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La trampa - por Eloína Calvete García

Web: http://elomum.blogspot.com.es/

Desde la escalera observo a la hermosa viuda que pronto se convertirá en mi madrastra, vigilo como se prepara cada mañana un zumo de naranja al que añade un ingrediente secreto; lo tiene escondido en un frasco, y lo utiliza como si fuera un poderoso talismán. Le he preguntado mil veces qué es, siempre me responde que aún no tengo edad para saberlo. Dice que cuando cumpla doce años lo probaré; “entonces ya serás mayor”, murmura.
Papá le ha regalado una preciosa alianza que luce orgullosa, ya ultiman los detalles de su próximo enlace. Mi querido progenitor no me ha consultado nada, no me ha preguntado mi opinión sobre su futura mujer, imagina que para todos es tan adorable como para él. ¡Pobre infeliz!, a su lado parece un hambriento roedor salivando ante la posibilidad de catar un sabroso trozo de queso. Pero a mí no me engaña, yo creo que es una bruja; aunque tengo que demostrarlo. Les estoy preparando una sorpresa para el día de la boda, entonces sabré cómo se las gasta la hermosa viuda.
Mi mamá dice que las brujas no pueden bailar el tango, para ellas es una danza maldita. Creo que por algo relacionado con su origen africano y un compás binario que no entiendo, es igual, me basta con conocer ese detalle para preparar la trampa. ¡Pobre papá!, por su bien espero equivocarme, imagino la cara que pondría si su agraciada segunda mujer se volatilizara en sus brazos durante el primer baile de desposados. Tengo que hacerlo, no puedo permitir que cualquiera ocupe el lugar de mi madre.
Sí, ya sé que para todos, mami está muerta, pero no para mí. Su espíritu sigue en esta casa, por las noches me susurra palabras cariñosas y me aconseja que sea paciente, que espere mi momento para actuar. Teme que papá termine difunto, como el primer marido de su futura esposa, mamá la llama la ‘viuda negra’. Es curioso, la viuda y mamá coinciden en que cuando cumpla los doce años ya seré mayor; no entiendo qué diferencia puede haber de un día para otro. Hoy tengo once, mañana cumpliré doce; no creo que cambie mucho en tan pocas horas. En fin, los mayores hacen y dicen cosas muy raras.
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Hoy la viuda me ha despertado con un vaso de zumo de naranja, dice que contiene el ingrediente secreto, ginkgo biloba, una planta antiquísima con magníficas propiedades anti envejecimiento ¡Tonterías!, no creo que eso sea lo que ella se echa en su zumo, pero no puedo demostrarlo. Se acerca el día del enlace, estoy un poco nerviosa. Si resulta que no es una bruja tendré que convivir con ella y con el fantasma de mamá. ¡Menuda ganga!
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¡Plif!, ¡Plaf!, Pluf!, desapareció envuelta en humo. Visto y no visto; la hermosa viuda se ha desintegrado con los primeros compases del tango. ¡Pobre papá!, que cara tiene; le está bien empleado, por inocente y confiado. Me siento un pelín culpable, pero tenía que saber si estaba en lo cierto. Ahora, en cuanto de marchen todos, me acercaré a la cocina, tengo que probar lo que contiene el dichoso tarro.
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¡Vaya!, me siento mareada, voy a descansar un rato; me he tomado un zumo con una pizca de polvos del misterioso bote y noto cierta pesadez. No es ginkgo biloba, tiene un sabor peculiar, como de almendras amargas. Cuando repose un poco me acercaré a consolar a papá. ¡Ay!, me arde el estómago…

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8 comentarios

  1. 1. Wester dice:

    Buen trabajo Eloína. Es bastante original y me parece que tiene estilo propio. Los cambios de párrafo hechos así, directos y y sin enredos, me recuerda a las secuencias de una película muda en la que cambia la imagen sin previo aviso.

    Si me quieres leer estoy en el 109

    Saludos

    Escrito el 20 febrero 2017 a las 13:17
  2. 2. Rakel dice:

    Hola Eloína:

    Me ha gustado mucho el dinamismo de tu escena. También me ha parecido muy buena la descripción de los distintos espacios de tiempo.
    Ha sido divertido leer tu relato. Gracias por compartirlo.

    Escrito el 20 febrero 2017 a las 20:34
  3. 3. Eloína Calvete García dice:

    Gracias por vuestros comentarios!!!

    Escrito el 21 febrero 2017 a las 14:05
  4. 4. Maureen dice:

    Hola, Eloína.

    Me gusta el estilo, no resulta nada recargado y es fácil de leer. Como crítica, quizás empleas algunas palabras y expresiones algo complejas para una niña de once años, como “progenitor”, “catar”, “desposados”, “volatilizar”, “difunto”. Tal vez me equivoco, no es que sean palabras complicadas, pero tampoco creo que sea común oírlas en un niño.

    He visto un par de faltas de ortografía que te matizo para que puedas corregirlas:
    -“¡Plif!, ¡Plaf!, Pluf!, desapareció envuelta en humo.”. No sé si este pasado queda bien, ya que estás escribiendo el texto en presente. Tal vez quedaría mejor “desaparece” o “ha desaparecido”.
    -“¡Pobre papá!, que cara tiene”, Ese “qué” va con tilde.
    -“Ahora, en cuanto de marchen todos”, debe ser “en cuanto se marchen todos”.

    La historia me ha enganchado y he leído el texto de un tirón, a ver qué pasaba con la niña y la futura madrastra. Lo único que no he acabado de entender es lo del ginkgo biloba. Entiendo que lo que le echaba la señora al zumo de naranja era cianuro, ¿verdad? Por el olor a almendras amargas. ¿Por acostumbrarse ella al veneno y que no pudieran envenenarla? ¿O es que realmente se echaba ginkgo biloba pero se entera de la trampa de la niña y cambia el ginkgo por cianuro para matar a la cría?

    En todo caso, un relato muy original y divertido. La viuda ha acabado fatal y la niña aún peor, pobres.

    Un saludo y, si quieres comentar el mío, estoy dos por encima de ti, el 114.

    Escrito el 23 febrero 2017 a las 13:07
  5. 5. Alonso García-Risso dice:

    Saludos Eloína: Es una historia interesante, cargada de dichos y mitos del acerbo popular (valioso aporte). La narración, a cada paso, nos sumerge en una atmósfera cargada de un conflicto de intereses femeninos, manejado de modo acertado. Felicitaciones.
    Aunque la historia, en primera instancia, parece propia de otra época (tal vez la medieval); no es tan ajena de la actual. Si miramos las casas con mayor atención nos daremos cuenta que “es de lo más corriente y recurrente”.
    Has conseguido un trabajo bien elaborado y atrayente.

    Escrito el 24 febrero 2017 a las 17:09
  6. 6. Pilar dice:

    Hola Eloína,
    Me sumo a las buenas críticas de los otros compañeros. Yo también he devorado el texto hasta el final, creyendo que me iba a encontrar con una versión de la Cenicienta, el cómo empezó todo o algo similar. Me ha sorprendido el final, y eso es bueno. Hay que ser valiente para cargarse a nuestros protas si la historia lo requiere. En cuanto a los cambios de párrafo y saltos en el tiempo a mi me han parecido muy bruscos, tal vez si hubieras desarrollado la historia como un diálogo, habría quedado mejor, más fluido. Pero es tu historia y tú decides, por supuesto.
    Por lo demás, estupendo!!! Enhorabuena. Sigue escribiendo.
    Pilar, 80

    Escrito el 26 febrero 2017 a las 23:23
  7. 7. Pilar dice:

    Perdón, quería decir como un diario y no diálogo, fallo del corrector.

    Escrito el 26 febrero 2017 a las 23:25
  8. 8. Eloína Calvete García dice:

    Gracias por vuestros comentarios, tomaré nota de vuestras correcciones y propuestas

    Un abrazo

    Eloína

    Escrito el 5 marzo 2017 a las 11:24

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