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Madre de Dios - por Francis

—¡Ave María Purísima! —recibo esta bienvenida desde el otro lado del torno.

—Buenos días, hermana, quisiera llevarme algunos de sus afamados dulces, pero no me decido; ¿me podría aconsejar?

—Acabamos de sacar del horno magdalenas, perrunillas, bocaditos de almendras, bienmesabes y la tarta gallina de leche. Y si es para un regalo, le aconsejo la mermelada de naranja.

—¡Es difícil elegir!… Me llevaré la tarta de la que tanto he oído hablar y una docena de bienmesabes.

—En un momento se lo preparo —me indica amablemente la monjita.

«¡Dios mío, qué tranquilidad se respira aquí! ¿Tendría razón Cernuda cuando decía que detrás de estas rejas y detrás de estos tornos se encontraba la felicidad?»

—Aquí tiene. Y que lo disfrute.

—Gracias, y quédese con el cambio, pues he leído en la prensa que no podéis sufragar el mantenimiento y la restauración de este conjunto histórico artístico, que contiene pinturas murales, tallas y lienzos de enorme valor.

—Que Dios se lo pague, señora.

—¡Ah! Perdone, ¿se puede visitar el templo? No quisiera marcharme sin verlo. De pequeña venía con mi madre y nuestro perro “Tango” para ponerle un manojo de perejil a San Martín de Porres, conocido en toda Sevilla como “Fray Escoba”.

—La iglesia la tenemos cerrada al culto, porque se encuentra en mal estado; aunque…ahora recuerdo que una compañía cinematográfica vendrá hoy a visitarla. Pregunte en portería.

—¡Qué suerte! Gracias de nuevo.

«¡Qué deteriorado está todo! Como aquí no pongan remedio pronto, esto se viene abajo. Y no creo que las monjas puedan solucionar el problema con la venta de dulces. Espero que se salve una vez más, porque este convento de Madre de Dios se ha caracterizado por ser una comunidad que ha sobrevivido a casi todo: inundaciones, incendios, desamortizaciones e, incluso, a revoluciones.»

—¡Hola! ¿Se pueden visitar los panteones? —pregunto a la hermana portera, cuyo habitáculo se encuentra en el hueco de una escalera.

—Sí, hoy puede pasar. Esta mañana tenemos abierto porque se van a grabar doce escenas de una película, que se llamará “La alianza del talismán”; pero, hasta que comience, puede visitarlos —me indica con acento sudamericano.

—De acuerdo, es usted muy amable.

«Hace años que no vengo por aquí. ¡Qué pena me da verlo todo así! ¡He visto más de un roedor y hasta un frasco de medicamento vacío! ¿Dónde quedaron aquellos años de esplendor, cuando la reina Isabel la Católica, su fundadora, se alojaba entre estos muros? Pero a pesar de su abandono, hay que admirar los encantos y la historia de este edificio, construido sobre una sinagoga de la antigua judería. Y donde decidieron descansar para siempre algunos de los más señeros linajes de la ciudad, como la viuda e hijas de Hernán Cortés; y también familiares de personajes ilustres, como una hija de Bartolomé Esteban Murillo, que profesó en este monasterio de la Orden Dominicana, o el padre del poeta Gutierre de Cetina. No hay un solo rincón secreto de este cenobio que no mantenga viva su historia y su…»

—¡Ah! ¡Qué susto me ha dado, joven! No la había visto llegar —le digo a una de las actrices que, por sorpresa, veo pasar a mi lado.

«Ya veo llegar al resto de los integrantes del grupo. ¡Qué indumentarias más elegantes traen, y hablan entre ellos castellano antiguo! Seguramente, el film estará ambientado en el siglo dieciséis. ¡Vaya, tendré que marcharme, ahora que esto se pone interesante! Fue la condición que me pusieron para entrar.»

—¡Hasta otro día, madre! Ahí la dejo con los intérpretes. Deseo que la grabación sea todo un éxito, que, a juzgar por el atrezo, lo será.

—¿Cómo dice? Los actores…, no, han llamado para anular la visita. Vendrán la semana que viene.

«¡Madre de Dios! ¡Madre de Dios! ¡Entonces, todas esas personas que he visto alrededor de los panteones… !, ¿quiénes eran?»

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9 comentarios

  1. 1. Ane dice:

    Hola Francis:

    Me ha parecido un buen relato con inclusión de las palabras necesarias para optar al relato de forma natural. Mantienes al lector en la idea de que son actores en todo momento, justo hasta que pegas el giro, buen trabajo.

    Saludos

    Escrito el 18 febrero 2017 a las 21:06
  2. 2. DIASPORA dice:

    Hola Francis.
    Primero que todo, gracias por tu positivo comentario a mi relato. En cuanto al tuyo, todo mi respeto a tu elegante pluma. Las doce palabras discurren mágicamente entrelazadas en tu narración. Me gusta la manera en que elaboras el relato, haciendo vívidas las escenas en el templo histórico. Se notó que estabas bien documentada.

    Algo que personalmente me llamó la atención, es el manejo que haces de los diálogos y luego los pensamientos propios entrecomillados. Ah… también te digo que empleas con pulcritud el vocabulario. Por cierto, dos veces me mandaste a visitar “El pequeño Larousse” (cenobio y atrezo). Bueno, eso es saludable para ensanchar el horizonte personal.

    Al final, me gustó el brochazo de misterio que le diste al relato. !Qué bien!

    Escrito el 19 febrero 2017 a las 12:27
  3. 3. Berundgaar dice:

    Hola, tocayo.
    Aunque no lo refleje mi seudónimo, ese es mi nombre de pila: Francisco, para serviros, maestro.
    Pues obra de un maestro parece el relato. El uso del lenguaje, la inclusión de las comillas (como ya te ha dicho el compañero), e incluso el enigmático giro del final.
    Espero verte por aquí a menudo y si quisieras opinar sobre mi propio texto, estoy en el 23.
    Con Dios, señor… o señora.

    Escrito el 20 febrero 2017 a las 14:16
  4. 4. Verso suelto dice:

    Hola Francis. Tu relato está muy bien y le has dado un toque final muy interesante. Lo que me ha parecido magistral es la forma en que has colocado las 12 palabras. No me he dado ni cuenta.
    Francamente bien.

    Escrito el 20 febrero 2017 a las 21:43
  5. 5. violeta dice:

    Hola Francis.
    Gracias por comentar mi relato.Tu texto está muy bien escrito, es ligero, entretenido y nos acercas a Sevilla y a su historia. Con un jiro inesperado al final que sorprende. Me ha gustado mucho.
    Saludos. Nos leemos

    Escrito el 21 febrero 2017 a las 11:29
  6. 6. PerePaella dice:

    Hola Francis
    Me ha gustado mucho tu relato, como has encajado las doce palabras, el ritmo ameno, se lee con facilidad y te va dejando con ganas de saber más sobre el edificio y lo que va a pasar.
    Solo una frase me chirría, en la que le dice a la monja que se quede el cambio, toda la parte de “…este conjunto histórico artístico, que contiene pinturas murales, tallas y lienzos de enorme valor.” Me parece que no queda natural, y menos diciéndosela a la “dueña”, como si ella no supiese lo que tiene en “casa”.
    Es solo un detalle y tiene mucho de opinión personal, pero me ha chocado con todo lo bien que fluye lo demás.
    Enhorabuena por el texto y nos seguimos leyendo.

    Escrito el 21 febrero 2017 a las 13:15
  7. 7. LIAH PERSON dice:

    Hola Francis,
    me llama la atención cómo desarrollas todo el relato desde el diálogo y el pensamiento de la protagonista, sin que aparezca ningún narrador en todo el texto. Esa forma me parece arriesgada porque implica tener destreza con los diálogos y saber mostrar muy bien a los personajes a través de sus propias palabras. Y en este sentido, creo que tu relato supera la prueba con creces.
    Por otro lado, coincido con PerePaella en que quizá la información que se aporta sobre el convento (tanto en ese párrafo como en otros) resulta un poco “forzada”; como si la protagonista adoptase un tono académico en su discurso que distorsiona un poco el ritmo del relato.
    Nos seguimos leyendo.
    Un saludo.

    Escrito el 21 febrero 2017 a las 14:20
  8. 8. Laura dice:

    Hola Francis.
    Muchas gracias por tu amable comentario de mi relato.
    Con respecto al tuyo… ¡Madre de Dios!,como indica el título, con las hermanitas.
    Coincido con quienes me preceden en relación con un cierto exceso de datos que tal vez son innecesarios para el relato.
    La fluidez con que has incorporado las doce palabras es notable.
    Por lo demás, maravilloso. Sigue escribiendo

    Escrito el 21 febrero 2017 a las 22:57
  9. 9. Marula dice:

    Hola Francis! Gracias por tu comentario en mi cuento. esas palabras dan animo para seguir intentando (mas cuando recién una comienza).
    Me encanto tu historia. Como soy Argentina, a veces cuesta entender palabras o lugares que no conozco. Pero me gusta cuando logro imaginarme la situación y su entorno, y eso lo genero tu narración.
    El final genial! Un giro de ultimo momento inesperado para mi.
    Saludos y gracias!

    Escrito el 22 febrero 2017 a las 18:44

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