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El mentiroso - por Marula
Karen buscó en su celular la conversación por chat. El último mensaje que le había mandado seguía sin llegarle. Suponía que estaba en viaje, aunque ya nada era certero.
Al rato recibió un mensaje de Marcos. Seguía en la ruta, le quedaba un tramo largo aun, pero le avisaría apenas llegue a destino. Le envió también una foto del paisaje tomada desde el auto. Pero ese no era su auto! Se inquietó. Fue a la computadora y comenzó una búsqueda de indicios en las redes sociales. Eureka! Ahí estaba el auto de la foto. Se veía a la maldita pelirroja que no sabía que vínculo tenía con Marcos. Tampoco podía preguntarle. Su relación no estaba ubicada en el plano de “cuestionamientos y reproches”.
Repasó en su mente las situaciones dudosas donde él se quedaba incomunicado por un tiempo y luego aparecía con explicaciones de lo más extrañas: el celular se le había caído en la laguna cuando fue a pescar; se le había congelado el micrófono con el frío escalando en la montaña; el perro se lo mordió y le rompió la pantalla. Sumada la perdida de señal aleatoria durante el día.
Karen sabía que esas cosas podían suceder. Las circunstancias en que le pasaban y como él lo resolvía, era lo más dudoso. No quiso embrollarse más y se fue a dormir.
Cuando despertó, tomó el celular en forma automática y vio que tenía varios mensajes de Marcos. Le decía que había llegado bien y que descansaría un poco. Le envió una seguidilla de fotos del paisaje montañoso y una selfie acostado con la leyenda “SUPER CANSADO. Te mensajeo luego”.
Era la frase clave para darle a entender que estaría incomunicado por un tiempo.
Karen le respondió con la amabilidad y diplomacia que acostumbraba, para hacerle saber que, si bien estaba interesada en él, no vivía pendiente de sus mensajes.
Después de horas de no saber de él, revisó sus redes sociales y encontró que Marcos había publicado varias fotos del viaje. Todas eran dudosas. Parecía estar con alguien pero en las fotos salía solo. No quiso saber más, y apago la computadora fastidiada.
En ese momento le llegó un mensaje de voz de Marcos. Se escuchaba bastante mal. Le contaba que había ocurrido algo en las montañas, un derrumbe o algo así y no podía regresar. Las rutas estaban cortadas. Le decía que la extrañaba (eso sorprendió a Karen) y quería verla apenas regresara. Iba a intentar salir a la madrugada, si los caminos estaban mejor.
Como le sonó a una nueva excusa, decidió no responderle en el momento. Sintió de pronto el hartazgo, no merecía esto. Eran varios meses de incertidumbre y situaciones dudosas que la hacían sentir mal.
Decidió ponerle fin a la historia. Cuando tuvo bien pensada y practicada su respuesta, le grabo el mensaje de voz: “Gracias por lo poco que me diste. No puedo decirte que lo disfrute porque no fue suficiente como para sentirlo. Creo que no podes darme lo que necesito, y no te culpo. Simplemente elijo alejarme. Que tengas un buen regreso”.
Esa noche no durmió bien. Daba vueltas repasando todo. Revisó el celular un par de veces y el mensaje seguía sin llegarle. Hasta que se durmió agotada.
Despertó asustada por el sonido del celular que sonaba insistentemente. Eran mensajes de su amiga que le preguntaba si había visto las noticias sobre el alud en el sur, en las montañas, donde estaba Marcos!
Encendió la televisión, el noticiero transmitía en vivo desde el lugar. Hablaban de rutas bloqueadas, autos enterrados por rocas y barro desprendidos de la montaña. Había ocurrido durante la madrugada.
Y ahí lo vio. La imagen se acercó a la trompa de un auto enterrado en escombros, destruido. Se veía parte de la patente: …354
La sabía de memoria “¡Es Marcos!”. Nerviosa, tomo el celular y busco el chat. Marcos había recibido y escuchado su mensaje a las 4 de la mañana. Era su última hora de conexión.
En su relación, mayormente se comunicaban por mensajes. Así que decidió hacer lo que nunca y lo llamo. Espero el tono de llamada ansiosa hasta que escucho el “Hola” que le devolvió una voz de mujer. Completamente aturdida, corto.
Nunca supo que paso y ya no quiso averiguarlo. Todo terminó enterrado en mentiras.
Marula: muy bueno tu relato, desde el comienzo parece previsible, pero el final es sorprende. Un detalle de ortografía, el qué de la última oración lleva acento.
Nos seguimos leyendo.
Saludos.
Galia
Hola, Marula:
Gracias por tu visita y amable comentario.
Buena historia. Tu cuento es muy sencillo. Se mueve dentro de un ambiente creíble en nuestros días. Lo has narrado en forma correcta; manejaste bien los momentos del relato, incluso creando un breve “tironcito”antes de determinar queKaren tuvo razón en pensar mal de él y deshacerse de este gato mentiroso.
Un saludo.
Hola Marula, ya había leído tu relato, pero preferí poder volver a releerlo para escribirte mi comentario.
Me pareció interesante y enigmático.Buena narrativa de los acontecimientos y un desenlace final inesperado.
Me gustó.
Abrazo sureño, del sur mismo del planeta, la patagonia argentina.
María Julia
Hola Marula, gracias por leer mi relato y comentarlo. Leí el tuyo sin parar y me resultó entretenido, bien argumentado y me recordó un poco al cuento del lobo, aunque al final nos dejas en la incertidumbre con un interesante quiebro Al principio, encontré un adverbio mal empleado “suponía que, estaba en viaje”, no es “en ” sino “de ” viaje. Pero aparte de esto no me ha llamado la atención nada. La historia es propia de las relaciones de hoy en día a través de las redes sociales, lo que la hace muy creíble.
Un saludo.
Hola Marula.
Está bien tramado tu relato.
Hay una cosa que no me ha gustado: el adverbio “mayormente” creo que es impropio de ese personaje. Por lo demás muy bien.
¡Hola Marula!
Cuánto sabor a realidad. Lo cuentas entendible, sencillo pero, coherente. Me gustó mucho la trama, su desarrollo que permite la espectativa. No entraré en algunos temas de ortografía porque si lo lees tranqui te saltan solos.En el apuro, nervios se nos escapan. Lo importante…sabes hacerlo.Adelante por más.
Hola Marula, gracias por pasarte por mi relato, te devuelvo la visita.
Me ha gustado tu relato, se lee de un tirón y es interesante. Como dicen por arriba parecía previsible pero al final le das una vuelta de tuerca. Pero también nos dejas con la misma incertidumbre con la que se queda la protagonista. Yo no hubiese sido capaz de quedarme así, habría indagado hasta saber si él estaba bien, y si así era, me hubiese oído jajaja.
Hay un par de fallitos de forma, sobretodo alguna tilde que falta,(¡dichosas tildes!jeje) pero es de fácil solución.
Felicidades por el texto y nos seguimos leyendo.
Marula, es que yo a este Marcos, si me hace eso, le mando un sicario!!
Bastante paciencia tuvo Karen. Cuando cuesta encontrara a la media naranja, las relaciones tibias se alargan en un intento por que aparezca el amor verdadero… craso error.
Supiste transmitir los sentimientos de Karen, al leer la historia iba estando tan incómoda con la situación tal como lo estaría ella.
Buen trabajo, se lee muy bien y es muy actual.
Gracias por pasarte a leer mi relato y por tus comentarios!
Hasta la próxima.
Hola Marula.
Felicitaciones por el relato, bien escrito tanto desde la forma como desde el contenido.
En cuanto a mi apreciación. muy bueno!!!
Espero tus próximos relatos
Hola, Marula:
Gracias por tu visita y tu comentario a mi relato, te devuelvo la visita!!
Como pega, te diría que revises las tildes, hay algunas que faltan.
Por lo demás, muy actual, muy creíble, consigues que me ponga en el pellejo de la protagonista. Y muy buena la vuelta de tuerca al final.
Saludos,
Alycia