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ENCUENTRO INSOSPECHADO - por Roger/NHICAP

Susana esperaba en el bar del hotel. Guapa y esbelta, mostraba un aspecto estupendo, su imagen más agradable y atractiva; tenía que impresionar a Lucas. Lo conoció ayer por la tarde, en el vuelo procedente de Madrid. Susana venía a esta ciudad atlántica con la idea de abrir una clínica dental, réplica de la madrileña.

¿Fue por azar que él ocupase el asiento junto al suyo? Eso creía ella.

Todavía era una mujer joven que conservaba los últimos destellos de su belleza, aunque hasta ayer pensaba que era mayor para atraer a un tipo como Lucas, el apuesto y simpático profesor de golf, quince años menor que ella. Se había sentido halagada por la invitación que le hizo para cenar esta noche. No lo dudó, recordaba las palabras que escribió George Ward: “las oportunidades son cómo los amaneceres; si no los aprovechas desaparecen".

A sus cincuenta años, Susana no era un alma ingenua. Le apeteció tener una aventura con Lucas; una nada más, pero tampoco nada menos. Incluso pensó el pretexto para no arrepentirse más tarde: «respondo con la misma moneda, o se cree que desconozco su lío con esa actriz, una desvergonzada». se refería a Gabriel, todavía su marido, y su joven amante.

La brisa marina del atardecer entraba por la ventana de la habitación. «Hace un tiempo maravilloso, espero que se sienta cómodo y me encuentre deseable», susurró Susana frente al espejo mientras terminaba de maquillarse. Realzaba su figura sobre unos “stilettos” de tacón extra fino y vestía una ajustada falda negra, tres dedos por encima de la rodilla, y una blusa fucsia de generoso escote ¡Sublime presencia!

Última mirada al espejo para verificar su aspecto. Se colocó bien el cuello de la blusa, tiró de la falda hacia abajo, y abandonó la habitación. Lucas pasaría a recogerla en el bar, irían caminando hasta la ciudad vieja y recorrerían sus plazas y estrechas calles. Más tarde cenarían en un coqueto restaurante cerca de la bella Colegiata del románico tardío. Y después, ella señalaría el rumbo que debía seguir la noche.

Lucas se retrasaba unos diez minutos y sucedió lo impensable. Susana soltó un pequeño grito y se llevó ambas manos a la cara: su marido entraba en el bar con un andar chulesco y la sonrisa confiada. «Dios mío», pensó, asustada. Pero reaccionó rápido.
—¡Qué coño haces tú aquí! —preguntó dando un paso al frente mientras se apagaba la luz en su cerebro; no daba crédito a la situación que estaba viviendo.

Él fijó su mirada primero en sus ojos, luego bajó hasta sus labios y, a continuación, recorrió su estilizado cuerpo. Cuando posó de nuevo la mirada en sus ojos, Susana notó un cierto azoramiento seguido de un ligero cosquilleo en su interior.
—Estás preciosa, querida…
—Gabriel, no seas gilipollas, ¡coño! —le soltó, muy nerviosa—. Dime enseguida que haces aquí. Estoy esperando a una persona.
—Yo soy esa persona, Susana. El apuesto Lucas no vendrá, pero haremos el mismo plan: un paseo y cena íntima. Vengo a pedirte perdón por haberte engañado con otra. Eso se acabó. Déjame intentar recomponer nuestra relación.
—¡Calla! Entonces…, ¿enviaste a Lucas para ponerme a prueba?
—Si, algo parecido. Lucas es el nuevo profesor del club de golf. Vino a participar en un simposio sobre lesiones típicas en el golf que se celebra aquí.
—La madre que te parió, eres un cabronazo. Esto es inaudito. —Al volverse para irse, llevaba la rabia reflejada en el rostro. Se sentía herida, humillada, y su orgullo pisoteado.
—Espera, por favor, escúchame —rogó solícito mientras la sujetaba con suavidad por el brazo—. Cuando me comentaste que viajabas aquí, en la misma fecha, le pedí que tomase tu vuelo, el IB-522, y ocupase el asiento 7B. Su misión era conseguir cenar contigo esta noche. Si lo lograba, yo vendría a suplantarlo.
—¡Joder! Solo un cabrón de mente retorcida puede concebir un plan tan diabólico. —Sin más, se dirigió hacia el ascensor.

A una seña de Gabriel, un botones del hotel se le acercó entregándole un ramo de doce rosas rojas con una nota. Susana, confundida, tomó el ramo y leyó la nota: “Te quiero, dame otra oportunidad".

Susana se giró hasta cruzar la mirada con la de su marido. Su gesto serio se fue difuminando, en su mente aparecían átomos de esperanza y se borraban algunas sombras.
—Subo a cambiarme de ropa. Bajaré más tarde y hablaremos.
—Te esperaré aquí —respondió sin dejar de mirarla.

Susana se alejó con paso decidido. Olió el ramo de rosas y una lágrima humedeció su mejilla.

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29 comentarios

  1. 1. lunaclara dice:

    Hola Nhicap, bordas tu relato. Es genial. Describes muy bien. Haces que al principio me ponga en contra de ella, y al final ¿a favor? Ummm, no me decanto…. Yo creo que no vuelve. Lo dejas abierto, a mi entender. No tiene necesidad de cambiarse de ropa..
    Muy bien escrito, con soltura y picardía de la buena. Fresco, ágil… Anda ya!
    Gracias

    Escrito el 17 abril 2017 a las 22:28
  2. 2. Alohomora dice:

    Hola Nhicap. Soy tu vecina de arriba. He leído tu relato. Me ha gustado bastante. Tiene buen ritmo. Aunque para mi gusto y no como experta, me imaginaba a Susana con un vocabulario “más fino”. Eso me ha chocado un poco. Pero es el único “pero” que le encuentro. Si lees el mio estará lleniiiiiito de “peros”. Así que enhorabuena.

    Escrito el 18 abril 2017 a las 00:38
  3. 3. Luis Ponce dice:

    Hola Roger:
    Como siempre bien manejado el tema y bien escrito.
    Un solo pero: por experiencia, ninguna mujer reacciona de esa manera después de un engaño, a no ser que quiera asesinarle al regreso.
    Me extrañó que vuelva a cambiarse de ropa.
    Es un gusto leerte.

    Escrito el 18 abril 2017 a las 00:47
  4. 4. Jose M Quintero dice:

    Hola Roger.
    La escena se lee fluidamente y la trama aunque es sencilla es muy interesante. me gusto el final abierto. Que no fuera coincidencia nada, el esperando que la perdone y la ultima reacción de Susana. porque esa lagrima, tal vez recordando cosas del pasado o simplemente porque se sentía humillada, realmente esperaba a Lucas.
    Me ha gustado mucho, felicidades.

    Escrito el 18 abril 2017 a las 03:39
  5. 5. Roger/NHICAP dice:

    lunaclara: me alegro que hayas decidido regresar al taller, así volveré a disfrutar con las historias de “mi chica del Alamillo”. Pronto paso a leerte, amiga.
    Tengo previsto dos finales opuestos: Susana no vuelve o no vuelve. Yo quiero que vuelva. En cuanto cambiarse la ropa, lo escribí por dos razones. Necesitaba estar sola para reponerse de la escena vivida y, por otra parte, esa manera de vestir no estaba dedicada a su marido.
    Gracias por la visita y pronto paso a leer, y comentar, tu relato.
    Alohomora: Agradezco tu visita y me alegra que te haya gustado. Con el vocabulario “poco fino” de Susana quise mostrar su indignación, sorpresa e incomodo, por lo inesperado de la situación. Ese léxico abrupto es un recurso para que el lector sienta lo que yo quise reflejar. Pasaré pronto a leer tu texto.
    Luis: Gracias Luis, es un honor recibir el agradable comentario del ilustre poeta del taller. Ya ves, Luis, las mujeres siempre nos sorprenden con sus reacciones. Yo creo que no quiere matar al marido pero devolverle la humillación sufrida, claro que sí. Respecto al cambio de ropa ya lo comenté mas arriba. Pronto pasaré a disfrutar con tu relato.
    José M.: Gracias José M. me alegra que te haya gustado. Mi Susana claro que deseaba tener una alegría con Lucas, pero a veces las cosas no suceden como esperamos. Pasaré a leerte y comentar tu texto.

    Un abrazo a los cuatro.

    Escrito el 18 abril 2017 a las 05:16
  6. 6. Miranda dice:

    Hola Roger: yo también estoy de vuelta, que tenia muy desatendido el taller, aunque tu eres uno de los que he seguido leyendo, aunque sin tiempo para comentar.

    Este relato me ha gustado, precisamente por lo contundente del vocabulario, que sí que demuestra la furia del personaje al sentirse manipulada y humillada. Me gustan los textos que no abusan de adjetivos excesivos, y que transmiten las cosas sin describirlas.

    Esas “palabrotas” dicen mucho más del personaje que una descripción sobre lo enfadada que estaba. Aunque no lo hubieses explicado habría pensado igual.

    Una expresión que me ha encantado también es ¡Sublime presencia!, creo que no es una frase muy común, y resulta contundente, aunque eso sí, no creo que fuese el pensamiento de ella al verse en el espejo. (Es más bien tu impresión al imaginartela, creo) Lo que si queda claro es el éxito que sigue teniendo entre el genero masculino una falda de tubo y unos zapatos de tacón. Je,je

    Me ha gustado la historia y como la has contado.

    Espero que tengas un rato para pasarte por mi relato, esta vez estoy en la cola, es el 230 te dejo el link

    https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-43/7699

    Felicitaciones y un abrazo.

    Escrito el 18 abril 2017 a las 16:17
  7. 7. Wurunkati dice:

    Hola Roger
    Enhorabuena por el relato. Solo me ha confundido un poco la frase “se refería a Gabriel, todavía su marido, y su joven amante” Además del punto que se ha colado al inicio por error solo en la segunda lectura me he dado cuenta que amante se refería a la actriz y no a Lucas (lo que me desconcertaba). No soy experto así que no me hagas mucho caso pero yo lo entendería mejor “… y a su joven amante”
    Te repito mi enhorabuena
    Un saludo

    Escrito el 18 abril 2017 a las 18:09
  8. 8. Osvaldo Mario Vela Sáenz dice:

    Hola Roger, que pedazo de reconciliación tan tierno acabas de lograr a menos que tu tengas otros planes para este embrollo.

    La escritura es sencilla y fluye con naturalidad, así es que como lector empecé a hacer mis propias deducciones. Cuando supe que el marido era quien había concertado la cita lo primero que deduje fue !que plan tan malo!. Tratar de igualar los pecados para conseguir el perdón va a ser fatal para el matrimonio.

    Pero un buen escritor como tu siempre tiene un plan “B”. Una docena de rosas rojas.

    Creo que de aquí en adelante, en lugar de guardar un “six-pack” de cervezas en la hielera, voy a tener una docena de rosas en el cajón de las verduras para la armonía hogareña.

    Enhorabuena

    Escrito el 20 abril 2017 a las 03:42
  9. Amigo Roger, es un placer volver a tu lectura, pero quién coño es William Ward? veo en la WKPD que hay un par de tres sujetos con esa catadura. La frase queda genial, como otras que nos dejas como unas perlas: “La brisa marina del atardecer entraba por la ventana de la habitación”, parece que estamos metidos de lleno en un cuadro de Ed(Ward) Hopper. “Más tarde cenarían en un coqueto restaurante cerca de la bella Colegiata del románico tardío”.
    Gracias por tu paseo por mi cementerio alemán.
    Nos leemos.

    Escrito el 20 abril 2017 a las 19:47
  10. 10. Henar Tejero dice:

    Hola Roger,
    No sé si la protagonista va a perdonar a su marido, pese a todos los intentos de éste. Yo creo que se lo va a pensar… y mucho!.Lo del cambio de ropa lo entiendo perfectamente. Ella estaba esperando a otra persona y su reacción al ver a su marido no ha sido otra sino decepción.
    Un relato muy bien contado, las descripciones muy bien hechas. Has conseguido un texto ágil y fluido.
    Buen relato, me ha gustado mucho.
    Gracias por comentar mi relato. Me alegro que te gustara.
    Nos seguimos leyendo!!!

    Escrito el 21 abril 2017 a las 07:00
  11. 11. Otilia dice:

    Hola Roger/NHICAP,
    Me ha gustado tu relato, te engancha desde el principio. Bien escrito y ágil lectura.
    Me chocan dos cosas:
    Una, la de recorrer la ciudad vieja con los “stilettos”, pienso que iría descalza con ellos en la mano, como en las películas.
    Otra,teniendo sublime presencia (me encanta), porque quiere cambiarse la ropa, no me extraña que él se vaya con otra.
    Es broma, ya sé que es para recomponerse de la sorpresa, echar unas lágrimas y decidir si vuelve con el infiel.
    Buen trabajo. Saludos.

    Escrito el 21 abril 2017 a las 10:10
  12. 12. Roger/NHICAP dice:

    Gracias, Miranda, Wuruntaki, Osvaldo, Pepe, Henar y Otilia, por la visita y comentarios que tendré en consideración.
    Pepe Illarguia, sólo se que George Ward escribió esa frase. Yo la encontré, (me gustó y la guardé), en un artículo periodístico que leí hace algún tiempo. Investigaré y trataré de responderte.
    Ya estoy devolviendo vuestras visitas con mis opiniones. Responderé a todos.
    Saludos

    Escrito el 22 abril 2017 a las 19:47
  13. 13. Laura dice:

    Hola Roger.
    Tu relato está muy bien escrito, pero… no me cierra de ningún modo que el marido haya hecho caer a la mujer en semejante trampa nada más que para reconquistarla. No me lo creo. A menos que lo haya hecho para estar con ella a solas y matarla para beneficiarse económicamente con algo. Disculpa mi cinismo, pero en este aspecto, cuando un jarrón se rompe, por más que lo arregles, ya está roto. Y la relación de una pareja, al menos para mí, es tan preciosa como el más valioso de los objetos. Y no se arregla con unas rosas, una cena romántica ni nada que se le parezca. Insisto, no me resulta creíble para nada el marido, a menos que tenga un plan B como ya antes te indiqué. ¿
    Hasta el mes próximo

    Escrito el 22 abril 2017 a las 23:16
  14. 14. Roger/NHICAP dice:

    Para Laura:
    Agradezco tu visita y tu buena opinión sobre el relato a pesar de ese pero…
    Imagina que el marido es un tipo soberbio, altivo, sin escrúpulos, acostumbrado a ir por la vida haciendo lo que haga falta para conseguir lo que quiere. Por eso urdió ese plan malévolo para demostrarle a su mujer que también ella sucumbe a las debilidades de la carne.
    Fíjate que en el texto reflejo que ella conoce que su marido la engaña con una joven actriz. ¿Por qué lo consiente ella? seguramente porque no quiere, o no puede, romper su matrimonio: por los hijos, por razones económicas, por su edad,…
    En este mundo no hay modelos tipo para clasificar a los seres humanos pues, aunque no lo parezca, hay tantos modelos como personas. Cada cuál es cada cuál, que diría mi amigo, el paisano.
    Laura, pronto pasaré por tu relato y te dejaré mi opinión.
    Un abrazo.

    Escrito el 23 abril 2017 a las 09:31
  15. 15. Ane dice:

    Hola Roger/NHICAP,, lo primero agradecerte que pasaras a comentar mi texto. En segundo lugar decirte que me gustó tu relato. Encontré bien plasmado el argumento que podemos encontrar en cualquier pareja inmersa en un punto de inflexión, donde las infidelidades de uno son conocidas por el otro y este necesita auto afirmarse probando la misma medicina, para finalmente dejar una puerta abierta a la reconciliación.

    La frase “las oportunidades son cómo los amaneceres; si no los aprovechas desaparecen”, es genial.

    Felicidades. Saludos.

    Escrito el 23 abril 2017 a las 10:13
  16. 16. Wolfdux dice:

    Hola Roger,

    una historia muy bien contada. Te dejo a continuación un par de observaciones.

    La frase: “¿Fue por azar que él ocupase el asiento junto al suyo? Eso creía ella.” Descubre parte del pastel, no sabía ni cuándo ni como pero estaba seguro de que Lucas tramaba algo… al final ha sido un compinche de su marido.

    La cita de George Ward la comenzaría con mayúscula. Normalmente tras dos puntos yo suelo escribir en minúscula, pero al ser una cita creo que queda visualmente mejor. (desconozco cuál es la forma correcta de hacerlo)

    En: “se refería a Gabriel, todavía su marido, y su joven amante.” Hay que poner la “s” en mayúscula.

    La frase: “«Hace un tiempo maravilloso, espero que se sienta cómodo y me encuentre deseable», susurró Susana frente al espejo mientras terminaba de maquillarse.” Me saca del relato. Las comillas se utilizan para pensamientos, pero luego colocas un “susurró”. Yo veo dos opciones posibles: cambias el verbo o pasas el pensamiento a diálogo directo y lo conservas.

    En la frase: “Última mirada al espejo para verificar su aspecto. Se colocó bien el cuello de la blusa, tiró de la falda hacia abajo, y abandonó la habitación.” Pondría un “tras” al inicio del párrafo.

    En el diálogo: “—¡Calla! Entonces…, ¿enviaste a Lucas para ponerme a prueba?” Hay una coma de más.

    En este otro diálogo: “—La madre que te parió, eres un cabronazo. Esto es inaudito. —Al volverse para irse, llevaba la rabia reflejada en el rostro. Se sentía herida, humillada, y su orgullo pisoteado.” Cambiaría el orden de las frases que hacen de inciso.

    Por lo demás, un texto muy bien llevado. ¿Qué hará Susana? Hay varias posibilidades y cerrar un relato con un final así, siempre me llena de satisfacción, jeje. Un abrazo.

    Escrito el 23 abril 2017 a las 10:15
  17. 17. Earendil dice:

    Hola, Roger.
    Gustosamente te devuelvo la visita. Gracias por pasar por mi relato y comentar.
    El tuyo me ha gustado mucho, tanto en la parte formal, como en el contenido. Para mí, y esto no es más que una opinión, las lágrimas de Susana al final deben ser por la humillación porque yo, como mujer, lo mato allí mismo. Intentar una reconciliación queriendo equilibrar la balanza de los deslices, no sé, no sé…
    Me alegro de haber pasado por aquí y disfrutar de tu trabajo.
    Un saludo

    Escrito el 23 abril 2017 a las 16:52
  18. 18. Leonardo Ossa (Medellín - Antioquia) dice:

    Hola Roger/Nhicap, muy entretenida la historia. Me has dejado pensando un poco con el final, pues parece que ella estaba decidida a tener una aventura como venganza y cambiar los sentimientos a última hora es una cosa difícil que solo conoce el personaje. Estuvo bien dejar el final abierto.
    Saludos.

    Escrito el 24 abril 2017 a las 03:46
  19. Hola: Me ha encantado tu relato, es como de telenovela pero bien escrito. Estoy de acuerdo con la mayoría de los compañeros, aunque yo interpreto que una infidelidad es pagada con otra, es decir, hay dos culpables no uno. Te he leído en varias ocasiones y me gusta tu estilo.
    No me busques en la lista, no estoy. Llevo varios meses sin escribir. Si quieres comentarme algo mi correo es: ismael.tomas@hotmail.com.
    Un saludo

    Escrito el 24 abril 2017 a las 16:11
  20. 20. Roger/NHICAP dice:

    Gracias a todos vosotros, mis lectores, por vuestro tiempo, sugerencias, y, en especial, por las agradables opiniones sobre el relato.
    Continúo devolviendo visitas, más lento de lo debido pero corresponderé a todos.
    Saludos

    Escrito el 24 abril 2017 a las 18:34
  21. 21. Maureen dice:

    Hola, Roger.

    Por fin he encontrado un rato para devolverte la visita, aunque tu texto lo leí hace unos días. Tienes bastantes comentarios, así que no sé si repetiré algo de lo que ya te hayan dicho.

    El personaje de Susana me ha gustado. Me ha recordado a mi personaje de dos relatos atrás, el de las doce palabras, que busca en un amante lo que no tiene en casa: un poco de cariño, sentirse deseada… cualquier cosa que alivie su soledad. En ese sentido, sus pensamientos y acciones son muy lógicos y creo que están muy bien expresados. Lo que no me ha gustado tanto es la parte final, creo que porque el marido me ha caído fatal: es un prepotente y no sé si el detalle de las flores puede bastar para que Susana le perdone por su infidelidad; sobre todo, después de la trampa que le ha tendido con Lucas. Además, no se muestra demasiado arrepentido de haber tenido una amante, o eso me ha parecido a mí. Pero en fin, cada persona es un mundo y cada relación, única, por lo que cualquiera sabe lo que puede pasar con ellos dos. Lo cierto es que tal y como lo has escrito, estos días me has tenido pensando en esta relación que has descrito, por lo que el objetivo de llegar al lector está conseguido, al menos en mi caso.

    Hay una frase que me ha chirriado un poco: no sé si es muy lógico que Susana le diga a su marido que está esperando a una persona; yo creo que más bien intentaría ocultarlo para que el marido no sospeche nada, aunque la haya pillado en frío y no se esperara verlo allí.

    En cuanto a detalles de gramática, te corrijo alguna cosilla:

    – En la cita de George Ward, yo pondría la primera palabra en mayúscula: “Las oportunidades son cómo los amaneceres; si no los aprovechas desaparecen”. Ah, y sobra la tilde en “como”.

    – Falta la mayúscula al principio de la frase: “Se refería a Gabriel, todavía su marido, y su joven amante.”. No me acaba de gustar ese “todavía su marido”; yo quitaría el “todavía”, puesto que no mencionas en ningún momento que le quiera dejar.

    – “Extrafino”: si no me equivoco, hay que escribirlo junto.

    – Creo que sobra la coma en: “tiró de la falda hacia abajo y abandonó la habitación.”

    – “Lucas se retrasaba unos diez minutos y sucedió lo impensable.”: quizás quedaría mejor con un “entonces” o “en ese momento”, así: “Lucas se retrasaba unos diez minutos y entonces sucedió lo impensable.” o “Lucas se retrasaba unos diez minutos y en ese momento sucedió lo impensable.”

    Muy buen relato, siempre te leo y nunca me decepcionas. Un saludo

    Escrito el 25 abril 2017 a las 11:21
  22. 22. Marián dice:

    Hola Roger.
    Tu relato me ha gustado. Está muy bien montado con una trama que podría parecer un tanto manida, pero tu forma de contarla la convierte en interesante. Esos guiños poéticos suben el nivel; tiene un ritmo muy ágil que te atrapa y la intriga no te abandona… ni al final.
    Ese final me ha encantado y me ha suavizado el enfado que había pillado con la situación. Ahora podré ponerle el final que yo quiera y que, sin duda, no va a ser favorable al tramposo y prepotente del marido, je, je.
    Te felicito.
    Saludos, (223)

    Escrito el 25 abril 2017 a las 16:49
  23. 23. Thomas Carnacki dice:

    Una trama atrapante, con líneas altamente descriptivas, que nos trazan una atmófera bien lograda en torno a el conflicto principal. Con un personaje fácil de odiar, sin apenas conocerle 😛
    Me ha gustado tu historia sobre mutua infidelidad. Un gusto leerte, hasta la próxima.

    ¡Saludillos!

    Escrito el 27 abril 2017 a las 13:58
  24. 24. marazul dice:

    Hola Roger: tu relato, sin tener un argumento apasionante, me ha encantado. A ver, me explico: hay historias interesantes, divertidas, de aventuras, otras tristes que nos llegan al corazón…La tuya comienza en plan “amor y lujo”. Y chico… qué quieres que te diga, pues que agradezco algo ligero, Roger. Algo ligero pero bien escrito, ¡ojo!
    El plan era tan bueno para Susana…que me siento tan desilusionada como ella. Tu final es sorprendente, desde luego, y creo que polémico. Yo, marazul, que soy una romántica sin remedio, hubiese preferido que Susana se hubiese dado un revolcón con el apuesto Lucas. Y desde luego soy de las que opina que no debería de bajar a encontrarse con su marido.
    Ya ves lo bien que lo has escrito que has conseguido lo que buscabas: los partidarios de que baje y los partidarios de que le de con el ramo en la cabeza.
    ¡Hombressss!

    Escrito el 27 abril 2017 a las 18:25
  25. 25. marazul dice:

    Perdona Roger que me he acalorado y he enviado mi anterior comentario sin despedirme.
    Ante todo no perder la buena educación jeje…
    Un abrazo

    Escrito el 27 abril 2017 a las 18:28
  26. 26. Cryssta (Madrid-España) dice:

    Hola Roger, me he pasado a leerte solo por placer y no he quedado decepcionada. Gracias.

    Yo me hago una pregunta: ¿quién será ese Lucas que ya he visto en varios relatos al lado de Susana? Es curioso que varios compañeros hayáis elegido ese nombre.

    Escrito el 28 abril 2017 a las 10:44
  27. 27. Roger/NHICAP dice:

    Muchas gracias a todos los que habeis pasado por mi relato. Agradezco el gesto y tendré en cuenta los comentarios que habeis hecho.
    He devuelto la visita a todos, salvo Ismael Tomás Pérez y Leonardo Ossa que no participaron este mes. Gracias compañeros.
    Este finde espero encontrar huecos para leer a alguno de mis incondicionales.
    Hasta pronto. Saludos

    Escrito el 29 abril 2017 a las 11:45
  28. 28. Marcelo Kisi dice:

    Hola Roger!

    Mil gracias por tu visita a mi relato y tu generoso comentario!

    Me gustó mucho el tuyo, toca siempre un tema tan actual, relevante para todos, tarde o temprano, ya sea en realidades o en imaginaciones.

    De todos modos, hubo algo en el lenguaje que no me sonó, no leí todos los comentarios así que no sé si ya te lo marcaron, pero es la sobrada adjetivación, que hace que quede todo un poco sobrecargado. Fijate la frase: “Más tarde cenarían en un coqueto restaurante cerca de la bella Colegiata del románico tardío”. Tres adjetivos en una frase. Hay otros pasajes así, aunque no todo. El registro levemente artificioso del texto hace que cuando Susana hable con su marido, su lenguaje más coloquial y grosero suene como exagerado, fuera de proporción. No todo sustantivo requiere de un adjetivo, y si recortás algunos -o expresiones algo kitch como “rogó solícito”-, me parece que el conjunto quedará mejor.

    Fuera de eso me pareció una estupenda historia Roger, felicitaciones!

    Escrito el 3 mayo 2017 a las 07:15
  29. 29. Pato Menudencio dice:

    Hola, perdón la demora.

    Leí tu relato y me ha gustado como vas uniendo los acontecimientos par4a llegar a ese final abierto.
    Claro que al tener la limitante de las 750 palabras hay unos detalles que me habrían gustado que entraras en detalles, pero reglas son reglas.

    Saludos y nos leemos, ten por seguro que pasaré por tu relato de este mes.

    Escrito el 12 mayo 2017 a las 18:40

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