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Buena decisión. - por Evelyn

Desde mi ventana, y casi sin pretenderlo, observo largamente a doña Carmen, la recién estrenada viuda del pueblo, aunque en la práctica, y a decir verdad, lleva doce largos años siéndolo.
La vida le sorprendió con un regalo al más puro estilo griego, un hombre bueno y gentil, alegre y trabajador, que al cabo de pocos años de feliz matrimonio enfermó de esclerosis, y quedó reducido a un triste y silencioso puñado de retorcidos huesos que ella cuidó estoica y resignada… un verdadero Caballo de Troya, un exquisito bocado envenenado que le exigió un esfuerzo titánico, y se llevó junto a su alegría, también sus mejores años.

Es una mañana luminosa, soleada, y aunque está siendo un invierno duro, me aventuro a abrir la ventana, a respirar aire fresco, a intentar llenarme de valor y de energía… ¡la necesito tanto!.
Los resultados de las biopsias no son buenos, me las he hecho en secreto, y en realidad, no podrían ser peores. Me aterraba pasar por toda aquella pesadilla de nuevo, la ponzoña de la quimio, la espantosa debilidad de mi cuerpo después del largo tratamiento, la pesada carga que supuso para mi marido y mi familia el cuidarme… no, no voy a dar una pelea que esta vez no puedo ganar, no les voy a obligar a albergar falsas esperanzas de nuevo, está decidido.

El viento mece el enorme ciprés que tantos años atrás plantó mi abuelo, oigo el canto de los pájaros que ponen en alerta a Tomy, mi gato, y distingo los acordes del acordeón de un tango que me llevan de vuelta a la casa de Carmen. Allí está, de pié en la escalera, de riguroso luto, barriendo con los movimientos frenéticos de un roedor, nunca para… la noto nerviosa.

Al levantar la vista se encuentra con mis ojos, me saluda adivinando mi angustia, mi ansiedad, que en esta ocasión es compartida. Se quita el gastado delantal que la a acompañado todos estos años como un valioso talismán, y se enfunda su viejo abrigo azul. La veo acercarse atravesando el estrecho sendero que une nuestros patios, pisando cuidadosa la hojarasca que revolotea a su paso. Tiene bien cogido su bolso, con la misma firme convicción que ha sellado nuestra alianza.
Cariñosa, me extiende un frasco con mermelada de naranja amarga que acaba de preparar, y que yo no probaré… es hora de irnos.

Me extiende el billete a Holanda que ha comprado para mí, y me lleva al aeropuerto en un silencio absoluto, nuestras viejas conversaciones y sus muchos argumentos flotan en el aire.

Al embarcar coge mis manos con fuerza, la respiración agitada, los ojos vidriosos, y haciendo un esfuerzo sobrehumano repite casi inaudible: “buen viaje Cariño, buen viaje”.

La veo marchar deprisa, sin volver la vista atrás, al tiempo que la azafata revisa mi documentación y me interno por la manga con mi exiguo equipaje de mano.

Eutanasia, allá voy.

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6 comentarios

  1. 1. Jose Luis dice:

    Hola
    Me ha gustado tu cuento. Creo que está bien redactado y las metáforas y descripciones son buenas.
    Hay algunos pequeños errores que se pueden subsanar fácilmente.
    un verdadero Caballo de Troya ——- yo comenzaría con mayúscula ————————— Un verdadero Caballo de Troya
    ¡la necesito tanto!. —— aquí se se ha escapado un punto que sobra

    de pié en la escalera ——— de pie en la escalera

    la a acompañado —- la ha acompañado
    “buen viaje Cariño, buen viaje”. ————- “Buen viaje, cariño, buen viaje”.
    El cuento denota sentimiento, aunque se trate de un relato pesimista y desolador.
    Un saludo

    Escrito el 17 febrero 2017 a las 18:44
  2. 2. LIAH PERSON dice:

    Hola Evelyn,
    conmovedor relato que trata un tema controvertido desde la sensibilidad, aunque ciertamente no sabemos de lo que se trata en realidad hasta la última frase. Alguna imagen metafórica (como la del ciprés) que imprime cierta poesía al texto, y un lenguaje cuidado que a mí me engancha. Muy conseguido.
    Quizá no querías resultar redundante con “los acordes del acordeón”, y en realidad querías decir “los acordes del bandoneón” ¿no es así?

    Escrito el 17 febrero 2017 a las 23:39
  3. 3. Verso suelto dice:

    Buen relato Evelyn. Una historia bien armada y un final que no deja de sorprender.

    Escrito el 18 febrero 2017 a las 21:30
  4. 4. Eveluna dice:

    Hola, Evelyn, mi tocaya por estos lares. Eveluna es mi Nick por acá.

    Lo prometido, pasé por tu relato y ahora estoy aquí para comentarlo.

    Un relato lleno de sentimientos tristes, pero contados de una forma que te atrapa.

    Tiene un giro inesperado, y un final que sorprende.
    Quizá sea una tontería, pero igual te comento que en esta parte: “nunca para…la noto nerviosa” me confundí por un momento, porque pensé que la narradora se detuvo por algún motivo.

    Me dio mucho gusto leerte.

    Un abrazo.

    Escrito el 20 febrero 2017 a las 01:19
  5. 5. Lilian - Rosa dice:

    Un relato fantástico y emotivo. Espero leer más..

    Escrito el 20 febrero 2017 a las 02:20
  6. 6. Laura dice:

    Hola Evelyn.
    Un relato maravilloso, con expresiones cautivadoras. Me ha encantado en su totalidad.
    No tengo nada que señalar, más que su belleza. Y la tristeza que lo envuelve, pero es su parte fundamental.
    Sigue escribiendo.

    Escrito el 26 febrero 2017 a las 11:15

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