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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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El escritor. Borrador basado en la película The Ghost Writer (2010) dirigida por Roman Polansky, basada a su vez en la novela The Ghost (2007) escrita por Robert Harris. - por Raymond Carr

Susana esperaba a que los empleados de la empresa de pompas fúnebres terminaran de hacer su trabajo. El nicho donde estaban colocando el ataúd quedaba muy alto; tuvieron que subirlo con un pequeño elevador parecido a los que se utilizan para cargar camiones. Susana creía que cuando cesara todo ese barullo se vería libre para dirigirle unas palabras a Pedro. Aún cuando no nos queda nada, permanecen las palabras. Pedro era —había sido— escritor. No fue un escritor famoso. Había montado una editorial que se dedicaba a redactar e imprimir biografías. La mayor parte de sus clientes eran nuevos ricos.

«Mañana tengo que salir para Ciudad Real. Tengo una entrevista con un bodeguero. Primero se forró confeccionando pantalones vaqueros, después volvió a forrarse con la construcción y después se está volviendo a forrar vendiendo vinos por todo el mundo. Lo mejor de todo es que no tenía ni idea de cómo se pega un botón; tampoco tenía idea de cómo se prepara un mortero; y no sabe una palabra de vinos».

Era Pedro quien se encargaba de contactar con los clientes, firmar el contrato y cobrar un adelanto. Susana se preguntaba cómo un soñador, un bohemio como él, había conseguido adaptarse a ese ambiente aburrido y mercantil. Algunas veces llevaba una grabadora, otras tomaba notas. Después hacía un resumen que le pasaba a un redactor que a su vez preparaba el primer capítulo en dos versiones con estilos distintos y era el cliente quien decidía qué variante quedaba como definitiva. Por último el libro se imprimía y se terminaba de cobrar el encargo. Era un trabajo en equipo en el que Pedro era el motor que hacía que toda aquella maquinaria se pusiera en marcha. Susana estaba en secreto orgullosa de él. El día que salió para Ciudad Real ella trajinaba en la cocina. Pedro estaba siempre animado, convencido de que iba a conseguir el contrato.

«Bueno, me voy. Si vuelvo con el contrato del bodeguero cuenta con un finde en una casa rural de Galicia».

Susana le besó. Se besaron. A Susana le gustaba el tacto del traje de Pedro sobre su piel desnuda. Dejó que la bata terminara de soltarse y apretó su cuerpo contra el de Pedro. Se abrazaron. Le acompañó hasta la puerta que dejó entreabierta igual que su bata para verle seguir por el pasillo hasta el ascensor. Una mitad del cuerpo semidesnudo de Susana quedaba oculto detrás de la puerta. Antes de entrar al ascensor Susana y Pedro cruzaron la última mirada de sus vidas.

En el cementerio, los empleados habían terminado de colocar las últimas coronas. Retiraron el material y se despidieron discretamente. Nadie tuvo la impresión de que esperaran una
propina.
La hermana de Pedro le dio un abrazo.
—Hemos traído el coche. Te acompañamos a casa.
—Gracias. De verdad.

Lo único que se pudo recuperar fue la grabadora. El coche había quedado destrozado, el cuerpo de Pedro fragmentado e irreconocible. Un empleado del seguro había ido a llevar la grabadora dentro de un sobre.

Susana abrió el sobre. Lo estiró con las dos manos y puso encima la grabadora. Afloraron unas lágrimas que reprimió con determinación. Accedió al menú. Estaba ordenado por fechas. Seleccionó la más reciente. Escuchó.
—Y cuándo decide usted y por qué dejar la construcción —preguntaba Pedro.
—Muy sencillo, los del PP estaban dando obras a los constructores dispuestos a colaborar con el partido. Si quiere que le diga la verdad yo hubiera entrado en el juego, no me importa mancharme las manos con dinero. Lo que no soporto es tener que bailarle el agua a un concejal de mierda. No hace falta que le diga que esto no puede salir en mi biografía. Se lo contaré sólo para que usted entienda mejor qué clase de persona soy. Sé delegar, tengo excelentes colaboradores; y sé rendir cuentas ante mis socios, pero no soporto que me maneje un mediocre, un payaso de la tele, un corrupto a comisión. Le voy a contar a usted algo del PP de Castilla-La Mancha…

Susana escribió seis folios en el ordenador de Pedro y llamó a la editorial.
—He estado escuchando la última entrevista de Pedro.
—¿La del bodeguero? Menudo pájaro.
—Sí, esa misma. He sacado un informe.
—Fantástico. Ese contrato nos viene de perlas.
—Pero no se lo vamos a dar al redactor. Lo voy a dar a conocer a través de la prensa.
—No, eso no. No lo hagas, nos enterarás para siempre.

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19 comentarios

  1. Muy bueno , Raymond! Decae un pelín al final, o igual no es que decaiga, es que te quedas un poco expectante, quizá con ganas de ver la que se va a montar, y por eso queda el relato de alguna forma inacabado, como si fuera el principio de algo mayor.

    Pero en general , muy bueno. Escrito con mucha desenvoltura, muy natural, no le sobra nada. Se lee de un tirón y con interés.

    El reto ha puesto ha muchas viudas en la palestra este mes, me temo. El mío va de viuda también. Si te apetece, leerlo estoy dos por encima del tuyo.

    Aunque acuerdate de leer primero los tres siguientes al tuyo, que son los prioritarios 🙂

    Nos leemos !!!

    Escrito el 17 abril 2017 a las 15:15
  2. 2. Raymond Carr dice:

    Hola Patricia.
    Gracias por tu comentario. Como podrás imaginarte, me ha encantado que te guste. Me ha salido ese final que, como dicen en algunos libros, es un cliff-hung. Parece que este tipo de final es más apropiado para terminar un capítulo que para acabar un relato porque anima al lector seguir leyendo. Aunque, si lo piensas bien, dejar al lector resolviendo el final tampoco está nada mal. A mí me gusta como ha quedado y no lo cambiaría por un final más alicatado. También te digo que me parece que me ha salido un texto demasiado rápido, me gustan los textos rápidos, además está de moda escribir así pero en éste es que no dejo ni respirar al lector.
    Me he propuesto comentar cuatro textos cada mes, es lo menos que se puede hacer por los compañeros y por Literautas. Lo que pasa es que últimamente no he sido riguroso con el orden y me he saltado alguno. Lo he hecho porque me parecía que mi comentario salía mejor, y por tanto era más útil. Al fin y al cabo se trata de eso, de ser útil, de aprender, de compartir. Seguiré tus indicaciones y comentaré los tres textos que hay justo debajo del mío.
    Hasta pronto Patricia.

    Escrito el 18 abril 2017 a las 00:50
  3. 3. juanjohigadillo dice:

    Buenos días, Raymond.
    En primer lugar quiero agradecerte que te hayas pasado por mi relato.
    En cuanto al tuyo he de decir que me ha gustado mucho, y no creo que que el final esté inacabado: todo el mundo sabe que sacar a la luz determinados aspectos sombríos de los poderosos puede traer problemas, aunque no se especifique concretamente por parte de quién.
    Lo que sí me gustaría decirte es que a veces resultaba confuso seguir la narración con esos saltos en el tiempo. Creo que deberías dejar claro -no se me ocurre cómo, la verdad- que ese “flashback” que hay en medio es eso, un flasback, pero es sólo una opinión.
    Saludos desde Pucela.

    P.S: En la última frase te has comido una “erre” en enterarás. No tiene importancia; le puede pasar a cualquiera.

    Escrito el 18 abril 2017 a las 09:42
  4. 4. ANGEL CLIMENT dice:

    Raymon. Como siempre un placer leerte. Estoy bastante de acuerdo con lo que dice Patricia y con tu respuesta, el relato queda abierto.
    Interesante se lee bien y a gusto.
    N0os leemos mi relato es el 60

    Escrito el 18 abril 2017 a las 09:45
  5. 5. SBMontero dice:

    Dejando a un lado el enterrarás del final… ¿Te has dado cuenta de que has planteado una novela entera en setecientas cuarenta y dos palabras? De ahí se puede inferir que el vendedor de biografías fue asesinado por lo que sabía, que ella va a pasar las de San Quintín por querer hacer público lo que hay en la grabadora. Te aseguro que me has dejado con la boca abierta.

    Un cosa, de cliff-hung nada. Para que haya cliff-hung tiene que estar hecho el planteamiento y este se usa para el final del capítulo, pero es que esto es el planteamiento en si mismo.

    Sigue escribiendo, por favor.

    Un saludo.

    P.D.
    juer Ôo)-~

    Escrito el 18 abril 2017 a las 13:33
  6. 6. Raymond Carr dice:

    Hola Juanjo.
    Formalmente el texto está dividido en dos partes. La primera parte: Susana está en el cementerio y recuerda los últimos momentos con Pedro. Pienso que es necesario plantear esos pensamientos de forma desordenada para hacerlos más creíbles. También he tenido que intercalar la voz del narrador que ayuda a construir a los personajes. La segunda parte: Susana está en su casa sola, reflexiona con más profundidad sobre Pedro y a la luz de la grabación decide escribir una historia. Las dos partes están unidas por una escena de trasición en la que los empleados terminan de colocar las coronas etc. He plasmado en el papel esta estructura básica de forma consciente. Me parecía que era una idea buena y sencilla para ayudar al lector a asimilar el texto. Otra cosa es haberlo conseguido.
    No sabes cómo me duele esa erre de menos.
    La próxima vez saldrá mejor… o peor, cualquiera sabe.
    Hasta pronto.

    Escrito el 18 abril 2017 a las 15:06
  7. 7. Raymond Carr dice:

    Hola Ángel, gracias por tu comentario.
    Estoy empezando a creer que los finales cerrados son cosa del pasado. La verdad es que este final surgió de sobre la marcha.
    Hasta pronto.

    Escrito el 18 abril 2017 a las 15:17
  8. 8. Raymond Carr dice:

    Hola SBMontero, gracias por tu comentario.
    No sabes cómo de duele lo de la erre.
    No, no estaba pensando en una novela entera, ni mucho menos; todavía no estoy preparado para tomar el impulso necesario que hay que tomar para escribir una novela. Susana es una mujer enamorada de Pedro y viceversa; y el bodeguero, a excepción de que tiene éxito en los negocios, es una persona como cualquiera de nosotros, está dispuesto a plantar cara si le tocan la fibra sensible. Y eso es todo. Los tres personajes me caen bien. Pero quien me cae mejor es Susana. Cree que comparte su vida con un hombre excepcioanal. Susana vive convencida de que cualquier día Pedro entrará por la puerta de la cocina con un proyecto digno del mayor elogio. Susana espera. Susana sabe esperar.
    Hasta pronto.

    Escrito el 18 abril 2017 a las 15:35
  9. 9. MOT dice:

    ¡CLAP! ¡CLAP! ¡CLAP! Sí señor, un verdadero aplauso…
    Hola, soy MOT, y no he podido evitar dejarme llevar por el momento.
    Magnífica novela que, cómo bien dice SBMontero, has conseguido en menos de 750 palabras. A mí me chiflan, me encantan los finales “bomba”, cuando se te queda esa cara de…”Pero qué pasada. No me esperaba este final para nada”, y he flipado con este. Enhorabuena.

    Escrito el 18 abril 2017 a las 17:00
  10. 10. Raymond Carr dice:

    Hola MOT, gracias por tu comentario.
    En la era de internet el feedback de los lectores es muy interesante y aporta muy buenas ideas. Pero lo que yo he hecho es un simple relato. Lo único que puede hacer Susana después de que Pedro ha muerto es sacar adelante un proyecto que Pedro no pudo acabar. Susana estaba convencida de que las biografías era una dedicación con fines alimenticios, que el talento de Pedro estaba muy por encima de aquello. Por eso se decide a montar una traca. Lo hace en homenaje póstumo a un ser querido.
    Hasta pronto.

    Escrito el 18 abril 2017 a las 18:34
  11. 11. Laura dice:

    Hola Raymond Carr
    Me ha gustado tu texto. Supongo que el exceso de detalles de la despedida de Susana es para significar que es la última. Lo ví como si de una película se tratase.
    Muy buen texto. Sigue escribiendo.

    Escrito el 19 abril 2017 a las 10:33
  12. 12. Raymond Carr dice:

    Hola Laura. Gracias por tu comentario.
    Me alegra mucho que te guste el texto. Susana y Pedro acostumbraban a despedirse así. Fíjate que más que un exceso de detalles lo que hay es una forma peculiar de despedirse.
    Hasta pronto.

    Escrito el 19 abril 2017 a las 11:22
  13. Hoal Raymond, estoy en el 30, por si quieres pasar. Me gustó mucho el relato, todo el contenido que le has dado es genial. Los detalles y las descripciones son muy buenos, condensados y así y todo no falta detalle.
    Felicitaciones.

    Escrito el 24 abril 2017 a las 02:02
  14. 14. Raymond Carr dice:

    Hola Fernando.

    Gracias por tu comentario. Me alegra que te haya gustado.

    Hasta pronto.

    Escrito el 24 abril 2017 a las 11:34
  15. 15. laupoda dice:

    Hola Raymond, gracias por leer mi texto y comentarlo. Es cierto que resulta difícil de creer que haya alguien que no tenga a nadie que pueda consolarle pero, desgraciadamente, hay muchas personas en esa situación. Es más, incluso teniendo a alguien con quien contar, hay sentimientos que no pueden ser consolados más que con el tiempo.
    Agradezco mucho tu opinión. Gracias.

    En cuanto al tuyo decirte que me parece bien redactado, se lee con fluidez y tiene una buena trama, así que nada, felicidades!
    Un saludo.

    Escrito el 24 abril 2017 a las 13:35
  16. 16. Cryssta (Madrid-España) dice:

    Raymond, muy bueno tu relato, me ha gustado mucho. A estas alturas en las que ya he devuelto todas las visitas ya no reviso relatos, solo te diré que solo me he fijado en la “r” que te falta en la última línea porque la historia me tenía atrapada.

    Felicidades.

    Escrito el 27 abril 2017 a las 12:59
  17. 17. Raymond Carr dice:

    Gracias Cryssta por tu comentario. Y me alegro de que te haya gustado. No sabes cómo me duele esa “r”. Que es una insignificancia pero qué mal queda.
    Hast pronto

    Escrito el 27 abril 2017 a las 13:51
  18. 18. Charola dice:

    Hola Raymond!
    Un relato bien estructurado. Me gustó.
    Texto diferente pero que atrapa, buenas descripciones y el final inmejorable.
    Felicitaciones.

    Escrito el 29 abril 2017 a las 07:01
  19. 19. Raymond Carr dice:

    Gracias Charola por tu comentario. Me alegra mucho que te haya gustado mi texto; y que me lo digas, claro.
    Hasta pronto.

    Escrito el 29 abril 2017 a las 21:35

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