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La apuesta. - por MARÍA JESÚS

Susana esperaba, muerta de miedo, que amaneciese para poder salir del cementerio en el que estaba pasando la noche para ganar una apuesta. Lo macabro del asunto, era que esa apuesta, la había hecho con su difunto hermano, dos años atrás. De modo que ahora, ahí estaba, hecha un ovillo, recostada contra la tumba de Víctor, tiritando más por miedo que por frío.
Víctor había vivido su corta existencia desafiando el peligro, poniendo a prueba sus capacidades y la salud mental de su familia. Nada se le ponía por delante y bastaba con que alguien propusiese una hazaña, que llevase implícita la frase “bah, no te atreves”, para que el joven entrase al trapo. Con ese argumento, el chico había hecho multitud de acciones arriesgadas, tales como patinar por el Paseo del Prado agarrado a la parte trasera de un autobús o tirarse desde una terraza para caer en la piscina. Cosas de ese estilo solía hacer Víctor, para demostrarles a sus amigos que nada se le ponía por delante, cuando había una apuesta de por medio.
Sin embargo, no fue ninguna de esas locuras, las que provocaran su muerte prematura. A los dieciséis años, a Víctor le diagnosticaron leucemia. La enfermedad supuso, lógicamente, una tragedia para la familia, pero Víctor, sorprendió a todos tomándose su mal como un desafío más que había que cumplir. En ningún momento se vino abajo, y solía decirles a todos los que se interesaban por él, que vencer la enfermedad sería pan comido.
Sin embargo, pese a todas las sesiones de quimioterapia a las que fue sometido, pese a que nunca se derrumbó y confió hasta el último momento que vencería la leucemia, Víctor falleció ocho meses después del diagnóstico.
La noche antes de morir, su hermana menor, Susana, de catorce años, le visitó en el hospital para despedirse de él. Víctor parecía un cadáver ya, antes de fallecer, con su cabeza calva, sus ojos hundidos y ojerosos, y una delgadez extrema. Esa visión impactó a la niña, quien no pudo evitar mostrar en su rostro, la sorpresa que le causó el aspecto de su hermano. Pero Víctor le sonrió como pudo para animarla.
―Hermanita ¿hacemos una apuesta? – le propuso con un hilillo de voz.
― ¿Una apuesta? ― repitió Susana.
―Sí, te apuesto a que no eres capaz de pasar una noche en el cementerio.
La niña dio un respingo y negó efusivamente con la cabeza.
―No te lo pediría si no fuese importante para mí, Susi, ya que fue lo último que dije que iba a hacer antes de que esta maldita enfermedad pudiese conmigo. Lo aposté con los chicos, ya sabes…y yo siempre gano las apuestas. ―explicó Víctor.
―Pero Víctor― protestó Susana― ¿Yo qué tengo que ver? Sí la apuesta la hiciste tú. Te vas a poner bien y la podrás cumplir.
Víctor sonrió tristemente.
―Están tirando de mí desde ahí arriba, Susi- le dijo a la niña mirando al techo.
A Susana le conmovió tanto oír a su hermano, que aceptó.
―Está bien, lo haré por ti, pero que conste que nadie sabrá que has ganado.
― Yo lo sabré, Susi.
Víctor murió al día siguiente, dejando a la familia destrozada y a Susana con una última voluntad por cumplir, que pesaba sobre ella como una losa, porque en ese momento no se veía capaz.
Durante dos años Susana fue postergando la promesa que le hizo a su hermano, pero el día que el chico hubiese cumplido dieciocho años, Susana decidió hacerle ese regalo póstumo. Toda la familia acudió al cementerio para poner flores en la tumba, pero Susana consiguió escabullirse y esconderse en una ermita que había dentro del recinto con el fin de cumplir la apuesta.
A las tres de la mañana, Susana sintió que se levantaba una suave brisa. La noche era tranquila, sin viento, pero ella notó como si algo le rozaba la cara. Asustada miró alrededor pero no vio nada, sin embargo, percibía la presencia de alguien.
Se puso en pie de un salto, sofocando un grito y entonces vio una figura tenuemente iluminada frente a ella.
―Gracias―escuchó claramente.
El miedo se le fue casi instantáneamente, lo que le permitió pasar la noche para cumplir la apuesta, en la mejor de las compañías.
Cuando volvió a su casa, su familia desesperada había llamado a la policía debido a su desaparición, pero ella estaba feliz.
― ¡Pero hija! ¿Dónde estabas? ¡Nos tenías muertos de preocupación! ― exclamó su madre al verla entrar.
―Ganando una apuesta, mamá.

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14 comentarios

  1. 1. M.L.Plaza dice:

    Un relato muy interante y bien escrito.
    En algunos momentos me parece demasiado explicativo. El segundo párrafo que empieza sin embargo me parece redundante con el inmediatamente anterior. Insistes mucho en la apuesta cuando el lector ya lo sabe.
    Pero, aún así, me ha parecido un buen relato.
    Saludos

    Escrito el 17 abril 2017 a las 20:14
  2. 2. Alycia dice:

    Hola, María Jesús:

    Creo que hay demasiadas comas en tu texto. A ver si otos compañeros aprecian lo mismo, que yo lo hago un poco por intuición, no tanto porque sea experta en usar los signos de puntuación.

    “Toda la familia acudió al cementerio para poner flores en la tumba, pero Susana consiguió escabullirse y esconderse en una ermita que había dentro del recinto con el fin de cumplir la apuesta” Eso me chirría. Es menor, desaparece sin avisar y, ¿no la buscan en ese momento? ¿la policía no acude allí mismo? Parece que la familia no se da cuenta de cuándo desaparece y no me resulta creíble.

    El relato es bonito, me gusta el ritmo y la relación cómplice entre los hermanos.

    Saludos,

    Alycia

    Escrito el 17 abril 2017 a las 22:56
  3. 3. Maria Jesús dice:

    Hola Alycia tienes razón, también yo he pensado que había que dar explicaciones respecto a la desaparición de Susana, pero créeme que no me quedaba espacio, tenía que abreviar. He repasado y cambiado muchas cosas del texto hasta el resultado final. En cuanto a los signos de puntuación puede que ponga demasiadas comas, mi hijo me lo dice. Gracias por tu comentario.Un saludo.

    Escrito el 18 abril 2017 a las 08:09
  4. 4. Berundgaar dice:

    Hola, María Jesús.

    No voy a criticar tus comas. A mí me las critican, mes sí y mes también. A veces por comas de más, a veces por comas de menos.
    En fin…

    El relato es muy tierno. Trata de la muerte de un chico joven, algo terrible, con una dulzura poco común, como un desafío en la mente del intrépido adolescente.

    A mí me ha gustado. Mucho.

    Ahora, la petición de rigor. Que te pases por mi texto (240) y comentes.

    Debo advertirte…el tema es algo… inusual en mi.

    Te guste o no, seguro que no te deja indiferente.

    Un saludo, María Jesús.

    Escrito el 18 abril 2017 a las 08:12
  5. 5. ANGEL CLIMENT dice:

    Maria Jesús, gracias por tú visita, decirte que yo soy de los que cuando leo un cuento, relato, novela, poesia, lo que miro es que me guste, no me fijo mucho en las comas, puntos y demás, las comas al igual que los puntos dan ritmo al relato. Yo creo que tambien abuso de ellas, pero…
    Si nuestro cuento tiene similitudes, y te pasa lo que amí, que la reducción de hacerlo a 750 palabras, dificulta a veces el cuento, a mi casi siempre me salen de muchas más, y luego tengo que reducirlo.
    Bueno, si me gusto, no te desanimes, sigue escribiendo y espero que nos leamos más veces

    Escrito el 18 abril 2017 a las 09:28
  6. 6. Leosinprisa dice:

    Hola María Jesus, has escrito un relato muy humano con una bonita dosis de fantasía que lo hace más encantador. Has sabido jugar con las emociones y presentar un texto que se lee con agrado desde el principio al fin.

    En cuanto a las cosas que he encontrado:

    llevase implícita la frase “bah, no te atreves”. (Yo pondría dos puntos despues de «frase:»).

    ― ¿Una apuesta? ― repitió Susana. (Me he fijado que separas, a veces, los guiones de los diálogos. Te haría falta una corrección de estos errores tan nimios para dejar impecable tu texto: ―¿Una apuesta? ―repitió Susana).

    Pero Víctor― protestó Susana― ¿Yo qué tengo que ver? (Yo pondría un punto y seguido en Susana—.)

    ―Están tirando de mí desde ahí arriba, Susi- le dijo a la niña mirando al techo. (Otra vez has puesto el guión de cierre de diálogo en el lado equivocado: —le dijo

    ― Yo lo sabré, Susi. (Nueva separación del guión) —Yo lo…

    Durante dos años Susana fue postergando la promesa que le hizo a su hermano, pero el día que el chico hubiese cumplido dieciocho años, Susana decidió hacerle ese regalo póstumo. Toda la familia acudió al cementerio para poner flores en la tumba, pero Susana consiguió escabullirse y esconderse en una ermita que había dentro del recinto con el fin de cumplir la apuesta.
    A las tres de la mañana, Susana sintió que se levantaba una suave brisa. La noche era tranquila, sin viento, pero ella notó como si algo le rozaba la cara. Asustada miró alrededor pero no vio nada, sin embargo, percibía la presencia de alguien.
    (En este texto tan largo, enúmeras cuatro veces a «Susana». Como se refiere a ella podría eliminar tres de ellos sin que perdieramos el sentido sobre quien hablas)

    ―Gracias―escuchó claramente. (Nuevamente juntas el guión donde no debes: —Gracias —escuchó claramente)

    ― ¡Pero hija! ¿Dónde estabas? ¡Nos tenías muertos de preocupación! ― exclamó su madre al verla entrar. (Otra vez el problema de los guiones: ―¡Pero hija! ¿Dónde estabas? ¡Nos tenías muertos de preocupación! ―exclamó su madre al verla entrar).

    Espero que no te asustes, las correcciones de los guiones es lo más extenso que he encontrado, pero tiene muy fácil solución.

    Agradecer tu comentario a mi texto y esperar que nos leamos en un futuro, un placer leerte y un saludo.

    Escrito el 18 abril 2017 a las 11:04
  7. 7. Anacinta M.T. dice:

    Hola Mª Jesús:
    Tu relato me ha gustado.Pero pienso igual que Alycía, la desaparición de Susana la veo algo irreal, un corte en el texto un poco forzado.
    En cuanto a la lectura aunque se entiende bastante bien todo y con buena expersión, yo separaría los párrafos para que no aparezca como un bloque poco atrayente. Un saludo.

    Escrito el 18 abril 2017 a las 17:33
  8. 8. Henar Tejero dice:

    Hola Mª Jesús,
    un relato ameno y fácil de leer.
    El tema me ha gustado, el deseo de Víctor de ver cumplida su apuesta por todos los medios.
    Has introducido la fantasía, algo que encaja muy bien en los cementerios.
    El final victorioso me ha agradado.
    En cuánto a la forma no quiero reiterar, pero se ve el texto como en un bloque y eso cuesta más leerlo.Nada que no tenga solución.
    Tu relato me ha gustado mucho.
    Gracias por comentar el mío.
    Espero que nos sigamos leyendo.
    Un saludo.

    Escrito el 20 abril 2017 a las 16:13
  9. Hola.

    Primero que nada muchas gracias por comentar mi relato. Con respecto a el bueno entiendo que la primera parte te parezca sobrecargada. Me gusta hacer ese tipo de descripciones pero bueno pienso que aun me falta mejorar un poco para no parecer sobrecargada.

    En cuando a la frase de “¡Háblame, rompe el silencio! ¿No ves que me estoy muriendo? ¡Qué cosas que tiene el destino! Será mi camino sufrir y penar…” es una canción de los años 50 que me pareció pegar con la situación (un alma en pena por amor).

    Ya entrando en tu relato, no creo que tenga mucho que agregar a las acotaciones que te hicieron antes. En lo personal me parece un muy buen relato, triste y enternecedor y transmite el sentimiento. Para esta bien lograda y se lee fluidamente.

    Espero seguir leyendonos. Sigue escribiendo 😀

    Escrito el 21 abril 2017 a las 01:40
  10. 10. Menta dice:

    Hola María Jesús: El mes pasado no pude comentar tu texto porque no podía leer por problemas visuales que se están sanando. Cumplo mi promesa de hacerlo este mes.

    Me ha gustado mucho tu relato y el personaje del hermano está muy bien descrito: Un adolescente intrépido y bravucón.

    Está muy claro lo que dices y es fácil de leer.

    Sólo puedo hacer un comentario más en los mejorables:

    Dices: “pero ella notó como si algo le rozaba la cara”

    En este caso, al poner el condicional: “como si…” debes poner el verbo en subjuntivo: “rozara”.

    Pues nada más por hoy, felicidades por el relato y un saludo, Menta

    Escrito el 21 abril 2017 a las 21:14
  11. Hola Marñia, gracias por tu comentario a mi relato. El tuyo me conmovió; fue muy lindo leerlo, cargado de emoción en todo momento, hasta el final.
    Felicitaciones!!!

    Escrito el 24 abril 2017 a las 02:10
  12. 12. laupoda dice:

    Hola María, gracias por el comentario a mi relato. A mí me ha gustado mucho el tuyo porque es original y a pesar de contar una triste historia, transmite optimismo. Felicidades.
    Un saludo.

    Escrito el 24 abril 2017 a las 13:13
  13. 13. Thomas Carnacki dice:

    Bonito, y a la vez, triste relato. Con un final feliz para Susana. Nada que remarcar que ya no haya hecho alguien más. Me ha gustado tu historia, y espero que sigas mejorando 😉
    Felicitacione, María. Hasta la próxima.

    ¡Saludillos!

    Escrito el 24 abril 2017 a las 18:00
  14. 14. LUIS dice:

    Hola, María Jesus, gracias por leer mi escrito. Muy ingenioso tu relato y bien definido. Felicidades, un abrazo.

    Escrito el 26 abril 2017 a las 18:27

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