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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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El mentiroso - por Amilcar Barça

Web: http://caminodefierro.blogspot.com

El mentiroso.
Aunque hoy día la mentira sea el caldo de cultivo en el cual se cuece la actualidad, no por ello la gente con conciencia y sin mácula tiene porqué aceptarla. Nunca una mentira repetida cien veces logrará alcanzar visos de verdad por mucho que sus padrinos persigan ese fin.
Esta no será una escena al uso, sino un reflejo de lo que la conciencia colectiva ha recogido en su ya largo deambular; no todo desgraciadamente. Por supuesto que cada cual tenemos en nuestro imaginario unos cuantos mentirosos enfilados y aunque nos juren por Tintín cualquier cosa, nunca les creeremos no obstante la verdad esté delante de nuestras narices. Muchos son los que no cesan de avisarnos de que viene el lobo; tantas veces nos han puesto en guardia que al final caemos en sus garras por la falta de credibilidad del vocero de turno.
Todos sabemos, porque así lo hemos aprendido o nos han enseñado, cual es el oficio más viejo del mundo; yo disiento: ya la serpiente mentía al tentar a la inocente Eva incitándola a consumir una simple manzana y a compartirla a su vez con un todavía más inocente Adán. Ese solo fue el principio (dando por hecho que antes no existía “sálvame” para hacer de cronista de lo sucedido en el Paraíso y lo que nos han contado seguramente fue producto de una calentura) ya que no tardaría mucho el chico malo heredero de la Creación en mentir como un bellaco cuando el custodio del Edén le preguntó por su hermano Abel. “¿Soy acaso su guardián?” Chulo el nene, como todos los sinvergüenzas que se ponen al mundo por montera.
O sea lectores/escribidores, este mundo de homo burrus que no sapiens, está montado sobre la mentira desde su principio y que arroje la primera letra aquél que no haya mentido flagrantemente nunca para conseguir cualquier deseo o para librarse de cualquier imputación sobre acciones poco recomendables cometidas. Las mentirijillas inocentes no cuentan. Lo mismo da que seamos seguidores de la teoría de la evolución darwiniana o la creacionista de los cristianos cavernícolas: somos en gran mayoría mentirosos compulsivos. Mentirosos y cobardes. (Unos más que otros, todo hay que decirlo). Qué vuelva a arrojar la primera letra el mismo u otro lector que ante la acusación de un hecho imputado a otra persona, no se ha ocultado ladinamente en su coraza invisible y ha dejado que la mentira prevaleciera en contra de un inocente.
El mundo está regido por la mentira, el engaño, el embuste, la insidia….. Y nosotros, simples mortales —afortunadamente eso lo somos todos— debemos capear la tormenta que cotidianamente nos golpea sin piedad. ¿Cuántas verdades nos cuentan quienes nos gobiernan —es un decir—, o esas personas erigidas en representantes de un Ente superior al que nadie ha visto, o aquellas que en cualquier ámbito hacen la cosas “por nuestro bien”? Esos especímenes nos roban sin descaro en nombre nuestro o del sursuncorda, qué más da.
Según nos cuentan, el único hombre bueno que había era Noé y se salvó con los suyos del Diluvio Universal. Una de dos: o él y los suyos eran unos malvados kabrones o esa es una colosal mentira a la vista de los resultados posteriores. También cabe una tercera versión: somos herederos de extraterrestres. Claro que si solo sobrevivió Caín por narices tuvo que acostarse con una hermana suya…. O igual lo hizo con la mona Chita.
Seguro que habrá quien opine que tampoco era necesario remontarse tan al principio con los mendaces cotidianos que hoy nos gobiernan y roban. Por supuesto que sí, ¿acaso creen que en 750 palabras los podemos incluir cuando los jueces deben emplear miles de folios en sus sumarios para desmontar (o tapar) sus mentiras?
En fin, que yo como paradigma de lo que digo, no engaño a mi santa de la forma tradicional pues no estoy para esos trotes. Simplemente le digo que voy a pasear a la perrita a la Expo, al Parque del Agua, y allí me junto con los amigotes y golfeamos. Solo lamento un accidente que le costó la vida a un pato: estaba dentro del lago con tan mala fortuna de recibir un pelotazo en el coco y lo dejé tieso. Laika lo sacó fuera pero tuve que regalarlo ¿Cómo le explicaba a la santa el deceso de tan infortunado ánsar?
Antes se coge a un mentiroso que a un cojo, dice el dicho popular. Yo poseo las dos virtudes y siempre me pillan.

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19 comentarios

  1. 1. Berundgaar dice:

    Oooooolé.

    Me ha encantado, muchacho.

    Sólo una cosilla…¿por qué kabrones con “k”, miedo a la censura?

    Sí, ya he descubierto que “sunsuncorda” es correcto (he estado a punto de corregírtelo).

    ¿Qué te voy a decir? Imposible criticarte, ni siquiera positivamente.

    Impresionante, magistral…. la leche (condensada que me gusta más).

    No nos abandones, Cartaginés. Sigue por aquí muchos años.

    Un saludo, Amílcar.

    Escrito el 17 marzo 2017 a las 16:20
  2. Gracias por tu comentario Berundgaar, no estaba muy seguro con el tema. Kabrones, se entiende con k o con c, una manía. Son los mismos.

    Escrito el 17 marzo 2017 a las 17:28
  3. 3. charola dice:

    Hola Amílcar! Me gustó tu relato. Estuve leyéndolo con una sonrisa en los labios preguntándome adónde ibas. Jajaja y me gustó el final. Felicitaciones. Lo leí de corrido que no me fijé en si había o no errores en la forma.

    Felicitaciones.

    Mi relato es el 3. Estás invitado por si deseas leerlo y comentar.

    Escrito el 17 marzo 2017 a las 22:42
  4. 4. amadeo dice:

    Amílcar:
    Lo escrito ¿Es verdad?
    Me pareció un ensayo, bastante profundo, hasta llegar al final (golf -pato) y no me gustó la mezcla.

    Buen texto

    Estoy en el 4. Espero me leas y comentes

    Escrito el 17 marzo 2017 a las 23:28
  5. Amadeo, puede que en tu lugar no haya patos, aquí muchos pues el campo está a la orilla del Ebro. Y no es el primero

    Escrito el 18 marzo 2017 a las 00:41
  6. 6. M.L.Plaza dice:

    Hola Amilcar Barça.
    ¿Quien estaba dentro del lago? Si es el pato me parece una redundancia.
    Sinceramente, me ha interesado más la vida del narrador que la primera parte.
    La reivindicación de la serpiente me ha gustado. Lo demás se me ha hecho muy largo.
    Lo que no me convence es la frase final:”… y siempre me pillan”. Precisamente cuentas una historia de cómo el prota se escaquea. Por cierto ¿qué es eso de ir regalando patos?
    Me ha gustado leerte.
    Saludos

    Escrito el 18 marzo 2017 a las 00:56
  7. M. L. Plaza. Normalmente, cuando no vuelan, los patos suelen estar en el agua y los lagos, que yo sepa, solo contienen agua. El placer ha sido mío.

    Escrito el 18 marzo 2017 a las 11:53
  8. 8. Laura dice:

    Hola Amilcar.
    Muy buen relato.
    En mi país, algunas palabras que inician con c y se la reemplaza por la k tiene una gran connotación política en estos años, encima kabrones, suena muy fuerte en mis doloridas y esquilmadas tierras.
    Por lo demás, sigue escribiendo!!!!

    Escrito el 18 marzo 2017 a las 12:37
  9. Esa “k” la corregiría, ya sea poniendo comillas o escribirla correctamente, por lo demás un relato que tiene ideas interesantes pero no acaban de decirme nada. Un saludo.

    Escrito el 19 marzo 2017 a las 20:42
  10. 10. Pilar dice:

    Hola:
    Muy divertido el texto, “kabrones” aparte, pero no es un relato, más parece un monólogo. Pero también vale.
    Saludos

    Escrito el 20 marzo 2017 a las 00:15
  11. 11. Pilar dice:

    Ah! Estoy en el 138

    Escrito el 20 marzo 2017 a las 00:16
  12. 12. Amilcar Barça dice:

    Veo os hace gracia que haya escrito kabrones con k. Vamos a ver ¿de quién es el texto? Agradezco vuestras visitas, pero dejar que me equivoque a placer. A mí tampoco me dicen nada la mayoría de relatos, pero los respeto. Es más, visito y comento los que menos lo han sido para elevarles la moral a sus redactores.

    Escrito el 20 marzo 2017 a las 19:13
  13. 13. Cryssta dice:

    Hola Amílcar, a mí el relato me ha divertido, me imagino al protagonista elucubrando en sus paseos buscando la manera de decirle a la mujer que se han quedado sin pato para la cena (esto ya es de mi cosecha, jajaja)

    Voy con los mejorables:

    – para mí sobra el “no todo desgraciadamente” y si lo dejas pon una coma en vez de punto y coma y otra tras el “no todo”

    – cambia “no obstante” por “aunque”

    – ¿por qué se supone que Adán es más inocente que Eva? no digo que lo sea menos pero ¿por qué más? Creo que esos pequeños detalles en la escritura fomentan el machismo sin darnos cuenta y hay que cuidarlos, ahí lo dejo para la reflexión

    – “Sálvame” al ser el nombre de un programa va con mayúscula

    – “que no sapiens” entre comas porque es aclaración

    – A “Unos más que otros, todo hay que decirlo” yo le quitaría los paréntesis

    – “Que vuelva a arrojar”

    – “Claro que, si solo sobrevivió Caín, por narices tuvo que acostarse con una hermana suya” o tal vez quisiste decir “Está claro que si solo sobrevivió Caín por narices tuvo que acostarse con una hermana suya”. En cualquier caso si “solo sobrevivió Caín” no se puede acostar con una hermana porque no había nadie más

    – Hablas de Caín y Abel, luego pasas a Noé y vuelves a retroceder en el tiempo hablando de Caín

    – Cuando hablas de Noé deberías explicar un poco más por qué los consideras unos cabrones o decir cuáles fueron los “resultados posteriores”

    – “setecientas cincuenta” se escriben con letras aquellos números que puedan expresarse en tres palabras o menos, repasa la entrada que hay en el blog en la que se explica cómo escribir los números

    – “estaba dentro del lago, con tan mala fortuna que recibió un pelotazo”

    – “Yo poseo las dos “virtudes” y siempre me pillan”, eso si lo quieres decir de una forma irónica, o bien “Yo poseo los dos defectos y siempre me pillan”

    Espero haberte ayudado con las correcciones.

    Un abrazo.

    Escrito el 21 marzo 2017 a las 12:43
  14. Hola Amílcar.

    Tienes unas cuantas joyitas escondidas en el texto. (Homo burris, jurar por Tintín…)

    Sin embargo he de decirte que no pude leerlo con satisfacción. Me aburrían enormemente las divagaciones del narrador. No encontraba la historia por ningún lado y me impacientaba. Tanto, que no vi venir el final.

    Te invito a que pases por mi relato y lo despellejes a gusto:
    https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-42/7408

    Nos seguimos leyendo.

    Escrito el 21 marzo 2017 a las 12:48
  15. 15. Alonso García-Risso dice:

    Saludos Amillara: Es un misterio para mí; cómo aterrizaste en mi trabajo. Te lo agradezco, me diste una mano (creo que lo entiendes, perfectamente).

    Tu trabajo, como todos celebro el uso lúdico de la ironía. Pero, luego de una segunda y tercera lectura, mi atención se volcó sobre la cuestión de fondo.
    Aunque el límite de las 750 palabras, restringe la exposición de las ideas, tu texto —a mi juicio discreto—, se inscribe en lo que se reconoce como ‘ensayo’. Desde el primer párrafo es desarrollado el tema sobre la mentira, valiéndose de proposiciones acertadas, matizadas con ácida ironía (es el velo de Maya; pues, lo medular es reflexión crítica filosófica). El desenlace es conclusión que remata con habilidad el bloque reflexivo filosófico.
    Celebro con honestidad y aprecio tu trabajo, espero otra ocasión para profundizar tu estilo que se destaca por los contenidos.

    Felicitaciones y éxito Amilcar. Hasta pronto.

    Escrito el 21 marzo 2017 a las 19:22
  16. 16. Amilcar Barça dice:

    Jo Cryssta, tu comentario es demoledor. En castigo, escribiré cienes de veces “no lo haceré más”. salu2

    Escrito el 21 marzo 2017 a las 20:14
  17. 17. Amilcar Barça dice:

    Jean Ives, el relato lo escribí para divertirme, siento no compartas ese sentimiento. Precisamente porque acepto, o casi, todos los relatos, no despellejo a ninguno. Who am I?

    Escrito el 21 marzo 2017 a las 20:20
  18. 18. Arnia dice:

    Hola Amilar,

    ¿pasa pues maño?

    Me ha gustado, aunque parece un ensayo. Pero sólo al principio pues, más tarde, descubrimos que son divagaciones dentro de una historia.

    Volveré a leerte en posteriores entregas.

    Escrito el 22 marzo 2017 a las 11:29
  19. 19. Amilcar Barça dice:

    A Gumersindo Ruibarbo, lo pillaron in fraganti con las manos en la masa. Una gallina en cada mano, agarrada de las patas con las alas revoloteando y sin parar de cacarear lastimeramente. Cuando ya se creía a salvo después de hurtar las gallináceas, al ir a saltar la tapia huyendo, dio de bruces con el dueño del gallinero que le encañonaba con una escopeta recortada del calibre doce. No solo le cayeron al suelo las gallinas —las cuales huyeron como alma que lleva el diablo—, también sus atributos masculinos le subieron al garganchón poniéndosele de corbata. De sobra conocía la fama del tío Malaquías, que desayunaba un robagallinas todos los días. Poniéndole la escopeta en la barriga le conminó a dirigirse hacia un cobertizo pegado al gallinero donde lo encerró hasta que los civiles acudieron a por él.

     —Si te mueves, te vuelo las pelotas.
    Por el tono que empleaba parecía estar animándolo a que lo hiciera; en el fondo deseaba pegarle un tiro.

    Gumersindo sabía que intentar cualquier ruego o escusa sobre el latrocinio no serviría de nada. Llegó a pensar, en la soledad del cobertizo, si tenía el gallinero por los huevos o por darse el gusto de atrapar a algún poca ropa como él. Las zorras hacía tiempo que habían perdido el hábito de asaltar la granja o tal vez había logrado acabar con ellas. Ahora Malaquías disfrutaba acojonando a delincuentes de poco pelo todos los días.

    Cuando lo recogieron los guardias civiles para llevarlo ante el juez, de nada le valieron sus razones y añagazas.
    — Lo niego todo señor juez, yo solo pasaba por allí y el granjero me encañonó diciendo que le estaba robando las gallinas. Es un mentiroso.

    Sin mediar palabra, con un gesto indicó a los guardias el destino del pícaro. En un santiamén se encontró entre rejas. El crimen bien merecía un castigo ejemplar.
    Al poco rato, su señoría abandonó el despacho para asistir a una vista pendiente sobre unos delincuentes que habían sido condenados por robar varios millones al erario público. También en ese caso despachó rápidamente el asunto. Eran personas muy ex honorables algunas, rapaces de altos vuelos otras. No había peligro de fuga ya que el dinero lo tenían en algún altillo escondido por los de Ikea; cierto duque empalmado incluso vivía en el extranjero y venía porque le daba la gana; sobre las tarjetas ¿¡qué jetas!? Nada, nada, tenían raigambre —aunque podrida— en la sociedad. Y no creaban alarma social a pesar de meter algo más que la mano en la caja común.

    —Lo niego todo, señoría. No tenía conocimiento de nada, lo ignoraba todo y como Hacienda no somos todos y el dinero del estado no es de nadie, pues lo recogimos para que no se perdiera.
    El señor juez, comprensivo, en esta ocasión se puso en pie e inclinando la cerviz, servilmente expuso:

    —Vistos los motivos altruistas que argumentan los señores acusados y dado que no existen pruebas concluyentes de delito, decreto su absolución para que sigan ejerciendo sus funciones benefactoras para con la sociedad.
    Querido lector, ya sé que este no es un relato al uso, pero al contrario del título, es verdad.

    Esta fue mi segunda opción publicada en mi blog

    Escrito el 22 marzo 2017 a las 20:25

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