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El mentiroso - por Thelma López Lara
Juan estaba desesperado, necesitaba urgentemente hablar con su única amiga y compañera de la universidad.
—¡Hola, Isabel! Necesito que vengas lo más pronto posible al cafetín de la universidad. No aguanto más, tengo que hablar con alguien sobre mi paseo y ese alguien eres tú —le dijo Juan.
—¡Claro!, espérame. Pero no quiero más mentiras, será la última vez que te escuche y nuestra amistad se romperá para siempre —le expresó su amiga de manera enérgica y decidida.
—Aquí estoy Juan, disculpa la tardanza, había mucho tránsito. Soy toda oído. —Jalando una silla y sentándose, dispuesta a escuchar a su amigo.
—Espera, ya te contaré. Antes de hablar, necesito ordenar dos tazas de café negro y tus galletas de almendras —dijo Juan, queriendo alargar la situación y a la vez complacer a su amiga, para que su historia extraña cayera en tierra fértil—. Amiga, no sé cómo comenzar.
—Tranquilo, yo te haré preguntas y así poco a poco me cuentas —le dijo Isabel, dispuesta a jugar de periodista para que Juan pudiera expresar eso que lo tenía inquieto—. ¿Cómo te fue en las playas del Pacífico el fin de semana? —Comenzó su amiga.
—Muy bien, pero no tan bien —contestó Juan entre dientes.
—Explícate mejor Juan, confía en mí. —Tomándole las manos y mirándolo fijamente—. ¿Estuviste solo en esas playas o acompañado? —Continuaba su amiga.
—Lo pasé con una japonesa. Pero hay un problema, no sé si fue real o lo soñé o los cocteles de ese hotel tenían algún ingrediente que me hicieron alucinar —le dijo Juan, encogiéndose de hombros y frunciendo el ceño.
—Por favor amigo, no estoy aquí para escuchar tus mentiras —le dijo Isabel.
—Espera, te contaré la historia completa. Yo me encontraba tendido en la arena, disfrutando del sol, la brisa del mar y por supuesto de un cóctel. Cuando de pronto, escucho una voz melodiosa y con acento extranjero, que me dice:
—¿Puedo acompañarle? —Juan hace una pausa.
—¿Y? —le pregunta su amiga, haciéndole señas con sus manos para que continúe.
—Era una mujer tan hermosa, que no pude negarme. Nos quedamos todo el día en la playa. Pasamos la noche juntos en el hotel. Además de bella, fina e inteligente, hablaba muy bien el español. Todo perfecto para entendernos y pasarla bien.
—Bueno, Juan, ¿eso era lo urgente que tenías que contarme? —le preguntó Isabel, bostezando y con cara de sueño.
—No, amiga. Eso que te conté fue lo bueno. Lo malo es que al despertar al día siguiente, mi japonesita ya no estaba a mi lado. Ella me dejó una nota… —Juan hace otra pausa.
—¿Qué decía la nota? Me tienes desesperada.
—Decía que ella había llegado a la playa por teletransportación. Y que a las tres de la mañana la teletransportaban a su país natal, Japón. —Juan no había terminado de contarle, cuando sintió una ráfaga de viento que le rozaba la mejilla. Él estuvo listo a esquivar la cachetada, sino los dedos de su amiga habrían quedado marcados en su rostro. —¿Qué te pasa, Isabel? —le preguntó Juan, sosteniéndole la mano.
—Adiós, Juan, no quiero amigos cuentistas. Además de mentiroso, ahora eres fantasioso. Nunca pensé que siendo tu mejor amiga llegaras a jugar con mi tiempo y mi espacio. Dejé de hacer la tarea de programación, para venir a escuchar puras fantasías. No me busques, ni me llames.
Diez años después, 2027. A Isabel la han invitado a una fiesta de exalumnos de la universidad. Ella no quiso aceptar la invitación para no encontrarse con Juan. Prefirió quedarse viendo un documental científico. En el espacio de anuncios, ella fue a la cocina por unos bocadillos. Cuando regresó vio una marquesina en el documental que decía: “Hace diez años los japoneses teletransportaron a la primera mujer a una de las playas del Pacífico de Costa Rica. Isabel, se suspendió del sofá y de inmediato llamó a Juan, pero su amigo no le contestó. Tomó el auto y se fue para la fiesta en busca de él para pedirle perdón. Pero Juan no se encontraba en la fiesta. En una de las pantallas del recinto, ella escuchó la voz de Juan. Efectivamente, era su amigo saludando a sus excompañeros vía Skype desde Japón junto a su esposa japonesa y sus dos hijas. Isabel no paraba de llorar, tomó el micrófono para saludarlo. Juan le contestó:
—Gracias a una ráfaga de viento que rozó mi mejilla, mi vida cambió. —Solo Isabel y Juan sabían de lo que hablaban.
Hola, compañeros de Literautas.
Les cuento, en mis dos años de estar en este taller de escritura, es la primera vez que no participo en el reto opcional. Además es la primera vez que cambio el relato. Siempre me quedo con la primera idea. Con el relato “El mentiroso” hice una versión con el reto opcional pero no me llenaba. Había algo que no daba con ese clic. Se lo doy a mi hijo para que lo leyera y también no tuvo su aceptación. Me propuse hacer esta nueva versión. Pero al terminarla me di cuenta que no había tomado en cuenta el reto opcional. Ya era muy tarde para cambiarlo.
Cosas de la vida.
Lo revisé como tres veces o más, pero siempre hay algo que a uno se le escapa. Me imagino que algunos de ustedes me lo señalará y yo estaré muy agradecida.
Saludos y un abrazo muy fuerte.
Hola Thelma querida!
Me encantó tu relato, no hay manera que una idea de ciencia ficción no nos apasione, sobre todo cuando muchas de ellas terminan haciéndose realidad. Esta es una de esas ideas que no creemos posible se cumplan algún día. Será posible?
Lo único que no me quedó claro es por qué el intento de bofetada de la amiga le cambia la vida al amigo. O será que la ráfaga de viento no era por la bofetada? Lo teletransportaron a él al Japón?
Por lo demás, me pareció una historia súper entretenida. Felicitaciones!
Por lo del reto opcional, te cuento, lo mío es peor: a veces cumplí el reto opcional y a veces no, no le di importancia. Pero en dos años y medio no había dejado nunca de participar en el taller. Esta fue la primera, porque no llegué por tiempo, y me sentí terrible. Pero hice la travesura de estar igual, y como tenía la idea la escribí y la publiqué en mi blog. Si tenés ganas y tiempo, está en https://contarelcuento.wordpress.com/2017/03/18/el-mentiroso/
Saludos!
Hola, Marcelo.
Gracias por leer mi relato. El intento de bofetada le cambió la vida al joven porque se dio cuenta que por sus interminables mentiras ya nadie le creía. Por eso hizo todo lo posible por viajar a Japón y buscar a la joven teletransportada y casarse con ella. De esa manera sus amigos y compañeros y en especial Isabel volverían a creer en él.
Pasaré por tu blog a leer tu relato.
Favor de enviarme tu correo, quiero comprar tu libro.
Un saludo desde Costa Rica.
Hola Thelma!
Ahora entendí lo de la bofetada, me parece muy bien.
Mi email para lo que gustes es marcelokisi@gmail.com
Pero yo lo había puesto cuando había posibilidad de conseguirlo en Buenos Aires por un amigo que llevó ejemplares desde Chile. Para Costa Rica la mejor opción que tengo es la de Buscalibre, el sitio chileno: http://www.buscalibre.cl/libro-hotel-paradise-cuentos-para-leer-sin-red/9789569312083/p/48030262
Acabo de entrar para chequear, y figura como “Agotado”! Para mí son excelentes noticias, pero tampoco sé cuántos ejemplares tenían 😛 VOy a avisar a la editorial para que repongan. De todos modos, fijate cuánto cuesta teniendo en cuenta el descuento que tiene por un lado, y los gastos de envío a CR por otro. No quiero que te fundas, mejor esperar a la versión digital, que espero que llegue pronto… 😉
Igual, desde ya emocionado por que lo quieras comprar, gracias! 🙂
Abrazos!!
Hola Thelma,
Es un relato muy original donde has sabido dar intriga hasta el final, pues no se sabía si era real o no la historia de la japonesa.
El final te ha quedado muy bien, pues has sabido hacer predominar la verdad por encima de todo.
El diálogo utilizado agiliza la acción y está bien utilizado.
En cuánto a lo del reto, yo creo que no debes darle tanta importancia. Lo importante es el tema e intentar sacar al máximo lo mejor de nosotros mismos. El reto como dice Literautas es opcional.
En definitiva, te felicito por tu relato.
Nos leemos!!!
Saludos Thelma.
Te confirmo que este mes no participo en el taller, ni la musa ha regresado y el tiempo se ha escapado. Eso sí, he querido leer sus relatos, con la condición que cumplieran con sus comentarios a los tres siguientes al suyo. Y tú lo has hecho.
Me gusta siempre marcar las mejoras, y después los halagos.
*Creo que sí se nota que cambiaste de idea. Lo primero que noté (en general al finalizar la lectura) es en el formato que empleaste. Hay mucho diálogo y poca explicación narrativa, cuando la ciencia ficción demanda un poco de más narrativa para captarla en su explendor.
* Hay un rompimiento de tiempo y lugar en el tercer diálogo. Tenemos a Isabel hablando por telefóno con Juan, y justo al siguiente renglón, es ella misma en la cafetería con él. Quizá eso funcioné muy bien en una escena visual, pero no en una de lectura. No sólo cortas de imprevisto ese espacio-tiempo, si no que continúa Isabel sosteniendo un diálogo. Cuando creemos, por costumbre, que cada raya indica la interacción de dos o más personas. Espero explicarme bien en esto.
*Repetición de palabras: Al inicio mencionas muy seguido, necesito/necesitar, universidad, alguien. Y la palabra “amiga” aparece diez veces, y “amigo”(s) cinco en el relato. Me parece excesivo.
*Formato del diálogo: Aunque todos los diálogos están bien, hay una falla con este (corregido):
—Espera, te contaré la historia completa. Yo me encontraba tendido en la arena disfrutando del sol, la brisa del mar y por supuesto de un cóctel. Cuando de pronto, escucho (escuché) una voz melodiosa y con acento extranjero, que me dice (dijo):«¿Puedo acompañarle?» —Juan hace una pausa.
La razón es que marcaste una raya para la respuesta de la japonesa, cuando la raya marca a una persona diálogando en persona. En los casos que se habla del diálogo de una persona no presencial, se marcará de otra manera «» o “”. Te he marcado algunos cambios de tiempo, recuerda que Juan está relatando un hecho en pasado, por lo que todo debe mantenerse así.
*He notado que usas el “le dijo”, evita ese le. Lo usamos mucho en América, pero es una muleta verbal. No es aceptado en la lengua escrita. Desde que usas #dijo# se comprende que es de una persona a otra. Avala lo mismo para los “se” y “me” que usamos tanto (me dijo/se sonrió, etc).
*El año. Debido a que no mencionas que el relato ocurrió en el 2017, sobra mencionar el 2027, si ya nos indicas que han pasado diez años. Esto es más una preferencia muy mía, ya que no hacerlo lo hace mas atemporal y ese 2017, no indica mucho, si no sólo el año actual.
*Te faltaron el cierre de comillas en la noticia que apareció en la marquesina.
*Algunas frases requieren punto y seguido y otras punto y aparte. Sólo recuerda que debe existir unión si están relacionadas y separación si marcan otro lugar-tiempo.
Lo que me ha gustado: *La idea central del relato, que en apareciencia es normal, pero tiene un transfondo inverósimil. Entre fantástica y ciencia ficción.
*Juan aunque era mentiroso compulsivo, ha dicho la verdad con un hecho menos creíble. Tal como el cuento del niño y el lobo. Llegando a rozar la paciencia de Isabel. Para que la veracidad del hecho, saliera a la luz como siempre sucede con la verdad.
*Como idea me parece muy buena, aunque no hay nada nuevo bajo el sol, los temas como viajes en el tiempo, teletrasportación o invasiones, parecen que nunca cansan al lector o expectador.
Y sobre el reto, no sientas fatiga por ello. Es opcional y tu historia no lo necesitaba.
Gusto de llegar hasta aquí. ¡Nos leemos!
Hola Thelma,
Me ha parecido un relato original respecto al contenido. No me esperaba lo de la teletransportación y me ha causado sorpresa. Pensaba que la aparición de la japonesa se trataba de algo onírico o fruto de alucinaciones debido a alguna sustancia química en la bebida como dejas entrever.
Al final has sabido resolver el enigma. Lo que más me ha gustado ha sido el final.
En lo referente a la forma, (eso es una idea personal). Pondría puntos y seguidos para agilizar más la lectura del diálogo, en lugar de comas. Por ejemplo:
“…No aguanto más. Tengo que hablar con alguien sobre mi paseo. ¡Y ese alguien eres tú!—le dijo Juan.”
No lamentes no haber seguido el reto, como ya te han comentado, no hacía falta, tu historia tiene “chispa”.
¡Un saludo y hasta el próximo taller!
Hola Thelma.
Con respecto a reto, tranqui. No siempre estamos con las mejores condiciones.
Con respecto al tema, roza lo ficcional de avanzada.
Me han quedado varias dudas con respecto al contenido: Las vacaciones ¿fueron en el Pacífico y luego se presenta la teletransportación de la japonesa fue hacia Costa Rica, Mar Caribe, Océano Atlántico?
No me cuadró mucho la siguiente frase: Pero no quiero más mentiras, será la última vez que te escuche y nuestra amistad se romperá para siempre . Creo que es conveniente reemplazar la Y por la O, ya que presenta una condición. Y además, si es tan grande la amistad, ¿puede quebrarse por una nueva mentira, a la que ya debe estar acostumbrada? En este caso era tan irreal que parecía ridícula para romper una amistad de años. Tan sólo apreciación personal.
Te espero los próximos meses.
Disculpa el error geográfico. Costa Rica tiene costas hacia el Océano Pacífico. Estaba pensando en Haití. Mil disculpas.
Hola Thelma,
Bueno, sobre tu relato he de decir que, aunque no participe, me suelo pasar por los relatos de otros compañeros y te he visto más inspirada en otros. Pero que le vamos a hacer, todos tenemos días buenos y días malos, yo misma no estoy del todo satisfecha con mi relato (es el 31 por si te apetece pasarte).
Ya te han comentado mas o menos, los principales fallos formales y también del contenido. Aunque me ha parecido original que uses sobre todo el dialogo, creo que falla un poco porque no termina de expresar bien todo lo que creo que quieres decir.
Bueno, no pasa nada, seguro que otro mes las musas te visitan y nos deleitas con un buen relato de los tuyos.
Por cierto, hace poco he abierto mi propio blog de escritura. Te dejo el link por si te apetece pasarte y echarle un vistazo.
¡Nos leemos!
https://escribiendoloinefable.wordpress.com
Gracias por leerme,Thelma. Tu relato es muy intrigante. Me ha tenido pillado hasta el final. Felicidades. Un abrazo.
Hola, Marcelo.
Gracias por leer mi relato y por tus palabras. Te comento, ya pasé por tu blog. Está genial tu relato sobre el profesor Jimmy. Te envié un correo.
Saludos
Hola, Henar.
Gracias Henar por tus palabras. Qué bueno que te haya gustado mi relato.
Saludos.
Hola, KMarce.
Gracias Marce por tus sugerencias. Ni lo dudes, las tomaré muy en cuenta.
De nuevo, muchas gracias.
Hola, Helena.
Qué bueno que te haya gustado el final de mi relato. Gracias por tus palabras.
Un abrazo.
Hola, Laura.
Gracias Laura por tu sugerencia y por tus palabras.
Te comento que mi bello país, Costa Rica lo baña el Oceáno Pacífico por el Oeste y por el Este el Mar Caribe. Tenemos muchas playas preciosas (mucho sol, playa, brisa, arena, un clima muy favorable, gente muy alegre). Por eso cuando nos preguntan:
—¿Cómo estás?
Siempre vamos a contestar:
—¡Pura vida!
Un abrazo.
Saludos.
Hola, Coral.
Pasaré por tu blog, gracias por compartir el enlace.
Muchas gracias por tus palabras.
Un saludo muy afectuoso.
Hola, Luis.
Gracias Luis. Qué bueno que mi relato te tuvo pillado hasta el final. De eso se trata, mantener la intriga y que el final no sea tan visible.
Un abrazo muy fuerte.