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El mentiroso - por ANGEL CLIMENT
EL MENTIROSO
Como todos los sábados bajó las escaleras que iban de los reservados al salón del club nocturno. Delante de él y después de cederle el paso bajaba una preciosa rubia. Su vestimenta, una minifalda de un palmo que apenas le tapaba las bragas y un top que dejaba ver casi todas sus grandes tetas confirmaba lo que parecía ser. Era la prostituta fija con la que iba todas las semanas.
Al llegar a la planta baja, donde estaba el bar se despidieron con un:
—Hasta el sábado que viene Juan.
—Hasta el sábado que viene Rosy.
Después cada uno se dirigió a un lado de la sala, ella a la barra a esperar un nuevo cliente y él a sentarse con sus amigos que le estaban esperando.
—¿Qué Juan, como siempre, dos sin sacarla? —preguntó el Pelos.
—Mejor, ha sido fabuloso. —Respondió con una sonrisa socarrona de oreja a oreja. —Ha sido fenomenal, como me conoce, son más de dos años que vengo y conoce todos mis gustos.
—Cuenta, cuenta —le dijo el Pepillo lleno de curiosidad por saber del Macho Alfa del grupo.
—Hoy ha sido algo especial, hemos jugado a «adivina que es».
—¿Al qué… y a eso cómo se juega…? —preguntó Santiago.
—Hay que ver como sois, un poco de paciencia. Ahora lo explico. —dio un trago a su bebida, se acomodó en la silla y continuó. —Se ha puesto un antifaz para no ver nada, la de desnudado despacio, recreándome con su cuerpo, tocándole y masajeando esos preciosos y enormes pechos que tiene. Más tarde de rodillas con los brazos atrás para que no pudiera tocar nada y le he dicho que abra la boca.
—Que bien que pinta esto, sigue, sigue —le digo El Pelos mientras se frotaba las manos.
—Una vez de rodillas le iba introduciendo cosas en su boca. Primero fue una fresa, que se comió poco a poco a pequeños mordiscos y saboreándola adivinando lo que era.
—Un punto, ¡Muy bien! Jajajaja, —exclamó Santiago dando golpes con los pies en el suelo.
Juan volvió a dar un sorbo a su bebida y continuó su explicación.
—Después pele un plátano y lo metí lentamente entre sus labios. Ella empezó a chuparlo como una desesperada, ya me entendéis, como si fuera otra cosa…. Más tarde puse un poco de nata en un par de dedos y se los di a chupar, con que gana los lamia y succionaba, daba gusto verla. Y ya para terminar… ¡Ah! Para terminar… adivináis el final…—se calla para dar más emoción y da un nuevo sorbo al wiski que tenía en la mesa.
—¡Hostias, no pares ahora!, sigue… sigue… que estamos en lo mejor, sigue— gruñó entre risas el Pepillo.
—Pues sí… lo que os imagináis. Me he puesto nata en la punta del capullo y se lo he metido en la boca. Ha sido el no va más, ha chupado la nata de la punta sin dejar nada y me la ha cogido y se la ha metido entera en la boca, no veas como me la ha mamado, hasta el final, de película porno. Jajajaja.
—Felicidades. Que tío, ahora a pensar que harás la semana que viene. Que bien te lo sabes montar. —le aplaudió el Pelos.
—Sí, pero no se acabó ahí la cosa, después todavía le pegue el polvo semanal, ese que no falte. Yo cada semana dos como mínimo.
—Eres mi ídolo, quien pudiera ser como tú, yo uno y gracias y no toda las semanas. Jajajaja— le dijo el Pepillo.
—¿Que Rosy, cómo te ha ido hoy con tu enamorado —Le preguntó una de sus compañeras.
—Como siempre, se ha portado como un hombre, hasta que no se va dos veces no para— le contestó con una gran y sonora sonrisa. —Estar con él es como ir a la guerra, me deja extenuada.
Rosy se separa de sus compañeras y se dirige a la barra para pedir una Coca Cola con ron mientras va pensando: «Pobre hombre si supieran que nada más cerrar la puerta se sienta en la cama, saca un diccionario de latín, busca la página que tiene marcada con una entrada de cine y se pone a leer, no hace ni dice nada hasta que no pasa la media hora. Entonces se levanta me da lo que vale el servicio y añade doscientos euros de propina para mí, para que no diga nada. En el fondo me da mucha pena».
Excelente, Angel!
Final perfecto para mostrar a un mentiroso.
Este mes no llegué a tiempo. Espero poder participar en el próximo.
Un abrazo y felicitaciones.
Hola Ángel.
Has introducido en la trama de tu relato un ingrediente muy sustancioso. Las perversiones secretas en torno a la prostitución. La mercatilización de la intimidad es un fenómeno que afecta a todas las identidades sexuales. La prostitución no sólo es el oficio más antiguo del mundo sino también el más extendido en todas las opciones. Existe prostitución homosexual y heterosexual. Y el rol que juegan los protagonistas es muy variado. Además es también muy interesantes considerar tanto las perversiones del dominador (o dominadora) como del dominado (o dominada). El personaje que tu describes es muy conocido en los prostíbulos. Existen infinidad de hombres que recurren a los servicios de una prostituta simplemente para encerrarse en un cuarto cutre y hablar, o mejor dicho, ser escuchados. Como también existen clientes que sólo buscan recibir muestras de satisfacción. En pocas palabras los clientes —de todas las tendencias, no olvidemos esto— buscan alguna clase de reconocimiento. Lo que tú tratas de exponer en tu texto es mejor que una enfermedad, un síntoma. Si miramos por este agujerito, veremos una sociedad de frustrados (y de frustradas). Es un tema escabroso y difícil y te has atrevido a hacerlo, por lo cual tengo que felicitarte.
Ahora bien, el modo en que lo has abordado me parece deplorable. Sólo he terminado de leer tu relato por que me he impuesto la obligación de comentar cuatro textos al mes, para seguir las recomendaciones de Literautas. Y cuando he terminado de leerlo me he quedado con la duda de si en realidad se trata de un texto porno encubierto.
He visto que faltan algunos acentos y alguna otra cosa de menor importacia pero que distraen al lector.
Hasta pronto.
Hola Angel
Pasé a leerte, en la forma no te puedo aportar, ya que tengo poco tiempo aquí.
Sigue escribiendo y toma nota de los consejos que te señalen los compañeros.
Gracias por tus comentarios en mi relato
https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-42/7393
Saludos 🙂
Me gustó la forma que respondiste a la consigna y al reto, pues armoniosamente se incorporaron todos los elementos.
En cuanto a la trama me pareció divertida y en cuanto a la forma no le encontré errores significativo que impidieran la lectura.
Sigue escribiendo, nos leemos.
excelente amigo. me pareció muy cómico al final pues muchos son así, te recomiendo que tengas pendiente cerrar los signos de interrogación.
lo digo por la parte de:
—¿Que Rosy, cómo te ha ido hoy con tu enamorado —Le preguntó una de sus compañeras.
Hola Angel
A pesar de ser un texto subido de tono (ya iba advertido con el +18), lo has escrito sin vulgaridades y eso tiene su mérito. Tal vez yo hubiera optado por darle más libertad de imaginación al lector, no describiendo los actos en si, sino sugiriendolos para estimular la imaginación de quien sigue el relato (algunos tenemos mucha imaginación. Perdona, esto es una pequeña picardia sin malas intenciones).
En cuanto a tu texto, cuando alguien se rie: —Un punto, ¡Muy bien! Jajajaja, —exclamó Santiago…, se escribe de forma correcta así: ja,ja,ja. Puede parecer extraño, pero es como viene de acuerdo a la buena regla ortográfica o bien solo un «ja», si la risa es corta. Por lo demás, algunos signos de puntuación que ya han comentado los compañeros y algunas comas, en frases largas, para ayudar a su mejor lectura, no vendrían mal.
El texto me ha entretenido y esa es la principal función de una lectura, entretener y enseñar, como así ha sido tu caso mostrando una sociedad llena de apariencias que te dejan un hueco en el corazón.
Agradecido por tu comentario en mi texto, un placer leerte y un saludo.
Hola Ángel te devuelvo con gusto la visita.
Encontré algunos errores.
“Se ha puesto un antifaz para no ver nada, (la de desnudado despacio)”
-Después de puntos suspensivos se debe comenzar con mayúsculas.
Otro aspecto es la acotación del narrador. Tú lo pones así:
“—Como siempre, se ha portado como un hombre, hasta que no se va dos veces no para— le contestó con una gran y sonora sonrisa. —Estar con él es como ir a la guerra, me deja extenuada.”
Y lo correcto es así:
—Como siempre, se ha portado como un hombre, hasta que no se va dos veces no para —Le contestó con una gran y sonora sonrisa —. Estar con él es como ir a la guerra, me deja extenuada.
Hay varios diálogos así.
En cuanto al relato, es una historia del típico presumido fanfarrón que se las da de mujeriego y que tiene ciertos problemas y solo así los tapa. Haz hecho un muy buen trabajo Ángel.
¡Saludos!
Hola Angel.
El tuyo no es un relato de los que entran en mi línea, pero no quería dejarlo de lado por ello.
En cuando a la forma, me parece correcto en su técnica.
En cuanto a su contenido, era previsible desde la presentación de la prostituta, aunque la inclusión del diccionario y de la entrada de cine me parecieron muy buenos.
Hola Ángel:
Lo primero de todo, gracias por pasarte por mi texto. Agradezco tu comentario.
En cuanto a tu relato debo decirte que me ha gustado. No soy demasiado amiga de los temas “subidos de tono”. Pero en este caso los personajes de tu historia enganchan. También me parece muy acertada la manera de intercalar los elementos del reto.
Nos leemos.