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La apacible quietud del cementerio - por Isan
Web: https://unacapadebarniz.blogspot.com.es/
Susana esperaba a que le entregaran las cenizas de Alberto fallecido de un infarto fulminante dos días antes. La ceremonia duró apenas unos minutos con la presencia de una decena de allegados acompañando a la viuda. Era la ocasión que yo siempre había deseado. Allí estaba, indefensa, con una mezcla encontrada de resignación y pesar y, me pareció intuir, complacencia contenida. No lo dudé un instante. Pasé mi brazo por su cuello mientras le forzaba con sutileza a reposar la cabeza en mi hombro.
—No te preocupes por nada. Aquí estoy para lo que necesites. Ahora descansa y procura olvidar. Todos sabemos que Alberto siempre fue muy, digamos, difícil.
—Gracias Lucas. Eres muy amable.
Desde el primer momento en que la conocí sentí una atracción más allá de lo que se debe sentir por una cuñada. Tanto, que era mi obsesión. La única vez que le había tocado fue con un beso el día de su boda.
Pronto nos quedamos a solas, nuestras caras casi pegadas y ella no hacía nada por separarse.
—Mi hermano no era digno de ti. Era un cabrón —dije envalentonado por la situación—, no os hacía ningún caso, ni a ti ni a los niños. Además, no sé por qué, evitaba relacionarse con nuestros padres o conmigo mismo.
Bajó la vista sin responder.
Rodeó con el brazo mi cintura y paseamos en silencio. Fuimos alejándonos hasta terminar sentados en una discreta lápida al fondo del cementerio.
Poco a poco nuestras bocas se unieron en un largo, profundo y cálido beso. Antes de que pudiera reaccionar, Susana hurgaba dentro de mis pantalones. Con habilidad deslizó la mano hasta encontrarlo. Se desató la locura y, en un intento de tomar mejor postura, di un manotazo a la urna con las cenizas aún calientes de Alberto que quedaron desparramadas entre dos tumbas. Y allí, sobre ellas, terminé en una explosión de placer que duró no más de dos minutos. Fueron testigos por nuestra izquierda Ambrosio F.J. (1875-1942) quien, por unos instantes, fue depositario de la urna y por la derecha la familia Ruiz-Torres en pleno. En aquel instante de éxtasis sentí en el ambiente como un susurro de regocijo, con seguridad más producto de mi excitación que por lo expresado por los circundantes, habida cuenta de la situación en la que se encontraban. Por fin había descubierto el sexo en todo su esplendor y los prodigios que una boca y unas manos habilidosas son capaces de hacer. Excedía con mucho todo lo que jamás había experimentado en la soledad de mi cama. Intuí por qué mi hermano no se habría divorciado.
Aquello se convirtió en una gozosa rutina. En el mismo lugar, día tras día, durante varias semanas a las siete de la tarde, se cumplió idéntico ritual en una suerte de venganza contra Alberto. Las cenizas se fueron diluyendo en la tierra pero no así la pasión que permaneció sin menoscabo aunque, con el tiempo, fui ganando en destreza. Lo tenía claro. Llegaba el invierno y quería casarme con Susana.
La ocasión se brindó sola.
—Lucas, tengo que decirte una cosa. Estoy embarazada.
Una extraña sensación de incredulidad se apoderó de mí por unos instantes. Mi efímera experiencia no daba para que yo pudiera ser el padre, de manera que me costó un rato reaccionar.
—No me importa. Supongo que Alberto, con este hijo, no habría cambiado su detestable comportamiento para con vosotros. Quiero compensar tanto desprecio.
—Susana —proseguí con decisión—, necesito hacerte una confesión. Siempre te he querido y quiero casarme contigo. Yo les daré el padre que se merecen y nunca han tenido. A fin de cuentas son sangre de mi sangre.
—Eres muy amable, pero estás yendo muy deprisa. No conoces nada de mí.
—Desde vuestra boda no he dejado de pensar en ti y más después de todo esto —continué sin poder controlar el creciente nerviosismo que me invadía—. Estoy loco por ti.
—Yo también siento algo por ti pero, te vuelvo a decir, dale tiempo al tiempo. Esta situación no me incomoda especialmente —dijo Susana como queriendo zanjar el tema con rapidez.
—Bueno, al menos deja que te ayude. Ahora que no está Alberto, deberás afrontar tú sola los gastos.
—No te preocupes, siempre me he apañado muy bien sin él. Me alegra ese interés en reconocerlos como tus hijos, pero ha llegado el momento de revelarte algo. De Alba, Tomás, los gemelos y de quien está por venir podrías llegar a ser su padre, pero jamás su tío.
Hola, Isan: Me toca comentarte, y a ello voy. Me gusta mucho la originalidad de tu relato. Desde luego tu Susana se las trae. La historia es entretenida y se lee y se sigue con facilidad.
Te comento ahora algunas cosillas como lectora que me han llamado un poquito la atención: me choca un poco que digas que la única vez que Lucas había tocado a Susana fue al besarla el día de su boda, y sin embargo, en el cementerio, tenga esa iniciativa tan cercana de abrazarla y hacer que apoye la cabeza en su hombro. No sé… quizá habría que modificar algo de lo primero, porque de pronto no cuadra ese cambio de actitud.
La historia del “romance” sí que me resulta totalmente creíble, así que solo puedo decir que me ha encantado ese punto de humor negro, y me he reído con ganas al leer la descripción de los “testigos” de los encuentros amorosos. ¡Vaya punto bueno, colega!
Y, finalmente, en el diálogo último hay, creo, un pequeño fallo de formato:
“—No me importa. Supongo que Alberto, con este hijo, no habría cambiado su detestable comportamiento para con vosotros. Quiero compensar tanto desprecio.
—Susana —proseguí con decisión—, necesito hacerte una confesión. Siempre te he querido y quiero casarme contigo. Yo les daré el padre que se merecen y nunca han tenido. A fin de cuentas son sangre de mi sangre.”
Al ser el mismo personaje el que habla (Lucas), me parece que no hay que empezar otra línea de diálogo sin nada en medio, porque puede confundir.
Y, para terminar, el final es sublime. Sorprendes y eso es fabuloso.
Un trabajo espléndido. ¡Mis felicitaciones!
Hola Adela:
Me alegra por la parte que te ha gustado. En cuanto al formato de los diálogos, no domino la técnica, así que me gusta la corrección. Respecto a la relación de ambos, había imaginado que era casi nula, ya señalo cómo Alberto hacía para que no existiera. En el cementerio ya no hay barreras que impidan el contacto, porque tonto no es. Bueno, así lo vi. Agradezco igualmente tu apreciación. En cuanto pueda te comentaré tu relato.
Hola Isan.
Felicidades por el relato. Se me ha hecho ameno, se entiende bien, la historia es coherente y los personajes me parecen reales. Además adoro los finales sorprendentes y el tuyo lo es.
Sobre el formato de escritura, algunas comas me resultan extrañas (“Antes de que pudiera reaccionar, Susana hurgaba..”, “Y allí, sobre ellas, terminé…”, “aunque, con el tiempo, fui ganando…”). Me daban la impresión de que me cortaban el ritmo de lectura.
La atmósfera de pasión y romance es palpable pero me sacaban de ella algunos pequeños detalles: ¿dónde están los niños? ¿Cómo llevan la urna? Y hasta la mitad del relato no he sabido que era por la tarde y en otoño.
Me ha faltado conocer un poco más la relación de este trío. ¿Por qué hablas de venganza y divorcio? ¿Son jóvenes o ya tienen cierta edad?
Cuando mencionas la sexualidad solitaria de Lucas para mí cambia mucho la perspectiva: pasa de un amor secreto a una obsesión tal que no quiere otra mujer. No sé si esta impresión mía es algo que tenías en mente pero me pareció un detalle muy interesante aunque no me encajaba con el tono general de la historia.
El final me gusta por lo sorprendente (me he imaginado la cara que se le quedaría a Lucas) pero la fórmula “ha llegado el momento” le ha quitado fuerza a la sorpresa. Me ha predispuesto a recibir una noticia importante. También me hubiera gustado saber si la conversación final fue antes o después de tener sexo.
Saludos,
Agustín
Hola Agustín:
Te agradezco mucho el largo análisis que has hecho. Lamento que algunos detalles te hayan sacado del ambiente. Otros interrogantes que te planteas tal vez no tengan tanta importancia para la visión global. No se puede plasmar todo lo que tu mente ha imaginado, edades, niños, época, la urna, cómo se gana la vida Susana, etc. Te puedo asegurar que todo ello había imaginado y resuelto. En cuanto al final, tienes razón que advierte de algo. Creía que estando al final del relato podría anunciarlo. Veré otra forma de terminar.
Gracias por leerme. Te devolveré la visita. Un saludo.
Hola, Isan:
Me paso por aquí solo a decirte que me ha gustado mucho tu relato, y las notas de humor que incluyes en él.
Por mi parte, me imagino a Lucas como el hermano pequeño de Alberto, bastante más joven, por las pistas que das acerca de su inexperiencia y ese amor platónico que desarrolla hacia Susana.
El final me ha encantado. Me gustaría saber más sobre esta Susana, aunque supongo que eso ya es otra historia.
Saludos desde el 101,
Alycia
Hola Alycia:
En este relato me apetecía meter un poco de sexo ya que en los enviados hasta ahora no había tocado este tema. No así con el humor que sí he metido en varios, al menos una pincelada.
Efectivamente el Lucas que has imaginado es el yo había pensado. Respecto a saber más sobre Susana, lo veo muy difícil ya que mis relatos empiezan y acaban por lo general aquí.
Si te ha gustado, misión cumplida. Me pasaré por tu relato en cuanto pueda. Un abrazo.
Hola, Isan. Puesto que por posición me toca comentar tu texto, empezaré diciéndote que lo que más me ha gustado es el final. Después tienes también un detalle muy bueno, que, a mí, personalmente, me encanta: ese humor negro y macabro que le das al principio del romance, por lo que me quito los anillos muchas veces, ante cosas que, en otros contextos no me parecerían tan fabulosas. En fin, estoy en el 107, si quieres pasarte.
Hola
Gracias por pasarte por mi relato.
En cuanto al tuyo, he visto algunas cosas para corregir, sobre todo poniendo algunas comas aquí y allá.
Susana esperaba a que le entregaran las cenizas de Alberto fallecido de un infarto fulminante dos días antes. La ceremonia duró apenas unos minutos con la presencia de una decena de allegados acompañando a la viuda.
——————–
Susana esperaba a que le entregaran las cenizas de Alberto, fallecido de un infarto fulminante dos días antes. La ceremonia duró apenas unos minutos, con la presencia de una decena de allegados acompañando a la viuda.
—Gracias Lucas. ——- —Gracias, Lucas.
Era un cabrón —dije envalentonado por la situación— ——— Era un cabrón —dije, envalentonado por la situación—
con las cenizas aún calientes de Alberto que quedaron desparramadas entre dos tumbas.
—————
con las cenizas aún calientes de Alberto, que quedaron desparramadas entre dos tumbas.
durante varias semanas a las siete de la tarde ——— durante varias semanas, a las siete de la tarde
Las cenizas se fueron diluyendo en la tierra pero no así la pasión que permaneció sin menoscabo ————- Las cenizas se fueron diluyendo en la tierra, pero no así la pasión, que permaneció sin menoscabo
Tu historia tiene chicha, tiene conflicto, y me ha gustado porque me ha resultado entretenido. Buenas descripciones y buena ambientación para sumirnos dentro del relato. Creo que has sabido captar las motivaciones de los personajes y el final está muy bien hilado y cierra el cuento muy bien.
Un saludo
Gracias Perla Preciosa. Procuro que los finales dejen huella, así que contento. Me ha llamado la atención tu expresión de quitarte los anillos. No la conocía. Supongo que es como reconocer que algo ha gustado.
Me pasaré por tu relato en cuanto tenga un rato. Un saludo.
Hola José Luís:
Gracias por las correcciones. Siempre desde fuera se ven mejor los defectos. Me alegro que te haya parecido aceptable.
Un saludo. Hasta otro.
Hola Isan,
He disfrutado leyendo tu historia y reído en el primer encuentro sexual con testigos como la familia Ruiz-Torres en pleno.
En cuanto a la forma con tantos comentarios ya te han dicho lo poco que había visto.
El final muy bueno, ¡qué fina la Susana!
¿Sabes que hay unos cuantos relatos con la pareja Susana-Lucas?
Buen trabajo.Saludos.
Hola Isan, creo que es la primera vez que te comento, pero he visto algún comentario muy acertado tuyo por ahí que me ha entrado curiosidad por ver tu técnica.
En cuanto a la historia en sí, es ligera y se lee muy bien. Ese tono de humor negro sienta bien a los personajes y el final, aunque no demasiado inesperado, me hace sonreír al imaginar la cara que se le queda al pobre Lucas.
Me parece que empleas muy bien los guiones en los diálogos, mi cuenta pendiente.
Ahora lo que me chirría. ¿Dos minutos dan para tanto? XD. Yo creo que una boca y manos habilidosas dan para mucho más tiempo.
El hecho de encontrarse siempre en el mismo lugar resta credibilidad, aunque sea por venganza. Piensa en la comodidad y en lo público del lugar.
Si Lucas cree que no es tiempo suficiente unas semanas para dejar embarazada a una mujer, habría que darle unas cuantas clases de educación sexual. A veces ni un cuarto de hora…
Bueno, ha sido poca cosa, ¿verdad? Es un buen relato y solo son apreciaciones personales.
Sigue escribiendo.
Un saludo y seguiré leyendote.
Hola Otilia:
!Qué casualidad¡ No sabía que hubiera más parejas. Miraré a ver si se trata de la misma.
Me pasaré por tu relato sin duda y procuraré afinar más en el análisis que el del pasado.
Gracias por comentar. Un abrazo.
Hola Javier:
Los guiones. No creas que salen tan fácil. Me cuesta un montón y tengo que ponerlos mirando el manual. Pero, una vez acabado, gusta verlos bien.
En cuanto a lo rapidillo de Lucas, ya sabes,depende de la experiencia y de la continencia de cada uno. Referente a la posibilidad de embarazo, estoy con Lucas teniendo en cuenta que siempre hacían lo mismo que la primera vez. Así lo imaginé. Jajaja.
Bueno, ha sido un placer. Agradecido por pasarte. Te prometo devolverte la visita en cuanto pueda.
Hola Isan!
Encantada con tu relato. Es ágil, fluido, con esa chispa de humor negro, rosado al inicio luego rojo, jaja, no sé, pero está muy bueno. Las descripciones que haces en este ambiente increíble que uno va leyendo con una sonrisa en los labios.
Felicitaciones.
Hola Isan:
Me ha gustado tu relato. Es ameno y fácil de leer. La parte referente a los testigos buscados para el encuentro sexual me ha resultado todo un puntazo, original y divertido. Y para más inri un final que cumple a la perfección con el cometido, sorprender al lector.
Te felicito.
Si te apetece estoy en el 76.
Saludos.
¡Hola Isan!
Menudo final. Buen relato con una guinda sabrosa. He tenido que releer la frase varias veces para asegurarme de que no lo había malentendido ^^’
A continuación te señalo los detalles que me han gustado y te hago algunas sugerencias, que son como las lentejas, si las quieres las tomas y si no las dejas 😉 :
1. “Susana esperaba a que le entregaran las cenizas de Alberto fallecido de un infarto fulminante dos días antes.”
Coma entre Alberto y fallecido.
2. “La única vez que le había tocado fue con un beso el día de su boda.”
Creo que es “la había tocado”, porque lo tocado es ella, femenino.
3. “Fueron testigos por nuestra izquierda Ambrosio F.J. (1875-1942) quien, por unos instantes, fue depositario de la urna y por la derecha la familia Ruiz-Torres en pleno.”
Me ha encantado este matiz de humor negro, aunque lo puntuaría de otra manera y cambiaría alguna cosa (familia y Ambrosio son ambos singular):
Fue testigo, por nuestra izquierda, Ambrosio F.J. (1875-1942), quien fue, por unos instantes, depositario de la urna; y, por la derecha, la familia Ruiz-Torres en pleno.
4. “Las cenizas se fueron diluyendo en la tierra pero no así la pasión que permaneció sin menoscabo aunque, con el tiempo, fui ganando en destreza.”
Comas antes del pero y del que.
5. “—No me importa. Supongo que Alberto, con este hijo, no habría cambiado su detestable comportamiento para con vosotros. Quiero compensar tanto desprecio.
—Susana —proseguí con decisión—, necesito hacerte una confesión. Siempre te he querido y quiero casarme contigo. Yo les daré el padre que se merecen y nunca han tenido. A fin de cuentas son sangre de mi sangre.”
Hay un poco de lío en cómo has puntuado este diálogo. Yo lo pondría así, y si te dan la palabras, añadiría un inciso más largo para dar el efecto de pausa que querías transmitir con el punto y aparte:
“—No me importa. Supongo que Alberto, con este hijo, no habría cambiado su detestable comportamiento para con vosotros. Quiero compensar tanto desprecio. Susana —proseguí, tomándole las manos con decisión—, necesito hacerte una confesión. Siempre te he querido y quiero casarme contigo. Yo les daré el padre que se merecen y nunca han tenido. A fin de cuentas son sangre de mi sangre.
6. El detalle de las cenizas aún calientes me ha parecido una muy buna apreciación. Transmite que Lucas ha tenido esta obsesión mucho tiempo.
7. Sobre el título, me gusta mucho, y quizá le añadiría un “en” al principio: “En la apacible quietud del cementerio”, como para señalar las cosas que ocurren allí 🙂
Un buen relato, con una muy buena atmósfera, las ideas y emociones de los personajes bien transmitidas y un final que nos deja llenos de preguntas sobre Susana y Alberto sin llegar a ser abierto. He disfrutado de un muy buen trabajo, felicidades.
Espero que las sugerencias te sean útiles 😉 Gracias por pasarte por mi relato.
¡Un abrazo, nos leemos!
Hola Charola:
Voy a tener que cambiar el saludo para que no rime. Ya lo pensaré. Gracias por leer. Contento de que te haya encantado. Ya tengo previsto pasarme por el tuyo. Poco a poco voy.
Un Abrazo.
Hola Anael:
Ya lo creo que tus comentarios y sugerencias me gustan. Las acepto con gratitud porque aciertas. Unicamente lo del leísmo parece que va por zonas y no tengo tan claro si no está correcto como aseguras. También el plural de los testigos no lo veo mal. La idea de “tomándole las manos con decisión” me ha gustado porque lo enriquece. Las palabras no me dan porque el relato tiene justamente 750, pero es fácil quitar tres de otro sitio. Es lo que hago siempre.
Gracias por tomarte tu tiempo en leerme.
Jajajajajaja, qué bueno!
Me ha gustado mucho… tremenda Susana, una caja de Pandora!! Y pensar que Lucas se creía el canchero, jajajaja.
Empieza muy serio e intenso, la aventura es emocionante, pero el final es sorprendente, divertido, fresco!
Deja claro que a un cementerio se le pueden dar muchos usos… si los muertos hablaran!!!
El mío es el 198, felicidades!!
Hola Isan, que historia tan inspiradora has sabido fraguar. Mira que la viudita tenía sus jocosas pequeñeces. Me he divertido con los testigos que escogiste para el primer desahogo pasional escritos sobre las Lapidas avecinadas: colosal.
Para cerrar con broche de oro tanta desfachatez el desenlace es genial. Mira que mientras escribo este comentario, con meneo de cabeza, estoy sonriendo socarrón.
Excelso relato: te felicito.
Hola Evelyn:
No conocía esta expresión de canchero, pero le va a Lucas que ni pintado. Cuando pueda me paso por tu relato, pero se me acumula el trabajo.
Me alegro mucho que te haya gustado.
Un abrazo.
Hola Osvaldo:
Eres muy amable. Si te has divertido y te ha hecho sonreir, misión cumplida.
Me pasaré por allá abajo (digo de la lista) un día de estos.
Un saludo.
Hola Isan,
Buenísimo, excelente, de un gran humor!!!!
La verdad es que lo disfruté muchísimo, porque aunque es totalmente verosimil para una viuda que ya en el cementerio empieza a hacer de las suyas con su cuñado, está escrito de tal modo que el final hace un giro estupendo y nos saca la carcajada final.
Un aplauso
Hola Juana:
Tal vez excelente sea excesivo, pero lo admito con gusto y te lo agradezco.
Precisamente ahora mismo he mandado un comentario a tu relato sin saber que me habías escrito.
Saludos.
¡Hola Isan!
Me alegro que te hayan servido las sugerencias 🙂
Me he encontrado un caso de leísmo como el que te he corregido a ti en el texto de Javier López. Como me habías expresado duda sobre usos y te corregí de memoria, esta vez me he documentado (siempre e bueno acudir a las fuentes para afianzar el aprendizaje). Mi corrección está bien hecha porque el leísmo admitido es el de masculino, no el de femenino. Aquí te dejo el enlace de la RAE. En el comentario de Javier me expando un poco más, y creo que estás suscrito a su texto, así que puedes leerlo allí (punto 6 del comentario). De todas formas, aquí te dejo el enlace de la RAE (la información que nos interesa está entre corchetes): http://www.rae.es/consultas/uso-de-los-pronombres-los-las-les-leismo-laismo-loismo
Gracias por expresar tus dudas, siempre ayudan a aprender 🙂
¡Un abrazo!
Hola Anael:
Pues a repasar. Uno está abierto a todo. Siempre he tenido mis dudas y las consultas que he hecho a la RAE nunca me dejaban satisfecho. Soy de letras, pero no de estas. jajaja. Gracias por el interés y perdona mi osadía. El próximo relato me das un tirón de orejas si no he aprendido.
Hola Isan: Ya estoy mejor de mis problemas visuales y estoy cumpliendo mi promesa de visitar a todos los que leísteis y comentasteis mi relato el mes pasado.
Me ha encantado tu relato en general, pero el humor negro con que describes la escena de las cenizas, me ha parecido genial, digno de un guión de película de humor.
Siempre dudo con el uso correcto de: la, le, lo. En la frase: “La única vez que le había tocado fue con un beso el día de su boda.” Creo que se puede decir le y la. Porque al ser el Objeto Directo una persona femenina, las dos formas son correctas. Las formas: le y lo se utilizarían en caso de masculino.
Mis risas y mis aplausos para este divertido y sorprendente relato. Muchas gracias, un saludo. Menta
Hola Menta:
Me alegro que me hayas escrito porque te tenía completamente olvidada. Me había hecho a la idea de que no tenías relato por tu comentario que leí de la vista. Así que me alegro más por que vayas adelante.
En cuanto pueda me daré una vuelta por Edimburgo, ciudad que me encanta, y te comento.
Recibo los aplausos con gusto. Un abrazo.
Es un texto puñetero, me pasé todo el rato esperando algo que me dijera que ella lo mató, o que él lo mató… no sé.
Me ha gustado, no me entiendas mal, y lo del sexo sobre las tumbas en las que se derramaron sus cenizas es una imagen de justicia poética sublime, pero habría agradecido que alguien hubiera matado al marido, así, por redondear.
Sigue escribiendo, por favor.
Un saludo.
Hola SBMontero:
Pues tenía todos los ingredientes para hacerlo, quiero decir, para cargarme al marido, lo que no tenía era espacio. Así que habrá que esperar a otro para ver sangre.
Gracias por tus ánimos.
Hola Isan:
Bravo por tu relato; me parece genial. Y además, me ha hecho reir sin remedio. Es que tienes situaciones estupendas. Ese final que sorprende, me ha dado la íntima sensación de que hace justicia, ja, ja.
Te felicito.
Saludos, (223)
Hola Marián:
Gracias por visitarme. Si te ha parecido todo eso que dices, me doy por satisfecho. Te devolveré la visita en cuanto pueda.
Un saludo.
Isan, gracias por la propaganda que has hecho de mi relato.
Hasta el próximo reto. Saludos.
Merecida, Otilia.
Hola Isan.
Me he partido de la risa con el giro final. No me lo esperaba para nada.
No se si tiene que ver con que fuera narrado en primera persona pero me chirriaba lo fácil que fue besar a su cuñada. Me daba la sensación que faltaba información… Aunque ahora que lo pienso sí que aquella mujer podía ser de las rápidas je je je.
Nos seguimos leyendo.
Hola Jean Ives:
Bueno, fácil resultó. Lucas la vió indefensa y se lanzó a la piscina. Además contado en primera persona, ya sabes qué fantasmas somos los hombres cuando contamos cosas.
Gracias por comentar.
Un abrazo.
Hola Isan.
Nada que agregar a lo ya señalado por quienes me preceden, mas que : FELICITACIONES!!!
Un relato más que ameno, con una viuda más que deseosa de sexo, donde y ¿con quien? sea, además de un final a toda orquesta.
Hasta el próximo mes.
Jejeje me gustó mucho. Definitivamente esa Susana se las traía. Me encantó la escena de los testigos.
Hola, Isan.
Me ha encantado el relato y sus toques de humor negro. Me encanto la parte de los dos testigos con el Ambrosio F.J. (1875-1942).
Solo eché en falta algo más de información sobre Alberto, me hubiera gustado conocer la anécdota de una de sus maldades para comprender la inquina que le tenían.
Felicidades por el relato.
Un saludo!
Hola Laura, Jesús y Zamorano:
Gracias por pasaros por aquí. En cuanto pueda os devuelvo la visita.
Saludos.
¡Qué cantidad de comentarios! Los he leído así por encima y espero no repetirme demasiado.
“Susana esperaba a que le entregaran las cenizas de Alberto fallecido de un infarto fulminante dos días antes.” Falta una como entre “Alberto” y “fallecido”.
Hablas por primera vez de la urna cuando están en el “fono del cementerio”. Me descoloca que se la lleven allí donde vayan, de igual modo que alguien ha mencionado la ausencia de los niños. Son detalles que creo que deben de estar para darle credibilidad a la historia.
“Excedía con mucho todo lo que jamás había experimentado en la soledad de mi cama. Intuí por qué mi hermano no se habría divorciado.”
Cambiaría el “habría” por un había, pero a la vez habría que cambiar el “había” que hay en la frase anterior para evitar una repetición, se podría solucionar con un “experimenté”.
“—No me importa. Supongo que Alberto, con este hijo, no habría cambiado su detestable comportamiento para con vosotros. Quiero compensar tanto desprecio.
—Susana —proseguí con decisión—, necesito hacerte una confesión. Siempre te he querido y quiero casarme contigo. Yo les daré el padre que se merecen y nunca han tenido. A fin de cuentas son sangre de mi sangre.” Es un mismo personaje el que habla, la sugerencia que te han hecho para unir ambos parlamentos me parece perfecta.
Un final muy bueno. Felicidades.
Hola Wolfdux:
Gracias por tu análisis que acepto de buen grado. Respecto a la urna con las cenizas, es normal que, una vez incinerado, te las lleves si lo deseas y las coloques, por ejemplo, encima de la chimenea, las esparzas por donde quería el difunto o las entierres en tu jardín si tienes. En mi pueblo se hace una ceremonia en el cementerio. Después se opta por el panteón, la tierra, el nicho o la cremación. Supongo que como en muchos sitios. de Ahí que se fuera a pasear con el paquete.
Lo de los niños creí que no era relevante. Supuse que alguien los cuidaba durante los escarceos.
Un saludo.
Vaya que si me ha gustado tu trabajo, cumple su cometido: disfrutar una lectura, que combinación de erotismo y humor. No redundaré en observaciones que ya te hicieron y que no logran mermar la calidad de tu relato. Congratulaciones. Soy tu vecino No. 71
Hola Isan: Una frase muy simpática que decimos mucho por aquí es:” dónde tendrá esa el lunar”, bueno pues ya sabemos donde lo tiene tu Susana, Isan, jajajajaj….Y mientras haya hombres como Lucas, pues habrá Susanas desvalidas. Has creado unos buenos personajes en una historia muy divertida. La tórrida escena entre lápidas es fantástica.
He pasado un buen rato con su lectura
Saludos
Hola, Isan
Ya estoy aquí.
En primer lugar, decirte que me ha gustado mucho tu relato y que has sido muy valiente al meter una escena de sexo. Supongo que ayuda el tono de humor, porque me he partido de risa con la escenita jjjj. Según lo leía (la primera vez y, claro, sin saber el final) he pensado que el Albertito ése era un listillo que quería beneficiarse a la pobre viuda sin esperar el luto de rigor XD. Además le has puesto a Alberto un habla un tanto articulada que le acompaña con toda la intención. Es que estoy viendo esa cara que se le ha quedado cuando ella le dice lo que le dice, ¡todo un poema! Así que en la segunda lectura el mensaje ha dado la vuelta y he alternado los adjetivos de la pobre viuda y del listillo de Alberto, ¡qué malvada tu Susana!
Ahora voy con las sugerencias, he leído algunos de los comentarios, pero no todos, así que igual repito
* LA forzaba”: El leísmo, me ha chirriado al leerlo, hay que fijarse si es complemento indirecto o directo.
* Antes de que se me olvide: los diálogos están muy logrados.
* “Pronto nos quedamos a solas, nuestras caras casi pegadas y ella no hacía nada por separarse”: pondría un punto después de “a solas” y una coma después de pegadas: “Pronto nos quedamos a solas. Nuestras caras casi pegadas, y ella no hacía nada por separarse”.
* “—Mi hermano no era digno de ti. Era un cabrón —dije envalentonado por la situación—”: hay una rima, ¿está a propósito? Una coma en la acotación, después de “dije”.
* “Bajó la vista sin responder. Rodeó con el brazo”: uniría al menos con un punto y seguido antes las dos frases, se me hacen muy alejadas con punto y aparte.
* “Se desató la locURA y, en un intento de tomar mejor postURA”: esta rima me gusta más XD. No sé si sabes que yo soy muy refranera, siempre me están llamando la atención.
* La frase de los testigos pondría la puntuación así: “Fueron testigos: por nuestra izquierda, Ambrosio F.J. (1875-1942), quien por unos instantes fue depositario de la urna; y por la derecha, la familia Ruiz-Torres en pleno.” Pero, nos pongamos como nos pongamos es la segunda frase estrella (la primera es la del éxtasis).
* “Habría divorciado”: había.
Bueno, parece que no ha sido gran cosa, lo de las comas no me hagas mucho caso, seguro que viene otro y dice otra cosa.
Enhorabuena por tu relato. Ha sido un placer leerlo.
Hola Héctor:
Acepto encantado tus felicitaciones. Las correcciones siempre vienen bien porque es donde se aprende.
Agracias por pasarte. Mañana te devuelvo la visita a tu relato.
Un saludo.
Hola Marazul:
No sé si termino de comprender bien ese dicho. De todas formas, gracias por comentar.
Un abrazo.
Hola Esperanza:
Te agradezco tu profundo análisis. Mira que salen cosas. Lo miraré con interés y corregiré quizás para publicarlo en mi blog. Es una gozada lectoras como tú.
Un abrazo.
Hola Isan: algunas personas -hombres o mujeres- tienen éxito con el sexo opuesto sin ser especialmente brillantes o especialmente atractivas. Por eso se suele decir que:” dónde tendrá esa el lunar”. Creo que tu Susana lo tiene precisamente en esa capacidad de seducción, en esa apariencia de sentirse desprotegida (“ahí estaba indefensa”) y sobre todo en esa destreza en hurgar dentro de los pantalones… jeje, que tu muy bien nos describes.
Los dos personajes, tanto Susana como Lucas, son muy reales.
Y hasta el personaje del muerto, de Alberto, que sin que el lector lo conozca puede muy bien sacar sus propias conclusiones. El final de tu relato lo aclara todo.
Muy buen final
Un abrazo
Hola Isan, tu relato también me ha gustado a mí, después de tantos halagos como para decir otra cosa, jajaja.
Ya te han dicho unas cuantas cosas en cuanto a los mejorables así que espero no repetirme:
– cuando has dicho “Pasé mi brazo por su cuello” pensé que la iba a estrangular y más cuando continúa con ese “forzaba”, creo que tendría que ser una imagen más “cariñosa”, algo como “Mi brazo la rodeó protector y ella reposó la cabeza en mi hombro”
– “sentí una fuerte atracción, más allá de lo que se debe sentir por una cuñada”
– dices “Susana hurgaba dentro de mis pantalones. Con habilidad deslizó la mano hasta encontrarlo”; todos sabemos qué es lo que encontró Susana pero alguien “inocente” se preguntaría qué encontró puesto que no hablas de ello con anterioridad. Si no quieres nombrarlo porque no te parece oportuno puedes decir “hasta que encontró lo que buscaba” (los inocentes también se preguntarán qué buscaba pero bueno, así estará bien escrito y se les puede decir “ya lo entenderás dentro de un tiempo”)
– la frase correcta sería “Excedía con mucho todo lo que había experimentado en la soledad de mi cama” si pones “jamás” es que no ha experimentado nada, de todas formas para no repetir “había” (dices otro en la frase anterior” puedes cambiar “había experimentado” por “experimenté” y así de paso te ahorras una palabra
– tienes que cambiar algo, dices que se cumple el mismo ritual y a la vez que Lucas gana en destreza ¿destreza en qué si él no hace nada? Es raro, además, que Susana durante semanas siempre haga lo mismo, raro y aburrido. Yo, como Javier, había entendido que habían hecho algo más y por eso coincido con él en que Lucas necesita unas clases de educación sexual pero con tu explicación ya me he descuadrado del todo
– “Yo les daré a tus hijos el padre que se merecen
– “A fin de cuentas, son sangre de mi sangre”, creo que esa coma da más fuerza a la frase pues es algo más rotundo
Espero haberte ayudado.
Un abrazo.
Hola Cryssta:
Muy interesantes tus observaciones y certeras. Así que te agradezco tan buen análisis. Algunas cosas mejorables ya las había pensado,
pero no des di importancia. Otras ni siquiera las había visto. Lo bueno de que te lean y corrijan es que aprendes mucho. Lo malo es que el relato ya está publicado y eso no hay quien lo levante.
Reitero mi gratitud. Hasta el próximo, un abrazo.
Hola Marazul:
Gracias por la aclaración. Muy interesante el dicho.
Un saludo.
Isan, claro que se puede levantar el relato aunque esté publicado porque se puede hacer una versión más larga y mejor ya que ahora no hay restricción en cuanto al número de palabras. Incluso puedes hacerla para el recopilatorio de Literautas que hacen todos los años.
Estás en todo Cryssta. Gracias así haré.
Creo que ya se han las correcciones de rigor, más de la cuenta, y en ese aspecto no tengo nada que agregar. La historia me resultó amena y fluida, con un final de los más hilarante. Y una Susana memorable.
Me ha gustado tu relato, un gusto leerte. Hasta la próxima 😉
¡Saludillos!
Hola Thomas:
Gracias por leerme. Te devolveré la visita.
Un saludo.
Hola, Isan.
Aquí estoy, devolviéndote gustosa tu visita pero…¡en el puesto 58!
¡Qué tarde!
Vaya, vaya, con la Susana, y parecía tonta cuando la compramos.
Me ha gustado mucho tu relato, sobre todo el detalle de los mudos testigos del primer encuentro, je,je.
Un placer leerte, como siempre.
Un saludo.
Hola Earendil:
Tu visita siempre es bien recibida independientemente del puesto.
Un saludo.
Hola Isan:
Me ha gustado este relato. Está muy claro para interpretar y está bien escrito. Lo veo muy coherente y me imagino al hermano pequeño colado por su cuñada de quien no tiene ni idea de su vida. Lo que te comentan de los hijos no parece que haya que meter más elementos en el relato para explicar cómo se atienden o quién lo hace.
Enhorabuena. Me ha divertido y usas un buen lenguaje.
Gracias Jorge por leer. Me satisface que te haya gustado y divertido.
No he visto tu relato, así que no te puedo comentar, a no ser que escribas con otro nombre.
Un saludo.
Isan
Como siempre excelente
Felicitaciones
Cecilia