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Marido muerto - por Ana Luna

Susana esperaba con alegría contenida que aquel circo terminara cuanto antes. Miraba con atención al sepulturero que, concentrado y ajeno a lo que lo rodeaba, colocaba la caja de madera en el hueco y con determinación y paciencia comenzaba a cubrir la abertura con ladrillo y cemento. Mientras Susana veía desaparecer la caja poco a poco, sentía una emoción desconocida, le temblaban las piernas y una sonrisa acudía continuamente a sus labios sin que ella pudiera hacer nada por evitarlo. Era lo más parecido a la felicidad que había sentido en años. A pesar de que las odiaba, se había puesto por última vez las enormes gafas de sol con las que normalmente cubría sus moratones, ésta vez para ocultar el brillo de sus ojos. Agachó la cabeza y tapó parte de su rostro con el pañuelo que llevaba al cuello para evitar que alguien la viera sonreír.

“Enjugará Dios toda lágrima; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron”. Con éstos versos del Apocalipsis despedimos a nuestro hermano Mario…

A Susana le resultó irónico que el sacerdote hubiera elegido precisamente aquellos versos, tanto que sintió un escalofrío por el cuerpo y se sonrojó, sintiéndose descubierta. Parecía una premonición. –No más llanto, no más dolor. Las cosas ya pasaron –se repitió Susana, que aun le costaba asimilar aquel golpe de suerte– Mario está muerto. Se ha ido para siempre y yo soy libre– De nuevo una tímida sonrisa acudió a su rostro y sintió deseos de salir corriendo. Llevaba años aguantando todo tipo de humillaciones, exactamente dieciocho años, tres meses y cuatros días de palizas, puñetazos, gritos e insultos. Bofetones por no tener la cena a tiempo, tirones de pelo por mirar a otro hombre, patadas en el estómago por no ser capaz de darle un hijo. Cada noche al acostarse se decía que esa era la última paliza que aguantaba y se dormía pensando adónde escaparía. –Al otro extremo del país –se decía– Y el sueño la vencía haciendo las maletas o esperando en la estación un tren que la llevara al norte. Pero a la mañana siguiente se levantaba y le preparaba el desayuno y le daba un beso de buenos días y le decía que sí, que claro que lo perdonaba y ella también le pedía perdón a él y se dejaba abrazar y cuándo Mario salia por la puerta para irse a trabajar, Susana corría al baño a vomitar, porque se daba asco ella misma, le daba asco aquel hombre al que estaba condenada y le daba asco su vida.

La despedida de nuestro hermano Mario es amarga, los que lo conocimos sabemos que era un hombre extraordinario, un ejemplo a seguir…

Es curioso cómo se dan a veces los acontecimientos. Susana tomó la decisión de dejar a Mario un sábado por la mañana, hacía exactamente una semana, cinco días y algunas horas. Mario entró al baño en el momento en que Susana se ponía una compresa. Susana tenía 45 años, se podía decir que estaba más próxima a la edad de la menopausia que a la de ser madre, pero aun así, Mario seguía maldiciéndola cada mes. Aquel sábado Mario enfureció: Eres una inútil que no vales para nada. No has podido darme un hijo porque eres un demonio incapaz de engendrar y mira por dónde se te van los niños… Entonces la forzó a ponerse de rodillas, le ató las manos a la espalda con el cinturón y le obligó a meter la cabeza en el váter. Susana perdió la noción del tiempo, pero cuándo volvió en sí decidió que aquella había sido la última vez que él la tocaba. Compró un billete de tren y comenzó a preparar su maleta.
Y de repente, el lunes por la mañana, aquella llamada de Jorge, su compañero de trabajo: Mario ha sufrido un infarto. Lo han traído al hospital. Está grave…
Susana fue al hospital, estuvo en la sala de espera mientras lo operaban. Lo cuidó durante los tres días que se debatió con la muerte y escuchó atentamente al médico cuando le dijo que, lamentablemente, no habían podido hacer nada más por él.

Padre misericordioso, te pedimos consuelo para su esposa por ésta terrible pérdida…

La caja había desaparecido por completo, el enterrador garabateaba las iniciales del marido muerto en el cemento aun fresco y el contador de la vida de Susana volvió a ponerse a cero.

El Señor Todopoderoso lo acoja en su gloria. Amen.

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16 comentarios

  1. 1. drow_jack dice:

    Hola.
    “…y cuándo Mario salia por la puerta…” cuando sin acento.
    Pondría guión largo a los diálogo aunque se entiende por contexto.

    ¿Qué decir? Está pasando.
    Supongo que la triste realidad de “basado en hechos reales” permite a uno/a escribir al respecto de una forma fiel y fluida.
    Es la sensación que me ha quedado, se cree uno lo que lee tal como está escrito. Así que supongo que, bien, ¿No?
    Bien traído el reto.

    Escrito el 18 abril 2017 a las 03:10
  2. 2. Pilar dice:

    Hola, Ana!!!

    Qué bueno tu relato!!! Me ha encantado cómo vas tirando del hilo hasta desvelar la verdad, pues al principio parece que es una viuda negra y luego resulta ser una víctima de violencia de género.

    Veo muy bien trabajada la manera en que va creciendo la intensidad emocional del relato: la escena del baño la leído con mucha tensión y me he sentido casi tan indignada como tu propia Susana. Has transmitido muy bien esa angustia, ese miedo o esa vergüenza que sufren las maltratadas y que, muchas veces las impiden denunciar… qué pena!!!

    También es muy acertado el hecho de intercalar los textos bíblicos que dotan de ironía y doble sentido a tu texto y cómo ayuda a visualizar la escena.

    En cuanto a la parte técnica, he encontrado algunas cosillas que pueden mejorarse pero que de ninguna manera desmerecen el contenido y tu buena redacción. Por ejemplo:

    • Con respecto a las referencias a la Biblia y las intervenciones del sacerdote tendrías varias opciones: Ponerlas todas entre comillas “” (textos bíblicos) «» (sacerdote) o introducirlas como un diálogo con la raya larga —, para diferenciarlas de la voz del narrador.
    • Para cuando habla Mario o Jorge, igual: «» o —
    • “Aún”, “Salía”, con tilde.
    • La edad de Susana, con letra.

    Y ya está… Espero que te hayan sido de ayuda mis reflexiones y que sigas escribiendo porque lo haces ¡muy bien!
    Saludos,
    Pilar, 172

    Escrito el 18 abril 2017 a las 10:10
  3. 3. Ana Luna dice:

    Muchas gracias por vuestros comentarios.
    Me alegro de que os guste y que os haya llegado. Es muy difícil cuando uno no ha pasado po eso tratar de reflejar lo que pueda sentir una mujer maltratada, así que si os ha llegado, me alegro mucho.
    En cuanto a los fallos, es que en mi relato iba en cursiva todo lo que decían los personajes, así como los textos bíblicos. Pero al pasarlo al formulario de envío se han borrado.
    Les he preguntado a Literautas porqué ha pasado eso pero aún no me han respondido.
    Lo tendré en cuanta para el próximo y pondré comillas en lugar de cursiva.
    Y los acentos…las prisas.
    Muchas gracias, nuevamente.
    Pasaré a visitaros.

    Escrito el 18 abril 2017 a las 11:05
  4. 4. Jose Luis dice:

    Hola
    Gracias por leer mi relato
    En comparación con el tuyo, mi relato parece de chiste. Tocas un tema muy candente, es una desgracia que estas cosas sucedan en la vida real. Te ha quedado una descripción muy viva, bastante precisa, no cuesta imaginarse la situación. Hay una cosa que quiero destacar: no entiendo que el personaje vaya al hospital para cuidar de un marido maltratador. Deja en mal lugar al personaje, no me parece verosímil. Es mi opinión, y eso creo que es lo único que chirría.
    Un saludo

    Escrito el 18 abril 2017 a las 21:40
  5. 5. Crispín Silva Muñoz dice:

    Hola Ana. Excelente tu historia. Uno se hace una idea al comenzar a leerla y luego el final sorpende. Me uno a las observaciones de Pilar. Felicitaciones.

    Escrito el 19 abril 2017 a las 00:08
  6. 6. Patygut dice:

    ¡Que buen relato Ana! No conozco muy bien de los signos de puntuación, estoy en eso lentamente, pero tu relato es excelente!

    Escrito el 20 abril 2017 a las 04:09
  7. 7. Ana Luna dice:

    Hola José Luis!
    Gracias por tus palabras.
    Pues fíjate que a “mi Susana” yo si la veo esperando en el hospital la muerte de su marido. Por mucho que haya preparado la maleta sigue siendo una mujer maltrecha y asustada y al fin y al cabo Mario ya no puede hacerle daño.
    Consiguió aguantar tres día más al maldito Mario…
    El tuyo genial, me encantó.
    Saludos

    Escrito el 21 abril 2017 a las 20:51
  8. 8. Ana Luna dice:

    Crispín Silva, Patygut, gracias por vuestro excelente.
    Qué alegría leer eso.
    Saludos!!

    Escrito el 21 abril 2017 a las 20:52
  9. 9. Luis Ponce dice:

    Hola Anita:
    Nos ha tocado enterrar a los maridos de las Susanas. Buena coincidencia, gracias por tu comentario en mi relato. El tuyo es de la vida real y se explica por la imposibilidad de Susana de dejar tirado al marido en el hospital. Sólo hay dos razones: aún no ha perdido el miedo, o quiere asegurarse de que nunca vuelva a su lado.
    Te felicito por tocar un tema tan actual, que aumenta pavorosamente con el pasar de los días.
    Deberías consultar un poco sobre construcción de los diálogos. Literautas tiene un formato para los envíos que hay que estudiarlo para evitar que los trabajos se vean modificados.
    Me ha gustado leerte.

    Escrito el 22 abril 2017 a las 00:31
  10. 10. Gantros dice:

    Ana Luna:

    Enhorabuena por tocar este tema, es muy fácil imaginarse todo lo que nos narras.
    Solo que tal vez están demasiado largos los párrafos, yo revisaría eso.

    ¡Felicidades!

    Si quieres pasarte por mi relato, es el 170: «Resurgir».

    ¡Saludos!

    ~Gantros

    Escrito el 22 abril 2017 a las 22:45
  11. 11. marazul dice:

    Hola Ana Luna: Susana ha hecho muy bien en esperar a que el sepulturero pusiera el último ladrillo con cemento sobre la tumba del marido. Este es de los que resucitan jeje…
    Tu relato tiene tensión y consigues que el lector empatice con la protagonista.
    Gracias por pasarte por mi relato.
    Un saludo

    Escrito el 23 abril 2017 a las 20:09
  12. 12. Luxus Zigard dice:

    Hola Ana Luna,

    muchas gracias por pasarte a leer mi relato, agradezco mucho tus palabras y me ayudan a aprender.

    Tu historia está muy bien construida, salvo los diálogos que ya se han comentado, tu historia se desarrolla de manera fluida.

    Me gusta mucho que hayas introducido el tema del maltrato en tu historia, ya que todavía hay muchos que deben concienciarse para evitar esta triste desigualdad. La muerte es terrible para cualquiera, pero haces que nos alegremos de que Mario ya no moleste más a Susana.

    Es muy original que la historia transcurra durante el entierro y que vayas intercalando los recuerdos que describen los motivos de su sonrisa. También me fascina que Susana vaya al hospital a cuidar de Mario en sus últimos días de vida, ahí demuestras la enorme bondad de Susana y los motivos por los que había aguantado durante tantos años a ese maltratador. Creo que ella no sonríe por la muerte en sí de Mario, si no porque al fin siente la libertad que tanto anhelaba.

    Un placer leer tu relato Ana Luna, espero que sigamos leyéndonos por estos lares durante mucho tiempo. Enhorabuena por tu historia.

    Un saludo y hasta pronto.

    Luxus Zigard

    Escrito el 25 abril 2017 a las 10:30
  13. 13. LIAH PERSON dice:

    Hola Ana Luna, te devuelvo tu amable visita. Tu relato convence. Ya era hora de que Susana tuviera un “golpe de suerte” y no de otro tipo. Creo que todo lector va empatizando con la prota a medida que crece el relato, y el “Amén” final lo decimos todos a coro, aliviados.
    Nos leemos.

    Escrito el 25 abril 2017 a las 14:20
  14. 14. Earendil dice:

    Hola, Ana Luna.
    Ante todo quiero agradecerte tu paso por mi relato.
    Después de doce comentarios no voy a ocuparme en la parte formal, seguro que otros ya lo han hecho.
    En cuanto al tema que tocas, creo que lo has hecho con valentía y verosimilitud. Muy realista y muy bien contado.
    El título conciso y claro: “Marido muerto”, que bien podría haber llevado un subtítulo como: (Un cabrón menos en el mundo, o algo así)
    Amén, que significa “así sea”, broche perfecto para tu historia.
    Te felicito por tu trabajo, enhorabuena.
    Un saludo

    Escrito el 26 abril 2017 a las 17:27
  15. 15. Laura dice:

    Hola Ana Luna
    Has logrado un relato conmovedor, lamentablemente real.
    Lo único que te señalo es la necesidad de indicar los diálogos con comillas o con guines (hay una página muy útil al respecto).
    Por lo demás, felicitaciones.

    Escrito el 1 mayo 2017 a las 12:21
  16. 16. Pato Menudencio dice:

    Hola Ana Luna. de verdad me ha parecido un excelente relato, la forma como se intercalaba la historia de abusos con el sermón del cura fue genial.

    Sólo porque me gusta el morbo me habría gustado que Susana asesinase a su marido en un “accidente”.

    Saludos. Nos leemos.

    Escrito el 3 mayo 2017 a las 19:59

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