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El Mentiroso - por Tris Parr

Web: http://trispitas.wordpress.com

Es casi medianoche y sigo en la biblioteca, rodeada por pilas altísimas de libros que más bien parecen la silueta de una ciudad descompuesta. Me quejo en silencio por lo complicada que volví mi investigación sobre licántropos y lo difícil que es ver con la tenue luz que queda y los ojos hinchados de tanto llorar. Si fuese por mí, seguiría llorando en mi habitación en vez de estar aquí, pero tengo que terminar mañana, más bien, en unas horas, y no puedo perder más el tiempo.

Estoy tan cansada que no entiendo ni las palabras más fáciles, así que dejo el diccionario de latín en mis piernas y lo consulto cada pocas palabras que leo en un viejo libro sobre mitos. Una de esas veces en que consulto el diccionario, cae sobre la mesa el boleto de cine de la única película que vimos juntos y las lágrimas se arremolinan de nuevo en mis ojos al mismo tiempo que me azotan todos los recuerdos en una oleada gigante que amenaza con ahogarme.

Como todas las mujeres de mi edad, estaba obsesionada con la saga “Lobos y Semidioses”. Una historia de tan sólo cuatro tomos que contaba la historia de una manada de hombres lobo que luchando contra semidioses egoístas que pretendían terminar con la raza humana. Sí, lo sé, no suena como algo con lo que toda una generación de niñas que creció leyendo Harry Potter pueda sustituirlo, pero los personajes eran tan vívidos, tan reales, que casi eran tangibles a través de las páginas. Por supuesto que yo tenía una clara imagen de su protagonista, y como todas las demás fanáticas de la historia, soñaba con ser rescatada por el atractivo hombre lobo en una noche de luna llena.

Fue precisamente una noche de luna llena cuando lo conocí. Al principio creí que lo imaginaba. Cabello castaño un poco largo, patillas y barba incipiente que parecía extenderse agradablemente por todo el cuerpo. Ojos color ámbar. Alto y musculoso. Era el licántropo con el que tanto había soñado y que creía sólo existía en la mente de su autor y la mía, pero no, era real y se había fijado en mí.

Caí rendida de inmediato ante su encanto. No me importó su ausencia cada luna llena, excepto por aquella en que nos conocimos. Tampoco dudé cuando me dijo que era un hombre lobo de verdad. Me probó su amor anudando un antifaz de tela a mi muñeca. Me aseguró que, si algún día perdía el control durante la luna llena y yo estaba con él, usando el antifaz no podría dañarme. Y le creí. Portaba el antifaz como una promesa de amor verdadero.

Conocerlo sólo hizo que mi obsesión por los licántropos y los semidioses aumentara, a pesar de que me dijo varias veces que él jamás pelearía por salvar a los humanos, porque los semidioses eran una verdadera mentira. De cualquier manera, encaminé todos mis esfuerzos para hacer mi proyecto de titulación sobre licántropos y su existencia, porque después de todo, salía con uno.

Los primeros días todo fue normal, pero pasadas las semanas empezaron a cambiar las cosas. Salíamos sólo de noche, para que su manada no lo identificara, porque podía ver mejor, porque la noche era mejor que el día. Al principio lo acepté sin dudar, pero las salidas fueron cada vez más esporádicas. Dejé de dormir y comer solamente para esperar que entrara por mi ventana en la madrugada, sin embargo, la esperaba era interminable.

Evitó mis preguntas con besos ardientes y caricias suaves. Con una única salida al cine para la última función disponible. Me distrajo con sus encantos y sus palabras fáciles. Afirmaba que la luna en esa época del año era más poderosa y lo hacía peligroso. Y le creí. Le creí absolutamente todo hasta que una mañana lo vi en la Universidad, paseando de la mano con otra chica que lo miraba embobada y que también llevaba un antifaz de tela anudado en la muñeca.

Lo enfrenté y fue entonces que por primera vez dijo la verdad: esa era su forma de salir con muchas chicas a la vez. Sentí mi corazón quebrarse en mil pedazos, igual que el de la chica que ya no iba más tomada de su mano. Quise abofetearlo, gritarle, hacer algo, pero no pude. Fui tan ingenua que sólo me quedó ir a llorar hasta que mis ojos se secaran.

No me enamoré de un hombre lobo, me enamoré de un mentiroso.

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5 comentarios

  1. 1. Arnia dice:

    Hola

    El relato está bien. Me ha gustado mucho la frase final.

    Te comento lo malo que le veo, tómalo como lo que es, o son: criticas constructivas.

    En ocasiones utilizas frases demasiado largas. Un ejemplo : “Una de esas veces en que consulto el diccionario, cae sobre la mesa el boleto de cine de la única película que vimos juntos y las lágrimas se arremolinan de nuevo en mis ojos al mismo tiempo que me azotan todos los recuerdos en una oleada gigante que amenaza con ahogarme.”
    La sensación al acabar la frase es la misma que proclama la última palabra: ahogo.
    Personalmente metería un par de comas por ahí.

    Por otro lado, en la parte en que la relación va decayendo, veo desorden.
    En diferentes partes hablas de sus palabras o de las salidas que hacían.

    En esta frase “Evitó mis preguntas con besos ardientes y…”, cambiaría “Evitó” por “Evitaba”.

    Bueno espero que te sirvan para mejorar. El relato me ha gustado a pesar de mis objeciones. Creo que tienes un lenguaje claro que ayuda mucho en la lectura, esto lo considero una gran virtud.
    Saludos.

    Escrito el 17 marzo 2017 a las 18:56
  2. 2. Wester dice:

    Hola Tris,

    Me ha gustado en general el relato, está bien explicado y bien llevado. Escribes bien, con naturalidad y con sencillez.
    Creo que deberías hacer caso a los consejos del comentario anterior. Yo no soy muy bueno haciendo críticas porque estoy aprendiendo pero tras releer el texto con lo que ha dicho Arnia, creo que lleva razón, sobre todo en la segunda crítica ya que a mitad del texto parece que hay partes un pelín desordenadas o con información que no se sabe de dónde sale.

    Un abrazo Tris y enhorabuena por el trabajo, me ha gustado.

    Si quieres pasar por el mío, está en el 167

    Escrito el 19 marzo 2017 a las 12:42
  3. 3. Lila G. dice:

    hola, Tris. tu relato me pareció original y bien contado.
    Me gustó. Saludos.

    Escrito el 19 marzo 2017 a las 20:27
  4. 4. amadeo dice:

    Tris:
    Buen texto. Ameno y original. De acuerdo con los comentarios de los compañeros. Agregaría que encontré varias repeticiones cercanas de algunas palabras: elimina o busca sinónimos.
    Si lo lees en voz alta, varias veces, encontrarás los ajustes necesarios

    Estoy en el 4. Espero lo leas y me comentes tu parecer
    Un saludo

    Escrito el 20 marzo 2017 a las 02:22
  5. 5. Alonso García-Risso dice:

    Saludos Tris: Celebro tu relato. Lo has dejado escrito de un modo “natural y convincente”. Pude apreciar a cada paso, el caldo de cultivo de tu desencanto y tu reacción final.
    Al comentar un texto se dan muchos puntos de vista que naturalmente, decantan en opiniones diversas. Mi óptica se enfoca en ciertos aspectos que considero vitales e importantes: a).- Luego de leer un escrito (relato), ¿tengo comprensión satisfactoria de lo leído? b).- En el texto: ¿lo humano se desenvuelve adecuadamente? Por ejemplo: ¿los sentimientos están a las alturas o desentonan? …y tantas otras cosas, que en tu relato muestran una historia bien elaborada. ¡Felicitaciones!

    PD: Cierto es que hay más, como los aspectos técnicos, que en la mayoría de los casos enfrían y endurecen lo humano, en desmedro de lo estético, del estilo o lo natural…

    Escrito el 21 marzo 2017 a las 02:12

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