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La que vive en mi piel - por Luz de Luna
Una vez escuché que cuando mueres toda tu vida pasa ante tus ojos como si se tratara de un macabro collage. No es mi caso. Sé que estoy muerta. Lo sé porque no puedo sentir mi corazón latir, porque a pesar de que me siento aterrada, mi cuerpo no se siente alterado en lo más mínimo. No hay imágenes o aromas representativos mostrándose a modo de recuerdos. No hay nada. Solo la vida a mi alrededor y yo tan muerta…
Solo quiero saber que me ocurrió.
Nunca me he preguntado que se siente morir, pero sin duda, no era esto lo que me esperaba. Aun pienso que veré el largo pasillo con la luz al final, o que al menos, me encontraré una larga escalera por la cual ascender. Nada de eso sucede y cuando me llevo la mano al cuello y no siento nada, entiendo el por qué. El talismán que siempre llevaba conmigo, ese que me regaló un chamán para mantener mi alma atada a mi cuerpo, no está.
Comienzo a correr y como si fuese un metal atraído por un imán llego a donde está mi cuerpo. Un cuerpo que respira, que vive. Me acerco lentamente y observo cada uno de mis rasgos. Soy joven y hermosa. Y luzco muy feliz. Pero no soy yo. Veo mi mano, o más bien la que solía serlo y noto que mi alianza no está. La llevo siempre conmigo a pesar de ser viuda — «¿Realmente lo soy? No puedo recordarlo» — y esa maldita, la que vive en mi piel, se la ha quitado.
Comienzo a recordar esa extraña mañana, en la que ella me pidió que fuera a visitarla, pues tenía que contarme un gran secreto. Es mi mejor amiga, así que no pude negarme. Después de evadir el tema de todas las formas posibles, me ofreció un jugo de naranja. Lo que no imaginé es que eso sería lo último que mis labios probarían. Un rato después comencé a hiperventilar, a sentirme asfixiada.
Mientras el aire abandonaba mis pulmones, ella colocó un tango. Sabe que odio el tango y me dijo:
—Ha llegado la hora de contarte mi secreto. — yo no podía hablar. Mi lengua se sentía demasiado grande en mi boca y esa horrible música me atronaba en los oídos —. Siempre he querido ser tú. Vivir tu vida llena de éxitos y amor. Quería a tu marido para mí, pero en vista de que él no quería nada conmigo, tuve que matarlo. Así que me conformare con tu cuerpo. — Acercó a mi rostro un pequeño frasco con restos de un extraño líquido azul —. ¿Sabes qué es esto? Esto es mi regalo para ti. Una poción que me permitirá quedarme con tu vida, mientras que tú vivirás como yo lo he hecho hasta ahora: como una sombra. — Dicho esto, me arrancó el talismán y se lo puso en el cuello.
Así que esto es lo que soy ahora. Una sombra. Un alma en pena. No estoy muerta, solo estoy en un lugar intermedio. Y no me iré, no descansaré hasta recuperarme, o hasta verla morir a ella. Solo en ese momento encontraré la luz… o la oscuridad.
De pronto me siento arrastrada una vez más y todo se vuelve oscuro. Mis ojos se abren y descubro que no son los míos, son los de ella, de la que era mi amiga. La adrenalina y la determinación se apoderan de este nuevo cuerpo y la busco. Cuando por fin la encuentro, no puede creer lo que ve. Había dejado su cuerpo encerrado en una habitación de su casa, pero la muy idiota lo ha dejado con mi talismán puesto y mi alma ha encontrado un nuevo hogar.
—¿Qué haces aquí? — me pregunta aterrada.
—He venido a darte mi regalo. — susurro y cierro mis manos en su cuello sin dejar de observar sus ojos desencajados.
Miro la pared y le regalo una sonrisa al absurdo reloj de roedor que de ella cuelga y en ese momento marca las doce.
Me despierto sobresaltada en brazos de mi esposo y automáticamente me toco el cuello. El talismán sigue en su lugar. Todo fue una pesadilla… o una premonición.
Me ha gustado mucho tu relato, es muy original y la verdad, ponía los pelos de punta. Muchas felicidades, escribes de fábula.
luz de luna: tu relato lo he leído de un tirón. Es ameno y original.
hay alguna cosa sin importancia, como algunos verbos que deberían estar en presente o en pasado… como en la misma acción que no están al mismo ritmo.
Son cosas sin ninguna importancia, pues ya te digo que no he parado hasta el final.
Saludos y nos seguimos leyendo.
El relato empieza muy prometedor y atrae. Ahora bien, el final lo he encontrado menos interesante.
Lo que prefiero hacer es centrarme en algunos aspectos formales, por que la cuestión de la estructura del relato, el desenlace, la trama, etc son cuestiones que están muy influidas por el gusto personal.
**aún con el significado de todavía debe de llevar acento.
**el porqué va junto porque es un sustantivo, como indica el artículo determinado que lleva delante.
** — «¿Realmente lo soy? No puedo recordarlo» — No le encuentro justificación a estas rayas o guiones; y sobre todo son redundantes (o lo parece) con las comillas angulares.
** Después de evadir el tema de todas las formas posibles, me ofreció un jugo de naranja.
Esta frase me ha producido un efecto cómico por que he interpretado que la bruja no quería invitar a la chica.
**Había dejado su cuerpo encerrado en una habitación de su casa, pero l..
O yo no he entendido nada o en esta frase te has hecho un lío y de paso se lo has provocado a tus lectores. ¿dónde dice “su cuerpo”, no debería de decir “mi cuerpo”?
Es una pena que unos detalles tan tontos distraigan al lector y lo alejen de la historia.
Hasta pronto.
Ah, se me olvidaba.
Miro la pared y le regalo una sonrisa al absurdo reloj de roedor que de ella cuelga y en ese momento marca las doce.
No sé exactamente qué clase de reloj es ese “de roedor” (?) por lo que encuentro una solución forzada.
Hola, Raymond. Que bueno que le hayas prestado tanta atención a mi relato. La verdad es que es la primera vez que me animo a participar en este reto y lo he disfrutado un montón.
Esas benditas comillas son un lío para mi, realmente creí que debían ir acompañadas de esos guiones, ya veo que no. Muchas gracias por la corrección.
En la parte en la que me hablas del cuerpo, debes saber que lo coloqué de ese modo porque no era el cuerpo de la protagonista, era el que su alma había encontrado para habitarlo, lamento la confusión.
Lo del jugo de naranja no era más que una distracción del tema en cuestión, que era el hecho de que querían apoderarse de su cuerpo, pero tienes razón, es como si no hubiese querido invitarla.
Por último, respecto al reloj con forma de roedor, tal vez es un poco inverosímil tomando en cuenta el tono de la historia, pero eso es precisamente lo que quería, ya que, como habrás podido darte cuenta, todo se trataba de un sueño y por lo general, los sueños son así, inverosímiles.
Muchísimas gracias por tus aportes. Tengo muy poca experiencia, así que los tomaré en cuenta para mis próximos relatos. Saludos.
Muchísimas gracias, María y Guiomar, por sus comentarios. Me animan a seguir participando en estos retos.
Es mi primera vez, pero shhhhhhhh, no se lo cuenten a nadie jaja.
Un millón de gracias.
Nos leemos.
Hola Luz. Si te haces una idea con las comillas es muy recomendable que te hagas con el libro “Cómo escribir diálogos” publicado por Literautas y para la puntuación este otro “Puntuación para escritores y no escritores” de Silvia Adela Kohan, también recomendado por Literautas.
Hasta pronto.
Perdón, he querido decir si te haces un lío con las comillas.
Muchísimas gracias, Raymond.
Tomaré en cuenta las herramientas que me recomiendas.
Besos y abrazos para ti.
Hola Luz de Luna, hermoso relato. Lo presentaste de una manera que invita a leer, que provoca curiosidad y atrapa. Ya el título es prometedor y al leer el relato, sentí que la promesa se cumplió. Es excelente. En cierta manera, el final ha sido un acierto de aflojar tensiones. Para mí, al menos.
Muy buen relato, felicitaciones por haberte animado a participar y espero que sigas haciéndolo, te leeré en la próxima escena 😀
Hola Luz de Luna, leí tu escrito y me gustó mucho. Es ameno y da ganas de leerlo.
Todavía no sé si en todo su contenido está cumpliendo con el reto de escribirlo en presente pero da lo mismo, lo devore.
Es bueno que te hayas animado a subirlo a Literautas, ojalá se repita y pueda leerte nuevamente.
Eso si… todavía leo y releo la frase “absurdo reloj de roedor” y me doy cuenta que de las doce palabras fue la que más te costó introducir.
Intenta pasar por mi relato y me cuentas que tal.
Abrazo