Esta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las << Volver a la lista de textos
Memorias Olvidadas - por Daniel Escobar Celis
Un disco de acetato gira en un viejo tocadiscos reproduciendo un tango de Carlos Gardel. Junto a él, una anciana sentada en un sillón teje una manta como regalo para Albertico el menor de sus doce nietos. Rosita madre de Alberto, tercera de sus hijas y quinta de sus siete hijos; le había prometido llevarlo la mañana siguiente.
Para la señora Sara tejer es un arte que practica con pasión y, en ningún momento duda en obsequiar sus obras delicadamente elaboradas a todo aquel que la visite. A medida que va dándole forma a la manta de su nietecito observa cómo el royo de hilo va desvaneciéndose. Ella se levanta con cuidado y al ritmo que permiten sus avanzados años va caminando y sube la escalera en dirección a su habitación.
Dentro de su cuarto abre el viejo armario buscando el material necesario para seguir trabajando. Con sus temblorosas y arrugadas manos toma la caja de metal donde guarda sus hilos y agujas. Entonces escucha un chillido y al voltear ve un pequeño roedor. Exaltada deja caer la caja desparramando su contenido en el suelo. El pequeño roedor aprovecha para salir del armario y huir despavorido.
Con cierta dificultad la señora se agacha a recoger los hilos y agujas. Mientras termina de hacerlo algo en un rincón del armario llama su atención. Una a una saca viejas cajas y en el lugar más recóndito descubre un compartimiento secreto. Al abrirlo encuentra un maletín. Dentro de él viejos papeles de su difunto esposo.
La señora Sara no puede evitar recordar los viejos versos y cartas de amor que su señor le dedicaba en su juventud. Su sonrisa de niño, su actitud siempre jovial y sus manos fuertes para el trabajo, pero delicadas al momento de brindarle caricias. Al señor Ricardo hacia solo tres años que le habían detectado un tumor maligno del tamaño de una naranja. Para ese momento no había nada que hacer. Sólo un par de meses después él partió dejando a la pobre Sara viuda y solitaria en aquella enorme casa.
Junto a los innumerables papeles se encontraba un pequeño frasco transparente. Dentro de él un hermoso talismán dorado con una piedra azul en el centro. Sara la destapo y sacó. No recordaba haberlo visto pero sentía en él algo inquietante que no podía describir. Al darle vuelta ve una inscripción “La Alianza”. Debajo de ella un curioso símbolo que estaba segura haber visto hacía muchos años en el tiempo cuando apenas conocía a Ricardo. Aquel hombre galante y misterioso que ocultaba tantos secretos. Muchos de los cuales se había llevado finalmente a la tumba.
Querido Daniel, el relato es bueno, aunque yo habría preferido un poco mas de misterio con respecto al talismán, por ejemplo que el esposo hubiese pertenecido a los iluminati o a los caballeros templarios, en fin. Ten cuidado con la palabra rollo, escribiste royo.
Como decía el misterioso capitán de Moby Dick: “Avante camaradas”, sigue escribiendo porque tienes mucho talento.
Un abrazo latino.
Muchas gracias por el comentario. Realmente lo pensé pero quise dejarlo abierto y no extenderme más. Y bueno lo admito quizás por falta de costumbre para hacer este tipo de escritos y por tiempo para dedicarme a él no desarrolle mas el tema.
Hola Daniel. Gracias por tus comentarios de mi relato. Respecto del tuyo digo que me ha gustado pero como inicio de algo más grande que va a suceder. Seguramente la cantidad de palabras excederán a lo que indica la consigna.
Me atrevo a decirte que yo iniciaría el relato con el último párrafo para crear el suspenso, y el resto lo iría mechando a lo largo del relato.
Dices que muchos de los secretos se los ha llevado a la tumba y entonces se me ocurre que podrías jugar con alguno de ellos o suponer con algún secreto que seguramente se llevó a la tumba pero que no se sabe el final y de paso te da la posibilidad de dejar abierto el final.
Disculpa mi atrevimiento de sugerencias, es que ese último párrafo ha hecho volar mi imaginación.
A seguir escribiendo y a seguir leyéndonos.
Hola Daniel
Me gustó mucho el principio, muy cuidado y visual, bien escrito y lleno de sentimiento.
Estoy de acuerdo con los compañeros en que el final se queda un poco flojo. A mí me ha pasado lo mismo. La teoría dice que en un relato corto hay que cuestionarlo todo pero es difícil de aplicar. En tu caso sería ¿por qué se emociona con el talismán? ¿lo he dejado claro para los lectores? Ya te comento que me ha pasado lo mismo. En el próximo no debe pasar!!
Hola, Daniel:
Gracias por pasarte por mi relato y por tus comentarios. Me ha encantado leer el tuyo.
A mí me gustan los relatos así, sin demasiado misterio y que cuenten historias entrañables y nostálgicas, como lo es esta.
Lo que he visto mal en tu relato es la utilización de la coma obligatoria para facilitar la comprensión, ya que los complementos circunstanciales al principio de frase deben ir seguidos de coma y también cuando van en medio de una oración. Ej: Para la señora Sara(,); Con cierta dificultar(,); Mientras terminaba de hacerlo(,); (,)en el lugar más recóndito(,) y seguro que alguno más. Te he puesto las comas que faltan entre paréntesis.
Faltan algunas tildes: hacía y destapó.
La palabra royo, es rollo.
Cuando dices: Al darle la vuelta ve una inscripción: “La Alianza”… Yo pondría dos puntos para dar énfasis en lo que aparece después.
Al final, cuando indicas: Aquel hombre… que ocultaba tantos secretos…; yo quitaría el “que” porque queda la frase mal porque está pidiendo continuación y, sin embargo, te encuentras con un punto y seguido.
Espero que te sirvan mis aportaciones.
Un saludo
Hola Daniel Escobar Celis…
Te agradezco que hayas pasado por mi relato, me dió mucho gusto leer tu comentario, Gracias.
En cuanto a tu relato, me ha gustado, has dejado un mundo de posibilidades… Dispones de gran imaginación, sigue escribiendo…
Saludos, nos leemos…
¡Hola Daniel!
Gracias por volver a visitarme, tus amables palabra y las sugerencias. Aquí vengo a servir una racioncita de las prometidas lentejas 😉
1. “Rosita madre de Alberto, tercera de sus hijas y quinta de sus siete hijos; le había prometido llevarlo la mañana siguiente.”
No he entendido muy bien la frase. Supongo que la hija se llama Rositay le va a llevar a Alberto a que la vea. Creo que si repuntúas se entiende mejor. Así:
Rosita, madre de Alberto, tercera de sus hijas y quinta de sus siete hijos, le había prometido llevarlo la mañana siguiente.
Lo dejo todo en comas porque son acotaciones dentro de acotaciones y creo que así se entiende mejor. Me parece que el punto y coma despista y hace que el lector no entienda del todo la frase, porque parece el inicio de una nueva oración. Al menos una humilde servidora no lo entendió ^^’, y esto me ha llevado a pregntarme quién erala protagonista durante todo el resto de la historia. Por eso lo cambiaría 🙂
2. “Entonces escucha un chillido y al voltear ve un pequeño roedor. Exaltada deja caer la caja desparramando su contenido en el suelo. El pequeño roedor aprovecha para salir del armario y huir despavorido.”
Me parece que la palabra roedor sale dos veces muy seguida, cambiaría una de ellas por ratón.
3. Me gusta la historia como autoconclusiva. Nos quedamos como Sara, con la idea de que hay un secereto pero ya nunca sabremos cuál es (ella ya es demasiado mayor como para ponerse a investigar estas cosas, y es mejor disfrutar de sus nietos que investigar el caso). Aunque claro, si la quieres alargar, siempre puedes hacer que el nieto también encuantre la alianza y esto le lleve en una loca aventura a… Quién sabe dónde 😀
4. La única palabra que no me ha terminado de encajar como has introducido en el reto es naranja. Quizá habría puesto el maletín naranja (o la piedra del talismán )y habría dejado el tamaño de tumor a imaginación del lector. Es simplemetne que la comparación no me parece muy natural. Pero vamos, es mi opinión, como todo 😉
5. Creo que aunque no has puesto la R has cumplido el reto de sobra. Muy bien relatado en presente, no sési no has marcado la R porque se te ha olvidado o porque te ha salido en natural en presente y no te has dado cuenta 🙂
He disfrutado mucho con tu relato, especialente de su relectura. Es una historia tranquila, como la abuela que la vive, y creo que es todo un acierto mantener esa ligera intriga y desestimarla con la calma de alguien tan mayor que ya no tiene interés en perseguir secretos si no de disfrutar de su familia. Puede que digas que fue la pereza de seguir escribiendo, pero yo creo que es coherente y simplemente la historia no pide más. Espero que las sugerencias te resulten útiles 🙂
¡Un abrazo, nos leemos!
Buenas tardes, Daniel.
Coincido en las valoraciones de Anael y en las del resto de lectores cuando dicen que el texto empieza muy bien, intrigante, pero el final lo desluce un poco, pero no te preocupes porque la sensación de “quedarte a medias” es normal en este tipo de retos donde las palabras están limitadas. Te invito a que sigas participando y mejorando en cada nuevo reto.
Saludos
Hola Daniel, me gusta mucho tu forma de escribir. Has empezado muy bien pero como te dicen los compañeros has dejado flojillo el final. Tu relato tiene 437 palabras así que te da todavía para escribir algo más jugoso.
En cuanto a los mejorables:
– las aclaraciones, como “el menor de sus doce nietos” tienen que ir entre comas (en este caso acaba en punto como has puesto porque es final de frase). Tienes otras en el relato, repásalo (el punto y coma tras “siete hijos” tiene que ser una coma)
– creo que estaría mejor decir “Rosita, madre de Alberto y quinta de sus siete hijos” porque aunque todos entendemos que entre los siete hay chicos y chicas, confunde un poco, además no es necesario dar tantos datos de Rosita cuando solo se la va a nombrar y no se va a decir nada más del resto de hermanos, sean hombres o mujeres
– “se agacha a recoger hilos y agujas”
– dices “Mientras termina de hacerlo algo en un rincón del armario llama su atención. Una a una saca viejas cajas” yo lo que imagino es que las cajas no podían dejar ver lo que hay en el rincón ¿qué es lo que le llama la atención en concreto si está “en el lugar más recóndito”?
– “Dentro de él un hermoso talismán dorado con una piedra azul en el centro. Sara lo sacó del frasco.”
– dices cuatro veces “Sara” y tres “señora”, no son muchas pero pueden ser menos para no repetir, sobre todo pensando que tu relato no es muy largo. Si ya has dicho que se llama Sara y no se habla a partir de ahí de otra mujer no hay confusión posible sobre quién realiza la acción
Recuerda que un buen principio engancha al lector y el final tiene que ser igual de bueno para que no nos quedemos con un “Pues vaya”.
Muchas gracias por todos sus comentarios. Ya he tomado en cuenta una buena parte de ellos. Aunque aún me queda pendiente lo del final. Pienso que cuando tenga mas tiempo y mejores ideas puedo seguir la historia, quizás como una serie de micro relatos. ¿Una novela fragmentaria no es que se le llama?
Cryssta: pensándolo bien tienes razón con tu apreciación del armario. Ya lo cambiare. Luego pondré la segunda versión por aquí.
Vaya.
Acabo de recordar que los escritos que coloco aquí los edito y coloco en mi Blog. Así que, el que este interesado puede pasar por el, en la pestaña que dice narraciones.
PD: (no se extrañen si ven algo ajeno a la literatura, por ahora lo utilizo también para un curso que estoy haciendo).