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El mentiroso - por Jorge Luis Escalante Pava
—Me has dejado ciego maldito estúpido —fué lo único que gritó con rabia el joven abogado después que le retiraran la máquina que tenía frente a su cara, y luego de aquel alarido escupió en dirección a donde había escuchado la voz del ejecutor informándole que había acabado su labor; acertándole en la nariz y los labios; comenzó a llorar de rabia. Acababan de tatuarle esa horrenda marca que cubría casi la totalidad de su rostro, de tonos negruzcos, rojizos y cafés, cuya figura era la de un viejo buitre carroñero; conocida como el antifaz nefasto, por haber sido hallado como un «mendaz». El era el último culpable del día que se acostaba en la camilla de la sala del juicio. El ejecutor, que era un anciano elegante y cortés que siempre vestía de blanco, aunque acostumbrado a gritos, maldiciones y lloriqueos de todo aquel a quien le tocaba poner aquel viejo dispositivo electrónico, casi nunca lo escupian; por lo que apretó fuertemente las correas que sujetaban al doctor de leyes por los brazos, pecho y piernas y en silencio fue a lavarse en el baño.
El jurista al notar que los cinturones que lo apresaban no se soltaron, comenzó de nuevo sus gritos —Oye tu, viejo desgraciado, que te vistes de blanco creyendo que con esa pulcritud vas a ser mas justo que yo, que conozco bien las leyes y se como lidiar con personajes como tu. ¿Acaso no sabes quien soy yo?, pendejo insolente de alcantarilla, ¿Se te olvidó quien es mi familia y la familia de mi novia?, escúchame muy bien, estás en mi lista y pronto encontrarán tu decrépito cuerpo en un pantano con la boca llena de hormigas y mi saliva maquillando tus arrugas —. El ejecutor se acercó a la litera con la cara lavada y en el silencio que lo caracterizaba, untó un unguento en la cara del joven mozo que de inmediato hizo que el picor cesara y recobrara la vista en el acto. Para sorpresa del reo, el caballero con una voz calmada, llena de seguridad y sin miedo musitó —Por supuesto que conozco su identidad joven doctor, conozco muy bien a sus abuelos y padres multimillonarios, como también he leído de su hermosa novia como del poder económico en la que ella se desenvuelve, sin embargo, usted se encuentra aquí ante la ley —, el abogado al escuchar éstas palabras lo miró con desprecio y en su tono de rabia gritaba al punto que su cara demudo aún más del odio —si tanto me conoces pervertido masoquista, procura soltarme ya y atente a las consecuencias, te demandaré por malos procedimientos de juicios y sabrás que…—, el distinguido ejecutor puso una cinta en la boca del letrado para que no siguiera hablando y siguió con su tranquila conversación que había quedado interrumpida por aquel estallido de ira —hay un antiguo dicho que dice «hay quienes hablan como dando estocadas de espada, mas la lengua de los sabios es medicina», no solo intentaste herirme de palabras, sino que has usado aquello que suaviza tu lengua para humillarme y decir cosas que no son ciertas, por lo que una vez mas vuelves a quedar como un «mendaz», ¿te acuerdas lo que dice el diccionario de latín de «mendaz»? —, el anciano tomó un foco de mano y lo puso en lo alto del abogado, y siguió —curiosa forma como la nueva ley acusa a los mentirosos, que con solo acercar la luz a un individuo, éste no emite sombra alguna. Demoraste mucho en caer, sabías cuando y como moverte gracias a tus conocimientos de leyes, sin embargo, que tonto fuiste, que con solo un tiquete de entrada de cine fuiste capturado. Estuviste en todas las noticias, tus acusaciones llevaron a tus abuelos y padres a llevar esa misma marca que ahora tienes estampillada por tu codicia a la acaudalada herencia; los llevaste a infringir la ley mintiendo y bueno, ya sabes el castigo por la mentira, el antifaz nefasto. Esa entrada de cine con la que demostraste que tu familia era mentirosa, debiste quemarlo, pero tu orgullo hizo que lo mantuvieras como un recuerdo y bueno, el resto es historia. Ellos son tan diferentes a ti, ésta mañana mientras los tatuaba con la máquina estaban tan callados y a ti tuve que amordazarte.
El señor de blanco llamó a los guardias que esperaban fuera para que trasladaran al nuevo miembro de los buitres carroñeros a la isla del infierno.
Jorge: al relato le falta contextualización.Presentas una imprecisión ya que en latín la palabra es mendax. Hay una falta de concordancia, “entrada y quemarlo”. No están profundizadas las características del personaje y porqué el hombre de blanco destila tanto odio. y el porqué del juicio.Faltan algunos acentos, pronombre él, verbo saber, sé, etc. Quizás tengas bien en claro la escena pero no llega de igual manera al lector, quedan muchas dudas.
Hola jorge! Un cuento muy original. Me da la sensacion que la historia surge desde el reto de utilizar “antifaz” y de ahi creaste todo este cuento conectando con fluidez la mentira, el diccionario de latin, un juicio y un castigo. Genial, felicidades!
Hola Jorge, tu relato me parece interesante aunque me ha costado leerlo, para mi gusto le falta trabajarlo bastante más.
Deberías trabajar los signos de puntuación. Para ello nada mejor que leer el texto en voz alta. También te conviene revisar la entrada que hay en el blog donde se indica cómo escribir los diálogos.
Otras cosas que he visto que se pueden mejorar:
– sobra “fue lo único que”, yo lo dejaría así: “gritó con rabia el joven abogado después de que le retiraran la máquina que tenía frente a su cara. Luego de aquel alarido, escupió en dirección hacia donde había escuchado la voz del ejecutor acertándole en la nariz y la boca.”
– “Acababan de tatuarle la horrenda marca, que cubría casi la totalidad de su rostro, en tonos negruzcos, rojizos y cafés y cuya forma era la de un viejo buitre carroñero.”
– “Él era” las mayúsculas se acentúan y ese “él” además por ser pronombre personal
– revisa la frase que empieza con “El ejecutor, que era un anciano elegante…” está mal construída
– ” al notar que los cinturones que lo apresaban no se soltaron” va entre comas porque es una aclaración
– “Oye, tú”
– “más justo que yo”
– “sé cómo lidiar con personajes como tú”
– “¿Acaso no sabes quién soy yo?
– tras “alcantarilla” va mejor un punto, además si pones una coma tienes que empezar la pregunta en minúscula
– “y en silencio untó un ungüento”
– “con una voz calmada, llena de seguridad y sin miedo” entre comas porque es una aclaración
– “como también he leído de su hermosa novia y del poder económico”
– “el abogado, al escuchar éstas palabras, lo miró con desprecio y, en tono de rabia, gritó al punto que su cara demudó aún más por el odio”
– “pervertido masoquista” entre comas porque es aclaración
– “te demandaré por mal procedimiento en el juicio”
– “siguió con la tranquila conversación”
– “una vez más”
– “curiosa forma cómo la nueva ley acusa a los mentirosos, que con solo acercar la luz a un individuo, no produce sombra alguna”
– “sabías cuándo y cómo”
– no se entiende cómo con una entrada de cine se demuestra que la familia es mentirosa
– “esta mañana”
Te animo a que sigas escribiendo y antes de mandar el relato lo repases varias veces leyendo en voz alta para detectar los fallos.
Espero haberte ayudado.
Hola Jorge
Creo que el contenido del texto es muy bueno. Sin embargo me costó leerlo. La escritura no es clara. Son muy oportunos y completos los comentarios de Crissta en ese aspfecto. Si logras corregirlo resultará un muy buen cuento
Saludos
Hola amigos. Saludos desde Colombia.
Agradezco en verdad sus comentarios y críticas porque apenas estoy sumergiéndome en el mundo de la literatura y estoy en etapa de aprendizaje. Tengo y tendré en cuenta sus comentarios para perfeccionar el arte, porque es algo que me fascina y le dedico tiempo.
Gracias mil por sus aportes.
Hola Jorge.
Tu relato me ha parecido muy bueno a pesar de algunos detalles en cuanto a su forma.
Creo que todos los que aquí estamos es porque consideramos que podemos aprender de los otros y aportar también a otros, siempre con buena onda.
Sigue escribiendo.