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Vocación - por Ella
Tango, roedor, escalera, talismán, alianza, frasco, viuda, regalo, naranja, mañana, secreto, doce.
Gozaba del ejercicio mental de memorizar palabras. Lo practicaba mientras fingía poner atención a los problemas de los pacientes.
Le divertía cuando él o ella se emocionaban. Lo que más le gustaba era cuando trataban, sin éxito, de controlar el llanto. Cómo balbuceaban, apretaban los ojos, contraían el estómago, arrugaban la cara. Ella, como de costumbre, asentía con la cabeza y con una sonrisa de yo lo entiendo, les ofrecía la caja de kleenex. Su placer era casi orgásmico cuando la piel de la barbilla se les hacia bolitas y les temblaba.
De joven decidió que alguien tenía que pagar por lo que sufría. Y qué mejor que vivir de ello.
Patricia no era mala. Era psicóloga.
Salió del consultorio después de la labor cumplida. Antes de abordar su auto recibió una llamada. Era Juan.
—Tengo algo importante que decirte, en persona.
Patricia y Juan eran amigos desde la infancia. Desde entonces compartían muchas y muy variadas cosas.
Entró a la cafetería. Juan ya estaba ahí y como de costumbre, fueron al punto.
—Querida, no sé cómo te va a caer esto. Me enteré de algo de lo más interesante—dijo Juan—ayer me senté en el parque, ya sabes cómo me gusta—guiñó un ojo. Junto a mí estaba un hombre mayor y su cara me pareció familiar. Le hice conversación y lo fui envolviendo, envolviendo
—Mira Juan, me aburres— Patricia se puso de pie acomodándose la bufanda.
—Paciencia mujer, que lo que viene está bueno. Estoy seguro de que era tu padre.
Princesa, estrella, noche, dolor, anillo, puerta, milagro, gato, luz, soledad, carta, abrazo.
Patricia cayó en la silla, sin brillo en los ojos y los hombros bajos.
— ¿Y sabes cómo encontrarlo?
— Por supuesto amiga, le saqué todo.
Si el abandono de su padre tuviera otra versión, corría un riesgo y su vida era perfecta así.
A Patricia no le llevaba mucho tiempo tomar decisiones. Volvió a ponerse de pie con el brillo de los ojos recuperado.
— ¿Sabes qué, Juan? No me interesa.
Llegó a su casa con una sonrisa. Su último pensamiento antes de dormir fue que mañana tenía pacientes que atender.
Hola Ella, me ha gustado mucho tu relato. Resulta original cómo resuelves el reto presentando todas las palabras en serie al principio del relato. Y el paralelismo que se encuentra cuando vuelves a presentar otras doce palabras, esta vez con un valor sentimental.
La historia tiene miga y engancha desde el principio.
Lo dicho,me ha parecido interesante, espero leerte en más ocasiones
Me encanta como trabajaste la sesión de la psicóloga.
Hay un problema de punto de vista en “Patricia no era mala. Era psicóloga”. Quizás aclarando que ella se ve a a sí misma así, alcanza.
Los diálogos tienen los guiones mal puestos. En esta misma página hay un artículo que habla sobre eso, y es muy bueno.
El final es muy bueno también, aunque la resolución me parece un poco anticlimática.
Me gusta lo de la memorización de las palabras, pero sería genial que sea una sucesión de palabras que le recuerden a ella la noche en que el viejo se fue.
Hola Ella
Me parece muy interesante la manera en que has puesto las palabras del reto a modo de pensamiento, pero precisamente por ser un pensamiento puede que debas ponerlo entre comillas.
Me ha gustado la idea buen trabajo.
Hola Ella. Bravo por tu relato. Con un ritmo muy rápido y una historia muy interesante y muy compleja. Me ha gustado mucho.
Una pequeña observación: en el párrafo “Querida no se…” a los guiones de diálogo les falta un espacio.
Saludos (121)
Hola Guagner,
Dime por favor que encontraste en los guiones de los diálogos, te pido y agradezco me lo expliques, en cada uno de ellos.
Saludos!
Hola, Ella:
Ya te lo han dicho otros compañeros y compañeras, pero encuentro brillante el modo en el que has introducido las palabras en el texto, así como el paralelismo de después.
El bloqueo emocional y la falta de empatía de la protagonista, que muestras en la primera parte del texto, quedan explicados en base al abandono que ha sufrido por parte de su padre. Curioso que la protagonista se dedique a la psicología para regodearse en el dolor de sus pacientes en lugar de para intentar ayudarles. Original en esto.
Saludos,
Alycia
¡Enhorabuena Ella! por la originalidad y por el texto que a mi me ha hecho sonreír ( se visualiza perfectamente)
Buen planteamiento y buen desenlace. Te seguiré leyendo
Hola, Ella.
En primer lugar te diré que me ha parecido una forma original de conseguir el reto de emplear las doce palabras. Además, me gusta tu relato , en el que consigues describir muy bien a una fría psicóloga a la que le importan un bledo los sentimientos de sus pacientes y que ve su profesión como una forma de ganar dinero con el dolor de los demás. Me parece interesante la indiferencia con que se dedica a ello, mientras a ella quizá le vendría bien tratarse de los problemillas pendientes con su padre.
Sin embargo, también tengo que decirte que me ha resultado un poco corto para mi gusto y que se podría haber explicado mejor cuándo y cómo la abandonó su padre, por ejemplo, dando más detalles al respecto.
Por último, te diré que tu texto está bastante bien escrito en general.