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Animal - por Santiago
Me hablan, pero estoy en un mutismo inmenso. Sí, oigo los diálogos y monólogos; las risas que se ahogan entre la música y la alegría, o por lo menos alboroto, que estalla a mi alrededor. Aun así mi mente es un canasto repleto de paja seca y maloliente, el nido del roedor que me carcome.
Solo hace un mes me encontraba reunido aquí mismo con Andrés, él estaba destruido; hoy también me encuentro con él, pero ahora soy yo quien lleva la carga.
Hace un tiempo Andrés y yo compartimos unas cervezas, hablamos sobre el escandaloso nivel de corrupción que existe en el país, la desconfianza en el prójimo, y la aceptación tácita, y hasta descarada, a la que estábamos llegando. Reímos recordando cómo de antaño los dirigentes normalizaban el comportamiento que hoy nos tiene en ésta ruina; y es que quién no reiría escuchando decir al presidente “Tenemos que reducir la corrupción a sus justas proporciones” como si pudiera existir una justa proporción a la corrupción, o quién no reiría escuchando decir en televisión nacional, al Padre Rafael García, después de recibir como regalo una hacienda por Pablo Escobar que “cuando se hace la voluntad de Dios no hay corrupción”; aunque claro, debo decir que reímos por no llorar. No entendíamos cómo personas ilustres y grandes naciones, a pesar de tener tanta conciencia sobre una ética determinada, podían caer en la irracionalidad total.
Solo hace un mes me encontraba reunido aquí mismo con Andrés, él estaba destruido, y yo en cierto modo también; no porque su novia –con quien llevaba doce años- lo hubiera dejado, sino porque el motivo de esto había sido el mismo Andrés, que días antes de compartir aquellas cervezas había conocido una chica; una chica que yo también observé, una chica que yo alenté a que observara, una chica que, indiscutiblemente hermosa, había pasado por encima de la ética de mi amigo, convirtiéndolo en un pequeño hombre irracional. Andrés convertido en aquel diminuto hombre me provocaba escalofrío, pues en cierto modo él era mi álter ego, fui testigo de lo mucho que adoraba a su novia y fui testigo de su respeto por los demás, no entendía cómo un hombre tan brillante podía estar frente a un cigarro y una copa padeciendo su situación.
Recuerdo que esa misma noche decidí hacer algo, pensé: debería existir una aplicación que nos advirtiera cuándo una de nuestras decisiones no se ajusta a nuestra ética, un programa que me advirtiera a qué personas debía evitar, a qué empresas no debería comprar, o por lo menos, que me impidiera llamar a alguien que pudiera quebrantar mi ética en un momento de irracionalidad y locura, algo por el estilo que en cierto modo me protegiera.
Al día siguiente inicié mi proyecto: desarrollar un software que me ayudara a sostener mi proyecto ético de vida. Solicité ayuda a algunos compañeros pero a todos les pareció absurdo y pensaron que estaba bromeando. Solamente Claudia, mi compañera de universidad, aceptó colaborarme. Claudia era muy joven, pero quedó viuda meses después de casarse con el amor de su vida; se encontraba doblemente devastada pues el fallecimiento de su esposo trajo consigo un desagradable secreto, éste tenía otra mujer. Claudia vio como desaparecía su ilusión de compartir con su media naranja; pero qué podía hacer, como dice el dicho “La vida es un tango y un loco el que la baila”, no le quedaba más que seguir el camino.
Ambos estábamos motivados, nuestra alianza parecía dar frutos, lo que nunca imaginamos fue que el tiempo que pasábamos juntos era una escalera directa a mi actual infierno.
Solo hace un mes me encontraba reunido aquí mismo con Andrés, mirando desde la barrera su situación, hoy yo la vivo. No sé en qué momento despertó en mí un gran animal que arrasó todas mis ideas; un gran animal que fue capaz de reducir a mi razón y meterla en un pequeño frasco que puso al fondo de la alacena cósmica; un animal que enfrente de mí acechaba a Claudia, e iba dejando la sangre de otro corazón lastimado: mi novia.
Solo hace un mes me encontraba reunido aquí mismo con Andrés, él estaba destruido. Hoy también me encuentro con él, pero ahora soy yo quien lleva la carga; Levanto ésta cerveza, como el talismán que me librará de toda destrucción, pero por mi mente solo viaja la imagen de la mujer que ya destruí, la mujer con quien no compartiré un mañana, la mujer que alejó el animal.
Es interesante, pero aborda muchas puntas que quedan como cabos sueltos. Tal vez aquí hay varios relatos escondidos. Te sigo leyendo. Abrazo
Hola Santiago:
Primero quiero agradecer tu paso por mi relato y por haber dejado comentarios atinados y tus sensaciones al leer mí historia. Sobre esto ya te contestaré en las entradas de mi relato.
Es la primera vez que leo alguna historia tuya y por supuesto que voy a comentarla dentro de mis limitaciones, pero siempre con la idea de ayudar.
Tu historia abarca situaciones que reflejan la falta de entereza de algunos/as para mantener viva la llama del amor y de la lealtad, hacia aquellas personas que nos quieren.
Veo que más que unos hechos concretos (por desgracia habituales) has transmitido los sentimientos de culpabilidad del protagonista y como el hombre es capaz de tropezar en la misma piedra que ha tropezado su amigo más allegado.
Aunque para mí el núcleo de la historia son las “cabronadas” sentimentales que cada uno ha cometido con sus respectivas novias o parejas, veo que has metido pinceladas acerca de la inmoralidad de algunos de nuestros gobernantes o ministros de la Iglesia que nos causan indignación.
Por estos lares tampoco estamos exentos de la corrupción, del cinismo, de la hipocresía y de la falta de ética de algunos de nuestros mandatarios y de la pederastia de algunos miembros de la Iglesia.
Ahora voy a comentar tu historia desde el punto de vista formal y dentro de mis limitaciones.
“Solo hace un mes me encontraba reunido aquí mismo con Andrés, él estaba destruido”. Esta oración la repites hasta tres veces.
Puede ser que lo hayas hecho a propósito para reforzar su sentimiento de culpabilidad y lo cuán arrepentido está.
Lo mismo ocurre con: “Reímos”; “quién no reiría”; “quién no reiría”.
“hacienda por Pablo Escobar”. Aquí creo que debe ser: “hacienda de Pablo Escobar”.
Todas estas frases resultan excesivas: “una ética determinada”; “encima de la ética”; “nuestra ética”; “mi ética”; “proyecto ético de vida”.
“…pensé: debería existir una aplicación…”. Creo que deberías poner esto entre comillas: “…pensé: «debería existir una aplicación…”.
“…pero qué podía hacer”. Aquí falta el signo de interrogación: “…pero ¿qué podía hacer?”
“como dice el dicho”. Esta redundancia podría haberla evitado.
“un gran animal”; “un gran animal”; “un animal”; “el animal”. Sigues con las repeticiones, que no sé, si están puestas a propósito para remarcar el estado anímico del protagonista.
Bueno tu historia me ha gustado y como te dije antes transmites muy bien los sentimientos de culpabilidad y de arrepentimiento del protagonista. Por ello te felicito.
Hola Santiago, es difícil hacer un comentario después de Vespasiano, así que no voy a entrar en las formas; en cuanto al relato me ha parecido interesante, aunque he tenido que leerlo varias veces para centrarme; quizás, la parte donde comentas la corrupción de los dirigentes parte un poco el ritmo, pero es solo una opinión. Tu eres el que cuenta.
¡Hola Santiago!
Vengo a devolverte la visita a mi relato a a repartir la prometida ración de lentejas 😉 Tu relato me ha parecido interesante con un calro tinte aleccionador. a lo mejor no estaría tan mal que alguien desarrollara esa app que mencionas 🙂
1. “pues el fallecimiento de su esposo trajo consigo un desagradable secreto, éste tenía otra mujer.”
Pondría dos puntos entre secreto y éste, en lugar de coma, ya que estás desvelando el secreto.
2. No entiendo muy bien la relacion que tiene la crítica de los políticos con el resto de la historia. Creo que tedaban las palabras y lo has metirod como cuña en la historia. me parece que no termina de encajar con el resto de la historia, aunque es verdadque sigue siendo una crítica a lo animalque es el hombre por aprovecharse de otros. No sé, es la parte que me pareció más desconectada del resto del texto.
3. “escuchando decir al presidente “Tenemos que reducir la corrupción a sus justas proporciones” como si pudiera existir una justa proporción a la corrupción”
Elección de estilo: pondría dos puntos antes de lo que dice el presidente y uno cuando termina la cita. Así:
escuchando decir al presidente: “Tenemos que reducir la corrupción a sus justas proporciones”. Como si pudiera existir una justa proporción a la corrupción
Me gusta cómo reflejas los sentimientos del personaje y la advertencia que late en tu relato. Un buen final para una historia cuidada y bien desarrollada. Espero que las sugerencias te sirvan para este texto y futuros 😉
¡Un abrazo!
Hola Santiago.
Me parece un buen relato pero inverosimil.
Sinceramente, me parece demasiada literatura para justificar una historia de cuernos por partida doble. No me parece nada creible tanto sufrimiento.
A mí, personalmente, me ha interesado más la parte de la corrupción de los dirigentes que, al final, desaparece.
Me ha gustado leerte.
Saludos
1.
Fribolidad-Pasion
2.
Repeticion.
3.
Verosimil.
.
Mi opinion.
————-
Bueno, primero que nada, gracias por tu visita a mi texto y gracias por la invitacion a pasar por el tuyo, pero me pregunto si todo esto no sera una “acepatacion tactica”, jaja.
Bueno. Arriba enumere unos conceptos principales leyendo los mensajes de los demas para alimentar el debate. Que es innecesario. Pero agradable.
Vamos por partes dijo Jack. Para que veas paso a paso la opinion y se entienda. (otra ves gracias por la invitacion)
*Contenido:
– El contenido es tribial, pero polemico seguro, pero ya estamos acostumbrados del tema. Yo por lo menos. Y no me interesa. Es importante. Seguro. Pero no a mi gusto literario para disfrutar de una lectura un domingo a la tarde por ejemplo.
+ Lo positivo del contenido. Mmmm! Lo negativo es la primer impresion, y solo eso, hay que atravesar esa pantalla que nos pone el escritor delante para descubrir su mundo. 😉 En mi opinion. (Escribir es catarcis.(como se escriba catarcis)) contenido, ¿que nos ofrece el texto? Lo tribial lo hace verosimil. Veo un hombre abatido (el personaje), desde el principio y en catarcis (el personaje), abatido, sumergido en la fribolidad del mundo, un hombre vacio, que busca un cambio exterior y se encuentra con su yo interno, que es apasionado, eso es Claudia, su pasion revelada, no es la enfermedad, es un detonante, su enfermedad es el mundo fribolo que lo tiene abatido. (me estoy repitiendo) Y el “animal” supongo que algo simbolico, es la representacion de su pasion revelada que buscaba un cambio. Y lo encontro. Probablemente era infeliz desde antes con su esposa, desde antes de engañarla. Muestra profundidad emocional escondida detras de la pantalla antes nombrada. Eso es muy bueno de encontrar en el relato.
(me hizo acordar a la pelicula “Arrebato” de Pablo Echarri. Recomendable)
* Forma:
– Negativo que parece un informativo, tal ves por la repeticion, una entrega sistematica de informacion sobre la situacion del pais. No me conecta. Tiene mucho que ver con lo dicho en contenido. Y me parece que le falta un nudo mas contundente. ¿cual es el conflicto? Parecen solo tribalidades. Igual sere piadoso ya que dices que es tu primer relato.
+ Y lo positivo. Puede ser lo “negativo”, me hizo recordar a Amar despues de Amar, las repeticiones, como hace que el lector gire en circulos sobre la historia para que el concepto se cimente en su conciencia y se cree la fantasia adecuada que inunda al lector. Asi la repeticion refleja la fribolidad y tribialidad que rodea al personaje y que noa rodea a todos. Es un llamado de atencion la casualidad de que le pase lo mismo al amigo: nos puede pasar a todos.
-Opinion personal
Yo le quitara las repeticiones, para experimentar esta bien. Pero si lo quitas te queda mas espacio para darle mas vida a la narracion. Y quitaria todo eso del pais. Soy de Argentina y es hermosa. Claro que hay lugares mas tranquilos en Argentina. Bueno, y si quitas todo eso del pais te queda mas espacio para profundizar en los personajes y sus emociones. Aparte todo eso del pais lo conseguimoa en cualquier noticiero amarillista de segunda. (con todo respeto) Con la literatura podes crear otra fantasia. Pero bien logrado el texto. Claro que me gustaria haber conocido mas de la esposa.
Saludos. Nos leemos. Buen texto!:D
Hola Santiago!
No quería dejar de pasar por acá para agradecerte tus comentarios en mi texto y poder hacer una valoración del tuyo.
Me ha gustado: es una buena historia y tiene una construcción difícil (por tener que juntar a los personajes entre sí, a la vez tener tiempo para hacer crítica social, y con todo ello no perder el hilo del relato) aunque muy bien lograda. Te felicito por ello.
De todas formas hay algo que me llamó la atención y me hizo un poco de ruido: tengo la sensación de que en este relato se confunden el narrador y el autor. Me puedo estar equivocando rotundamente (de hecho, si no estuviéramos en un taller en el que la idea es ayudarnos entre todos a aprender simplemente no lo diría. Lo digo por estar en este ámbito justamente)… si es así, te pido que hagas caso omiso a este comentario por favor.
Intento explicarme: Me parece que el narrador de una experiencia tan profunda y personal (como lo es el casi “convertirse” en un animal) no tendría que distraerse criticando al gobierno y a las instituciones de su país. Por otro lado, creo que todos nosotros, como autores, podemos caer en la “tentación” de poner nuestras propias críticas u opiniones y meterlas de alguna forma en nuestro texto.
Si crees que puede haber sucedido esto te sugiero que lo corrijas y que si vas a escribir ficción te metas en ella de tal forma que tus relatos guarden la coherencia interna necesaria para que los lectores podamos disfrutarlos. Incluso en esto puedo estar equivocado y como en toda regla puede haber excepciones o decisiones de romperlas.
Si es así, seguí adelante!! (yo aporto con decirlo, por si de algo te sirve la mirada desde otro ángulo).
No tengo mucho más que agregar a lo que otros compañeros apuntaron. Espero seguir leyéndote y aparte de todo lo dicho te felicito!
Muchos saludos,
MM