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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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El Asesino - por Berundgaar

Iba a ser un trabajo fácil. Esta vez nada de puñaladas, nada de rajar cuellos, ni de mancharse con la sangre que dejaba pegajoso su negro atuendo. A él le desagradaba profundamente pringarse con los fluidos de sus «encargos». Había desarrollado una purgada técnica de lanzamiento de cuchillos tan sólo por no tener que pasar por ese trance, pero en ocasiones, el cliente quería que quedaran testigos de su brutalidad. La gente está enferma, pensó, paradójicamente, el Asesino.

Ese era su nombre de guerra: Asesino. No le gustaban epítetos más truculentos, como lucían algunos de sus rivales: «El Señor de las Sombras», «Seda Oscura»… A él todas aquellas bobadas le producían risa. Un nombre contundente, que aterrorizaba con una sola palabra, similar al ataque despiadado de sus dagas. Un único golpe, duro, dado en el punto exacto y la víctima pasaba a mejor vida en cuestión de segundos.

Siempre le había sorprendido la ignorancia de la gente. Todos creían que matar era fácil y que bastaba un momento para que las personas murieran. Desde luego, si sabías hacerlo, así era, pero matar es siempre un asunto complicado. La gente tiene la lamentable costumbre de aferrarse a su vida, por miserable y patética que esta sea. Como aquellas primeras veces en las que, intentando hacerse un nombre, usaba una francisca, un hacha arrojadiza derivada del arma de los guerreros godos.

Era un completo desastre. ¡Un hacha, nada menos! Un arma pesada, aún en sus versiones más ligeras. Incluso si tenías la suerte de darle con el filo, las «encomiendas» no morían en el acto. Sí, sangre había en abundancia, pero casi siempre tenías que rematar el trabajo con el puñal. Un asunto sucio y desagradable.

Esta vez sería diferente. De hecho, el cliente había insistido en que el trabajo se realizase a distancia. Que la víctima fuera una mujer no alteraba al Asesino; él conocía a algunas arpías que se merecían la caricia de sus aceros mil y una veces. Por desgracia, no habían sido, aún, objeto de contrato. Tal vez, en un futuro…

Oculto en la sombría oscuridad, vio acercarse a la mujer. Era alta, cubierta de pies a cabeza con ricos ropajes. Su mano acarició el mango de marfil de su ballesta favorita. Era pequeña, pero potente. El «arma diabólica». Tanto, que cinco siglos atrás, el Papa Inocencio Segundo había prohibido su uso en los ejércitos cristianos durante el Concilio de Letrán.

El objetivo se acercaba deprisa. Debía tener las piernas largas, como su propia mujer, una belleza exótica de piel morena que había conocido en rincones ignotos. El asesino sonrió, anticipando el regreso a casa, cuando se fundiría en un abrazo incondicional con aquella que había conquistado su corazón.

De repente, oyó unos pasos apresurados. ¡Maldición! Tendría que seguir a la víctima hasta encontrar un nuevo enclave en el que llevar a cabo el contrato. El cliente había sido claro; nada de testigos. Entonces, se produjo el terrible y al tiempo afortunado momento.

El transeúnte, un forastero a todas luces, le preguntó a la dama por el claustro de la iglesia de las Carmelitas. Esta, una mujer que debía despreciar el decoro tanto como el propio Asesino, se levantó el velo para contestar. Entonces fue cuando la mano enguantada tembló, más por rabia que por desazón.

Aquellos ojos enormes, negros y cálidos, aquellos labios carnosos que había besado mil veces, aquella piel, oscura y fresca, donde hallaba solaz en sus peores momentos… ¡la víctima era su propia compañera! De vuelta a casa tras un largo paseo.

En un momento recordó la extraña voz de su cliente… una voz forzada, ronca. El tipo de sonido que una persona de determinado sexo haría si deseara hacerse pasar por alguien del otro. Recordó, como en un sueño, aquel olor almizclado que no había sabido identificar. Y entonces una faz surgió de las brumas del tiempo. Otra cara de ojos grandes y sensuales labios. La hermana de su esposa, llena de deseo al principio y de despecho después, cuando él eligió a su actual compañera. ¿Su propia hermana? ¡Maldita, maldita mil veces, perversa víbora! Rápidamente, una idea tomó cuerpo en su mente.

Ninguno de los dos interlocutores se dio cuenta. Con un sigilo felino, el Asesino se alejó del lugar. Alguien había pagado por una muerte y una muerte tendría lugar. Que el cliente y el finado fueran la misma persona era un detalle sin importancia. A fin de cuentas, un hombre de honor, cumple siempre sus compromisos.

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22 comentarios

  1. 1. Yoli dice:

    Hola, Berundgaar.
    Me ha gustado tu relato, me sorprendió que la víctima fuera su mujer.
    Me gusta lo de la descripción de las armas, lo hace parecer más profesional.
    Te seguiré leyendo.
    Saludos.

    Escrito el 17 mayo 2017 a las 13:40
  2. 2. Yoli L dice:

    Hola Berundgaar

    Tu relato tiene continuidad y ritmo.

    Con final inesperado, si te comento que tuve que leer dos veces ese párrafo para entender quien fue la que en realidad murió.

    Sobre la forma, me parece que las veces que te refieres al asesino, siendo ese también su apodo, ahí si se escribiría con mayúscula, pero también lo usas como “El Asesino, al Asesino” creo debería ser en minúscula. Ya vendrá algún compañero que nos sacará de la duda.

    – iglesia de las Carmelitas, Iglesia con mayúscula.

    Me ha gustado tu relato.

    Gracias por tu visita al mío Ciconia distopica https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-44/7926

    Saludos
    .•:::•
    ..-*-..(¯`•´¯)..-*-..
    `•..•´’`•.¸.•´’`•..•´

    Escrito el 17 mayo 2017 a las 21:26
  3. 3. susylg dice:

    Hola Berundgaar, después de tus elogios a mi “Preludio de amor”, no podía menos que visitarte. Te cuento que me gustó mucho tu relato, primero porque es el montaje de una escena en tiempo y espacio, segundo por su final tan propio de este tipo de relato y tercero por los comentarios que haces sobre las armas, ya que le otorgan mayor verosimilitud. Ahora estoy en el 66, me ascendieron en la escala numérica. Saludos. Susylg

    Escrito el 18 mayo 2017 a las 21:29
  4. 4. Charola dice:

    Hola Berundgaar!

    Me gustó mucho tu relato. Haces una introducción muy buena y por ello la trama se hace interesante. Los asesinos también tienen una ley de honor. Casi, casi la hermana logra su cometido. Una intervención breve de otra persona salva al asesino de perder a su amor. Está muy bien logrado tu relato.

    Solo hay un fallo de redacción que quedaría mejor así: “El tipo de sonido que una persona de determinado sexo haría si deseara hacerse pasar por otra”.

    Felicitaciones.

    Escrito el 18 mayo 2017 a las 23:35
  5. 5. Javier López dice:

    Hola Berundgaar.
    Me parece un relato al que pocos peros se le pueden poner. Gran ambientación, detalles que enriquecen la profesionalidad del protagonista, su código de honor, me ha recordado al gremio de los asesinos de Mundodisco XD.
    Mantienes el discurso en el tono frío y calculador que la mente del asesino teje mientras trabaja.
    Técnicamente sin mácula. Únicamente dos cosillas que me han desconectado. ¿Un John Wick moderno con una ballesta del siglo XV? Y cuando describes las piernas de la víctima como las de su propia mujer, ya me he imaginado que era ella.
    En cualquier caso, gran escena.

    Un saludo.

    Escrito el 19 mayo 2017 a las 11:19
  6. 6. Javier López dice:

    Rectifico. No me he dado cuenta de que no estaba ambientado en nuestro siglo. Inocencio II perteneció al siglo XII por tanto tu Asesino es del siglo XVII, mis disculpas.

    Un saludo.

    Escrito el 19 mayo 2017 a las 11:31
  7. 7. ANGEL CLIMENT dice:

    Hola, saludos, estupendo relato, me ha gustado mucho, bien llevado, bueno como siempre, que ya sabemos como escribis,
    Saludos

    Escrito el 19 mayo 2017 a las 12:41
  8. 8. Alonso García-Risso dice:

    Saludos Berundgaad: Tu relato tiene aire de profesionalidad, también tiene una cuota de moral. Qué interesante resulta tu universo de enmarañamiento. Te ha ofrecido, en esta oportunidad resolver, en un giro sorprendente, el pedido del cliente. Bien, fantástico, felicitaciones.

    Escrito el 20 mayo 2017 a las 01:07
  9. 9. Maria Jesús dice:

    Hola: Me ha gustado mucho tu relato,como describes el oficio del protagonista, como si fuera la cosa más natural del mundo ir matando gente por ahí. El final, sorprendente, me ha gustado la pericia del protagonista para descubrir quien era su cliente. Felicidades. Un saludo.

    Escrito el 20 mayo 2017 a las 20:03
  10. 10. Henar Tejero dice:

    Hola Berundgaad,
    Un relato muy bien narrado. Describes la frialdad del asesino con un lenguaje adecuado.
    Le das un toque intrigante que nos hace leer hasta el final de un tirón.
    El final sorprendente, me ha impactado. No me lo esperaba.
    En definitiva, buen relato, me ha gustado mucho.
    Nos leemos !!! (nº 86)

    Escrito el 21 mayo 2017 a las 09:23
  11. 11. Earendil dice:

    Hola, Berundgaar.
    Veo que este mes no has abordado el reto, ni falta que te hace.
    Magnífico trabajo de escritura. Para mí, personalmente, no le sobra ni le falta ni una sola coma. Tono frío, calculador, como el que se presupone a una persona de ese estilo. No hay ningún elemento que obstaculice su lectura, que se hace de corrido y naturalmente.
    Me encantan los detalles que vas dando de su personalidad, sobre todo lo referente al papa Inocencio II (y no Segundo). Esto le da un toque culto al personaje, que conoce detalles históricos de las armas que utiliza. Me encantan este tipo de referencias.
    En fin, creo que es uno de los mejores trabajos tuyos que he leído.
    Enhorabuena.
    Nos leemos

    Escrito el 21 mayo 2017 a las 16:28
  12. 12. Amilcar Barça dice:

    Muy bien. ¿Sabes cuándo he intuido que la presunta era la suya? Cuando ha soltado ¡Maldición! salu2

    Escrito el 22 mayo 2017 a las 17:09
  13. 13. Venida de la Luna dice:

    ¡Holi ~!
    Antes de nada decir que por el tema de la edad y tal, puede que no te llegue a valorar de la misma manera en la que cualquier otra persona lo hace, pero ya que tú has gastado tu tiempo en leerme y comentarme, cosa que te agradezco muchísimo, quería hacerlo yo también.
    Así que sin mucho más que objetar, empiezo.

    Se me ha hecho muy ameno, súper sencillo de leer y la verdad es que me ha gustado mucho. He de decir que a mí siempre me ha gustado el tema de la muerte y todo lo que se relaciona con ella, por lo que eso es un punto que juega a tu favor.
    Me ha encantado que lo hayas narrado desde el punto de vista del propio asesino; es una de mis cosas favoritas al leer una novela policíaca o cualquier novela/relato que contenga personajes de este tipo.
    La verdad es que nada más leer la parte en la que nuestro protagonista describía a la mujer que paseaba y la comparaba con la persona que convive día a día con él, directamente he pensado en que era ella; y así era. De todas formas, yo creía que, aun siendo su mujer y todo eso, la mataría, y cuando no ha pasado eso me ha sorprendido. Pero no nos quedamos sin muerte,
    Me gusta mucho la forma en la que escribes, ya que, por lo menos a mí me has hecho creer que lo que sucedía era real, hasta el punto de imaginarme yo la asesina de la hermana de la que iba a ser la víctima.

    Nos vemos pronto ~

    Escrito el 22 mayo 2017 a las 21:16
  14. 14. Sofía dice:

    ¡Hola,Berundgaar!

    Vine gracias al comentario que dejaste en mi historia (muchas gracias,por cierto) pero la verdad no se cómo no descubrí antes tu relato, me tuviste en alerta a lo que sucedía desde el inicio hasta el final, y a pesar de que me cuesta imaginar los escenarios de lo que leo, pero gracias a tu brillante léxico me sentí como si estuviese en ese momento acompañando al protagonista.

    Muchas felicitaciones por tan brillante obra

    Escrito el 23 mayo 2017 a las 23:44
  15. Hola, Berundgaar.
    Buen relato, excelentes descripciones, cautiva desde el primer momento y un final sorprendente.
    tienes un momento de gran tensión cuando descubre a la víctima.
    Un saludo

    Escrito el 24 mayo 2017 a las 13:07
  16. Hola, Berundagar: Muy buen relato, fluye bien aunque el tema de asesinos me gusta poco, pero ese toque de justicia final que da un giro inesperado me ha encantado. Me ha recordado a El capitán Alatriste de Reverte.
    Estoy en el 69 por si tienes tiempo de leerme.

    Un saludo

    Escrito el 25 mayo 2017 a las 09:08
  17. Me confundí, como verás. Soy la 67.

    Escrito el 25 mayo 2017 a las 09:10
  18. 18. Laura dice:

    Hola Berungdaar.
    Felicitaciones por el conocimiento de las armas. Fue muy gráfico el uso del hacha en las primeras actuaciones. Un baño de sangre!!!!
    Supuse que sería su propia mujer, pero todo es posible.
    Buen final.
    Felicitaciones

    Escrito el 26 mayo 2017 a las 11:39
  19. 19. Vespasiano dice:

    Hola Berundgaar:

    Gracias por pasar por mi relato, dejar tu comentario y aportar un toque de humor a tu participación.

    La trama de tu historia es entretenida y con final sorprendente, cuando el sicario descubre horrorizado que la presunta víctima iba a ser su propia compañera.

    También aportas algunos datos históricos como la descripción del hacha que utilizaba el Asesino, o la prohibición del uso de la ballesta por el Papa Inocencio II, en el Concilio de Letrán del año 1139, entre los ejércitos cristianos.

    “purgada técnica”. La palabra ”purgada” no la he encontrado en ninguna conjugación del verbo purgar. Pero creo que te referirás a la “perfección de la técnica” de lanzamiento de puñales.

    También te doy las gracias porque he conocido la existencia de la “francisca”. ¡Cuánto hubiera dado yo por haber tenido entre mis legionarios, expertos lanzadores de “franciscas”!

    “Oculto en la sombría oscuridad”. Aquí veo redundancia:

    sombrío, a
    1. adj. Dicho de un lugar: De poca luz y en que frecuentemente hay sombra.

    oscuridad
    Tb. obscuridad.
    Del lat. obscurĭtas, -ātis.
    1. f. Falta de luz para percibir las cosas.
    2. f. Lugar sin luz, o con luz muy escasa.

    Me confundo un poco, sabes que fui un Cesar proclive a la guerra, por eso no alcanzo a ver una ballesta lanzando puñales, como parece ser que el asesino era diestro y según se desprende de las explicaciones que das acerca del perfeccionamiento que llevó a cabo el Asesino en el lanzamiento de dagas. Para después sin muchas explicaciones pasar al uso de la ballesta. Pero no me lo tomes en cuenta, en mis tiempos no habíamos desarrollado tales conocimientos en el arte del combate.

    Aparte “chorradas” mías tu relato me ha gustado por ello te felicito.

    Escrito el 26 mayo 2017 a las 17:42
  20. 20. Leosinprisa dice:

    Hola Berundgaar, llego tarde a leerte, espero me disculpes.

    Me ha gustado el relato, saber de las emociones del asesino y su frío carácter, que no llega a serlo tanto en el caso de su mujer. Las descripciones de las armas (la francisca, un hacha terrible usada por los francos contra los árabes, creo que en Poitier; y la ballesta, cuyo uso no era de caballeros y por eso fue censurada por dicho Papa por considerarla desleal su utilización. Traspasaba las armaduras y dejaba inútil la defensa acorazada de los nobles), le dan mucha vida a dicha historia.

    Yo también me intuía que ese personaje femenino podría ser su mujer. No sé si se debe a que ya hemos leído muchas historias y es difícil sorprender con algo nuevo o la forma en que nos llevabas por tu relato para prepararnos a ese desenlace. De todas formas, eso no resta ningún mérito a esa entretenida narración.

    Espero volvamos a leernos de nuevo y agradecerte tus comentarios. Un saludo.

    Escrito el 30 mayo 2017 a las 11:45
  21. 21. Ratopin Johnson dice:

    Hola Berundgaar,
    Lo que mas me ha gustado de tu relato es la información que das sobre las armas. Le dan mucho empaque y verosimilitud a tu historia. Y hace especial al asesino. Lo que sí yo había pensado es que la acción se situaba hace unos cuantos siglos. Supongo que por las menciones a armas blancas, parecía un asesino de siglos atrás. Incluso la elección de los nombres: “El Asesino”, “El Señor de las Sombras”, “Seda Oscura” me llevava a pensar incluso hasta que podíamos estar en un Japón de la antigüedad. Luego al continuar leyendo entiendo que estamos en la actualidad.
    Sí que intuí en la primera mención que hace el Asesino de su mujer, que la víctima era ella, quizá por lo que te dicen, que parecía que nos llevabas a eso.
    Un detalle, yo creo que en esta frase “La hermana de su esposa, llena de deseo al principio y de despecho después, cuando él eligió a su actual compañera”, te sobra la última parte “cuando él eligió a su actual compañera”, porque explica algo que en mi opinión has definido muy bien, y está claro. “”La hermana de su esposa, llena de deseo al principio y de despecho después”, así para mí la frase queda redonda.
    Otro detalle, a ver si me explico, la información que él tenía de la víctima no parece que fuera mucha, para ser un asesino profesional. Alguna rutina de movimientos tendría, pero la víctima casi parece que pasa por allí. En realidad, parece que el asesiono solo sabe que es una mujer. Dices “Oculto en la sombría oscuridad, vio acercarse a la mujer”, y no se desprende que supiera mucho más.

    Buena historia, saludos

    Escrito el 4 junio 2017 a las 15:41
  22. 22. Ratopin Johnson dice:

    Uf, me sangran los ojos, he escrito “llevava” en mi comentario anterior. Que los dioses me perdonen.

    Escrito el 4 junio 2017 a las 15:42

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