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El Funeral - por Jack Elkyon

Web: http://www.facebook.com/Relatos-Antiterapéuticos-151960145308027/

EL FUNERAL

Susana esperaba aburrida que el cura terminara de hablar de una vez por todas en la capilla del Cementerio Católico. Habían sido demasiadas misas y responsos durante estos últimos días. Escuchaba al sacerdote al lado del féretro, indicando en tono amenazante a los asistentes al funeral, que aquellos que habían obedecido a Dios obtendrían, al igual que nuestro señor Jesucristo, el beneficio de la resurrección. Por el contrario, aquellos feligreses que no se hubieran arrepentido de sus pecados, no entrarían al paraíso. ¿Quién era el cura para determinar el futuro de los muertos?, pensaba Susana, ¿Conoce tanto la vida de los difuntos como para establecer en forma tan rotunda su existencia posterior?
Para ratificar sus dichos el clérigo leía a Mateo cap. 28. Pero Susana ya no lo escuchaba, su atención estaba centrada en otra parte. Había que aprovechar que desde hace mucho no estaba toda la familia reunida. A su izquierda, muy cerca de ella, pudo distinguir las voces de su prima Raquel y su hermano Ramiro, su camarada del alma, al que siempre había preferido por sobre toda la parentela. Raquel le susurraba que después se pasara por su casa, que tenía algo para comer y beber. ¡Descarada!, pensó Susana, estoy que me paro y le desarmo su estrategia. Siempre tan coqueta mi prima. Ramiro le aceptó la invitación. No importa Ramirito, se dijo Susana, aquí estoy yo, como siempre, para protegerte de esa arpía, no lo sabré yo que soy su amiga.
Escuchó a los presentes ubicados a la derecha. Entre un sinnúmero de murmuraciones, pudo descubrir la voz de su único hijo, Esteban. No le costó imaginarse que estaba tomado de la mano con su mujer. Qué vergüenza, frente a toda la familia, pensó. Tanto le había dicho a Esteban que no se casara con esa mujer ordinaria, que solo le traería padecimientos y pobreza en la vida. Dicho y hecho. Esteban, que podría ser un gran escritor, se conforma con ser profesor de castellano en un colegio de la periferia. Ni siquiera me han dado nietos, se quejó. Uno que sea, para educarlo a mi manera. Pero… ¿qué está hablando Esteban? Algo de la herencia, que ahora se van a poder ir a vivir al departamento. Bueno, claro, le corresponde, se tranquilizó, mejor ellos que otros, pero que ni piensen en vivir solos, si puedo yo también me voy a ir a vivir con ellos.
Se estremeció al escuchar la voz de su ex marido. ¿Qué hace este infeliz aquí? Claro, por Esteban, se respondió. Lo escuchaba lejos, seguramente estaba bien atrás del séquito, a lo mejor agazapado detrás del mausoleo de los Zúñiga. Se reía en forma irrespetuosa con un hombre a quien no pudo identificar. Decía cosas como ¿Se irá al cielo o al infierno? A este último, -se respondía solo-, y se volvía a reír. Susana estuvo a punto de levantarse para expulsarlo del funeral, no podía tolerar tanta desfachatez, pero se contuvo, le pareció que el escándalo sería una descortesía tremenda para con su familia. Ya se encargaría de él. Tantas veces tuvo que aguantarle sus salidas con amigos, sus borracheras, sus infidelidades. Se vengaría. Le pegaría donde más le duele: el dinero. Volvería a quitarle toda su plata, para que se quede pobre como una rata, como lo hizo en el divorcio. En esa oportunidad, su padre le contrató los mejores abogados y con ellos, destrozó a su ex marido.
El cura terminó de leer a Lucas cap. 24 y se produjo un silencio profundo. En el cementerio ni siquiera volaba una mosca. El cortejo se dirigió al panteón familiar. Al llegar Susana escuchó una lápida que se abría, produciendo el mismo sonido carrasposo de una placa de cemento deslizándose sobre otra. El cortejo se aproximó lentamente al nicho recién abierto por los funcionarios del camposanto. Nadie lloraba ni hablaba. Entonces Susana escuchó la voz de su padre:
–¿Quién anda ahí? Preguntó con la voz ronca y firme de antaño.
–Soy yo papá, tu hija Susana.
–Hija, ¿eres tú?
–Sí, tanto tiempo que no escuchaba tu voz. ¿Y mamá?
–Mudaron sus cenizas a la sepultura de sus padres.
–¿Y yo me quedaré encerrada aquí contigo?
–Sí, te cuento que aquí también vive tu anciano tío abuelo Monseñor Barros, que ahora debe estar durmiendo.
–¿Y cómo hago para salir del ataúd?
–No lo sé. Depende de algo más, pero no sé que es.
Y la lápida se cerró sobre Susana.

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9 comentarios

  1. 1. Laura dice:

    Hola Jack.
    Con respecto al formato,en el principio tal vez necesites algo de separación, al menos al referirse a cada uno de los asistentes para facilitar la lectura, pero es algo tan sólo estético, más que al contenido.
    Creo que necesitarías de comillas para señalar los pensamientos de Susana de lo que dicen y hacen los asistentes.
    Me pareció un poco forzada la forma del padre del: Hija, ¿eres tú?, pero nada que quite al texto.
    En síntesis, un texto agradable, que se lee con facilidad, con un sorprendente final.
    Nos seguimos leyendo

    Escrito el 18 abril 2017 a las 09:57
  2. 2. Otilia dice:

    Hola Jack Elkyon,
    Me gusta la idea de tu relato y cumples el reto perfectamente.
    Ya te ha dicho Laura que tu texto necesita separación para leerlo con más fluidez. Y el uso de las comillas para expresar pensamientos.
    En lo único que discrepo es en lo de texto agradable, para mí es más humor negro, irónico.
    La expresión “…por sobre toda la parentela” no la conozco, imagino que es típica de tu país.
    Buen trabajo. Saludos.

    Escrito el 18 abril 2017 a las 11:31
  3. 3. Jack Elkyon dice:

    Gracias Laura y Otilia. Efectivamente el texto se ve desordenado e inhibe su lectura. Se veía mejor antes de publicarlo. La próxima vez le voy a poner sangría y un espacio adicional entre párrafos. En cuanto al uso de comillas para expresar pensamientos, tengo mis dudas. Entiendo que no se utilizan cuando el narrador está en tercera persona.

    Escrito el 18 abril 2017 a las 22:32
  4. 4. Pilar dice:

    Hola, Jack!!

    Por aquí ando, devolviéndote la visita. Te de dejé un comentario en mi piso, no sé si lo habrás visto, agradeciéndote el análisis y pidiendo que me concretaras aquello que te había resultado divertido, pues no era mi intención, jjj. En fin, sin puedes, si no, no te preocupes que ya lo revisaré a fondo…
    Y ahora a por el tuyo!!!

    La verdad, es que me ha resultado muy entretenido y conforme iba leyendo las reflexiones de Susana acerca de los familiares, he ido pensando que eso se da en la realidad, que criticar a los demás es un recurso muy fácil contra el aburrimiento…
    Según iba avanzando y conociendo a los parientes me he preguntado quién sería el fallecido/a… hasta que he intuido que era la propia Susana, cosa que valoro muy positivamente porque has mantenido el interés hasta el final.
    El ritmo es bueno, el vocabulario acertado y variado, el diálogo final fluye bien, sin necesidad de acotaciones.
    En general, has cumplido el reto con creces, es un buen relato y me da que cómo Susana sigua oyendo a los parientes que se han quedado en este mundo, se va a revolver más de una vez en su tumba, jjjj.
    Otra cosa, los de las comillas, es tal como te lo han dicho los otros compañeros. Puedes buscar información al respecto en este blog, en un post que habla sobre los diálogos y la voz de los personajes, o simplemente googlear lo que la RAE apunta sobre el tema.
    Acerca del formato, resulta que al pegar el texto en el formulario de envío, se pierde el que tú tenías en Word y hay que darle un repasito, solo eso, por lo que no te preocupes, que eso nos ha pasado a todos!!!.

    Buen trabajo y hasta la próxima!!!

    Escrito el 20 abril 2017 a las 11:47
  5. 5. Lorkiano dice:

    Hola Jack Elkyon:

    Te devuelvo la visita.

    Me ha gustado mucho tu relato, sobre todo por el sorprendente giro final. No me lo esperaba para nada.

    Eso sí, me ha parecido demasiado denso por estar tan junto, como ya han comentado antes.

    Me ha sonado mal esta frase: «Había que aprovechar que desde hace mucho no estaba toda la familia reunida». Creo que estaría mejor así: «Había que aprovechar que desde hacía mucho no estaba toda la familia reunida».

    Te felicito.

    ¡Nos leemos!

    Escrito el 20 abril 2017 a las 17:36
  6. 6. l dice:

    Hola Jack Elkyon:

    Gracias por pasarte por mi relato y comentarlo.

    Con relación al tuyo, si te soy sincero, en una primera lectura no acabé de entenderlo y quedé sorprendido de que Susana quisiera enterrarse en vida con su padre y que este, que estaba más que muerto pudiera hablarle. No capté que la difunta era ella.

    ¿Y que me llevó a visualizar esta escena de manera errónea?

    El hecho de que Susana en la posición horizontal que tendría que estar dentro del ataúd, mal podría ver lo que estaba sucediendo a su alrededor. Pero volviendo a leerlo me di cuenta de que tú nunca dices que lo estuviera viendo sino escuchando.

    A continuación te transcribo algo con lo que no estoy muy de acuerdo:

    “…aquellos que habían obedecido a Dios obtendrían, al igual que nuestro señor Jesucristo, el beneficio de la resurrección. Por el contrario, aquellos feligreses que no se hubieran arrepentido de sus pecados, no entrarían al paraíso”.

    ¿Quién era el cura para determinar el futuro de los muertos?, pensaba Susana, ¿Conoce tanto la vida de los difuntos como para establecer en forma tan rotunda su existencia posterior?

    Estos pensamientos de Susana no están en consonancia con lo que ha dicho el cura. Él se está refiriendo a los feligreses de forma genérica y no individual. Pues sus conocimientos acerca de la vida de cada uno, no son tan profundos como para saber si por sus actos serían salvados o condenados.

    Estoy de acuerdo con los que te señalan el uso de las comillas, yo también creo que los pensamientos de Susana deberían estar entrecomillados.

    La historia me ha parecido ingeniosa y me ha gustado, aunque haya tenido que releerla.

    Feliciddes.

    Escrito el 22 abril 2017 a las 22:22
  7. 7. Vespasiano dice:

    Hola Jack Elkyon:

    Gracias por pasarte por mi relato y comentarlo.

    Con relación al tuyo, si te soy sincero, en una primera lectura no acabé de entenderlo y quedé sorprendido de que Susana quisiera enterrarse en vida con su padre y que este, que estaba más que muerto pudiera hablarle. No capté que la difunta era ella.

    ¿Y que me llevó a visualizar esta escena de manera errónea?

    El hecho de que Susana en la posición horizontal que tendría que estar dentro del ataúd, mal podría ver lo que estaba sucediendo a su alrededor. Pero volviendo a leerlo me di cuenta de que tú nunca dices que lo estuviera viendo sino escuchando.

    A continuación te transcribo algo con lo que no estoy muy de acuerdo:

    “…aquellos que habían obedecido a Dios obtendrían, al igual que nuestro señor Jesucristo, el beneficio de la resurrección. Por el contrario, aquellos feligreses que no se hubieran arrepentido de sus pecados, no entrarían al paraíso”.

    ¿Quién era el cura para determinar el futuro de los muertos?, pensaba Susana, ¿Conoce tanto la vida de los difuntos como para establecer en forma tan rotunda su existencia posterior?

    Estos pensamientos de Susana no están en consonancia con lo que ha dicho el cura. Él se está refiriendo a los feligreses de forma genérica y no individual. Pues sus conocimientos acerca de la vida de cada uno, no son tan profundos como para saber si por sus actos serían salvados o condenados.

    Estoy de acuerdo con los que te señalan el uso de las comillas, yo también creo que los pensamientos de Susana deberían estar entrecomillados.

    La historia me ha parecido ingeniosa y me ha gustado, aunque haya tenido que releerla.

    Felicidades.

    Escrito el 22 abril 2017 a las 22:25
  8. 8. Jack Elkyon dice:

    Gracias a todos por sus comentarios. Con ellos voy a tratar de mejorar la redacción del texto y ponerle comillas a los pensamientos de Susana.

    Escrito el 23 abril 2017 a las 16:27
  9. Hola, Jack, gracias por comentar mi relato.
    Tu historia me fue agradable de leer, aunque me sumo a las indicaciones que te hicieron arriba, me mantuvo entretenido el pensamiento de Susana acerca de los integrantes de la familia. Creo que es una escena que puede ser perfectamente creíble, hasta que llegué al fina, lo cual me gustó mucho también.
    Felicitaciones

    Escrito el 24 abril 2017 a las 01:32

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