuertes golpes y extraños alaridos. Salimos asustados a ver qué sucedía y encontramos a la señora Marieta en medio de la escalera gritándole a Juana, la cocinera, que aporreaba fuertemente el suelo con la escoba. El alboroto se debía a que la mascota de la señora, un desagradable roedor, al que llama Mariano; nombre, por otro lado, bastante inapropiado para un ratón; se había escapado de su jaula. Juana lo vio pasar y trataba de darle caza, mientras ella, le soltaba por su boca barbaridades, más propias de un bucanero, que de una señora de su edad. Aquella esperpéntica situación provocó tal ataque de risa al señor Arturo Bahamontes, que se orinó encima, suscitando a su vez las carcajadas del resto de compañeros. Hágase cargo, un señor tan respetable con los calzones mojados delante de todos y él sin parar de reír. Fue terriblemente bochornoso.
Pero, sin duda, lo que más ha perturbado mi paz, ha sido su fatídica idea de dar clases de tango. Sin querer ofender a nadie, considero ese baile obsceno y vulgar, más apropiado para tabernas que para una residencia decente. El contoneo de caderas de las señoras y el roce insinuante de los cuerpos me parece un abominable espectáculo que desapruebo absolutamente. Aunque mis compañeros no parecen estar de acuerdo conmigo, pues cada vez son mas los que se apuntan a tan disparatado entretenimiento.

Estimado señor, me veo obligado a detener apresuradamente ésta carta ya que la señora Marieta se acaba de sentar en mi mesa, sin pedirme permiso.
Me pregunto que querrá…

Atentamente,
Indalecio de Coslada.

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19 comentarios

  1. 1. Maria Jesús dice:

    Me ha encantado. Es un relato muy divertido. Enhorabuena.

    Escrito el 17 febrero 2017 a las 18:43
  2. 2. Luis Ponce dice:

    Hola Anita:
    Tu relato merece dos comentarios:
    El primero: GENIAL

    Escrito el 17 febrero 2017 a las 23:04
  3. 3. Luis Ponce dice:

    Hola Anita:
    Y el segundo.
    Me ha encantado. Me ha gustado el tono que has usado, el aire de chisme presente en la misiva, el susurro que late en el ambiente. Me parecen perfectos los nombres escogidos y el disimulado uso de las palabras obligatorias.
    Es de lo mejor que he leído últimamente.
    Te felicito.
    Un abrazo.

    Escrito el 17 febrero 2017 a las 23:11
  4. 4. Osvaldo Mario Vela Sáenz dice:

    Que tal Ana. Primero que nada quiero agradecer tu visita y tu comentario a mi texto.

    El tuyo me ha dejado un sabor dulce en mi lectura. me ha encantado la forma de manejar el comadreo perfecto de una solterona pero en voz de un septuagenario.

    Es jocoso imaginar a un hombre con un comportamiento tan afeminado.

    Manejas lo escandaloso del tema con maestría. Felicidades.

    Escrito el 18 febrero 2017 a las 01:06
  5. 5. José Tapia dice:

    Querida Ana luna; logras urdir un relato genial, es encantador ver como el formalismo de la carta se sazona con los eventos cotidianos que simplemente reflejan la esencia del ser humano, pues así somos. La selección de los nombres deja una sensación de realidad y has logrado que de verdad imagine todo lo que maravillosamente has entretejido. Espero volver a leerte.

    Escrito el 18 febrero 2017 a las 03:43
  6. 6. Isan dice:

    Hola Ana:

    Me ha gustado el tono jocoso de tu relato. Situaciones que fácilmente se pueden dar en una residencia de ancianos.

    En el aspecto formal lo primero que te diría es que separes los párrafos con doble espacio.

    Hay bastantes faltas de puntuación. Por ejemplo los punto y coma (;) los suprimiría todos pues no parece que encajen bien, simplemente sin poner nada en algunos o sustituyéndolos por coma en otros casos. Además hay unas doce comas fuera de lugar. Muchas separando el sujeto del verbo, cosa que no se debe hacer. A veces es complicado decidir dónde ponemos las comas. Yo creo que hay que leer en voz alta y ver la sonoridad de la frase, si tiene sentido o no lo que aíslas con las comas..

    Hay cuatro palabras “ésta” con acento que no lleva ninguna de ellas (en estos casos).

    “Peor aun es lo de la…”, aún con acento. “…traje negro nunca mas.”, más con acento, “Cómo comprenderá…”, como sin acento, “cada vez son mas los que…” más con acento, “Me pregunto que querrá…” qué con acento. Son palabras que pueden ir con acento a son él dependiendo del caso. En el contexto tuyo van como te digo.

    Bueno ya te he comentado. Me ha gustado. Relato divertido con personas raras en una residencia, vamos, lo normal. Me ha recordado a la peli “Alguien voló sobre el nido del cuco” en el sentido de la persona que entra y revoluciona a todos los residentes.

    Un abrazo.

    Escrito el 18 febrero 2017 a las 11:45
  7. 7. Ana Luna dice:

    Luis Ponce, muchísimas gracias por tus comentarios. Me siento muy halagada y feliz. Gracias.

    Escrito el 19 febrero 2017 a las 12:48
  8. 8. Ana Luna dice:

    Hola Isan!
    Tienes toda la razón, he tenido un montón de fallos con los signos de puntuación. Tenía que haberle dado un repaso a las comas. Y en cuanto a los acentos estoy enfadada conmigo misma, no me perdono la faltas de ortografía, jeje. No volverá a pasar, espero…
    Muchas gracias por tu comentario. Me ha servido de gran ayuda.

    Escrito el 19 febrero 2017 a las 12:51
  9. 9. Ana Luna dice:

    María Jesús, Osvaldo y José Tapia, muchísimas gracias por vuestros comentarios. Muy contenta de que os haya gustado. estoy encantada con vuestros comentarios.
    Gracias de nuevo.
    Nos leemos.

    Escrito el 19 febrero 2017 a las 12:54
  10. 10. Laura dice:

    Hola Ana Luna.
    Antes que nada, muchas gracias por haber pasado por mi relato y dejado tu tan hermoso comentario.
    Con respecto al tuyo, me ha encantado!!!! Es de no creer el alboroto que ha armado la nueva integrante de la residencia. Me pareció maravilloso cada uno de los personajes retratados.
    Te felicito. En cuanto a lo formal, ya Isan ha señalado varios, por lo que no redundaré en ellos.
    Felicitaciones.

    Escrito el 19 febrero 2017 a las 16:22
  11. 11. SanJuanDweller dice:

    Me llamó la atención el título, y ¡qué amena lectura!
    Este señor pudoroso sabe describir muy bien las razones de su queja y nos entretiene… ¿sin darse cuenta?

    Es la primera vez que participo (#22) y me gustaría escuchar tu comentario, si tienes un momento.

    Escrito el 19 febrero 2017 a las 21:24
  12. 12. Eva Granados dice:

    Precioso relato, muy entretenido y divertido.

    Escrito el 19 febrero 2017 a las 22:06
  13. 13. Cryssta dice:

    Hola Ana Luna, tu relato me ha gustado mucho, es muy entretenido y creo que la lectura mejorará un montón cuando pongas bien los signos de puntuación tal y como ya te han indicado. Lee en voz alta y te será fácil hacerlo.

    En cuanto a los mejorables que no te han dicho:

    – “Estimado señor director, Don Emilio Cifuentes:” los cargos no se ponen con mayúscula

    – para mí sobra “la suya y la de su ex-marido, por supuesto”, es raro que alguien tenga la alianza de un ex, otra cosa sería “de su difunto marido”

    – “Me pregunto qué querrá”

    Por cierto, ¿qué quería? no nos dejes con la intriga

    Un beso.

    Escrito el 20 febrero 2017 a las 13:19
  14. 14. Ane dice:

    Hola Ana Luna, gracias por pasarte por mi relato.

    Con respecto a tu texto decirte que me ha encantado. Según iba leyendo visualizaba al protagonista escribiendo con tesón la misiva.

    Te felicito. Un saludo.

    Escrito el 20 febrero 2017 a las 22:24
  15. 15. Marikiya dice:

    Hola Ana Luna;
    Tu relato me ha gustado mucho, es divertido y fácil de leer.
    Estoy de acuerdo con las apreciaciones ortográficas de los compañeros así que no añadiré nada más en ese sentido.
    He disfrutado con la lectura.
    ¡Buen trabajo!
    Un saludo.

    Escrito el 21 febrero 2017 a las 06:13
  16. 16. Lady N dice:

    Hola Ana Luna! Ha sido la mar de divertido leer tu texto. En cuanto me he situado en la residencia, he empezado a imaginarme la cara de indignación que Indalecio ponía mientras relataba los hechos.

    Y en cuanto al final, que decirte, que es maravilloso, a mi me da la sensación de que el bueno de Indalecio quería un poco de atención y su forma de ver la situación va a cambiar en breve jajajaja.

    Muchas felicidades por tu texto y muy felices letras! ♡

    Escrito el 23 febrero 2017 a las 22:09
  17. Hola Ana, gracias por leerme y comentarme. ¡Tu relato me hizo matar de la risa! Imaginaba las escenas que el hombre septuagenario contaba, la de la escalera y el ratón y todos riendo y me reí con todos ellos, ¡fue genial!
    El tono con que el hombre cuenta las cosas, de moralista horrorizado ante la señora escandalosa, es un enfoque excelente para dar lugar a semejante relato en forma de carta y narrado en presente, ya que la carta, para mí, determina el tiempo del relato.
    ¡Gracias por compartir!

    Escrito el 24 febrero 2017 a las 03:20
  18. 18. Jésica dice:

    ¡Hola, Ana! Gracias por dejar tus impresiones en mi cuento.
    Con respecto al tuyo, ¡Qué divertido! En verdad, tus lectores podemos imaginar cada situación, están muy, muy bien descritas. La lectura fluye con mucha naturalidad. Felicitaciones.
    Lo único que señalaría sería el final, donde dice que tiene que “detener” la escritura porque se acerca la nueva integrante; quizás quedaría mejor escribir que se tiene apresurar a “terminar” la carta. Es sólo una sugerencia, fijate si te sirve.
    Saludos, ¡no leemos en la próxima!

    Escrito el 26 febrero 2017 a las 00:57
  19. 19. Ana Luna dice:

    Estoy emocionada con vuestros comentarios. Esto si que anima a seguir escribiendo. Tomo nota de los fallos que me habéis señalado.
    Muchas gracias.

    Escrito el 1 marzo 2017 a las 19:14

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