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Valentín - por Rayen

Valentín

Susana esperaba a Valentín bajo la sombra de un árbol, tratando de sortear el calor del medio día que la mantenía sudorosa.
Valentín acudía al cementerio a visitar a su abuela, como todos los lunes durante la hora de colación. Era una rutina que mantenía desde que ella había fallecido hacía ya dos años.
Cuando Susana lo vio entrar, se escondió tras el árbol, paso la mano por sobre la pistola que llevaba al cinto, para sentirse segura. Llevaba meses investigando un robo millonario a un cajero automático. Dicha investigación llevó a Susana a seguir los pasos de Valentín para tener pruebas concretas y poder entregarlo a la justicia.
El hombre caminó seguro por la avenida principal del cementerio, llevaba un ramo de flores en sus manos, Susana lo seguía por entre las tumbas. El cementerio se encontraba solitario y en silencio esto le daba seguridad a Valentín, quién de pronto se detuvo frente a un mausoleo, dejó el ramillete en el suelo y sacó de su bolsillo una llave que abrió la puerta de la sepultura. El tipo miró para todos lados para cerciorarse de que nadie lo siguiera y entró.
Susana sigilosamente buscó la mejor ubicación para observarlo. A cabo de unos minutos Valentín salió, se puso sus lentes oscuros, cerró la puerta con llave, empujándola para asegurarse que estaba bien cerrada, bajo los escalones y le dio una patada al ramo de flores que había quedado abandonado a la entrada, se pasó la mano por el cabello y se dispuso a caminar dejando el campo santo.
Susana se dio cuenta que bajo el brazo izquierdo llevaba un diario. —Seguramente la pistola, pensó Susana y lo siguió hasta que salió, atravesó el estacionamiento y subió a su automóvil partiendo en dirección desconocida. Entonces Susana se devolvió rápidamente para investigar el lugar y entrar al mausoleo, cosa que no le costó mucho debido a su vasta experiencia. Entró sin grandes problemas y se dedicó a buscar. Tenía el presentimiento que encontraría el dinero robado.
Cuando terminó, dejó todo en su lugar, cerró y dejó el cementerio.
Había pasado una semana completa y Susana se dispuso a seguir paso a paso el plan que había ideado con su compañero. Revisó las municiones de su arma, la enfundó. Miró su reloj y encendió el motor del auto para dirigirse al cementerio. Ahora ya no lo esperaría en la puerta, buscaría un lugar cercano a la sepultura, donde pudiera observar.
Para matar el tedio se entretuvo jugando con su celular. Había transcurrido casi una hora cuando sintió los pasos de Valentín, que como todos los días lunes asistía al cementerio con flores para su abuela.
Cuando Valentín entró, Susana se puso en movimiento, acercándose a la puerta del mausoleo, sacó un candado de entre sus ropas y sin ruido lo puso en la puerta, cerrándola por fuera, luego se alejó lo suficiente como para llamar al celular de su compañero y advertirle que ya estaba encerrado.
Valentín estaba tan ocupado, corriendo la pesada lápida que no se dio cuenta que estaba encerrado. Levantó la tapa del ataúd, metió la mano y buscó la bolsa que contenía los fajos de dinero.
Su cuerpo se retorció y en su frente aparecieron gotas de sudor. La ansiedad lo devoraba, mientras sus manos temblorosas corrían nuevamente la lápida para agrandar la abertura y dejar al descubierto el ataúd y así lograr ver el interior y buscar la bolsa.
Su sorpresa aumentó cuando descubrió que la bolsa estaba vacía y el ataúd sólo contenía unos huesos de quién sabe quién. Se sentó aturdido, el sudor se había helado, lo que hacía estremecer su cuerpo. Necesitaba calmarse para poder pensar, sacó un cigarrillo para tranquilizar sus nervios. No podía imaginar quién le había robado. En todo este tiempo nadie lo había seguido. — ¿Sera el jardinero? — ¿Sera el nochero ? Esas y otras mil preguntas se hace Valentín desolado. Cuando decidió abandonar el lugar después de dejar todo en su lugar, empujó la puerta para salir, pero esta no se abrió. Entonces volvió a empujar con más fuerza pero la puerta no cedió, después de zarandearla con ambas manos se percató que estaba encerrado y decidió gritar pidiendo auxilio.
En la oscuridad de la noche, por un ventanuco angosto se filtraban las luces policiales y por el mismo lugar escapaban las esperanzas de Valentín.

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6 comentarios

  1. 1. LILA G dice:

    Hola, Rayen. Me ha gustado mucho tu historia. No sé si de final inesperado, porque ya me la veía venir. Sin embargo muy bien contado. Solamente te diría que a mi juicio durante todo el relato deberías conservar el mismo tiempo verbal, me chocó un poco la frase “Esas y otras mil preguntas se hace Valentín desolado.” Como todo está contado en pasado, debería decir SE HIZO. Solo eso. Saludos. Lila.

    Escrito el 17 abril 2017 a las 14:55
  2. 2. Cryssta dice:

    Hola Rayen, tu relato me ha gustado bastante aunque creo que todavía tienes que trabajarlo un poco más. Te digo a continuación las cosas que yo he visto:

    – dices “la hora de colación”, he tenido que buscarlo en el diccionario porque no sabía qué era “colación” y la RAE dice: “Comida ligera que se toma por la noche en días de ayuno”. Como además, al final del relato dices “En la oscuridad de la noche”, deduzco que Valentín acudía de noche al cementerio. No lo entiendo muy bien porque se supone que a esas horas el cementerio estaría cerrado y además, al principio del relato dices “el calor del medio día”

    – “desde que ella falleció hacía ya dos años”

    – no entiendo por qué Susana se esconde tras el árbol una vez lo ve entrar, creo que sería mejor decir “Susana, desde su escondite tras el árbol, lo vio entrar”

    – “pasó la mano por la pistola”

    – “llevaba un ramo de flores en las manos” ya se sabe que son sus manos y no las de otro si las llevaba él

    – “Susana lo siguió” si dices “lo seguía” tienes que decir antes que sale de su escondite

    – si el cementerio estaba solitario se entiende que hay silencio, si quieres meter lo del silencio sería mejor poner algo como “El cementerio se encontraba solitario, su silencio le daba seguridad a Valentín”

    – “quien de pronto”

    – antes has dicho que llevaba un ramo de flores y luego hablas de un “ramillete”, no es lo mismo, un ramillete es un ramo pero pequeñito por lo que no se puede considerar sinónimo

    – “para asegurarse de que”

    – “bajó los escalones”

    – dices “se dispuso a caminar dejando el campo santo” disponerse es tener la intención de hacer algo y prepararse para ello pero no significa que luego lo haga, tienes que dejar más claro que realiza la acción

    – “se dio cuenta de que”

    – yo me pregunto ¿de dónde ha salido el diario?, ¿estaba en la sepultura? porque a la entrada llevaba un ramo de flores en las manos

    – “Seguramente esconde la pistola”

    – “Entonces Susana volvió rápidamente al mausoleo”

    – si dices que no le costó mucho entrar al mausoleo sobra decir a continuación que entró sin grandes problemas, es una redundancia

    – “Tenía el presentimiento de que”

    – dices “dejó todo en su lugar, cerró y dejó el cementerio”, hay dos “dejó” muy seguidos

    – “Pasó una semana”

    – creo que estaría mejor decir “Revisó que el arma tuviera suficiente munición y la enfundó”

    – cuando dices “sacó un candado de entre sus ropas” creo que deberías concretar más, decir algo como “sacó un candado del bolsillo de su chaqueta” por ejemplo, al decir de entre sus ropas puede hasta tenerlo guardado en la ropa interior

    – “para llamar al celular de su compañero y advertirle que Valentín ya estaba encerrado”, si no especificas parece que el que está encerrado es el compañero

    – “no se dio cuenta de que”

    – “los fajos de billetes”

    – “corrían más la lápida”

    – dices “unos huesos de quién sabe quién”, ¿no se supone que allí estaba enterrada la abuela?

    – “será” lleva tilde

    – dices “abandonar el lugar después de dejar todo en su lugar”, hay dos “lugar”, la segunda vez puedes poner “sitio”

    – nombras diez veces a Susana y otras tantas a Valentín, son demasiadas

    Espero haberte ayudado. Un abrazo.

    Escrito el 18 abril 2017 a las 10:56
  3. 3. Patricia Luna dice:

    Hola Rayen!!!
    Me gustó tu relato. Creo que debes pulirlo un poco más para que las acciones sigan un orden de narración claro.
    Gracias por compartir tu escritura, si quieres puedes leerme en el número 50.

    Escrito el 20 abril 2017 a las 02:23
  4. 4. María Jesús Hernando Navas dice:

    Hola Rayen!. Cómo te dicen los compañeros a mi también me parece la narración un poco confusa pero la idea está muy bien. Me ha gustado. Un saludo

    Escrito el 21 abril 2017 a las 17:38
  5. 5. Laura dice:

    Hola Rayen.
    Necesitas pulir un poquito más el relato. La idea está buena, se interpreta desde el principio cuando sale con un diario cuando antes no lo mencionaba.
    Hubiera esperado una vuelta más de tuerca ya que desde el inicio se cuenta todo, pero ya está.
    Sigue escribiendo.
    Hasta el próximo mes

    Escrito el 23 abril 2017 a las 12:34
  6. 6. Patricia Luna dice:

    Hola Rayen!!!
    Te agradezco mucho tu comentario sobre mi relato y te agradezco aún más lo que me contaste sobre tu experiencia con tus mascotas, es muy lindo y tierno de tu parte, gracias.

    Escrito el 29 abril 2017 a las 00:30

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