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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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DESDE ESTE ESCALÓN - por LIAH PERSON

Me gusta pararme en el quinto peldaño de la escalera que sube al desván. Esa pequeña tabla de madera me proporciona la altura perfecta desde la que poder contemplar el salón entero. Cada día al alba me siento ahí, en el que también era tu escalón favorito, y me quedo ensimismada con la luz cálida que a esa hora de la mañana tiñe de naranja cada rincón, otorgando a los muebles un aire antiguo, como si una especie de pátina de bronce se posara sobre toda la estancia confiriéndole un carácter especial, como si todo este espacio guardase entre sus recodos algún secreto.
Y el sol insiste sin descanso: un día sale lento, al siguiente triste, al otro se alza espeso, pero siempre amanece ahí fuera. Los días y las noches se persiguen sin tregua, fieles a su alianza eterna con el tiempo, ajenos a mis pequeños problemas, insignificantes preocupaciones de roedor que resultan ridículas en ese instante en el que toda la luz de la tierra se vuelca por nuestra ventana. Y así dejo que pasen las horas, sin mayor pretensión que la de seguir sumando amaneceres, observando cada uno de ellos como un nuevo regalo que el universo quiere hacerme a pesar de todo, como si cada día que rompe ante mis ojos fuera un perdón divino, una especie de recompensa extraña que disfruto por tiempo indefinido; una nueva oportunidad para reconciliarme conmigo misma y convencerme de que no fue culpa mía que te fueras así.
A menudo, me doy cuenta de que el sol sube en el cielo y lo noto incidiendo recto sobre el tejado. Y solo en alguna de esas ocasiones me levanto de mi quinto escalón y me afano en tediosas labores cotidianas. Aunque casi siempre tus recuerdos se asoman por los armarios y salen de entre los cajones y me vuelven a dejar sentada en la escalera casi por inercia, con tu manuscrito sobre mis rodillas como un talismán, sola y más viuda aún de lo que estaba cuando me levanté.
Es entonces cuando empieza a sonar aquel tango en el interior de mis oídos, cada vez más y más fuerte. A veces me atrevo a cantarlo en voz alta, ese tango milonguero que me enseñaste a bailar, y parece que te vuelvo a ver alborotando el aire, tocando un bandoneón imaginario con tus manos revoltosas, y tu risa llena el salón y tu alegría me contagia y, por unos minutos, me dejo llevar y disfruto de ti y de tus ganas, y hasta huelo el perfume de tu ropa y casi te puedo tocar. Pero el tango se acaba cuando entono la última estrofa, y la música deja de sonar. Tu cuaderno, repleto de notas, se me cae de las rodillas produciendo un ruido seco contra la madera del cuarto peldaño.
Y la realidad de nuevo me pesa encima, losa de mármol plano, sepultura de piedra helada. Y un ciprés se alza alto hincando sus raíces entre las tarimas.
Los colores del salón cambian según va entrando la tarde, se vuelven azules o violetas. Las sombras caen oblicuas sobre las cortinas y las paredes, y se mueven ágiles formando eses finas. Alguna tarde, con el sol ya muy bajo, las eses resultan caprichosas y juegan al escondite delante de mis ojos, o se agarran de las manos y corretean divertidas. Y otras veces crecen y se acercan, y parece que se sientan conmigo y hasta me abrazan de algún modo, como queriendo acompañarme ahora los hijos que no tuvimos.
La noche llega, al fin. La luna arroja su luz de harina sobre los muebles, dotándolos al instante de la elegancia que un día tuvieron. Y en la penumbra me quiero dormir, que venga el sueño y dejarme ir hasta lo más profundo. Sujeto el frasco repleto de pastillas entre mis manos, lo agito para comprobar la cantidad. Respiro hondo mientras recuerdo otra vez tu mirada, tus ojos claros. Y me tomo una cápsula redonda, una única pastilla que me ayude a dormir, solo una, solo esa, pequeña aliada inofensiva.
Y escucho, ya entre sueños, a tu viejo reloj de pared dando las doce.

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35 comentarios

  1. 1. Verso suelto dice:

    Hola Liah. Te agradezco tu visita doblemente.Primero por haberme leído, pero sobre todo por el placer de devolverte la visita. Tu relato tiene una gran ternura, es muy bello, muy poético, con expresiones estupendas: las eses finas, la luz de harina. Te apunto en mi lista para futuras escenas.

    Escrito el 17 febrero 2017 a las 23:55
  2. 2. LIAH PERSON dice:

    Muchas gracias Verso suelto por responderme tan pronto. Me alegro mucho de que te haya gustado mi texto.
    Nos seguimos.

    Escrito el 18 febrero 2017 a las 00:34
  3. 3. Jose Luis dice:

    Hola
    Tu relato tal vez no sea el típico con principio, medio y final. Quiero decir, no hay un conflicto claro que se resuelva al final del mismo. Pero tu cuento tiene mucha descripción y metáfora, demostrando sensibilidad como autora; y es como si hubieses escrito un largo poema en prosa.
    Un saludo

    Escrito el 18 febrero 2017 a las 17:29
  4. 4. Claudia Bellini dice:

    Hola Liah Person,
    Tu relato es uno de los tres que me toca leer, como mínimo, lo que ha resultado un placer, pues creo que has conseguido un texto Que se deja leer mientras vas imaginando ese espacio lleno de recuerdos, vivencias y como te comenta Verso suelto, lleno de ternura.
    Utilizas unas descripciones totalmente poéticas y en cuanto a gramática no he detectado ningún error importante.
    Felicidades por tu relato y muchas gracias por escribir y leer!
    Saludos,

    Escrito el 18 febrero 2017 a las 17:32
  5. 5. Francis dice:

    Liah, has escrito un relato conmovedor. Llega al alma como si fuese poesía. Me ha parecido uno de los mejores relatos que he leído en los últimos dos años que llevo en Literautas. Así que ya te puedes dar por satisfecha. Sigue escribiendo así de bien.
    Saludos desde Sevilla.
    Si te parece, pásate por el mío (n. 53).

    Escrito el 18 febrero 2017 a las 18:18
  6. 6. LIAH PERSON dice:

    Gracias por tu comentario José Luis

    Escrito el 19 febrero 2017 a las 01:28
  7. 7. LIAH PERSON dice:

    Claudia, gracias por tu comentario. Me alegro de que te haya gustado mi texto.

    Escrito el 19 febrero 2017 a las 01:28
  8. 8. LIAH PERSON dice:

    Francis, muchas gracias por tu generoso comentario. Tus palabras me animan a seguir escribiendo. Por supuesto que me pasaré por tu texto.

    Escrito el 19 febrero 2017 a las 01:34
  9. 9. Osvaldo Mario Vela Sáenz dice:

    hola Liah, parece que todos los comentaristas coincidimos en una cosa, tu historia es poesía; poesía triste pero grata que nos lleva de la mano como si fuera una tierna caricia cuyo calorcito va llenando la lectura con las mieles de un recuerdo sin par.

    Por lo visto es también inspiradora.

    Te felicito y gracias.

    Escrito el 19 febrero 2017 a las 19:17
  10. 10. LIAH PERSON dice:

    Hola Osvaldo, que me digas que mi texto te “inspira” es lo mejor que me podías decir. Muchas, muchas gracias.

    Escrito el 19 febrero 2017 a las 22:17
  11. 11. Laura dice:

    Hola Liah.
    Coincido con quienes me preceden en que es un relato de lo cotidiano maravilloso, con el color de las añoranzas y el aroma de la pérdida del amor.
    Te felicito.
    Si lo deseas, estoy en el 33.

    Escrito el 20 febrero 2017 a las 11:04
  12. 12. LIAH PERSON dice:

    Laura, muchas gracias por tu lectura. Visitaré tu texto, seguro.

    Escrito el 20 febrero 2017 a las 12:02
  13. 13. PEPE ILLARGUIA dice:

    Gracias Liah por ese paseo magistral que te has dado por mi viejo barrio. Has logrado desentrañar de sus raíces a los personajes y parece que tuvieran alma propia.
    En tu bellísima historia hay dos partes muy diferenciadas, la segunda es la que más me ha gustado aunque yo modificaría algo el inicio de ese párrafo:
    Es entonces cuando empieza a sonar aquel tango…, lo cambiaría ya que tiene otro “cuando” en la frase final del anterior, por ejemplo:
    Justo en ese momento comienza a sonar aquel tango tan fuerte y triste…
    Si te apetece cambiarlo porque la poesía ya de por sí está en tí.
    Un abrazo.

    Escrito el 20 febrero 2017 a las 19:08
  14. 14. LIAH PERSON dice:

    Pepe, qué bien que te haya gustado mi texto. Tienes toda la razón con ese “cuando” repetido. Tomo nota. ¡Gracias!

    Escrito el 20 febrero 2017 a las 21:20
  15. 15. María Kersimon dice:

    Hola Liah, gracias por deleitarnos con este texto tan lleno de emoción y de plenitud. En el seno de la tristeza y la añoranza, la protagonista experimenta una unión intensa con todos los elementos naturales, con la vida al fin. Me recuerda momentos de duelo, de dolor intenso, en los que todas las defensas cotidianas quedan desarmadas y uno en Me ha encantado más que ninguno este trocito: ” Y así dejo que pasen las horas, sin mayor pretensión que la de seguir sumando amaneceres, observando cada uno de ellos como un nuevo regalo que el universo quiere hacerme a pesar de todo, como si cada día que rompe ante mis ojos fuera un perdón divino, una especie de recompensa extraña que disfruto por tiempo indefinido; una nueva oportunidad para reconciliarme conmigo misma y convencerme de que no fue culpa mía que te fueras así”.
    Un aplauso bien fuerte.

    Escrito el 20 febrero 2017 a las 21:30
  16. 16. Evelyn dice:

    ¡Nostalgia!
    ¡Cuánta nostalgia siente esta mujer!
    Vive ya solo de recuerdos, y de los buenos… entonces es más “largo el olvido”, como diría Neruda.
    Casi pude estar sentada en ese escalón viendo cambiar las luces del día, lo haz descrito estupendamente, tienes un sobresaliente.
    Muchísimas felicidades, y gracias por pasarte a leer mi cuento.

    Escrito el 20 febrero 2017 a las 22:03
  17. 17. Edu SC dice:

    Hola Liah Person,

    Muchas gracias por tu visita y tus comentarios tan amables.

    Es la primera vez que te leo.

    A priori, suelo ser más de historias con un conflicto, con un cambio, con el clásico presentación-nudo-desenlace. El tuyo diría que no lo tiene, sino que simplemente nos muestra la desdicha de alguien que ha sufrido una gran pérdida. Pero es que, está tan bien escrito! Haces que uno se deslice de una palabra a la siguiente sin darse cuenta, te obliga a seguir leyendo. Muestras maravillas en lo cotidiano, como decía una compañera más arriba, con sencillez, sin palabras o expresiones rebuscadas, con total claridad. De verdad, te felicito. Me ha gustado mucho tu relato, una maravilla para los sentidos.

    Quizás, por sacarte algún pero, y desde la subjetividad del que lee, la siguiente frase es la única que me ha saltado un pelín, solo un poquito, más a la vista. Me parece se sale un poco del tono de elegante claridad que posee todo el cuento. Pero lo dicho, es una opinión y por tratar de ser sincero con las sensaciones si eso puede ayudar en algo:

    Y la realidad de nuevo me pesa encima, losa de mármol plano, sepultura de piedra helada. Y un ciprés se alza alto hincando sus raíces entre las tarimas.

    Un placer leerte

    Edu SC

    Escrito el 20 febrero 2017 a las 23:34
  18. 18. Edu SC dice:

    PD. Me he olvidado decirte que el final me ha encantado, como de manera tan sutil insinúas ese forcejeo diario contra la tentación de suicidio.

    Escrito el 20 febrero 2017 a las 23:38
  19. 19. LIAH PERSON dice:

    María Kersimon, muchas gracias por tus palabras.
    Eso que dices sobre que el texto te recuerda a momentos de duelo… es justo lo que yo pretendía, acercarme a ese preciso momento de dolor por la pérdida reciente de alguien muy querido. Y confieso que me parecía una osadía por mi parte porque hasta ahora (y espero que aún por mucho tiempo) no he vivido en primera persona ese dolor, ni he sentido el vacío que se debe sentir. Así que si he conseguido transmitir la emoción de algún modo, ha sido solo a través de la intuición sobre lo que se debe sentir en una experiencia así… y eso me daba cierto vértigo.
    Gracias de nuevo María.

    Escrito el 21 febrero 2017 a las 09:26
  20. 20. LIAH PERSON dice:

    Evelyn, muchas gracias por tu comentario tan positivo. Un placer.

    Escrito el 21 febrero 2017 a las 09:27
  21. 21. LIAH PERSON dice:

    Hola Edu SC, muchísimas gracias por leerme.
    Te diré que has mencionado lo que para mí (al escribir) fueron los dos “puntos claves” del texto.
    El primero es esa frase sobre la sepultura y el ciprés, que efectivamente es metafórica y se aparta un poco del tono “sencillo” del resto del texto. Fue del todo premeditado intentar que esa frase llamara la atención. Quise (aunque no sé si lo conseguí)crear una imagen más potente, que elevase el tono dramático de golpe. Como si el salón de la casa se convirtiera casi en un cementerio de pronto. Ya digo que de forma metafórica, a través de la emoción.
    Y el segundo es ese juego que se establece al final con la idea del suicidio, que a pesar de ser tentadora, no gana la partida.
    Muchas gracias por leer el texto con tanta atención Edu.

    Escrito el 21 febrero 2017 a las 09:46
  22. 22. Bea dice:

    Hola Liah:

    Vaya pedazo de texto. Me ha encantado todo. Desde la forma en la que describes los recuerdos de la protagonista hasta la forma en la que para ella van pasando los días sumida en la pena más onda por haber perdido a ese ser tan vital y querido para ella.
    E llegado a sentir todo eso que tan hábilmente describes y por ende, no e podido parar de leer desde la primera palabra hasta el último punto.
    Ha sido un auténtico placer leerte y aunque no me toque leerte, te buscaré en retos futuros.

    Si te apetece pasarte yo estoy afincada en el 230.

    ¡Muchas Felicidades, nos leemos!

    Escrito el 21 febrero 2017 a las 13:49
  23. 23. LIAH PERSON dice:

    Bea, gracias por tu lectura. Me alegra mucho que te guste tanto mi texto. Te devolveré la visita, seguro.
    (no puedo dejar de decirte que se te ha olvidado alguna “H” en tu comentario… jejeje)
    Gracias de verdad. Nos seguimos.

    Escrito el 22 febrero 2017 a las 11:55
  24. 24. Lorkiano dice:

    Hola Liah:

    Como lo poco tuyo que he tenido el placer de leer: espectacular.

    Conforme iba avanzando en la lectura pensaba que la protagonista no tenía muchas ganas de vivir, y cuando has escrito que cogía el frasco de pastillas ya me esperaba lo peor. De todas maneras, no he podido evitar el nudo en el estómago mientras lo leía porque la manera que tienes de escribir te sumerge totalmente en la historia.

    El final, escuchando entre sueños el viejo reloj de pared de su difunto marido dando las doce me ha parecido inmejorable.

    Te felicito.

    ¡Nos leemos!

    Escrito el 22 febrero 2017 a las 17:50
  25. 25. LIAH PERSON dice:

    Gracias Lorkiano por tu buenísima valoración a mi texto. Me pasa contigo como en el mes pasado, que me siento tan alagada que creo que no lo merezco. Pero ¿sabes qué? Que me encanta que disfrutes tanto leyéndome.
    Nos seguimos.

    Escrito el 22 febrero 2017 a las 22:13
  26. 26. Jean Ives Thibauth dice:

    Hola Liah.

    Realmente el texto tiene magia. De alguna manera atrapas al lector en una escena muy bien descrita. Como dijo Jose Luis no es el típico relato con una “historia”, inicio, nudo y desenlace, pero tiene mucha miga. Hay frases muy evocadoras que me han fascinado, sobre todo la luz de harina de la luna.

    Enhorabuena por tu trabajo.

    Nos seguimos leyendo.

    Te invito a que despellejes el mio a gusto:
    https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-41/7203

    Escrito el 22 febrero 2017 a las 22:34
  27. 27. Pilar dice:

    Hola Liah!!

    Gracias por pasarte por mi texto, aún sin tocarte comentarlo. Que lo hayas hecho me parece todo un detallazo y es que, ante participantes como tú, me siento pequeña y plana. Así que, es todo un halago.

    La verdad no sé que es lo que puedo aportarte con mi comentario pues me sumo a todo lo positivo que ya te han dicho: tu riqueza de vocabulario, tu estilo poético y sensible, y esa capacidad de matizar en las descripciones. ¡Es increíble el de sí que te dan las 750 palabras!

    Apenas encuentro defectos de forma o gramaticales. El reto esta más que superado: las doce palabras se funden en la historia y encajan a la perfección, sin que su uso se vea forzado. Me encanta la última frase que resume esa dulce y triste melancolía que habita en la protagonista.
    En cuanto al final, menos mal que la pastilla era para dormir, ya me estaba temiendo que acabase como la del mes pasado…

    En fin, un placer leerte, Liah. Muy buen trabajo!!!

    Escrito el 22 febrero 2017 a las 23:56
  28. 28. LIAH PERSON dice:

    Jean Ives Thibauth, muchas gracias por tu lectura y tus palabras. Me leeré tu texto, por supuesto.

    Escrito el 23 febrero 2017 a las 09:04
  29. 29. LIAH PERSON dice:

    Mil gracias Pilar, qué bien que te haya gustado tanto mi texto. Me he reído con tu comentario porque mi “lector beta casero” dijo casi lo mismo que tú cuando lo leyó: “¡menos mal que a esta no te la has cargado también al final!”
    Gracias. Nos seguimos Pilar.

    Escrito el 23 febrero 2017 a las 09:10
  30. Hola Liah, gracias por tu comentario a mi relato. El tuyo me pareció hermoso. Es muy tierno, ya te lo han dicho, me sumo. Tiene la nostalgia embebida y, debo confesártelo, cuando agitó el frasco de pastillas, creí que iba a tomárselas todas. Me sorprendiste. Me gustó mucho la manera en que describiste las cosas que pasan allí, los recuerdos, la vida desde ese peldaño… Me gustó la manera poética que utilizaste para tu relato, narrado todo en tiempo presente.

    Escrito el 24 febrero 2017 a las 03:44
  31. 31. charola dice:

    Hola Liah!

    Tu relato es hermoso lleno de poesía en prosa, muy tierno y que nos lleva y nos involucra a ese sentimiento de pérdida desde ese quinto escalón. Pienso que cumples con el esquema del relato donde hay presentación y donde hay un nudo, un conflicto sutil, que creo que muchos hemos sentido, cuando coge el frasco de pastillas y pensamos que iba a cometer suicidio. Al leer he sentido un terrible deseo que no fuese así y al final…, ¡vaya! Qué linda manera de terminar, con un guiño al lector.

    ¡Felicitaciones!

    Solo dos pequeñas cosas:
    Al inicio cuando dices: “Esa pequeña tabla de madera me proporciona la altura perfecta desde la que poder contemplar el salón entero.” No sé me trabé un poco en la lectura. Creo que resultaría mejor así: “Esa pequeña tabla de madera me proporciona la altura perfecta desde donde puedo contemplar el salón entero”.

    Y otra cosa: En los párrafos tres, cuatro y seis hay un exceso de “y”. Quizás sea una cuestión de estilo y te confieso que a mí me encanta.

    Gracias por tu relato. Un beso.

    Escrito el 26 febrero 2017 a las 03:27
  32. 32. Romina Eleonora Mc Cormack dice:

    ¡Cuánta delicadeza! ¡Qué capacidad envidiable para despertar emociones a través de la descripción!
    Me gustó sumamente.
    Felicitaciones.

    Escrito el 27 febrero 2017 a las 12:17
  33. 33. LIAH PERSON dice:

    Gracias Fernando, Charola y Romina. Gracias por leerme y por vuestros comentarios. Cuánto me alegra que mi texto os haya gustado. He estado unos días desconectada pero seguro que os devolveré la visita.

    Escrito el 27 febrero 2017 a las 22:31
  34. 34. Anael dice:

    ¡Hola Liah!

    Tenía ganas de leerte hace unos cuantos talleres, pero siempre me acababa pillando el toro. Esta vez he hecho mis deberes un poco más rápido y me he sacudido la pereza de encima. Y suerte que lo he hecho. ¡Cómo lo he disfrutado! Has escrito una pequeña joya de atardecer.

    Sólo ha habido una cosa que me ha sacado un pelín de disfrutar la escena como debería. Probablemente el fallo no esté en tu texto, pero yo lo digo igual por si te sirve. Cuando dice que tiene “insignificantes preocupaciones de roedor que resultan ridículas” me ha entrado la duda de si era una figura poética o en realidad estabamos frente a frente con un ratoncito que hecha de menos a su compañero aplastado por una cruel escoba tratando desalvarla por robar queso, o algo similar. Puede ser que yo vea eso en el relato porque ya he leído muchos del taller y ya me he cruzado con dos o tres personificaciones de roedores. Pero he de decir que lo otro que me hizo sospechar que fuera un ratón el protagonista era lo del quinto escalón. Es un detalle precioso en la historia, pero no entendía por qué la viudatenía que coger altura para ver el salón y lo justifiqué con ese dato. Nada, esto no es un error, simplemente darte un cachito de mi mente al leer el texto 🙂

    ¡Qué relato tan bonito! Es pura luz de atardecer, melancólica, nostálgica y rematado con hilos de oro. Menudo trabajo, enhorabuena. Me alegro mucho que la viuda no se tome las pastillas, me gusta su lucha cotidiana. El dolor remitirá y quedará un triste pero bello recuerdo. Qué fortaleza tiene esta señora, teniendo a mano las pastillas sabe vivir su día a día.

    Nos metes dentro de la cabeza de la protagonista a través de palabras líquidas y pura poesía. Sus sentimientos atardecen con el sol que baja terminando el día y trayendo un nuevo final. Y voy a dejar de decir cosas porque veo que no digo más que sandeces. Es lo que me pasa cuando me encuentro con textos poéitcos que me encadilan, trato de hacer algo parecido con el comentario, y no procede. Todas las bellas palabras las has puesto tú. Además, el lenguaje está muy cuidado, la ortografía perfecta, la puntuación parece que ni existe de lo fluida que va en la mente… y una atmósfera que nos envuelve más que si estuviéramos viendo la escena de una película. He sentido la calidez de ese sol meláncolico de atardecer en mi piel. Me quito el sombrero. He tardado en llegar a leerte, pero no tengas duda de que seguiré haciéndolo 🙂

    Felicidades.

    ¡Un abrazo, nos leemos!

    P. D. Por cierto, si tienes algo de tiempo y me encantaría que te pasaras por mi relato a repartir las collejas literarias que consideres necesarias 😉 ¡Gracias de antemano!
    https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-41/7267

    Escrito el 1 marzo 2017 a las 23:11
  35. 35. LIAH PERSON dice:

    Anael, muchas gracias por tu amable comentario que me llega cuando ya no esperaba recibir ninguno más. Me alegro de haberte gustado.
    Nos seguimos leyendo. ¡Gracias!

    Escrito el 2 marzo 2017 a las 15:50

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