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El llamado de Odin - por JL Quijano
¿Qué clase de sueño es este, dijo Odín,
en el que justo antes del alba,
pensé que despejaba el Valhala,
para la llegada de los muertos?
Desperté a los einherjar,
ordené a las valquirias levantarse,
colocar los bancos,
y buscar los vasos
traer vino,
como para la llegada de un rey,
aquí me esperan,
los héroes que vienen del mundo,
algunos muy grandes,
por lo que mi corazón se alegra.
Saga Fagrskinna, capitulo 8
Lo despertó la sensación perder nuevamente el bus del trabajo. Corriendo con poco equilibrio, el alcohol de la noche anterior aun no salía de su sangre, buscó a tientas su reloj. Lo encontró entre botellas, un frasco vacío, y los desordenados zapatos de los amigos que dormían en ese suelo, testigo de la noche de tango, vodka y excesos. La hora en el reloj marcaba las 9:00, es decir, podía dormir más tiempo. Con paz y calma Luis volvió a recostarse junto a la chica que anoche había aceptado, después de intentos y más copas, a compartir colchón con él.
La vigilia se rindió una vez más, entre abigarrados torbellinos, al sueño que ya nublaba su vista.
Las patas de un roedor que rondaba su rostro lo despertaron. Estaba en un campamento y sus compañeros de armas corrían por doquier. Detuvo a uno para cuestionarlo y este respondió que sus posiciones ya no eran un secreto, el enemigo, los anglosajones, en alianza con escoceses, se acercaban. Escuchando esto comprendió que su momento había llegado, pues él, en su condición de berserker, élite del ejército noruego, era el llamado a pelear hasta la muerte. Con presteza colocó la piel de oso sobre su fornido cuerpo de 2 metros de altura, y empuñó las lanzas y el pequeño talismán, regalo de su madre este y de su padre aquellas.
Cerca de él, el rey de los noruegos sufría la falta de tiempo para que sus vikingos puedan formar filas.
– ¡Magnus! – gritó el rey en su desesperación – ¿dónde está Magnus?
¿Magnus? Por alguna fatal razón el guerrero con la piel de oso sabía que ese era su nombre.
– ¡Alteza! – respondió el berserker hincándose como lo haría una montaña si pudiese.
– Magnus – mientras agitado ponía su mano sobre el hombro del guerrero – esos diablos no pueden cruzar el puente.
– Este es mi sitio – empuñó sus lanzas– envíame donde corresponda y ganaré mi lugar en la Valhala.
– Odín te quiere a su lado – le respondió el rey al tiempo que se alejaba hacia sus soldados.
Magnus se encontró solo sobre el pequeño puente del río que separaba a los ejércitos. Dejar a su esposa viuda y sus hijos sin padre ya no eran relevantes, un destino tenía ya: dar su vida para detener a sus contrarios. Los anglosajones disminuyeron el avance después de ver al enorme berserker amenazando eufórico y bloqueando el único paso al otro lado. Ansiosos por sorprender las líneas vikingas que aún no formaban, y convencidos de que sus números tumben al gigante con cabello naranja que bloqueaba el puente de doce metros, siguieron.
Uno a uno los anglosajones caían bajo el acero nórdico del solitario vikingo. Los minutos pasaban y ni un centímetro del puente era cedido hasta que, cientos de muertos después, un sagaz anglosajón dispuso una escalera para colocarse debajo del puente. Una lanza y no poca fuerza hirieron mortalmente al vikingo. El antes invencible cayó de rodillas frente a sus verdugos, mas nunca vio a las valkirias.
Luis sintió nuevamente la vigilia que de apoco se revelaba entre todo ese manto abigarrado que lo separaba de los sueños. Su reloj marcaba otra vez las 9 de la mañana. El tiempo no había pasado, pero, a la vez, una vida, su verdadera vida, surgió en él. Sujetó una botella de vodka y una de cerveza checa, las rompió en su base. Sus amigos despertaron confundidos lo vieron en una postura amenazante y con dos botellas rotas en sus manos. Luis gritaba a pesar de la espuma que salía por su boca. Balbuceaba palabras cuyo idioma hubiese sido identificado por cualquier filólogo como nórdico antiguo.
Magnus, o Luis, su única diferencia eran sólo algunos cientos de años, no veía zapatos, botellas, ni amigos, sino bosque, un puente sobre sus pies, dos lanzas en sus manos y, en frente de él, anglosajones deseosos de dar alcance a las filas vikingas. Ese era su momento, una nueva oportunidad para subir a la Valhala, esta vez no lo sorprendieron.
Hola JL Quijano! Me gustó tu relato ambientado en la mitología nórdica. Fue un sueño de Luis creyendo ser Magnus al despertar. Muy bueno. Bien escrito.
Algunas cosas por mejorar:
-Los números ponerlos en letras: nueve, dos.
-Lo despertó la sensación “de” perder nuevamente…
-Coma después de: Sus amigos despertaron confundidos, lo…
-a poco (separado).
-Al final creo que debía ser: esta vez no lo sorprenderían.
-Ve en Literautas acerca de las rayas de diálogo, están dando el espacio mal. Al inicio del diálogo no des el espacio y luego sí, pero cuando empiece el narrador no. Así:
—¡Magnus!, —gritó el rey en su desesperación—. ¿Dónde está Magnus?
Ah! y utiliza el guión largo.
Felicitaciones! Un buen relato. Te seguiré leyendo.
Te invito a leer el mío:134
Hola JL Quijano
Has escrito un emocionante relato de aventuras, donde al final no sabes bien si es realmente la misma persona que recuerda un hecho del pasado o es un efecto de los excesos de la noche. Eso supongo que lo dejas al criterio de cada uno.
Es entretenido y se lee con mucho agrado.
En cuanto a las correciones yo destacaría esta al final con el verbo cambiado:
«…esta vez no lo sorprendieron». Yo creo que le quedaría mejor sorprenderían.
Solo me queda agradecerte tus comentarios con los cuales todos progresamos. Un placer leerte y un saludo.
!Hola JL Quijano!
Disfruté mucho tu relato. Bien estructurado, sin dificultad para entender. Dan ganas de conocer el resto de esta historia. Felicitaciones
Un abrazo
Hola, JL Quijano
Un relato con mucha acción, fácil de leer. el pobre hombre sí que tenía sueños complicados.
Salvando la correcciones que te hicieron los compañeros, un cuento muy lindo.
Disfruté leyendo
Un saludo.
Liliana, tu vecina del 81.
Hola JL Quijano,
Felicidades por tu relato: es dinámico, imaginativo y con mucha acción, lo que hace una lectura fácil y trepidante. El ambiente vikingo creado es muy bueno y he logrado imaginármelo todo. El final, me ha dado miedo, jjj… ¡Lo que puede llegar a hacer una noche de borrachera! Muy ocurrente.
Ahora, mis propuestas de mejora (espero no repetirme con lo que ya te han dicho):
*Cerca de él, el rey de los noruegos sufría la falta de tiempo para que sus vikingos puedan (PUDIESEN) formar filas.
*Dejar a su esposa viuda y A sus hijos sin padre ya no eran relevantes, (AQUÍ UN PUNTO Y COMA) un destino tenía ya…
*Ansiosos por sorprender las líneas vikingas que aún no formaban, y convencidos de que sus números tumben (TUMBASEN) al gigante…
Como ves, son pequeñeces, cambios de tiempos verbales que se solucionan con un repaso y una lectura en voz alta.
Muy bien incluidas las doce palabras obligatorias y en cuanto al reto opcional, creo que suena mejor como lo has escrito que haberlo intentado en presente. Así que, felicidades otra vez y a seguir escribiendo.
Pilar, nº 80.
Hola a todos,
Muchas gracias por tomarse el tiempo de leer mi escrito. Me alegro mucho que les haya gustado y mas que nada que haya sido entendible. Esta es una de las cosas mas dificiles para mi ultimamente, y creo que este es de los primeros relatos que hago donde puedo hacer entendible la historia.
Estoy al tanto de los errores que he cometido en la historia, especialmente los que me ha indicado Charola.
Con respecto al final, pense originalmente incluir la palabra “Sorprenderian”, pero decidi cambiarla por “sorprendieron” porque, de alguna manera, daba mucha mas certeza de que el narrador sabe lo que ocurrio despues en la historia. Si pongo “sorprenderian” me daba la impresion de que el narrador tambien tiene un toque de incertidumbre con respecto al desenlace, lo cual le quitaba fatalidad, que es lo que buscaba.
Pilar, los cambios que me sugieres me parecen acertados, especialmente los de “tumbasen” y “pudiesen”. No tengo muy claro que subjuntivo imperfecto es el mas adecuado dependiendo de las situaciones.
Muchas gracias, nuevamente, por sus comentarios y aportes.
Saludos
Hola JL Quijano, un relato interesante el tuyo y muy dinámico.
Como ya ten han dicho te has hecho un poco de lío con las formas verbales, eso hace que la lectura se atasque y haya que volver a leer, una vez solucionado quedará estupendo.
Te anoto otras cosillas que he visto:
– dices “Corriendo con poco equilibrio” lo que nos mueve a pensar que se ha levantado y va corriendo pero luego lo que leemos es que busca a tientas su reloj. Creo que toda la frase la podrías dejar en: “Apresurado buscó a tientas su reloj” sobra lo de decir que el alcohol seguía en su sangre, por cierto, ese “aún” lleva tilde porque equivale a “todavía”
– estaría bien decir de qué es el frasco, por ejemplo: “Lo encontró entre botellas, un frasco de pastillas vacío, y …
– también sobra lo de “Con paz y calma”, a juzgar por lo que ha bebido este buen hombre debe tener una buena resaca y la resaca da todo menos paz y calma
– no entiendo por qué dice “Por alguna fatal razón el guerrero con la piel de oso sabía que ese era su nombre”
– antes de “mientras agitado ponía su mano sobre el hombro del guerrero” y de “empuñó sus lanzas” debería ir un verbo dicendi, aprovecha para repasar la entrada que hay en el blog que habla de la forma en la que hay que poner los guiones de los diálogos
– “Dejar a su esposa viuda y a sus hijos sin padre ya no era relevante”
– “Ansiosos por sorprender a las líneas vikingas”
– “Sujetó una botella de vodka y una de cerveza checa y las rompió por su base”
Espero haberte ayudado.
Un abrazo.
Hola JL Quijano!
Me has sorprendido! Magnus despertando en el cuerpo de Luis y reivindicándose (aunque los amigos de Luis no debían estar tan preparados como lo estaban los anglosajones cuando enfrentaron a Magnus), para alcanzar la ansiada Valhala. Sí! Excelente historia.
En cuanto a la forma de escribir creo que hay algunas cosas por pulir. Los compañeros arriba te han dejado el grueso de buenas sugerencias, yo solo quiero agregar lo que se me viene a la mente… pero por favor tomalo como alguien que está aprendiendo con vos, y no como alguien que viene a “enseñar”.
Me parece que en el intento de narrar con un estilo mitológico caíste en el error de generar frases confusas.
Te escribo solo un ejemplo para graficar lo que digo (aunque se da en otras partes de tu relato también): “Uno a uno los anglosajones caían bajo el acero nórdico del solitario vikingo”.
Se entiende, por el contexto y el hilo del relato, que hablás del acero de las lanzas; sin embargo, no lo redactás correctamente. Acá, que estamos aprendiendo (por lo menos yo), se te puede dar esta “licencia”, más aun por la dificultad de lograr una mejor construcción de esa frase sin perder el estilo que le querías imprimir. Pero creo que es algo a pulir en vistas a lograr un mayor “profesionalismo” en tu escritura.
Por otro lado, a modo general, te recomendaría reducir la cantidad de comas. Tal vez, para este tipo de relato sea más conveniente utilizar frases cortas y llenas de sentido que construcciones grandilocuentes que terminan confundiendo al lector. No lo digo como algo determinante, pero creo que podría eso podría enriquecer tu historia.
En cuanto a lo demás, solo felicitarte. La idea me parece espectacular. Has conseguido sorprendernos con esa unión de tiempos, personajes e historias completamente distintas en una sola. Eso es un logro maravilloso y que merece todos los premios!
A pesar de que febrero es un mes traicionero (por lo corto que se hace), no quería dejar de leerte y además agradecer tu paso por mi relato así como tus acertados comentarios.
Te mando un saludo enorme y espero seguir leyéndote. Gracias por tu historia!
MM