Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

El mentiroso - por Art Vandelay

Jorge había batallado intensamente contra sus dudas e inseguridades para llegar a este punto, los momentos culminantes de su cena con Pamela, su hermosa compañera de trabajo. Era una rubia espectacular por donde se la viera, su belleza estaba por encima de cualquiera de sus colegas, simplemente no tenía comparación. Y para Jorge, que a lo sumo podía ser un hombre de atractivo promedio, "del montón", y que se jactaba de tener una barba muy varonil y de alguna forma elegante, esto era una situación extraordinaria, habiendo estado tan acostumbrado a estar con mujeres promedio como él o incluso de "niveles" inferiores al suyo.

No le parecía real la forma en que era capaz de sortear los obstáculos que se le presentaban a lo largo de la noche, los muchos "shit tests"[1] que Pamela le soltó todo este tiempo, esto tenía que ser una de sus fantasías: fue hasta el baño del restaurante y se cacheteó suavemente las mejillas, abrió bien los ojos para ver si sus pupilas estaban en orden, golpeó con el puño la mesada de mármol; no se le ocurrían otras formas de saber si esto era real, pero no quería quedar raro con Pamela así que regresó después de mojarse el rostro.

El mozo les trajo una nueva botella de vino, solicitada por Pamela y les preguntó si querían postre. Ella pidió flan y él, turbado y con la vista nebulosa como resultado de la mezcla entre la música de fondo suave que sonaba en los altavoces, el ambiente húmedo y pesado que había en ese baño, las múltiples copas de vino que se había servido para mantener la confianza alta y ese rojo tan delicioso que Pamela había pintado en sus labios que no podía dejar de ver, simplemente se limitó a decir:

—Lo que pidió ella.

Después, mientras estaban comiendo el flan, Jorge recuperó el ímpetu y quiso terminar con el silencio que se había gestado. En una situación como esta, el silencio no podía ser otra cosa que incomodidad.

—Tengo que decir que todavía estoy bastante sorprendido de que me hayas aceptado la invitación.

—¿Por? —Pamela le responde luego de meterse un bocado de flan de vainilla.

—No pensé que yo fuese de tu tipo.

—Yo no tengo "tipos". El aspecto físico mucho no me importa.

Pamela saca la cuchara de su boca tras comerse lo último que quedaba del postre, en un movimiento que por su lentitud resultaba muy erotizante para Jorge, y tomó un sorbo de vino para ayudar a que el pedazo de flan tenga un mejor viaje por el esófago. Su respuesta, sin embargo, no estaba completa:

—Para ser honesta, lo que más me importa es su personalidad y… que esté bien dotado. Estoy hablando de tener un buen tamaño, unos veinte centímetros, de otra forma no puedo ser satisfecha. Y yo tengo que estar satisfecha siempre. Además estoy buscando tener una relación a largo plazo, y sería demasiado exigente si busco hombres lindos, con buena personalidad, y dotados. Es muy poca gente la que reúne esas tres condiciones. Así que prescindo de la belleza, pero no del placer, necesito del placer para vivir bien, estar feliz y no comportarme como una loca, —Pamela levanta la voz— ¿Me explico?

Pausó para tomar otro sorbo, quizás esperando una reacción de Jorge, que tan bien había superado los "shit tests" de la noche. Pero él no hacía nada, por lo que Pamela lanzó su remate:

—Cuando acepté tu invitación lo hice porque aunque no hablemos mucho en el trabajo parecés ser un buen tipo. Ahora, lo que quiero saber es si estás bien equipado, si tenés lo que hay que tener…

Jorge se recuperó, hizo fondo blanco, y perdiendo la formalidad que mantuvo durante la cena, se secó pasándose el dorso de la mano por la boca. Esta era la última batalla, la más difícil, y no estaba dispuesto a perderla así como así:

—Sí, obvio que tengo lo que hay que tener. Terminamos esta botella y vamos para mi casa, ¿Te parece?

——

[1]Los shit tests son breves pruebas que una mujer realiza a un hombre diciendo o haciendo algo con el objetivo de juzgar su respuesta.

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

4 comentarios

  1. 1. Táctico dice:

    Buenas Art Vandelay

    La historia está bien resuelta, y me ha gustado. Aunque no puedo evitar pensar que, dado el título del relato, Jorge va a tener que preparar algo muy especial. Como no tenga esos veinte centímetros…

    Tampoco conocía los “shit tests” por su concepto formal, derivado del mundo anglosajón claro.

    Entrando ya en materia, cuando escribes “…por encima de cualquiera de sus colegas,…” me costó un poco entenderlo o, mejor dicho, me sacó momentáneamente de la lectura. Creo que algo como “…por encima de la de cualquiera de sus colegas,…” es lo que en mi opinión le hace falta, pues estás haciendo referencia al término belleza que escribiste al inicio de esa frase.

    Tu uso de los dos puntos en “…fantasías: fue…” me desconcierta un poco. Quizás sería preferible un punto.

    Posteriormente, cuando escribes “el silencio no podía ser otra cosa que incomodidad.” La palabra incomodidad me resulta extraña en ese contexto. Yo creo que algo como “…ser otra cosa que incómodo.” o “…generar/producir otra cosa que incomodidad.” encajan más en la frase.

    Me ha parecido, sin lugar a dudas, un buen relato. Espero seguir leyendo tus escritos.

    Un Saludo

    Escrito el 18 marzo 2017 a las 08:22
  2. 2. Marula dice:

    Hola! Como habra resuelto Jorge la cuestion! La historia de quien se ve obligado a mentir y sostener su mentira para conseguir algo tan deseado, sin pensar que no hay manera de zafarse en estos casos. Muy bien narrado, detalles y descripcion de las emociones del protagonista. Felicidades

    Escrito el 20 marzo 2017 a las 20:34
  3. 3. DIASPORA dice:

    Es un tema manoseado y más un invento de los hombres que una ilusión de las mujeres. El caso es que hablando literariamente, se sospecha que Jorge es el mentiroso. (al rato hasta la misma Pamela está alterando la verdad).

    Excelente la narrativa

    Escrito el 22 marzo 2017 a las 04:39
  4. 4. Patricia Luna dice:

    Hola!
    Me encantó tu final, si bien es cierto que todo indica que Jorge es el que debe mentir, a mí me pareció que Pamela es la que miente por tu comentario de los shit tests. Es mi impresión.

    Escrito el 25 marzo 2017 a las 22:33

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.