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PURGATORIO - por A.M.

Susana esperaba. Llevaba demasiado tiempo frente a aquella lápida, y empezaba a dudar de que alguien más fuera a acudir allí para llorar la reciente pérdida. Decidió moverse un poco y dar una vuelta por aquel desolado lugar. Sus pies pisaban el suelo embarrado por la lluvia, mientras se paseaba entre las numerosas tumbas, con los nombres de los difuntos grabados en ellas. Parecía no haber nadie en el cementerio, hasta que se dio cuenta de que, a lo lejos, un grupo de personas se encontraba celebrando un entierro. Se acercó a escuchar, por curiosidad, pues nadie se percataría de su presencia. El sacerdote se dedicaba a dar el típico sermón que se suele repetir cuando se muere alguien:

– Es doloroso despedir a un ser querido. Pero nuestro dolor se apacigua al saber que Dios no nos abandona. Su amor es eterno y esperamos algún día estar junto a Él – decía.

Siempre había escuchado las mismas cosas, solo que ahora tenían otro significado para ella. Se preguntaba dónde estaría ese Dios al que aquel grupo apático de personas, entre otras muchas, se dedicaba a rendir culto. Todavía no lo había visto por ningún lado.

Enterraron el ataúd. Tras esto, se retiraron los afligidos familiares, junto con los que les acompañaban en su dolor. Volvía a quedar todo desierto, y ella a solas consigo misma. Siguió dando vueltas, esperando que alguien apareciera por el cementerio. Esperando, de hecho, a alguien muy concreto. Era el sentimiento de culpa lo que hacía que permaneciera todavía allí. No podría marcharse tranquila hasta asegurarse de que aquella persona, que era la más importante de su vida, demostrara que la había perdonado. Le daba vueltas en la cabeza y no le permitía descansar ni un segundo. Sentía vergüenza de sí misma por lo que había hecho, y no podía dejar de recordarlo una y mil veces. Se preguntó si ese Dios del que hablaba aquel cura se preocupaba aún de ella, o si la habría olvidado por pecadora. Quería pensar que todavía era posible la salvación para su alma, aunque había causado mucho dolor a los familiares por haber hecho aquello. Los había visto marcharse, igual de apenados que los de aquel difunto que acababan de enterrar hace un momento.

Iría al infierno, tal vez. O quizá Dios sería comprensivo y entendería los motivos por los que tuvo que hacerlo. No vio otra salida, y seguramente no pudo haber actuado de otra manera. En el fondo había hecho lo que en aquel momento consideraba correcto. Pero el catecismo que le enseñaron de pequeña era bastante claro. Sus actos constituían un pecado grave o mortal. Solo Dios es dueño de todas las almas y tiene autoridad para decidir cuándo una vida llega a su fin. Ella había usurpado su papel. Estaba condenada, seguramente.

Enfrascada en sus preocupaciones, no se dio cuenta de que había vuelto frente a la lápida. Hacía un día espantoso, y su cuerpo debía de estar a muy baja temperatura, aunque ella era insensible al frío. De pronto, se percató de que alguien se aproximaba. Era un hombre alto, que llevaba abrigo y tenía el pelo largo. Se trataba de la persona a la que estaba esperando todo este tiempo. Se alegró de que estuviera allí. Desde lejos, observó cómo dejaba un ramo de rosas. En ese instante le habría gustado pedirle perdón, pero no fue capaz. Vio al hombre que amaba decir unas palabras frente a la lápida. Estaba muy emocionado.

Estuvo un rato más frente a la tumba, y luego se giró para irse. Ella se acercó un poco más para verle finalmente marchar por la puerta del cementerio, deseándole que alcanzara la mayor felicidad posible. Su gran sueño habría sido ser feliz con él, pero ya era demasiado tarde.

Ahora se sentía llena de gozo, y ya no le pesaba la culpa de haber puesto fin a una vida para evitar una larga y dolorosa enfermedad. Lo último que pudo observar antes de desaparecer fue la lápida, en la que todas las flores tapaban casi por completo su propio nombre: Susana González.

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14 comentarios

  1. Me gustó tu relato. Al principio pensé que quizá era que ella había matado a su marido jejeje.
    Lo único que no me cuadró del relato fue el repentino cambio de actitud de Susana, que se sentía sola y condenada por haberse quitado la vida, a luego sentirse llena de gozo y sin culpa. Creo que faltó argumentar ese cambio de manera más convincente.

    Mi relato es el 51, si puedes léelo y dame tu apreciación.

    Escrito el 17 abril 2017 a las 15:08
  2. 2. Galia dice:

    Está bien ambientado, a medida que transcurre, va creando la atmósfera.En la parte “ella era insensible al frío” ya vas dando pistas que sugieren el final pero no le quita sorpresa.
    Si quieres pasarte por el 135,te espero.
    Saludos
    Galia

    Escrito el 17 abril 2017 a las 15:20
  3. 3. Tita dice:

    Hola, A.M

    Creo que la historia tiene potencial. Es una interesante trama y con un buen desenlace. Me gustó el nombre del personaje.

    Hay algunas cosas de tu forma de escribir que me recuerdan a mí. Por ejemplo: Tengo la manía de usar “Se + el verbo” y eso hace que quite un poco la fuerza a la acción de los verbos(desde mi punto de vista).Es algo con lo que lucho todo el tiempo.
    Tampoco sé como deshacerme del chip incorporado en mi cabeza que me hace abusar del “Había”.Lo mismo ocurre en tu relato.
    Tenemos mucho que trabajar.

    Con respecto al texto, siento que se ensucia(no encontré la palabra) cuando abusas de las terminaciones “aba”. Por ejemplo, en el primer párrafo: Llevaba-empezaba-pisaban-encontraba-dedicaba.

    Creo también, que el título le quita la sorpresa al relato. Por el nombre intuí desde el primer momento que Susana estaba muerta.

    En fin, has tenido una grandiosa idea. Tocaste el tema de la muerte, el amor, el suicidio(lo supongo por el último párrafo), la religión.
    No es fácil abarcar tantos temas en un mismo relato, sin embargo, me encantó como lo hiciste.

    ¡Pura Vida!

    Escrito el 17 abril 2017 a las 18:51
  4. 4. Tita dice:

    A.M no tengo relato escrito por si pensabas buscarme. Solo hice comentarios

    Saludos

    Escrito el 17 abril 2017 a las 19:26
  5. 5. Héctor Romero dice:

    Estoy con el numero 71 “El sueño de Susana” si puedes le das una ojeada y te darás cuenta de alguna similitud entre tu relato y el mio. Me gustó tu trabajo, felicidades-

    Escrito el 18 abril 2017 a las 03:57
  6. 6. Berundgaar dice:

    Me ha gustado mucho, A.M. Y, en contra de lo que te dicen más arriba, yo sí creo que el cambio de actitud queda muy creíble. Las personas pasamos de la tristeza a la alegría en cuestión de segundos y viceversa. Somos así de volubles.
    Muy bien traído, muy bien ambientado y muy bien escrito.
    Si quieres pasarte por el mío y darme tu opinión, te lo agradeceré. Estoy en el 240. El penúltimo. Cuando lo leas, ya verás (eso creo) por qué lo han puesto tan abajo.
    :):):)
    Un saludo, compañer@.

    Escrito el 18 abril 2017 a las 07:28
  7. 7. Anacinta M.T. dice:

    Hola A.M:
    Me ha gustado tu relato.El fina me ha sorprendido, pensaba en todo momento en un caso de eutanasia, no de suicidio. Un saludo.

    Escrito el 18 abril 2017 a las 19:50
  8. 8. Yoli L dice:

    Hola A. M.

    Muy bien llevada la trama y ese final inesperado te ha quedado estupendo. ¡Sigue escribiendo!

    Algunas acotaciones ya te las mencionan arriba. Te aporto algo más:

    En el segundo párrafo no va espacio entre guión largo y lo que sigue: “– Es doloroso” y el otro guión largo debe ir pegado a decía: “a Él –decía.”, puedes leer sobre eso en esta entrada https://www.literautas.com/es/blog/post-10363/como-representar-un-dialogo-graficamente/

    Si puedes colaborarme con tu comentario, estoy en el #121
    https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-43/7630#comment-114655

    Nos seguimos leyendo.

    Escrito el 18 abril 2017 a las 20:24
  9. 9. amadeo dice:

    A.M.:
    Excelente!!
    Luego de una relectura, creo haber encontrado la trama: una suicida, algo arrepentida, quiere ver a su hombre, verlo feliz y que no sufra por la enfermedad de ella.

    Me encantó porque tuve que releer un BUEN cuento

    Estoy en el 122 si gustas leerlo y comentar, agradecido
    Amadeo

    Escrito el 18 abril 2017 a las 22:34
  10. 10. Luxus Zigard dice:

    Hola A.M.,

    El texto está muy bien construido y se lee de manera muy fluida. No hay signos de puntuación que me molesten en la lectura. La narración es perfecta y me encanta la casi nula descripción de los personajes ya que crea una atmósfera de misterio aún mayor.

    Una historia triste pero muy bonita. Vas dando pequeñas pistas para que nos demos cuenta de qué le pasa a Susana con frases como: “…pues nadie se percataría de su presencia.”, “…solo que ahora tenían otro significado para ella.”, “Todavía no lo había visto por ningún lado.”

    Se comenta que el cambio drástico de ánimo que tiene Susana no parece adecuado, pero a mi me parece que está en su sitio. Creo que lo que has querido representar es la despedida final, como si el supuesto Dios que teme no le perdone, haya aceptado su voluntad y le haya dejado entrar al fin en el “paraíso”.

    De verdad, al releer el relato (una vez que sé de que va) aún da más sensación. Muy buena historia.

    En definitiva, muy buen relato, espero seguir leyéndote por aquí en las próximas escenas. Yo estoy en la otra punta de la lista, el 239 (La Espera Olvidada), si quieres pasarte a comentarlo será un gran honor para mí, la verdad es que tocamos temas muy parecidos.

    Un abrazo, enhorabuena y hasta pronto.

    Luxus Zigard

    Escrito el 19 abril 2017 a las 10:44
  11. 11. Evelyn dice:

    Hola A.M.

    Me gusta pensar que después de una decisión así de drástica, motivada obviamente por un gran sufrimiento, finalmente esa persona, esa alma, ese personaje, pueda descansar, sonreír, sentirse liberada.

    El cuento transmite bien el tiempo que lleva esperando a que esto ocurra, es triste, pero finalmente Susana se siente redimida, y alcanza otro estado, creo que de paz, de plenitud, a sido por fin, absuelta.

    Felicidades, buen trabajo!
    Si quieres pasarte por el mío… soy la 198.

    Un abrazo.

    Escrito el 21 abril 2017 a las 13:13
  12. 12. susylg dice:

    Hola A M, me gusta la forma en que escribes, y si bien confieso presumí el final no dejó de impactarme ya que le pusiste mi nombre y apellido (jaja). Está muy bien escrito. Yo soy nueva y solo tengo dos comentarios, apreciaría mucho el tuyo. Soy el 147. Gracias.

    Escrito el 21 abril 2017 a las 13:20
  13. 13. Montse dice:

    Me ha encantado. Desde el primer momento me he sentido atrapada por la historia. Hacia la mitad me di cuenta de que se trataba de un suicidio, lo que no es óbice para que el interés continuara hasta el final. Muy bien relatado y puntuado. ¡¡Felicidades!!
    No he participado.

    Un saludo.

    Escrito el 21 abril 2017 a las 14:50
  14. 14. SBMontero dice:

    Bueno, empecemos por el principio. Es un texto escrito en tiempo pasado, así que las terminaciones verbales en aba y los había, aunque te digan lo contrario, son absolutamente normales. Bajo mi punto de vista creo que te centraste más en la ambientación para dar carácter al personaje, que en el propio personaje. Es cierto que no había sorpresa argumental, el título lo dice todo, pero si te hubieras centrado en su enfermedad, en su sufrimiento y en el de la persona que aparece al final al ver cómo se marchitaba, en vez de querer tirar del ambiente para dar carácter al personaje le habrías dado más emoción al texto que, creo, es lo que andabas buscando.

    Me ha gustado, no me entiendas mal, pero a veces nos dejamos llevar por el contexto y eso nos hace perder de vista lo importante que, al fin y al cabo, argumentalmente siempre son los personajes a los que les ocurren cosas.

    Sigue escribiendo.

    Un saludo.

    Escrito el 23 abril 2017 a las 11:54

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