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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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El mentiroso - por Ignacio YZ

El mentiroso se despertó a raíz del violento repiqueteo de la lluvia contra la ventana de su habitación. Cogió su teléfono y comprobó que su alarma sonaría en tan sólo unos minutos. Desperezándose, encontró cierto placer en apagarla antes de que empezara a emitir aquel sonido insoportable que marcaba el inicio de sus días.

El camino de su cama al trabajo se le antojo difícil, cada paso que daba le hacía sentirse un pequeño y cutre Atlas, cargando en su espalda un peso del que le gustaría poder deshacerse. Sin embargo, el mentiroso había dejado de ser capaz de separar lo que era un peso innecesario de lo que no. Hacía ya años que las líneas que le ayudaban a discernir lo uno de lo otro se habían fundido con lo demás en una gran bola. La monotonía había pasado a protagonizar su vida, adueñándose egoístamente de todo lo que le rodeaba.

Aquel día no fue una excepción. El mentiroso pasó por la oficina con su abanico de caretas, guardadas como siempre en el bolsillo de su semblante. Se sacó la pertinente cuando su jefe vino a darle su carga diaria de órdenes de dudosa utilidad y alarmante integridad. Hizo lo que le pidió sin ni siquiera pararse a pensar en lo que hacía, se había convertido en una máquina. Necesitó otra careta diferente cuando Gutiérrez vino a contarle sus trepidantes aventuras del fin de semana. Ésta máscara le costaba un poco más de mantener, mayormente debido a los ataques de narcosis que las historias del buen Gutiérrez le provocaban. Así, como cada día desde hacía un tiempo, su cara fue adoptando la emoción que el momento requería. Una vez hubo terminado la jornada laboral se dirigió al ascensor, donde se quitó la corbata y la última careta del día, aquella que disimulaba el cansancio y la infelicidad en sus ojos.

Mientras volvía a su casa intentó acordarse de lo que había hecho en el día, pero su memoria parecía haber difuminado el fotograma de su jornada. “Total, a quién le importa”, pensó el mentiroso. Compró algo de comida para llevar y se fue a su casa, donde después de cenar y leer un poco, se acabó durmiendo.

Aquella noche se despertó a las cuatro. Sin ni siquiera hacer el amago de volver al sueño, el mentiroso se levantó de la cama y se vistió con lo primero que encontró. Cogió un cuaderno y la pluma que su padre le había regalado el día de su graduación universitaria y se fue a por el coche.

La carretera estaba desierta, con los faroles y los neones de los edificios iluminando todo a su paso. A los veinte minutos llegó a su destino.

Aquel monte era su lugar favorito en el mundo. Desde allí, el mentiroso creía ser capaz de ver todas las vidas de los mortales desde un lugar superior, tal y como se imaginaba que Dios debía hacer.

Se sentó en un banco bajo una farola. Allí, con el cuaderno y la pluma en su regazo dedicó unos segundos a admirar el paisaje. El morado y el azul se mezclaban en la explanada del cielo veraniego mientras el naranja del sol comenzaba a asomar tímidamente por el Este. Bajo aquella efusión de colores, la ciudad y su gente disfrutaban de sus últimos minutos de sueño antes de afrontar un nuevo día.

En ese momento, acompañado de una paz que parecía haber tomado su imagen y forma, el mentiroso abrió el cuaderno en blanco. No lo hizo por la primera página, eso ya no le parecía necesario. Quitó el capuchón de la pluma y, blandiéndola con confianza, empezó a escribir.

Unas horas más tarde, su jefe se preguntaría dónde se había metido el mentiroso. Gutiérrez, rosquilla en mano, se acabaría viendo obligado a sentar su generoso trasero en la mesa de algún otro desafortunado. El espejo del ascensor echaría de menos ver como el mentiroso le miraba mientras se quitaba la corbata al final de cada día, como animal que se libra de su correa.

El mentiroso había dejado de serlo. Había pasado a ser alguien diferente. No sabía quién, pero no le importaba. Mariposas volaban a sus anchas en su estómago y eso le hacía sentir bien. Emprendió la marcha hacia su próxima parada, aún desconocida. Por el camino, se enfundó la pluma en el bolsillo y se deshizo de las caretas. En el sitio al que se dirigía no las iba a necesitar.

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25 comentarios

  1. 1. John Doe dice:

    Vaya buen relato, bien escrito, buen ritmo, permite acercarse al protagonista, democratizar con él y la abulia que siente por la vida para luego dar es giro. Me parece que la trama da para un cuento de mayor extensión. Me encuentro en el # 36. Por si cualquier cosa. Saludos

    Escrito el 18 marzo 2017 a las 14:40
  2. 2. John Doe dice:

    Maldito corrector, no era democratizar, era empatizar.

    Escrito el 18 marzo 2017 a las 14:41
  3. 3. M.L.Plaza dice:

    Hola Ignacio.
    Me ha parecido un relato interesante: convincente cuando hablas del aburrimiento existencial y no tanto cuando el protagonista se lanza a su nueva vida. Quiero decir que haces una descripción muy detallada de la jornada, desde que se levanta hasta que se acuesta. Y a las cuatro de la madrugada se larga.¿Cuándo lo decidió? Porque hemos estado con él todo el día y no ha habido el más mínimo indicio. Tampoco sabíamos nada sobre su necesidad de escribir.
    Estoy de acuerdo con John en que la historia, que es muy buena, da para mucho más.
    Pese a la crítica me ha gustado leerte.
    Saludos

    Escrito el 19 marzo 2017 a las 05:19
  4. 4. Laura dice:

    Hola Ignacio. Muy interesante tu relato, escrito sin que hayan saltado graves cuestiones.
    Me pareció maravillosa la dualidad del personaje, nada extraña ya que cada uno de nosotros usa caretas que utiliza de acuerdo con la situación.No sé si es totalmente mentiroso tu personaje, tal vez se siente así ya que puede creer que lleva una doble vida.
    Lo único que te señalo, que tal vez hayas hecho a propósito
    por el título que nos obligaba, es el uso reiterado de el mentiroso.
    Sigue escribiendo

    Escrito el 19 marzo 2017 a las 16:45
  5. 5. Ignacio YZ dice:

    Muy buenas John,

    Me alegro de que te haya gustado, muchas gracias por tu comentario :).

    ¡Ahora mismo me paso por tu relato!

    Escrito el 19 marzo 2017 a las 22:46
  6. 6. Ignacio YZ dice:

    Muy buenas M.L.Plaza,

    Muchas gracias por tu comentario :).

    Verás, la manera en que yo me lo había imaginado era la de un hombre al que le gusta escribir pero que está atrapado en un mundo del que no se siente parte. Al levantarse de sopetón de madrugada, decide ir a su sitio favorito en la ciudad, un sitio al que suele ir, un “santuario personal”. Allí, con la ciudad amaneciendo, comienza a escribir. Es cuando empieza a escribir que decide no volver más a su trabajo y escapar de la rutina. Es decir, cuando se dirigía a la colina no tenía ni idea de lo que iba a pasar. Pero una vez allí, escribiendo y con tal paisaje en frente suya decide que la vida le ofrece más cosas de las que está cogiendo.

    No elegí un suceso específico que le hiciera cambiar de opinión, preferí dejar eso pendiente para que los que lo lean sacaran sus conclusiones.

    Aún así, seguramente no supe plasmar la imagen que tenía en la cabeza en el texto como debería haber hecho por lo que muchas gracias por la crítica constructiva 🙂 intentaré hacerlo más explícito la próxima vez.

    ¡Un saludo!

    Escrito el 19 marzo 2017 a las 22:58
  7. 7. Ignacio YZ dice:

    Hola Laura,

    Muchas gracias por tu comentario, me alegro que hayas disfrutado leyéndolo.

    Como bien dices, he usado “el mentiroso” bastante a propósito. La idea (seguramente demasiado ambiciosa) era darle un estilo metafórico al texto y además intentar añadirle unos toques de ficción.

    Por eso, el protagonista, sumergido en la rutina, no recuerda ni siquiera su nombre. Su nombre ha pasado a un segundo plano ya que él se considera un “enter gris” en su día a día. Si se ve desde fuera, él no es un mentiroso pero él mismo piensa que sí.

    ¡Muchas gracias por tu comentario de nuevo! ¡Saludos! 🙂

    Escrito el 19 marzo 2017 a las 23:04
  8. 8. Marikiya dice:

    Hola Ignacio;
    Tu relato me ha gustado mucho, tiene un ritmo agradable y describes la rutina diaria con precisión.
    En algunos momentos me he sentido identificada con el personaje y su desídia en el día a día.
    En relación al estilo ortográfico nada que reseñar.
    Un saludo.
    Estoy en el 12 por si te apetece leerme.

    Escrito el 20 marzo 2017 a las 04:42
  9. 9. Lorena Cerdá Valenzuela dice:

    Hola Ignacio;
    He disfrutado mucho leyendo tu relato, describes muy bien y llegarás de seguro muy lejos.
    Estoy en el 14, por si te interesa.
    ¡Nos leemos!

    Escrito el 20 marzo 2017 a las 19:49
  10. Hola Ignacio.

    Muchas gracias por pasar por mi relato y comentar.

    ¿Qué decirte de tu historia? Lo primero que me ha gustado mucho. Has retratado al personaje de tal manera que es muy cercano y accesible. Ya me doy cuenta de lo mucho que te cuesta ponerles nombres jejeje.

    Tu redacción es fluida y no se ven fallos formales reseñables. Un ritmo apropiado para la historia. El detalle de las máscaras me ha parecido todo un logro, muy imaginativo.

    Y el momento en el que se fue a escribir, toda una revelación. Me cosquilleaban las entrañas de emoción porque pensé que la escritura le iba a liberar de alguna manera. Lo que pasa que el final yo lo interpreto como que escribió una carta de suicidio. No sé si esa era tu intención. No está claro, hay cierta ambigüedad.

    Por decirte un pero creo que hay algunos pasajes que se hacen pesados por lentos. Entras en detalles tan banales que uno empieza a leer rápido para llegar a lo interesante. Es como si alargases en demasía la presentación del personaje en detrimento del nudo y del desenlace. También estoy de acuerdo con ML Plaza en que no hay un detonante aparente que le haga tomar esa decisión. Tendría que haber una referencia fuerte y consistente de su amor por la escritura, de cómo se siente con ella, de si llevaba tiempo en blanco para entender que cambie su destino por el mero hecho de escribir de nuevo.

    Nos seguimos leyendo.

    Escrito el 20 marzo 2017 a las 22:47
  11. 11. charola dice:

    Hola Ignacio YZ!

    Magnífico relato, del que vive una falsa vida como quieren que seas los demás hasta que ya rendido va a vivir su vida, la de él, sin caretas.

    Al leer tu texto no leí ningún comentario. Este es mi sentimiento, el que me produjo tu relato.

    Felicitaciones.
    Estoy en el #3 si deseas leer y dejar un comentario en mi relato.

    Escrito el 20 marzo 2017 a las 23:20
  12. 12. Ignacio YZ dice:

    Muchas gracias por el comentario Marikiya, me alegro que hayas disfrutado leyéndolo.

    Me pasaré por tu relato, nos vamos leyendo 🙂

    Escrito el 21 marzo 2017 a las 13:15
  13. 13. Ignacio YZ dice:

    Lorena, muchas gracias por tu comentario, ya me pasé por tu relato el otro día :), ¡nos leemos!

    Escrito el 21 marzo 2017 a las 13:16
  14. 14. Ignacio YZ dice:

    Hola Jean,

    ¡Muchas gracias por tu comentario!

    La verdad es que la manera en que lo había dibujado en mi mente no era como un suicidio pero como un nuevo comienzo quizás debería haberlo dejado un poco más claro. Al mismo tiempo, ver que la gente saca conclusiones tan interesantes como la tuya de la ambigüedad del relato me hace pensar que a lo mejor vale la pena dejar un poquito de niebla al final 🙂

    En cuanto a las recomendaciones, estoy de acuerdo y muchas gracias, me ayudarán a mejorar. Las tendré en cuenta en el futuro.

    Gracias de nuevo, nos seguimos leyendo

    Escrito el 21 marzo 2017 a las 13:20
  15. 15. Ignacio YZ dice:

    Muchas gracias Charola,

    Me agrada que te hayas sentido de esa manera al leer mi relato, me acabo de pasar por el tuyo 🙂

    Nos leemos

    Escrito el 21 marzo 2017 a las 13:21
  16. 16. marazul dice:

    Hola Ignacio YZ: he leído tu relato con ansiedad…siiii…porque quería saber el final ya. Eso significa que consigues un ritmo muy bueno, que enganchas al lector. El trasfondo de la historia es muy real. Un protagonista atrapado en la rutina con esa puerta de escape que es: “escribir”. Creo que muchos de los que participamos en literautas nos podemos sentir identificados, Ignacio. Tenemos esa suerte…no todo el mundo tiene esa válvula de escape.
    Un relato diez en cuanto al sentido. En cuanto a la forma yo no he notado nada que me moleste al leer.
    Saludos

    Escrito el 21 marzo 2017 a las 23:12
  17. 17. El Calcetín de Dobby dice:

    Adoro tu relato. A mí parecer, haces un buen uso de las metáforas para reforzar tus puntos.
    Admito que me habría gustado más el que agregases una narrativa distinta de acuerdo a cada una de las máscaras que el protagonista presenta.
    Creo que deberías continuar/extender el relato y me encantaría leerlo.
    Saludos.

    Escrito el 22 marzo 2017 a las 01:19
  18. 18. Earendil dice:

    Hola, Ignacio.
    Aquí, devolviéndote la visita. Muchas gracias por comentar en mi relato y tus amables palabras.
    He de decirte, sinceramente, que es uno de los que más me ha gustado de todos los que he leído este mes.
    No nos cuenta la historia de un gran mentiroso, mezquino, granuja, que hace daño a los demás. Tu protagonista es una persona normal y corriente, con una vida anodina y sin pretensiones, cuya mentira solo afecta a él mismo, simplemente por “seguirles el rollo” a los demás y encajar en su pequeño mundo. Por eso me ha gustado tanto el final, porque aún quedaba en él esa chispa que necesitaba para romper esa cadena (la mentira a sí mismo) que lo ataba a su tristeza.
    Si en el plano formal había algo que corregir, ni tan siquiera me he dado cuenta. Eso dice mucho de tu trabajo.
    Un saludo.
    Nos leemos.

    Escrito el 22 marzo 2017 a las 20:47
  19. 19. Juan Sauce dice:

    Hola Ignacio, yo también te devuelvo la visita con agradecimiento por tus palabras.
    ¿Qué decir del relato? Que como amante de las historias que son una metáfora, me encanta. Combinar el título de “el mentiroso” con la vida de un hombre que continuamente se está poniendo caretas para “sobreviví” en el día a día, me parece estupenda.
    El texto redacta muy bien la rutina del pobre hombre (me hubiera gustado que describieras alguna careta más, aparte de la que tiene con el jefe y el compañero de trabajo); el que se quite la última máscara frente al espejo es muy buena (la frase al final “el espejo del ascensor echaría de menos ver como el mentiroso le miraba mientras se quitaba la corbata al final de cada día, como animal que se libra de su correa” me encanta).
    Al final yo también pensaba que escribía una carta de suicidio pero el epílogo ya deja bien claro que no es así, que lo que ha hecho es decidirse a iniciar una nueva vida (y a mí no me parece necesario ningún detonante para tomar esa decisión, bastante tiene ya el pobre con lo que vive). Lo que no he captado tanto es esa pasión por escribir que dices que tiene. Sí aparecen la pluma y el cuaderno pero, como digo, más me parecía que iba a escribir una carta de despedida que otra cosa.
    Tan solo cambiaría un poco el principio que, si bien tiene frases buenas, expone demasiado rápido los sentimientos del personaje. A mí me gusta más ir descubriendo lo que ocurre poco a poco y creo que en este caso hubiera estado muy bien saber de la frustración del personaje a través de las máscaras que se va poniendo.
    Nada más, ha estado muy bien. Seguimos leyéndonos. Un saludo.

    Escrito el 24 marzo 2017 a las 07:52
  20. 20. Ignacio YZ dice:

    Marazul,

    Muchas gracias por tus agradables palabras, me alegro que te haya gustado.

    Nos leemos.

    Escrito el 26 marzo 2017 a las 11:52
  21. 21. Ignacio YZ dice:

    Hola El Calcetín de Dobby,

    Muchas gracias por tu comentario, la verdad es que extender la parte de las máscaras y usar distintas narrativas es una muy buena idea, lo mismo me aventuro a hacerlo uno de estos días.

    Saludos

    Escrito el 26 marzo 2017 a las 11:54
  22. 22. Ignacio YZ dice:

    Hola Earendil,

    Agradezco mucho tu comentario, me alegro que te haya gustado.

    Nos leemos 🙂

    Escrito el 26 marzo 2017 a las 11:54
  23. 23. Ignacio YZ dice:

    Hola Juan,

    Muchas gracias por tu comentario. Tienes razón, la pasión por escribir es introducida bruscamente sin explicación previa, es algo en lo que tengo que trabajar. Lo mismo te digo en cuanto a lo de introducir los sentimientos del personaje poco a poco, tengo que y voy a trabajar en ello

    Nos leemos,

    Un saludo

    Escrito el 26 marzo 2017 a las 11:57
  24. 24. Maurice dice:

    ¡Hola Ignacio YZ!
    Interesante relato, con una trama similar al mío (si querés leélo, estoy en el 10). Bien desarrollada y con final, esperado, pero bien contado. Algunas sugerencias:
    Algunas frases y términos pueden ser reemplazados. Por ejemplo, la palabra “egoístamente” parece un neologismo rebuscado. Lo reemplazaría por “en forma egoísta”. “Sin ni siquiera” parece una redundancia ya que “sin” y “ni siquiera” se refieren a ausencia de algo o alguien. Fue por el choque, podría ir en lugar de “se fue a por el coche”. Así otras por el estilo. Seguramente con el ejercicio de escribir irás puliendo tu estilo. Conclusión: una buena idea, bien contada con algunas modificaciones de técnica que seguro, iras logrando. Felicitaciones.

    Escrito el 31 marzo 2017 a las 03:25
  25. 25. Anael dice:

    ¡Hola Ignacio!

    Por fin saco un hueco para devolverte la visita. Perdona la tardanza, esto no es normal en mí (y espero que no se vuelva una costumbre). Ahora vamos con las lentejas, que creo que tu ya las conoces 🙂 . Como siempre, las que quieras las tomas y las que no las dejas 😉 :

    1. “El mentiroso se despertó a raíz del violento repiqueteo de la lluvia contra la ventana de su habitación.”
    Esta frase me ha resultado muy elaborada en comparación con el resto del texto. La he leído y he pensado que el rest del texto iba a ser pesado y estar excesivamente recargado. pero no ha sido así. Creo que nova con el estilo del resto del texto, y hay algo que mechirría y no sé muy bien que es. Se supone que estamos en la rutina, en el tedio del día a día… Por eso las gotas no pueden ser tan creaivas. No sé si me explico, jajajaja A lomejor elprotagonista ya había tomado la resolución de cambiar de vida (aunque me da a mí que todavía no) y por eso la frase es tan poétoca, pero creo que no termina de encajar en ese sitio. Pondría una frase más sencilla:
    El mentiroso se despertó con el repiqueteo de la lluvia contra la ventana de su habitación.
    Ya está, ya sé que me ha molestado. No sé mucho de estas cosas, pero raíz y repiqueteo están muy juntos y esas “r” tan seguidas me molestan (creo que se llama cacofonía?). Así que simplemente quitaría “a raíz de” que es una frase poco natural y muy creativa para quien se acaba de levantar y provoca redundancia de “r”. Así:
    El mentiroso se despertó con el violento repiqueteo de la lluvia contra la ventana de su habitación.

    2. “se le antojo difícil”
    Falta tilde en antojó.

    “Hizo lo que le pidió sin ni siquiera pararse a pensar en lo que hacía”
    Sin ni siquiera me parece redundante y la doble negación es innecesaria. Creo que la expresión correcta es Sin siquiera o Ni siquiera a secas.

    3. “Ésta máscara le costaba un poco más de mantener”
    “Esta” sin tilde porser determinante. Y ahora tmb cuando sea pronombre, porque ya no se acentúan (estoy peleando con esa normativa yo también) 🙂

    4. Has puesto un punto cardinal en mayúscula. Creo que era Este. Al igual que los meses, estos se escriben ahora en minúsculas: http://www.fundeu.es/recomendacion/los-puntos-cardinales-se-escriben-con-minuscula-inicial-863/

    5. La atmósfera de tedio que creas al principio en la que nos sentimos como el personaje, arrastrados por su rutina y un poco hastiados de tanta normalidad, es muy buena. Consigu que nos veamos reflejados en la vida cotidiana de este mentiroso que podríamos ser cualquiera de nosotros.

    6. Creo que en el final podrías lucirte un poco con poesía. La que te he dicho que te sobra al principio puedes ponerla cuando empieza a escribir y librearse, para potenciar el efecto de que se ha convertido en un artista y ahora ve las cosas de otra manera. Ya lo has hecho mostrando los colores por primera vez desde la montaña, pero lo puedes exagerar un poco y hacerlo aún más poético si te apetece. Creo que el texto y el momento lo aceptan (y casi lo piden) 😉

    La historia me ha gustado mucho. Creo que refleja de una forma muy sencilla como todos nosotros llevamos un mentiroso dentro, nos ponemos caretas ante cualquier persona con la que estamos para mantener las apariecias y sólo nos abrimos realmente cuando estamos solos o escribimos (o nos expresamos a través de otra forma de arte, que no todo el mundo escribe).

    Además, me encanta el giro esperanzador que el cuento tiene al final, como el mentiroso es capaz de salvarse y renace a través del arte, puede reconstruir su vida alejándose de todas sus mentiras y empezando de nuevo. Precioso.

    He disfrutado con tu texto. Felicidades, un buen trabajao llevado a cabo con mucha sencilles. Espero que las sugerencias te sean útiles, y perdona de nuevo por haber tardado tanto en pasar a devolverte la visita.

    ¡Un abrazo!

    Escrito el 31 marzo 2017 a las 11:16

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