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Pesadillas - por Lorkiano
La pesadilla había sido tan real que me había despertado con el corazón acelerado y sudando. Cuando pude tranquilizarme, miré el reloj y me sorprendió comprobar que eran poco más de las doce. La sensación inicial era que ya había dormido toda la noche cuando en realidad no llegaba a dos horas en la cama.
Ese maldito roedor gigante casi logra morderme, pero me había librado al despertar.
Vuelta a empezar. Esperaba no tardar mucho en volver a dormirme.
De nuevo una pesadilla me había hecho despertar acelerado. Esta vez, empezó como un sueño. Yo era una especie de aventurero en busca de un talismán, pero subiendo la escalera de un oscuro templo, dos enormes monstruos salieron de la nada y empezaron a perseguirme. El miedo por sentirme ya preso me hizo despertar. Una lástima, porque de no ser por los monstruos la cosa pintaba entretenida.
Las dos de la mañana. Todavía quedaba mucha noche, por suerte… o por desgracia.
Otra vez mi mente me jugó una mala pasada. Estaba bailando un tango cuando, en un brusco movimiento, perdí mi alianza de matrimonio. Me puse a buscar, pero el caos era tal que no pude encontrarla y empecé a angustiarme. “Mi mujer me va a matar, eso va a pasar. Será viuda pero feliz por haberse librado de un marido que perdió el símbolo de su amor bailando con otra”, me decía.
Tres de la mañana. Esta vez había sido más corto. “Es que mi mujer enfadada sí que da miedo”, pensé con una media sonrisa en la boca cuando la observé a mi lado durmiendo con la boca abierta.
Visita al baño y vuelta al catre.
Ahora mi mente me obsequiaba con una aventura marina. Estaba encerrado en una especie de frasco, en medio del océano, con su tapón y todo. Los tiburones me rodeaban, dando golpes al cristal, que empezaba a resquebrajarse debido a sus embestidas. Como en los documentales que tanto me gustaba ver, seguramente tendrían curiosidad por saber si lo que veían moverse dentro era comida. Una especie de regalo que, ansiosos, intentaban abrir.
El agua entraba y casi me llegaba a la cabeza. El frasco empezó a hundirse. Intentando mantener la posición, me hice un corte en el brazo con uno de los cristales rotos y empecé a sangrar profusamente. La sangre en el agua terminó de enloquecerles. Debía decidir si morir ahogado o comido. Difícil elección. El pánico me despertó otra vez con taquicardias.
Cinco y cuarto. Vaya nochecita llevaba. En una nota mental me dije que se acabó el ver los documentales sobre tiburones, películas relacionadas y demás. Al menos por un tiempo, para no dar ideas a mi enfermo cerebro.
Esperaba dormir tranquilo hasta las ocho, que era cuando tenía que sonar el despertador. Iluso de mí. Justo cuando cerré el ojo de nuevo… mi mujer se puso a roncar. A veces roncaba durante unos minutos y luego paraba, así que decidí esperar.
Seis en punto. Los ronquidos no solo no cesaban sino que iban a más. Ya me había despejado. Decidí leer un rato.
Tras varias páginas parecía que me volvía a entrar sueño cuando mi señora me dio una tregua con los ronquidos. “Un ratito me quedará”, pensé. Dejé el libro, me tapé hasta los ojos… y en ese preciso instante sonó el despertador.
Maldije mi suerte y me levanté con mala cara y refunfuñando.
—¿Has pasado mala noche, cariño? —preguntó mi mujer mientras exprimía una naranja—.
—Pues… —respondí mientras decidía si contarle mis extraños sueños o no—. No, todo bien.
A veces conviene tener algún secreto. Eso o ir al psiquiatra.
Le di un beso y me metí a la ducha.
Hola Lorkiano: Me ha gustado tu relato porque es muy divertido y tu protagonista tiene mucha imaginación, por lo menos en los sueños. No me gusta dar consejos pero me parece que debería ir al psiquiatra o al psicólogo porque hay algo que perturba su alma. Si no se decide a ir, me encantaría que continuara escribiendo todo lo que le ocurre en sus agitadas noches.
Has utilizado las 12 palabras del reto y las has introducido de una manera muy sagaz utilizando el recurso del sueño.
He encontrado algunas cosas mejorables que te indico a continuación:
Cuando escribes, algunas palabras riman y esto queda un poco raro en prosa: Te muestro dos ejemplos:
1. – doce rima con noche –
“me sorprendió comprobar que eran poco más de las DOCE. La sensación inicial era que ya había dormido toda la NOCHE”
2. – despejado rima con rato –
“Seis en punto. Los ronquidos no solo no cesaban sino que iban a más. Ya me había DESPEJADO. Decidí leer un RATO”
Hay unas frases que me resultan un poco raras:
1. “La sensación inicial era que ya había dormido toda la noche cuando en realidad NO LLEGABA A DOS HORAS EN LA CAMA”
¿Quizás querías decir?: – llevaba menos de dos horas en la cama –
2. “Yo era una especie de aventurero en busca de un talismán, PERO subiendo la escalera de un oscuro templo, dos enormes monstruos salieron de la nada y empezaron a perseguirme”
Creo que sobra el – pero -, o mejor dicho no pones anteriormente nada que con el pero se modifique.
3. “pensé con una media sonrisa en la BOCA cuando la observé a mi lado durmiendo con la BOCA abierta”
Me parece mejor esta frase sin la repetición de la boca. ¿Se debe suprimir la primera boca?
4. “Le di un beso y me metí a la ducha”
Creo que el verbo meter lleva la preposición en: – meter en un sitio – Se debe decir:
– me metí EN la ducha.
Pues nada más por hoy. Muchas gracias por compartir el relato con todos nosotros. Un saludo. Menta
Hola Menta:
Me alegro de que te haya gustado, porque estuve a punto de no mandarlo. A mí no me ha gustado nada, la verdad. Las doce palabras me han llevado por el camino de la amargura. Se me ocurrían otras historias, pero no había manera de meter todo sin que sonara raro.
En cuanto a tus comentarios:
Las rimas… Ni me había dado cuenta. Dí tantas vueltas a la historia que no pensé en eso. Quizá no quedan demasiado bien una vez que lo analizo desde ese punto de vista.
1. Sí, era justo eso lo que quería decir, que llevaba menos de dos horas en la cama.
2. Se supone que al principio (yo era una especie de aventurero…), la cosa empieza bien, como un buen sueño, PERO al subir la escalera y salir los dos monstruos muta a pesadilla. Por eso puse ese “pero” ahí.
3. Cierto, debería haber prescindido de la primera “boca”.
4. Es una forma de hablar que usamos en casa, por eso se me ha colado así, pero llevas toda la razón.
Muchas gracias por tus comentarios.
Luego me pasaré por tu relato.
Un saludo
Hola Lorkiano 🙂
Aquí estoy para disfrutar con tu lectura, no me arrepiento de haber entrado en tu reto. No estabas seguro de mandarlo? Pues a mí me ha parecido muy original, has introducido las palabras de una manera muy sutil e ingeniosa. Ademas el tono irónico que le das a la historia hace que la atmósfera cobre mayor importancia, parece que el protagonista esté enfadado, o como lo estaríamos en su caso, impotente por no poder pegar ojo tranquilamente, pero en cambio lo contrastas con una ironía muy familiar y cercana.
En cuanto a los puntos a mejorar creo que Menta me ha dejado sin nada que decir XD, yo había pensado en que algunas frases son difíciles de entender, o bien el lector debe descifrar su significado como en el caso de: “Mi mujer me va a matar, eso va a pasar. Hay algo en esa segunda parte de la frase que o bien la suprimiría o bien la reformularía de otra manera.
Pero vamos que el relato lo he encontrado muy entretenido, y aunque me pongo algo nerviosa cuando me desvelo de noche, pensándolo bien si viviese esas aventuras quizás no estaría tan mal XD
Un relato muy bueno, no tienes que dudar de él, ni de tu agudo ingenio que se ha devanado los sesos para hilar con estas doce palabras un relato muy ameno.
Hola Lorkiano, no te flageles…que tu texto está muy bien. Además de tener gracia (vaya nochecita se pasa el pobre prota) demuestra que tienes recursos como escritor: “¿que no sé cómo meter las palabras en un relato único?, pues me monto un relato de pequeños “subrelatos” en forma de sueños, y salvo el reto”.
De verdad que me ha parecido una solución práctica y muy eficaz. Y además, me has hecho sonreir, ¿qué más se puede pedir?
Espero seguir leyéndote.
Hola J.E.M. Celeste y Liah Person:
Os agradezco mucho vuestras palabras y me alegro de que os haya sacado alguna sonrisa.
Me inspiré en los “subrelatos” precisamente leyendo un relato en esta misma página hace uno o dos meses.
¡¡Nos leemos!!
Hola Lorkiano, gracias por pasarte por mi relato, no me extraña que te descoloque el laísmo, algún día dejaré de meter la pata, digo yo. De los comentarios intento aprender.
Sobre tu trabajo:
Me encanta la idea, original, divertida. Lenguaje sencillo y adecuado, a la vez, al tono cómico del relato. Qué buen rato he pasado riéndome con el protagonista (no de él).
El relato tiene ritmo y genera interés.
¡Muy buen trabajo! Nos vemos en el siguiente taller.
Saluditos.
Hola Lorkiano.
Eres un escritor muy cruel.¿No te da pena del pobre chaval? Le has dado la noche. Jeje.
Has conseguido que me olvide de que había doce palabras escondidas por ahí. Y es que tu prosa es fluida e imaginativa. Me he divertido leyendo y he llegado al final casi sin darme cuenta.
Buen trabajo compañero.
Nos seguimos leyendo.
Te invito a que despellejes el mío a gusto:
https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-41/7203
Hola Lorkiano, soy tu vecino de dos pisos más arriba.
Está bien que te exijas más a ti mismo, pero créeme que está muy bien tu relato.
Quitando algunos aspectos “formales” en los que no voy a entrar, el conjunto del texto es entretenido y dinámico.
Buen trabajo.
Hola Carmelilla:
Cada uno tiene sus expresiones. Las usas tan a menudo que se te cuelan al escribir casi sin darte cuenta, ¿no?. Como habrás visto, yo tampoco me libro.
Muchas gracias por tu comentario. Me alegro de que te hayas reído con él.
¡Nos leemos!
Hola Jean Ives Thibauth:
Muchas gracias por la visita y tu comentario. Te la devuelvo en un rato.
Sí, le he dado la noche al protagonista y el relato me la dio a mí.
¡Nos leemos!
Hola Luiçao:
Muchas gracias por tus palabras, aunque creo que sois demasiado generosos con vuestras críticas.
Ahora te devuelvo la visita.
¡Nos leemos!
Hola Lorkiano.
Muchas gracias por pasar por tu relato y dejar tu comentario.
En realidad no puedo creer que hayas pensado no enviar tu relato. Estuvo genial la forma de incluir las doce palabras en diferentes micro relatos en la forma de un sueño.
Nos encontramos en los próximos relatos
Como una de esas noches que todos tenemos y sufrimos. Ha sido muy entretenido, la verdad.
¿Enfermo cerebro? Yo diría lo contrario.
Me encanta esa efervescencia de ideas que muestras en cada mal sueño.
Al final me ha descolocado un poco la rapidez con la que nos has mandado de la habitación a la cocina, pero por lo demás muy bien.
Un saludo
¡Hola Lorkiano!
Muchas gracias por tu amable comentario y elogiosas palabras 😀 Aquí vengo a devolverte la visita y repartirte una ración de mis tradicionales lentejas (en realidad, detalles que me gustan y sugerencias, que, si las quieres, las tomas, y si no las dejas 😉 ):
1. “La sensación inicial era que ya había dormido toda la noche cuando en realidad no llegaba a dos horas en la cama.”
Creo que se leería más fluido: cuando en realidad no llevaba dos horas en la cama.
2. “Una lástima, porque de no ser por los monstruos la cosa pintaba entretenida.”
Jajajaja me encanta, cuántas veces he sentido yo misma eso en algún sueño 😀
3. “—preguntó mi mujer mientras exprimía una naranja—.”
Habría que quitar la raya del final porque ella no sigue hablando y por tanto no es necesaria.
4. La frase final me sobra completamente. Creo que con el psiquiatra habría cerrado mucho mejor, porque me ha arrancado una risa suelta (y el beso y la ducho no son nada relevantes, al menos a mi forma de ver) y creo que hacía un final redondo.
5. Me ha gustado tu recurso de repartir las palabras en pequeños sueños que te han sacado del apuro de hilar las doce palabras en una historia. El pobre prota sufre tanto que se nos hace simpático (imagino que te has vengado sobre él de lo que te ha hecho sufrir el reto de las doce palabras, jajaja). Mira que yo había leído en el relato de Menta que lo tuyo iba de sueños también y me estaba poniendo en guardia, porque aunque ella lo ha resueltomu bien, no me suelesn gustar las cosas con sueños de por medio, pero te ha quedado estupendo.
6. Has conseguido que nos identifiquemos con el prota y creo que ese es el punto másfuerte de tu relato. ¿Quién no ha pasado una mala noche y se ha despertado continuamente, o los ronquidos de otro no le dejan dormir?
En resumen, me ha gustado mucho el relato, especialmente el final que sugiere al psiquiatra. Pobre prota, ha sufrido un rato, pero en el fondo me da un poco de envidia, porque yo nunca me acuerdo de lo que sueño, ya me gustaría acordarme de tantas cosas como él y pillar ideas para mis historias de mi inconsciente. Muy buen trabajo, ¡sigue así! Espero que las sugerencias te sean de ayda para este texto y futuros 😉
¡Un abrazo, nos leemos!
Hola Laura:
Muchas gracias por tu comentario. Al final me voy a alegrar de haberlo enviado, y eso que no me gusta nada.
¡Nos leemos!
Hola Keapler:
Muchas gracias por devolverme la visita. Me alegro de que te haya resultado entretenido.
En cuanto al rápido cambio de habitación… Es que ya era hora de levantarse y dejar de soñar 🙂
¡Nos leemos!
Hola Anael:
Muy agradecido por tus lentejas 🙂
1. Sí, ya se ha comentado antes. Intentaré mejorar esas expresiones en los próximos talleres.
2. Da mucha rabia. Precisamente esta noche me ha pasado. Ni me acuerdo de lo que estaba soñando, pero sé que empezó bien y luego se torció.
3. Gracias por la aclaración.
4. Toda la razón. Errores de principiante.
5. ¡¡Muchas gracias!!
6. De nuevo, ¡¡muchas gracias!!. Siempre llevo tapones cuando voy de viaje, por si acaso 🙂
Vuestros comentarios me animan mucho. Espero sacar hueco para escribir algo este mes.
¡Nos leemos!