Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

El mentiroso - por M.M.ARIEL

—Mi querido Trasímaco. ¿Me preguntas que es la verdad? Es un concepto muy difícil de definir, pero te puedo dar varios ejemplos: en primer lugar, podría explicarse como la concordancia de lo que se dice con lo que se piensa o se siente. Es decir, la coherencia.

—¿Quiere esto decir que un ladrón, de esos que se ponen un antifaz o quizá una corbata, es coherente?
—Si una persona tiene pensado robar a su prójimo, y ante una pregunta responde: “Yo nunca robaría a alguien”, pero cuando ejecuta su pecado, no puede negar racionalmente los hechos, estamos ante una verdad.

—¿Que todos vamos a morir es verdad?

—Se dice que esa es una verdad de a puño, porque parece ser evidente. Mi perro Trosky, cuando digo que es un perro, la mayoría estaría de acuerdo en que eso es una verdad.

—El espejo que estoy mirando, ¿todo lo que refleja es verdad?
—Es la verdad, pero a la inversa.

—¿A la inversa?… te refieres…

—Mi querido Trasímaco, aunque vivamos la misma experiencia segundo a segundo, tú y yo viviremos una versión sensiblemente diferente de la verdad. Quizá tú la veas de izquierda a derecha y yo de derecha a izquierda.

—O sea todo depende.

—Así es. Todo depende del observador.

—Entiendo. Solo las cosas que se pueden demostrar científica o experimentalmente y que sean reproducibles, son de verdad.

—Eso no es del todo cierto. La física cuántica ha demostrado que los experimentos son todavía influidos por el observador. Es decir, el resultado del experimento está determinado por lo que el investigador espera obtener, o sea por su intención. A nivel subatómico, su mente envía un fotón con información, que a su vez colisiona con las partículas del experimento, desviando así su resultado.

—Entonces en la vida nadie puede asegurar que tiene la verdad.

—Al contrario. Todos podemos asegurar que la poseemos, la propia verdad de cada uno, pero que para el otro, no necesariamente lo es.

—¿Qué pasa con aquello en lo que todos o casi todos concuerdan en que es verdad?

—Son acuerdos a los que llegan agrupaciones de humanos, con algún tipo de afinidad, para facilitar la convivencia. Muchos de estos acuerdos son llamados estándares o normas. Sin embargo, estas normas por lo general, dependen del tiempo y lugar. Por ejemplo: los perros son comida, puede ser verdad en algunos lugares de Asia, pero aquí son mascotas muy amadas, y nunca las comeríamos. El medio de transporte más seguro y rápido es el caballo. Eso era verdad muchos años atrás, y no lo sé, quizá vuelva a ser verdad en mil años.

—Entonces todo evoluciona, inclusive la verdad.

—También eso puede ser relativo. Hay gente que dice todo con ínfulas de verdades universales. Hasta poseen un diccionario de latín con dos mil años de antigüedad, para garantizar la exactitud de sus palabras. Sin embargo, deberían también tener un diccionario de sumerio de seis mil años de antigüedad, pues allí es más verdadero el origen de las palabras.

—En conclusión, cuando dos personas discuten por algo, son un par de idiotas con argumentos que dependen de su experiencia, su punto de vista, su intención y lo que ellos creen que son verdades universales.

—En realidad mi querido Trasímaco, cuando dos personas discuten, son dos egos enfrascados en una lucha por vencer al otro, sin importar quien tenga la verdad.

—Agradezco mucho que me hayas ilustrado. De hoy en adelante seré más verdadero, por así decirlo.

—Ahora que conoces todo esto, es cuando debes admitir que eres un mentiroso.

A Trasímaco no le gustó mucho esta última observación, así que decidió dejar de hablarle a su ser, reflejado en el espejo. Miró su reloj, sacó del bolsillo una entrada de cine. Recordó que su novia lo esperaba, y salió de la habitación creyéndose poseedor de la verdad universal.

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

4 comentarios

  1. 1. Jesús A. Telles S. (Barquisimeto - Venezuela) dice:

    Muy interesante tu relato. No me esperaba que estuviera conversando con su reflejo. Muy original.

    Mi relato es el 135. Si puedes, léelo y dame tu opinión al respecto.
    Saludos.

    Escrito el 18 marzo 2017 a las 15:42
  2. 2. Earendil dice:

    Interesante relato, por lo menos.
    Si las conversaciones de este hombre ante el espejo siempre son tan profundas y enigmáticas, me siento un poco simple pensando en mi propia experiencia ante la misma situación (es broma, je,je)☺
    También podría interpretarse como un problema de personalidad múltiple, pues está claro que tu protagonista le confiere a su reflejo vida propia, hasta el punto de enfadarse con él.
    Sea como fuere, me ha gustado mucho este doble juego de verdades y mentiras, nunca mejor dicho.
    En el plano formal tengo que felicitarte por la impecable ejecución de tu trabajo, salvo un pequeño lapsus:
    * “¿Me preguntas que es la verdad?”____El “qué” con acento.
    Estoy tres pisos más arriba, en el 108, por si te apetece pasar a dejar tus impresiones.
    Un saludo.

    Escrito el 18 marzo 2017 a las 21:05
  3. 3. Anacinta MT dice:

    Hola M.M ARIEL:
    Buenas reflexiones .
    Final inesperado .
    Me ha gustado tu relato.
    Un saludo.

    Escrito el 19 marzo 2017 a las 18:45
  4. 4. Wurunkati dice:

    Pues ya te lo han dicho todo incluido el acento.
    El juego de reflejos y el final encajan a la perfección.
    Enhorabuena

    Escrito el 19 marzo 2017 a las 19:03

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.