Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

El mentiroso - por Alycia

Despuntaban las primeras luces del alba cuando Iz atisbó el pueblo en el horizonte. Si no se apresuraba, llegaría cuando los campesinos hubiesen marchado ya a sus sembrados a acometer su labor. En lugar de eso, instó a su montura a abandonar el camino en dirección a un pequeño claro que se dejaba entrever en la arboleda.

Una vez allí, desmontó y dispuso lo necesario para encender una pequeña fogata en la que calentar agua para su té, y de paso, sus manos heladas. Pero el frío se le había instalado muy dentro y desde allí se propagaba por todo su ser sin que hubiese modo de espantarlo.

Aún así, se sentó junto a la hoguera, muy cerca, todo lo cerca que pudo, de las llamas, mientras permitía a su yegua un merecido descanso. Llevaban cabalgado toda la noche.

—¿Cuántos pueblos van ya? —murmuró para sí—. ¿Cuántos? ¿Cuántas vidas he truncado?

—Desmasiadas —le contestó el rumor del fuego.

Iz, el niño mimado de la corte, ni era ya un niño, ni mucho menos el consentido de nadie. Su misión se había encargado de ello. Qué necio había sido, vestido de sedas y protegido por La Dama Blanca. Qué necio. Había creído que la realidad era aquello: el lujo y la comodidad del gran castillo, la arrogancia de los señores y las damas, los grandes banquetes, el lecho cálido y el placer de la lucha cuando la espada apenas se tinta de sangre…

Iz, el heraldo, ahora. En nombre del Rey.. Recorriendo el reino y sembrando la desdicha a cada paso. Dio un sorbo a su té, tan acre como sus pensamientos. No sabía durante cuánto tiempo más sería capaz de llevar a cabo la tarea que Su Señor le había encomendado, pero sí que este sería otro día oscuro.

Se pondría en camino y al atardecer llegaría a la posada. Su presencia no pasaría desapercibida, porque era un extraño y porque vestía el uniforme de la guardia. Pronto los campesinos se le acercarían en busca de noticias, los jóvenes ansiando relatos de gloria y las mozas anhelando el romance. Y el heraldo de rey cumpliría con todos. Contaría unos cuantos chismes banales sobre los nobles. Relataría las últimas escaramuzas de la guardia. Hablaría de la guerra inminente en el norte y de lo bien adiestrado que estaba el ejército de Su Majestad; por supuesto, cualquiera podía acudir al reclutamiento de nuevos soldados, cualquier voluntario sería bienvenido. Narraría batallas y triunfos, historias de héroes y bardos, y, deslumbrados por sus palabras, al menos un tercio de los jóvenes de la villa marcharían hacia su propia destrucción en los días siguientes. Lo había visto muchas veces ya. Y hacía bien su trabajo.

De hecho, muchos estarían dispuestos a marcharse con él al alba. Y como siempre, no lo consentiría. Pediría que lo reconsiderasen, que se despidiesen de sus madres, de sus novias, de sus abuelos, que preparasen con cuidado su viaje. Así era como adormecía su conciencia. Pero siempre había alguno que insistía de más. Alguno más pobre, o huérfano, o más hambriento de aventuras, o más hastiado de la vida monótona del campo. Más inconsciente, más inocente, más necio. Y a ese sí lo llevaría consigo, lo tomaría bajo su protección. Lo que no le contaría es que el rey requeriría personalmente sus servicios y que nadie volvería a verlo con vida.

El sol estaba en su punto más alto, el té estaba frío y el fuego se había consumido. Iz recogió sus pertenencias con la mirada perdida, montó en su yegua y volvió al camino. Qué necio.

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

4 comentarios

  1. 1. Marián dice:

    Hola Alycia. Que bonito relato has armado. Y que cruel porque resulta muy verosímil. El personaje queda muy bien presentado con sus reflexiones y sus acciones. El ritmo es bueno y mantenido a lo largo de todo el texto. Esto son percepciones totalmente personales.
    Creo que hay un par de erratas, sin mayor importancia:
    En “…llevaban cabalgado toda la noche…” será “cabalgando”.
    En “…Y el heraldo de rey…” será “del”.
    Me gustó mucho leerte.
    Saludos, (185)

    Escrito el 18 marzo 2017 a las 02:51
  2. 2. lectora70 dice:

    Hola Alycia!

    Me ha gustado mucho tu texto. La lectura se hace fluida a pesar de no tener mucho diálogo. El narrador describe perfectamente al protagonista Iz.

    Un saludo!

    Escrito el 20 marzo 2017 a las 09:15
  3. 3. Paola dice:

    Hola Alycia

    El relato está bien estructurado y se lee bien. Claro y conciso. Un buen mentiroso!

    Me ha gustado como pasas del pasado al condicional separando en dos partes el relato, esto hace que tenga dinamismo aún en ausencia de diálogos.

    Pequeños detalles que yo cambiaría: “Si no se apresuraba, llegaría cuando los campesinos hubiesen marchado ya a sus sembrados a acometer su labor”.
    Quitaría “a cometer su labor” se entiende.

    ” Pero el frío se le había instalado muy dentro y desde allí se propagaba por todo su ser sin que hubiese modo de espantarlo.” Me parece una oración un poco rebuscada y no cuadra con el estilo general.
    Justo después de ese párrafo dices:”Aún así, se sentó junto a la hoguera, muy cerca, todo lo cerca que pudo, de las llamas,” yo quitaría en “aún así” puesto que sería un “justo por ese motivo”.

    Yo hubiera introducido discurso directo aunque solo fuera con el fuego (como habías empezado a hacer) o con el caballo para que la escena fuera más redonda, de todas formas el relato está muy bien.

    Saludos.

    Escrito el 20 marzo 2017 a las 12:19
  4. 4. Marula dice:

    Hola Alycia. Me gusto mucho tu historia. Con tan pocas palabras lograste describir al protagonista, su pasado, su tarea, sus emociones y pensamientos con respecto a ésto, hasta se sintió su dolor y resignación por el trabajo que hace. Detallaste como engaña a la gente, como los manipula, hasta incluiste algunas características de los engañados por Iz. Muy bien logrado.
    Felicitaciones!

    Escrito el 23 marzo 2017 a las 19:40

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.