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El mentiroso - por Jose Luis

Tiempo antes de que Roblocho, el famoso muñeco viviente fabricado con madera, intimara con el Hada del Cabello Azul, vivió otras aventuras. Para aquellos que desconozcan quién es nuestro héroe: en su origen no era más que unos bastos trozos de madera de roble, tallados después por Pettogge, un artesano carpintero quien, además de darle la forma de un niño, fue asimismo capaz de insuflarle la vida, convirtiéndose, de facto, en su padre putativo. Un día, por determinadas razones que todavía no vienen al caso, Roblocho fue invitado por su padre a emanciparse (que Roblocho, en una ocasión, le arrojara a la cabeza un grueso diccionario de latín, nada tuvo que ver). El muñeco de madera lo hizo encantado, pues no deseaba que Pettogge siguiese tirando de sus hilos. El títere viviente decidió viajar por el ancho mundo.

Cierto día, la hija pequeña del leñador, una niña buena llamada Tecla, se encontró con Roblocho, que estaba llorando sentado en la entrada del pueblo al que acababa de llegar, aunque ella ignoraba eso.

—¿Qué te ocurre, amiguito? —preguntó la niña, inocentemente, con ganas de ayudar al desconocido, si estaba en su mano.

—He perdido mi entrada de cine —contestó él—. Mis amigos pueden disfrutar de la película pero yo no.

Tecla se quedó pensativa.

—Iba a comprarme unos caramelos, pero mejor otro día —dijo—. Toma mi paga. Compra otra entrada y ve con tus amigos.

Roblocho se puso contentísimo.

—Muchas gracias, niña. ¡Algún día te devolveré el favor!

Un rato más tarde, Tecla se quedó de piedra. Roblocho se había escondido en la parte de atrás de un carruaje de caballos, sin que el conductor le viera, y se puso a hacer burla de ella al pasar por su lado.

—¡Tonta! ¡No tengo amigos! —gritó, mientras enseñaba el dinero que le había regalado.

—¡Será mentiroso! —chilló la niña, mortificada.

Días después, Roblocho se encontró con un gato, que se llamaba Trumpo. El animal tenía un hambre atroz, porque aquel día su amo, el leñador, se había olvidado de alimentarlo.

—Pues acabo de ver un ratón bien gordo atravesar aquella valla, por un agujero.

Trumpo agradeció al muñeco la información y salió a la caza del roedor. Pegó un salto por encima de la valla y aterrizó en un jardín privado. Mientras tanto, entre risas, Roblocho se marchó corriendo. Tras la valla, como comprobó Trumpo por las malas, no había ratón alguno, sino un par de perros muy enfadados y con ganas de pelea. El pobre gato casi no lo cuenta.

—¡Será mentiroso! —maulló Trumpo, damnificado.

Prisca, la hija mayor del leñador, sufría mal de amores. Le gustaba el hijo del herrero, Romualdo, aunque éste amaba a otra. Sabiéndolo, Roblocho fue a hablar con Prisca, pero disfrazado con un antifaz para que nadie lo reconociera, pues había estado malmetiendo y causando embrollos por culpa de sus mentiras, y los habitantes del pueblo ya estaban hartos. Prisca no lo reconoció y cayó en la trampa.

—Sé que le gustas a Romualdo, pero no ha salido contigo porque no destacas entre las demás. Si te compras un bolso y te pones un vestido nuevo la situación cambiará.

—¡Pero eso es muy caro! —argumentó ella. Entonces se fijó en el exagerado bulto que lucía el muñeco en su entrepierna—. ¿Qué guardas en el pantalón?

Roblocho echó balones fuera.

—Calma, es mi tirachinas.

Con su labia, Roblocho hizo gastarse mucho dinero a Prisca por querer engalanarse, y concertó una cita con Romualdo. Pero cuando ella habló con el chico se llevó una tremenda decepción, ya que no quería verla ni en pintura.

—¡Será mentiroso! —bramó la desolada Prisca, en referencia a Roblocho.

Pero a cualquier cerdo le llega su San Martín, y la familia del leñador acabó vengándose del fulero títere. Un día lo acorralaron en un rincón y lo cosieron a preguntas, de tal modo que su gran secreto quedó al fin revelado: cada vez que mentía, cierta parte de su cuerpo crecía. El leñador supo aprovechar la situación, porque el precio de la madera de roble estaba en alza. Para que no se traumatizara, envió a casa a su hija pequeña, Tecla, pero luego le cortó de un hachazo el miembro viril a Roblocho, para vender la madera. Obligando al muñeco a mentir para que le volviera a crecer, repitió la operación suficientes veces como para recuperar el dinero perdido por la familia. Después expulsó a Roblocho del pueblo para siempre, so pena de decapitarlo si regresaba.

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16 comentarios

  1. 1. Anael dice:

    ¡Hola José Luis!

    Menudo giro del cuento tradicional. Y aún así conserva el espíritu y la cultura de los cuentos de hadas: cruel y aleccionador sin consideraciones. Iba a decir que a lo mejor debería llevar un +18, pero recordando la esencia de los cuentos de hadas, mejor que lo dejes como está. Así se criaban generaciones que handemostrado ser mucho más fuertes que la nuestra, así que no veo la necesidad de edulcorarlo todo. Me ha gustado mucho, y el giro que le das a los personajes con el cambio de nombre es estupendo, cada uno tiene un poco del cuento tradicional y otro poco del tuyo. hay un giro en lo nombres como hay un giro en la historia. Me gusta el simbolismo. En realidad no lo siento por nuestro protagonista, se merece lo que le ocurre por mentiroso y malvado.

    De la forma nada que decir, Esta vez no hay lentejas para ti 😀 Está muy cuidada, se lee con un ritmo ágil y sencillo, y los diálogos y la puntuación, que son mi eterna guerra, están perfectamente ejecutados. El reto opcional está perfectametne integrado… Enhorabuena por un gran trabajo y una muy buena historia. He disfrutado.

    Si tienes tiempo, me encantaría que te pasaras por mi relato a repartir las collejas literarias que consideres necesarias 😉 https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-42/7495

    ¡Un abrazo, nos leemos!

    Escrito el 17 marzo 2017 a las 20:12
  2. Hola José Luis: muy buena la recreación de los cuentos que maquillaron nuestra infancia.

    Escrito el 17 marzo 2017 a las 20:46
  3. 3. Yoli L. dice:

    Hola José Luis

    Muy entretenido tu relato, tendré que buscar la primera parte de Roblocho para disfrutar la historia aún más.

    Sobre la forma, es mi tercera vez en Literautas, por lo que aún estoy aprendiendo.

    Por si tienes un tiempín, mi relato es el #82, me encantaría saber tu apreciación del mismo https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-42/7393

    Saludos!

    Escrito el 17 marzo 2017 a las 21:54
  4. 4. charola dice:

    Hola José Luis!

    Qué relato tan bueno que te salió, ¿eh? Me encantó. Discurre aparentemente simple, con una carga de fantasía, pero es muy profundo y aleccionador. Texto muy cuidado, ágil y con buen ritmo. Se lee de corrido.

    Felicitaciones.

    Escrito el 18 marzo 2017 a las 00:28
  5. 5. Yoli dice:

    Hola, Jose Luis.
    Me ha gustado tu relato, sobretodo el final, ha sido gracioso eso de que solo le crezca una parte del cuerpo 😀 También me gusta que hayas explicado su pasado, sobretodo para los que no hemos leído la primera parte.
    Lo he encontrado bien escrito, aunque hay algún detalle que yo cambiaria, por ejemplo:
    —¡Será mentiroso! —bramó la desolada Prisca, en referencia a Roblocho. Lo de poner “en referencia a Roblocho” yo lo quitaría, pues se entiende que se refiere a él.
    Cuando comienzas ha describir el pasado del Roblocho, yo lo pondría un punto y aparte después de “heroe:…”, aunque esto es cuestión de gustos, algo así como:
    Para aquellos que desconozcan quién es nuestro héroe:
    En su origen no era más que unos bastos trozos de madera de roble…
    Si quieres leer el mio, soy el 27.
    Saludos.

    Escrito el 18 marzo 2017 a las 14:03
  6. 6. Guagner dice:

    Cuentito con moraleja.
    Técnicamente perfecto. Yo le cambiaría miembro viril por pene, pija o lo que corresponda.

    Escrito el 18 marzo 2017 a las 20:04
  7. 7. beba dice:

    Hola, José Luis:
    Un cuento de raíz y estilo antiguos. Pinocho se cambió de madera y crece por otro lado.Buen manejo gramatical y literario, aunque a veces se vuelve reiterativo. Muy buena y original la idea de ir podando y recogiendo más madera a cada mentira.
    Un saludo.

    Escrito el 18 marzo 2017 a las 21:05
  8. 8. ortzaize dice:

    hola pinocho al poder,
    he visto reflejado una coleccion de cuentos de mi infancia, que me tenian enganchada, con otros nombres muyyyyy rebuscados
    muy entretenido.alguna cosa que se podia mejorar ya te lo comentaran los compañeros.
    saludos.

    Escrito el 19 marzo 2017 a las 11:38
  9. 9. Jack Elkyon dice:

    Me he reido mucho. Felicitaciones. Ingenioso y bien escrito.Trabajándolo un poco más lo puedes convertir en un cuento erótico.

    Saludos.

    Escrito el 19 marzo 2017 a las 16:31
  10. jeje yo ya decia que habian demasiadas referencias a pinocho. Pero ese giro final lo compenza todo. Buen relato, aunque no es tan infantil como pareciera al principio.

    Saludos, espero seguirte leyendo. Cuando puedas pasa por el mio (61).
    PD: no se colocar acentos en esta tablet.

    Escrito el 19 marzo 2017 a las 18:07
  11. 11. Osvaldo Mario Vela Sáenz dice:

    Hola José luis, el tuyo es un cuento fenomenal muy bien llevado; tu ágil escritura es primordial para lograrlo.

    Con el desenlace caigo en cuenta que después de su experiencia en el pueblo del leñador, su secreto quedó en secreto. Pues al tiempo volvió a tener suficiente roble para convencer al hada del cabello azul.

    Muy bueno, Felicitaciones.

    Escrito el 19 marzo 2017 a las 18:16
  12. 12. Laura dice:

    Hola José Luis.
    Un relato muy bien manejado, llevándonos a la infancia y trayéndonos de vuelta de un golpe.
    Me quedó un poco anacrónico lo de la entrada de cine y el carruaje de caballos.
    Me resultó espantoso el final, espantosamente cruel.
    De todos modos, un relato muy bien llevado. Sigue escribiendo

    Escrito el 19 marzo 2017 a las 22:36
  13. 13. Oda a la cebolla dice:

    ¡Hola, José Luis!
    Original vuelta de tuerca la que le diste al cuento original. Me gustó bastante. Saludos y ¡seguimos leyéndonos! Buenas tardes.

    Escrito el 20 marzo 2017 a las 14:10
  14. Hola Jose Luis.

    Jajajaja, muy bueno. Aún me estoy riendo con esta versión.

    -Calma, solo es mi tirachinas.
    Esta frase tan macarra es genial. Ahí ya no pude parar.

    Utilizas bastantes expresiones muy trilladas pero la verdad es que me da igual porque, al fin y al cabo, todos conocemos el cuento y lo que importa es el giro qué tú le has dado.

    Enhorabuena compañero. Hacer reír en literatura no me parece nada fácil.

    Te invito a que pases por mi relato y lo despellejes a gusto:
    https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-42/7408

    Nos seguimos leyendo.

    Escrito el 21 marzo 2017 a las 11:56
  15. 15. Cryssta dice:

    Hola Jose Luis, un relato muy bien escrito. Ayer lo leí rápido porque no tenía tiempo, hoy lo he leído con calma para buscar los mejorables.

    Para hacerlo siempre me paso los relatos a Word para poder ir marcando lo que tengo que comentar. Cuando he llegado al final (sin nada marcado) he pensado que no había copiado todo el relato. ¿Conclusión? Creo que el final no parece un final.

    Para arreglarlo, ya que la mencionas al principio del relato, podías hablar del Hada del Cabello Azul y del fin de Roblocho (ya lo veo venir, el Hada venga decirle «Miénteme Roblocho» y él echado a perder de tanta humedad). Ahí lo dejo.

    Escrito el 22 marzo 2017 a las 09:01
  16. 16. Galia dice:

    José Luis: te aclaro lo de la “doble identidad”, al principio entendí que había que identificarse conmo uno se llama pero después medité que si lo hacía de esa manera, los participantes del blog no podrían identificarme y hacerme una devolución de sus comentarios, por eso empecé a firmar como Galia.
    Gracias por la molestia que te has tomado de leer con detalle, veo que tienes propensión por el uso de comas, algunas realmente necesarias, otras, no.
    Detrás de ese relato, que no es una crónica policial, hay una historia familiar y quizás la empatía que sentía con la protagonista y con la situación, no me haya permitido pensar en “otros lectores”, de todas maneras la recepción no fue negativa.
    Nuevamente, gracias.

    Escrito el 25 marzo 2017 a las 01:23

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