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HASTA QUE ALGO NOS SEPARE - por Elisa

María quedó viuda siendo muy joven. Todo el mundo la compadeció. Pero ella tenía un secreto: aunque siempre había parecido ser feliz con su marido, esa felicidad no era tal. Su marido parecía un ser muy bondadoso, pero dentro de casa la cosa cambiaba. Él era cruel y la trataba muy mal. Es más, le había prometido que su maltrato iría más allá de la muerte.
Por eso ella había conseguido arrancarle una promesa: un trato según el cual le daba permiso para casarse con otro si él moría.
A María le gustaba bailar el tango desde pequeña. Era lo que más le gustaba y además le traía suerte; era su talismán. Siempre que bailaba tango tenía buena suerte. A su marido no le conoció bailando. Además él le había prohibido bailarlo durante su matrimonio. Por eso ella necesitaba aquella promesa: él le daba permiso a bailar y a casarse siempre y cuando conociera a su siguiente marido bailando. Podía bailar con doce hombres y entre esos tenía que elegir a su amor. Esta había sido su alianza.
Al día siguiente de la muerte de su marido, María empezó su búsqueda: no tenía la obligación de guardar ningún duelo sobretodo cuando no lo sentía. Lo que sentía eran ganas de celebrarlo.
Esa misma noche bailó con el primer hombre. Eligió al más guapo de la discoteca. Después de esa noche, cuando el chico ya se había ido a su casa, pensó que las siguientes elecciones tendría que hacerlas con más cuidado; aquel no era un hombre con el que casarse.
Cuando terminó con los otros once, eligió. Entonces tuvo que cumplir la última promesa que le había hecho a su marido: tenía que ponerse un vestido naranja en su boda y con antes de quitárselo llevar el regalo que más le hubiese gustado y ponerlo sobre la tumba de su marido.
Así lo hizo aunque con una mala sensación en su interior. A punto estuvo de echarse atrás en su promesa pero le daban miedo las represalias de su marido, que había sido un hombre muy rencoroso y ya le había advertido que en muerte seguiría siéndolo.
Una vez cumplida su promesa volvió junto a su segundo marido, con el corazón palpitando de alegría y excitación ante la expectativa de su noche de bodas.

En la tumba el hombre rencoroso se removió. ¡Lo había conseguido! Había conseguido que su mujer hiciera el hechizo. Qué tonta.
Una vez fuera se fijó en la sensación de su cuerpo; algo raro ocurría. Tardó unos minutos en darse cuenta; no había recuperado su cuerpo, el cuerpo en el que se encontraba era un cuerpo de roedor. Gruñó enfadado. Esto no entraba en sus planes. Luego, con la fuerza de su enfado atravesó el cementerio y el pueblo hasta llegar a su casa, donde ahora su mujer pretendía vivir con otro.

La pareja bailaba de nuevo su tango, esta vez en la intimidad del hogar. Luego decidieron que había llegado el momento de consumar el matrimonio. Subieron a la primera planta y mientras ella preparaba el dormitorio, él se dirigió hacía el cuarto de baño. Con un grito le preguntó a ella si le apetecía un baño de espuma. Oyó la respuesta afirmativa y la petición de algo para picar. Él dejó el grifo abierto mientras iba a por la comida. Mientras bajaba sintió que algo le impedía el paso. Antes de rodar por las escaleras acertó a ver un ratón enredado entre sus pies.
El grito hizo que la mujer acudiera a su auxilio. ¿Estás bien cariño? preguntó desde la parte de arriba de las escaleras. Sí, ha sido por culpa de un ratón.
-¿Un ratón?
-Sí, míralo, míralo, va corriendo hacia el baño.
Ella lo siguió, vio la bañera que seguía llenándose esperando a sus invitados. Mientras cerraba el grifo vio que el roedor había dejado de correr y la miraba fijamente a los ojos, desafiante. Ella se movió rápido y le dio un pisotón antes de que él tuviera tiempo de reaccionar y huir. Luego se puso unos guantes, lo cogió y lo arrojó al retrete mientras decía: Muérete cabrón, esta vez para siempre.

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7 comentarios

  1. 1. Sofia b dice:

    Hola Elisa! Me gustó mucho tu texto. Dos cositas: cuando escribís “sobretodo”, tenés que escribirlo separado, a menos que hables del abrigo. Y la otra cosa, “en su boda y con antes de quitárselo”, a mí me da la sensación de que sobra un “con”.
    Faltan algunas comas, pero eso es todo. Felicitaciones por la imaginación!

    Escrito el 17 febrero 2017 a las 13:41
  2. 2. JL Quijano dice:

    Hola Elisa,

    1. El relato es monotono en el inicio. Los sucesos comienzan apenas despues de la mitad. La abundancia de descripciones antes de las acciones estan bien, tal vez, para una novela. Pero un relato debe ser mas dinamico porque no se tiene tanto espacio de maniobra.

    2. Hay una idea e intencion de caracter magico. Sin embargo, aun cuando se tratan temas asi, se debe llevar una cierta logica y credibilidad. Te doy dos ejemplos dentro de tu relato:

    – “Por eso ella había conseguido arrancarle una promesa: un trato según el cual le daba permiso para casarse con otro si él moría.” Piensas tu que la protagonista necesitaba pedir permiso a su esposo para hacer cosas despues de que el muriera?

    – “Mientras bajaba sintió que algo le impedía el paso. Antes de rodar por las escaleras acertó a ver un ratón enredado entre sus pies.” Un raton puede hacer tropesar a alguien? Yo pense que tal vez era una rata grande. Pero luego ella lo pisa sin problema y lo manda por el retrete. Hay, entonces, una contradiccion que le quita credibilidad y logica al relato.

    3. El ambiente del relato es, de alguna manera, oscuro y dramatico en un inicio. Pero al llegar el momento en que el marido revive, lo hace como un roedor. Un roedor no asusta, no es un elemento misterioso ni profundo. Al hacer que el villano sea un raton se cae a pedazos el color de drama del relato y se convierte en una caricatura. Estoy al tanto sobre el uso que se debia dar de las doce palabras, pero esta no me parecio acertada.

    4. Me parece forzado y fuera de contexto el uso de las siguientes palabras: alianza (un innecesario sinonimo de acuerdo o pacto), doce, naranja, y roedor.

    Buen trabajo con el relato. Espero seguir leyendote los proximos meses y espero que mis observaciones te sean utiles.

    Saludos

    Escrito el 18 febrero 2017 a las 13:30
  3. 3. Kriptana dice:

    Hola Elisa

    Creo que sobra un “con” en la frase de llevar el regalo a la tumba.

    Por lo demás me ha gustado, y he disfrutado leyéndolo.

    Un saludo

    Si te apetece leer mi relato, es el 198

    Escrito el 21 febrero 2017 a las 21:06
  4. 4. María Esther dice:

    Hola Elisa, La idea de hacer un relato fantástico es buena, pero yo la encuentro difícil en el sentido de adecuar los personajes y que la historia tenga coherencia, que atrape al lector,que logre emocionar.
    A lo mejor esa misma historia con un entorno más realista te ayudara a expresar más el pensamiento de sus personajes.
    Bueno, son sugerencias, todos estamos aprendiendo y experimentando.
    Sigue escribiendo. Saludos
    Maritel en el número 3

    Escrito el 22 febrero 2017 a las 05:26
  5. 5. JL Quijano dice:

    Me acabo de dar cuenta que escribi tropezar con “s”, disculpas por eso.

    Saludos

    Escrito el 22 febrero 2017 a las 09:11
  6. 6. Leosinprisa dice:

    Hola Elisa

    Una curiosa historia que adquiere un carácter mágico inesperado. Es un elemento interesante, aunque tal vez lo podrías haber aprovechado un poco más. El relato es entretenido y se disfruta leerlo, que es en primera instancia lo que todo lector desea.

    Solo indicarte que usaste los guiones cortos para tus diálogos. Lo correcto serian los largos, yo los pongo con la combinación Alt más 0151, presionando Alt mientras tecleas los números. Parece engorroso, pero despues de un tiempo lo haces mecánicamente y ni te enteras.

    Un placer leerte. Un saludo.

    Escrito el 24 febrero 2017 a las 20:34
  7. 7. Elisa dice:

    Hola,
    Es verdad, los guiones se me olvida cambiarlos. Lo de la combinación de las teclas me parece engorroso como tú dices, pero quizá tendría que probar.
    gracias por vuestros comentarios.

    Escrito el 27 febrero 2017 a las 10:02

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