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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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Masiḥiyyūn - por Javier López

Web: http://jlopez74.wordpress.com

El bullicio es ensordecedor. La gente arremolinada alrededor de las desabastecidas tiendas parece desesperada en busca del necesario alimento. Los racionamientos impuestos por el imam en nombre de Al-Rab, unidos al sofocante calor húmedo, provocan cambios drásticos en los resortes de las pasiones humanas. Cualquiera es capaz de pisarte la cabeza por un saco de harina.

Por eso, Amir intenta avanzar a empellones entre la muchedumbre. Alguien grita a su lado invocando demonios, a la vez que le machaca un pie. Amir se revuelve y se lo quita de encima. Una trifulca empieza en la antigua tienda de sedas y se oye un grito ahogado. El gentío se dispersa rápidamente alrededor de un hombre que agoniza en el suelo desangrándose. Amir prefiere no mirar y avanzar por el inesperado claro en el bosque de sudor y humanidad.

El joven sabe que la reunión tiene que ser en un sitio como aquel, pero atravesar el zoco es cada vez más frustrante. La sociedad ha llegado a un punto en el que no se tolera a sí misma. Amir se pregunta cómo se ha permitido algo así. Los libros de historia que pudo salvar cuentan que la sociedad de hace un siglo, tenía conocimientos suficientemente avanzados para prever el desastre. Medicina, ciencia, culturas desarrolladas para detener aquella locura. Y sin embargo allí estaba. Millones de personas de cientos de países, bajo el yugo religioso de los extremistas. La yihad malentendida, la equivocada, había vencido.

Llega tarde y el sol desde su cenit lo atestigua. Mira al cielo con sus claros ojos entornados, se cubre la cabeza con la capucha de su chislab y sigue avanzando hasta el punto elegido. Cuando llega, mira a los lados y se adentra en la bendita sombra del portal marcado con el número pi, “la razón de la circunferencia”; así se llaman.

Los demás le están esperando. Al entrar interrumpen su charla.

— As-Salumu alaikum, Amir —saluda Ibrahim, su mentor desde hace años.

—Alaikum salam, Profesor —dice él, juntando sus manos y bajando el mentón en señal de respeto.

—Tus compañeros estaban discutiendo sobre la mejor forma de llevar a cabo la operación, Amir. ¿Alguna idea?

El muchacho se retira la capucha sentándose y observa a la veintena de hombres que le devuelven la mirada.

—En realidad tengo muchas preguntas Ibrahim. Hay que hacer algo para despertar al mundo, pero no sé si esta es la mejor manera.

—Adelante, intentaremos aclarártelo.

—Se nos ha contado… — Amir se interrumpe. El respeto a su maestro era un deber, y no quería plantear cuestiones que le pusieran en su contra. Sin embargo, la doctrina científica ofrecía pocos resquicios por los que interpretar sus mandatos —Nos enseñasteis que el Islam, o una parte interesada, empleó el miedo y la impunidad para someter a los pueblos de la tierra. Empezaron destruyendo símbolos de otras culturas y acabaron atacando el núcleo mismo de la civilización desarrollada. La gente no se atrevía a salir de sus casas y la ley marcial impuesta por los gobiernos obligó a todos a someterse o morir, diezmando el mundo en nombre de Al-Rad. Eso nos ha llevado a una crisis mundial por la que ninguna empresa puede florecer. Las comunicaciones han caído y los informáticos trabajan únicamente para el régimen, por sus vidas. Sobrevivimos con lo mínimo porque los jeques y los ayatolas controlan el comercio mundial para sus familias. ¡Y nadie hace nada desde hace un siglo! —dice indignado.

— Así es, hijo —asiente Ibrahim. Los demás agitan sus cabezas confirmándolo.

—Entonces, ¿cómo un hombre de mimbre puede ayudarnos?

—No es sólo un hombre de mimbre, Amir — dice Ricardo —Es uno por cada país sometido. Aquí en Brasilia serás tú. Pero en cada ciudad del mundo islámico habrá otro sacrificio humano para darnos a conocer.

Amir sacude la cabeza. Esperaba aquella respuesta.

—No quiero que dudéis de mi compromiso por ser el mártir, pero…, he leído un libro…

— ¿Qué libro, hijo? —dice Ibrahim frunciendo el ceño.

—Uno que encontré por casualidad, de un tal C.S. Lewis —saca un papel del bolsillo y lee. —Hablando de religión como un hotel, dice “Cuando escojas tu propia habitación, se amable con quienes han escogido diferentes puertas y con quienes aún permanecen en el salón de espera. Si se han equivocado, necesitan tus oraciones mucho más; si son enemigos tuyos, tienes órdenes de orar por ellos.”

— ¡Orar es lo que nos destruyó! ¡Abajo la religión! —gritan todos enfervorecidos.

—No lo entendéis… Sólo hablo de sensatez —pero nadie le escucha.

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34 comentarios

  1. 1. Bea dice:

    Hola Javier:

    Me ha gustado mucho tu relato. Has sabido plasmar extraordinariamente bien tanto la situación como los acontecimientos en sí sin caer en florituras ni enrebesamientos. Me ha parecido muy acertada la forma.
    En cuanto al tema, también me ha gustado mucho, me ha parecido una distopia muy válida para los tiempos que nos ocupan, tristemente.
    No puedo más que felicitarte por el trabajo que has hecho porque me ha encantado.

    Si te apetece pasarte yo estoy en el 155.

    ¡Nos leemos!

    Escrito el 18 mayo 2017 a las 15:29
  2. 2. Roster dice:

    Hola Javier. He leído dos veces tu relato, es interesante y muy acertada la idea por lo realista del mundo que presentas.Lo que me ha sorprendido es lo del “hombre de mimbre”, se entiende al seguir leyendo, pero quizás una pincelada del por qué o desde cuando existe ayudaría al lector redondeando la escena.
    Lo importante es que se pude hablar y discutir el tema.O sea que hay tema.
    Hasta la próxima.

    Escrito el 18 mayo 2017 a las 19:21
  3. 3. Isan dice:

    Hola Javier:

    Tu punto de vista a la hora de enfocar el relato es muy diferente a lo que he leído hasta ahora. Quiero decir que has optado por otro enfoque, pero no deja de ser un mundo de caos y tiene sus causas: fanatismo religioso y codicia.

    En este párrafo: “—Se nos ha contado… — Amir se interrumpe. El respeto a su maestro era un deber, y no quería plantear cuestiones que le pusieran en su contra. Sin embargo, la doctrina científica ofrecía pocos resquicios por los que interpretar sus mandatos —Nos enseñasteis que el Islam, o una parte interesada, empleó el miedo y la impunidad para someter a los pueblos de la tierra. Empezaron…” Me he perdido un poco porque no veía claro qué era la voz de Amir y qué era la del narrador a partir del guión y Amir se interrumpe.

    Ha sido un buen relato que da las claves de por donde no hay que ir.

    Un placer leerte. Por cierto, ¿la foto de tu blog es Marrakech?

    Un saludo.

    Escrito el 18 mayo 2017 a las 19:27
  4. 4. Javier López dice:

    Hola compañeros, gracias por vuestra visita.

    Bea, me alegro que te haya gustado la forma y hayas disfrutado de la lectura. Te haré una visita.

    Roster, que hayas tenido que leer dos veces el relato no se si es bueno o malo XD, pero me alegro de que te parezca interesante y te prestes a debatir sobre el tema. El “hombre de mimbre” es algo muy antiguo, pretendía picar la curiosidad del lector y le llevase a investigar el tema, ya que no tenía demasiado espacio para explicarlo. Eran construcciones de madera y paja en los que se encerraban animales, o incluso personas como sacrificios para los dioses, en ceremonias practicadas por diversas culturas tachadas de paganas, como los celtas y los druidas. Hay una película de 1973 que se titula “The wicker man” y trata este tema.

    Hola Isan. Entiendo que te refieres a que mi punto de vista es diferente por no presentar un futuro basado en la tecnología, porque ya he leído unos cuantos de ese estilo. En cualquier caso, y como dijo alguien alguna vez, la codicia y el sexo mueven el mundo, vaya a donde vaya acabará mal si no lo impedimos.
    El párrafo en cuestión lo tuve que modificar varias veces para explicar que Amir quería ser comedido, pero parece que no ha quedado muy claro. Seguimos aprendiendo.
    Efectivamente, la foto la saque de google con derechos de reutilización, y es del zoco de Marrakech. ¿Has estado?

    Gracias a todos.
    Saludos.

    Escrito el 19 mayo 2017 a las 10:12
  5. 5. Wurunkati dice:

    Hola Javier.
    Enhorabuena por tu relato que me parece bien planteado y estructurado. Pero lo que más me ha gustado es la sonoridad del texto. Leo el primer párrafo y sé que seguiré leyendo.
    Un saludo

    Escrito el 19 mayo 2017 a las 20:16
  6. 6. Yoli L dice:

    Hola Javier

    Me gusta tu relato, con ritmo y como lo desarrollas.

    Sobre la forma ya te han comentado quienes me anteceden.

    Un gusto leerte y gracias por tu visita a mi relato Ciconia distopica https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-44/7926

    Saludos
    .•:::•
    ..-*-..(¯`•´¯)..-*-..
    `•..•´’`•.¸.•´’`•..•´

    Escrito el 19 mayo 2017 a las 23:05
  7. 7. Isan dice:

    Hola de nuevo Javier:

    Me parecen bien otros enfoques de la “futura realidad”, no hay que quedarse en lo fácil.
    He estado por esa ciudad. Es un lugar magnífico para las fotos, entre otras cosas. En mi blog tengo colgadas algunas.

    Saludos.

    Escrito el 20 mayo 2017 a las 08:25
  8. 8. Roster dice:

    Hola Javier de nuevo aquí.
    Sabía quienes usaron en la antigüedad el hombre de mimbre y la peli que se hizo con el tema, pero no el encaje de algo de las costumbres druidas así de repente en tu historia. En fin, es lo que tiene el límite de palabras, supongo.
    Hasta pronto.

    Escrito el 20 mayo 2017 a las 17:04
  9. 9. Pilar dice:

    Hola, Javier.
    Al fin encuentro un momento para devolverte la visita.
    He leído con detenimiento tu relato que me ha dejado con una mezcla contradictoria de esperanza y confirmación de que el mundo no tiene remedio porque somos todos unos orgullosos.

    Formalmente, no tengo nada que corregirte. Me parece bueno el principio con Amir dentro de ese caos y lo chocante y representativo de tu historia que es saber que están en Brasilia y no en una ciudad árabe.
    Ese párrafo que algunos les ha parecido confuso, yo entendí perfectamente el sentimiento de Amir alno querer ponerse por encima de su superior, aun sabiendo que el tiene la llave para hacer cambiar las cosas. Quizá te falte un punto tras la raya del cierre de la acotación y por eso confunde un poco. Pero nada más. Te felicito por la profundidad y el realismo de tu historia que sin duda hace reflexionar.
    Abrazos.

    Escrito el 20 mayo 2017 a las 17:31
  10. 10. Charola dice:

    Hola Javier!

    Me gustó tu relato. Es un tema álgido y del que todos pensamos de algún modo que el mundo puede virar del modo como lo has planteado. Tu escritura es ágil, se deja seguir, engancha. Pero con lo del hombre de mimbre me has descuadrado, tal parece que la idea de ofrecer sacrificios va a regresar. ¡Dios nos libre de aquello!

    Felicitaciones por tu texto. Nos leemos.

    Escrito el 21 mayo 2017 a las 04:12
  11. 11. Otilia dice:

    Hola Javier,
    Me ha gustado tu relato, bien escrito y lectura ágil. Felicidades.
    Consigues el reto con una distopía muy real y sin utilizar inteligencias artificiales.
    Por decirte algo, Pi= Razón de la circunferencia y su diámetro. Ja,ja
    Buen trabajo. Nos leemos.
    Saludos.

    Escrito el 21 mayo 2017 a las 10:57
  12. 12. EndikaP dice:

    Kaixo Javier,
    Gran trabajo tejiendo tu distopía. Has hecho un trabajo muy pulcro y has conseguido manejar el ritmo y la voz muy bien. Me ha gustado mucho.
    Por ponerle una pega, y esto es solo una apreciación personal, hay una parte del relato que me sobra. Me explico: das a conocer un futuro distópico a través de los ojos de Amir y haces un gran trabajo en enseñar y no contar; nos muestras el mundo a través de sus sentimientos, pensamientos, palabras y acciones. Sin embargo llegados a un punto (el párrafo largo de diálogo en que Amir nos explica todo) en que de pronto nos cuentas todo de sopetón. Entiendo la finalidad de esa digresión, que es presentar los detalles de tu mundo, pero no me parece que sea necesario. No necesitamos conocer todos los detalles para entender que es un futuro horrible, hasta ese momento ya nos habías hecho sentir muy hábilmente lo agónico de sus habitantes. Es por eso que para mí, toda esa información sobra, o al menos no debería ser planteada en un párrafo tan largo a modo de monólogo en que el narrador toma las riendas. Quizá en forma de debate en que el Profesor intervenga o algo así agilizaría el ritmo y no parecería que es un inciso en que explicas todo.
    De todos modos, como digo, esto no es más que una apreciación personal. Espero que te sirvan de algo mis palabras.
    Gran relato.
    Un saludo, nos leemos.

    Escrito el 21 mayo 2017 a las 22:16
  13. 13. Javier López dice:

    Hola a todos, gracias por deteneros en mi relato. Me alegro que esté gustando por regla general.
    Roster, efectivamente, si hubiera tenido más espacio habría podido vincular la cultura druídica con “la razón de la circunferencia” (y el diámetro, Otilia XD); se que quedaba un poco colgando pero tuve que recortar.
    Gracias por vuestras amables palabras Pilar y Charola.
    Eskerrik asko EndikaP. Estoy totalmente de acuerdo y agradezco mucho esa apreciación personal, porque según la leía, estaba entendiendo ese no-se-qué que me chirriaba a la vista y no encontraba. Después de mi esfuerzo por mostrar sin contar (totalmente intencionado, gracias por verlo, no sabía si lo había conseguido, aunque Bea ya hiciera una mención a la forma), no quedé muy conforme con la exposición tan soliloquio de Amir en la reunión, y no sabía porqué. Lo voy a modificar en mi blog con tu sugerencia y queda apuntado para la próxima.

    Un saludo a todos.

    Escrito el 22 mayo 2017 a las 09:45
  14. 14. Don Kendall dice:

    Hola Javier López,
    He leído con detalle el trabajo que propones este mes. Se nota que hay un esfuerzo para incorporar ingredientes novedosos a una anécdota o idea general.
    Parece que en origen tenemos una distopía a la que se llega por la imposición de una idea religiosa y la desaparición del método científico.
    En mi opinión (despreciable…) la trama se quedó ahí sin llegar a armarse. El narrador que tu autor elige, es omnisciente aunque lo intente disimular 😉 . Por ejemplo :Amir prefiere no mirar y avanzar por el inesperado claro en el bosque de sudor y humanidad. , un narrador testigo (que según dices era lo que pretendía tu autor : mostrar sin contar) nunca lo haría “contando” lo que “prefiere” Amir, y escaparía de los adjetivos como gato escaldado.
    Un narrador de ese tipo (omnisciente desde un punto de vista difuso) en una escena o relato corto, puede alejar al lector del personaje, cosa que me parece que sucede en el relato que propones.
    Más bien da la impresión que el Autor real Javier López se coló de rondón en el inicio del segundo párrafo y e impidió el trabajo del narrador ahogándole. Suele pasar. El resto de añadidos como el hombre de maíz , el número pi, C. S. Lewis, confirman esa intromisión del autor real, en el relato, con lo cual el riesgo de quedar como un plato inacabado es grande. Como es sabido, las 750 palabras no permiten “Las crónicas de Narnia” ;-)por ejemplo.
    Esa interferencia del autor real, también ofrece algunas frases que narrativamente cojean, por decirlo de algún modo :

    El muchacho se retira la capucha sentándose y observa a la veintena de hombres que le devuelven la mirada

    Te propongo que la releas, y le des un par de vueltas. Por ejemplo : ¿Se retira la capucha sentándose? ¿A la vez? ¿Él observa a veinte? ¿uno a uno? ¿Los veinte le devuelven uno a uno la “observación-mirada”?. ¿Qué pretende contar el narrador testigo? ¿O ya no hay narrador, y el autor está con mando en plaza escribiendo lo que le parece? 😉

    En resumen, como apunté más arriba , por un lado tienes mi opinión despreciable como la de cualquiera, y sobre todo por el otro está tu trabajo apreciable como el que más. Entre esos dos polos elige lo que te parezca y yo me quedo agradeciendo el esfuerzo que has hecho por mostrar tu trabajo.
    Un abrazo

    Escrito el 22 mayo 2017 a las 15:08
  15. 15. Javier López dice:

    Hola Don Kendall. Gracias por tu pormenorizado análisis. De estos es de los que se aprende más. Por supuesto que no manejo para nada bien la diferenciación de narrador omnisciente y testigo, me cuesta no aportar información como autor al mundo que intento mostrar, aunque pretenda que los personajes sean los que lo cuentan. Hay dos casos en los que es el personaje el que lo cuenta, aunque tu creas que lo aporta el narrador. El hombre de mimbre lo menciona Amir. Y el número pi lo ve en la puerta, y es cierto que después dice el narrador algo que no debería saber, el nombre del grupo. Quizá en un diálogo sea más fácil dejar al narrador omnisciente pero mis diálogos no suelen quedarme demasiado bien.
    En fin, aún tengo mucho que aprender y es tratando de hacer cosas diferentes es como se perfecciona la técnica.
    Muchas gracias.

    Escrito el 22 mayo 2017 a las 15:40
  16. 16. Mariaje dice:

    Hola Javier,
    Te dejo el comentario sin leer los de los demás, así que espero no repetirme mucho.
    Lo primero, muchas gracias por tu visita y tus apreciaciones. Tu relato me ha gustado mucho. Has tomado un tema muy actual y creado una distopía verosímil. El texto se lee de forma muy fluida y mantienes el interés hasta el final. También me ha gustado el fondo de la historia.
    Solo comentarte dos cosas que pienso que podrían mejorarse. La primera es que al principio aparecen unos juicios de valor como “La sociedad ha llegado a un punto en el que no se tolera a sí misma” o “La yihad malentendida, la equivocada, había vencido“ que no queda claro si son la voz del narrador o del personaje.
    Lo segundo son cosillas de forma. Se te han colado unas erratas: En “la sociedad de hace un siglo,” sobra la coma y en “pero…, he leído “ también y es la que falta en “tengo muchas preguntas Ibrahim” antes del vocativo . Y se te han olvidado dos puntitos tras las acotaciones del narrador en “interpretar sus mandatos —Nos enseñasteis que el Islam…“ que debería ser “mandatos—. Nos…” y en “de mimbre, Amir — dice Ricardo —Es uno…“ que debería ser “Amir —dice Ricardo—. Es uno…”.
    También al final, en “—Uno que encontré por casualidad, de un tal C.S. Lewis —saca un papel del bolsillo y lee. —Hablando de religión como un hotel” la puntuación está mal puesta y puede llevar a confusión, debería ser “—Uno que encontré por casualidad, de un tal C.S. Lewis. —Saca un papel del bolsillo y lee—: «Hablando de religión como un hotel…”.
    La verdad que la puntuación de los diálogos es engorrosa .
    Espero haberte ayudado y leerte en próximas escenas, un saludo!

    Escrito el 22 mayo 2017 a las 15:51
  17. 17. Osvaldo Mario Vela Sáenz dice:

    Hola Javier, Primero que nada quiero agradecer tu visita a mi texto y tu comentario tan sincero. Después de leer a mis comentaristas la mayoría opina en contra de considerarlo una distopía. Pero al igual que a ti, a la mayoría le gustó el tema y el texto, gracias por tu aporte.

    En cuanto a tu texto, cubres en el un tema que al paso de los años ha sido surcando las sanjas del futuro distópico que tu pintas. Las religiones han manejado por milenios las enseñanzas del miedo.

    Al principio te amenazaban con la condenación eterna y castigos terrenales si desobedecías los preceptos religiosos.

    Después vinieron las armas y el miedo de morir bajo sus balas mantuvo dominado a los pueblos

    Hoy en día, la enseñanza del pavor por armas nucleares y químicas se ha vuelto la forma de mantener subyugados a los habitantes del mundo.

    Te felicito y creo que tienes mucho material donde trabajar mas a fondo tu texto. Enhorabuena.

    Escrito el 22 mayo 2017 a las 22:28
  18. 18. Javier López dice:

    Hola Mariaje, gracias por la visita.
    Aprecio mucho tus consejos. Sobre el tema del narrador omnisciente ya me ha ayudado Don Kendall a darme cuenta que no puedo pretender alejarme de la acción y ser partícipe. Manejar este punto va a ser mi próximo caballo de batalla. Y sobre la puntuación en los diálogos, continúo aprendiendo, hace unos meses te habrías tirado de los pelos si hubieses visto como los escribía. Aún no los controlo del todo, y esos puntos y aparte están perfectos como tu los pones, ya que comienza otra frase. Bien visto.

    Muy agradecido Osvaldo por pasarte.
    Efectivamente, creo que la religión siempre ha sido un arma para el poder, y actualmente es una excusa para oprimir y mantener a un pueblo sometido, impidiendo su crecimiento y fomentando el odio a los demás cuando ellos son los culpables de sus miserias. No se si por suerte o por desgracia, la marea imparable de las tecnologías de la información y comunicación hacen cada día más difícil que la barbarie quede impune, pero me temo que ya inventarán, si no lo han hecho ya, la manera de usar el Big Data para los fines de siempre, mantener el poder y al rebaño recogido.

    Gracias por vuestras valoraciones.

    Escrito el 23 mayo 2017 a las 09:47
  19. 19. K. Marce dice:

    Saludos Javier:

    Muchas gracias por leer y comentar mi texto del mes.
    He venido repitiendo que una distopía es muy díficil de escribir con un limite de palabras tan escasas como nos pide la escena. O dejas algo en el aire, elíminas la creación del mundo y te limitas a ir directo a la acción para sacar la idea. Creo que a todos nos ha faltado un punto en este taller.

    La idea que has presentado me parece atractiva, sobre todo porque tiene una base religiosa que sobre todo en Europa parece ser una “amenaza” sutil y latente con la emigración de grupos religiosos diferentes a los propios. Y quizá esa misma libertad “religiosa” sea una condena y no un derecho. Quien sabe.

    He leído con cuidado tu relato y lo primero que noté fue el tipo de narrador que elegiste, y luego encontré el comentario que te hizo Don Kendall. La diferencia es tan sútil entre lo que se relata como narrador y lo que se escribir como autor, que es necesario siempre hacer esa diferenciación. Y eso se llama voz narrativa. Aunque tomes a un narrador omnisciente/testigo, debes alejarlo de la conciencia del autor, para que no se note la pluma o el pensamiento. También tuviste un pequeño desliz al pasar a narrador en segunda persona (Cualquiera es capaz de pisarte la cabeza por un saco de harina.) Y es ahí donde se nota la mano del autor.

    También leí tu propio comentario al respecto. Si gustas puedes buscar mi blog (doble clic a mi nombre), en donde escribí una serie sobre narradores y voces narrativas; estudiar el tema me ha ayudado mucho a mejorar (o al menos detectar de manera más consciente) cuando paso esa delgada línea.

    Quizá lo que me gustó del texto, es la influencia arábica en el texto; pero que a su vez me dejó vacios por mis limitados conocimientos sobre sus costumbres, nombres, etc. El título no me significó nada, hasta que fuí a investigar sobre qué trata el nombre y su orígen: Cristianos de orígen árabe. Debo decir entonces, que en mi país, existen muchos. Ya que la comunidad judia, palestina y árabe es muy grande (e influyente) pero han adoptado la religión cristiana católica como propia.

    He disfrutado la idea y la lectura. ¡Nos leemos!

    Escrito el 23 mayo 2017 a las 10:21
  20. 20. Javier López dice:

    Hola K. Marce, muchas gracias por tus amables palabras y consejos. Ya seguía tu blog, pero buscare la entrada que me comentas, para seguir aprendiendo. Siempre me ha gustado leer y escribir, pero no ha sido hasta hace unos meses que me he puesto a compartir con lectores anónimos mis escritos. Y lo primero que he descubierto es que no se nada, como Jon Nieve, XD.¡Cuánto por aprender! La imaginación es un don, pero la técnica es trabajo, y mucho.
    Y me encanta que seas la primera que hace referencia al título. Tiene su miga, o eso pretendía, y creí que pasaría inadvertido. A veces me paso con los mensajes subliminales, XD.

    Gracias por tu valoración. Nos leemos.

    PD.: Como curiosidades, ¿cuál es tu país y cómo has hecho para que tu nombre enlace a tu blog? Me parece genial.

    Escrito el 23 mayo 2017 a las 10:56
  21. 21. Guillermo Forgerón dice:

    Hola Javier:

    Por lo que se refiere a tu relato, después de lo que ha comentado tan sabiamente Don Kendall, únicamente decirte que has logrado transmitir al lector esa situación de un mundo dominado bajo el yugo del fanatismo religioso. Tu texto está dotado de una fuerza narrativa y un estilo claro que hace que se lea con facilidad y fluidez.

    Coincido con K.Marce en que si se describe el mundo distópico y se da demasiada información, debido a la limitación de palabras puede haber determinadas cuestiones que queden en el tintero causando cierta confusión al lector.

    Por lo demás, comentarte también el punto después de la raya del guión en las acotaciones para diferenciar el turno de palabra del narrador y del personaje.

    Enhorabuena por tu trabajo.

    Escrito el 23 mayo 2017 a las 11:02
  22. 22. Berundgaar dice:

    Bismillahir Rahmaanir –Ra–hiim

    En su nombre, si es que aún les queda un ápice de bondad. Qué lástima que los exaltados nunca escuchen. Es paradójico que los radicales convirtieran el mundo en tu universo distópico y otros enfervorizados sean los responsables de salvarlo.

    Dicho de otra manera, me has metido de lleno en la historia. Me ha encantado.

    Muchas gracias por tu comentario en mi propia historia. Nos seguimos leyendo.

    Un cordial saludo, compañero.

    Escrito el 23 mayo 2017 a las 12:02
  23. 23. R.J. Esperanza Pardo dice:

    Kaixo, Javier

    La idea argumental de tu escena me gusta, es didáctica y además has ambientado bien la escena. Parece que al mundo le cuesta entender que las religiones no son las culpables de la opresión, sino la imposición fanática de cualquier idea, llámese religión, prejuicios o simplemente locura.

    Como una imagen vale más que mil palabras, yo por mi parte te dejo un enlace a los errores frecuentes que plantea el autor del artículo. Lo mejor es cuando llegas al último: el número quince…. Ya me contarás si ves alguno donde encajes. Yo confieso que he pecado con alguno.

    https://convictoryconfeso.wordpress.com/2016/01/25/15-errores-de-estilo-frecuentes-en-narrativa/

    Saludos

    Escrito el 23 mayo 2017 a las 18:17
  24. 24. Wolfdux dice:

    Me he pasado por tu relato al final. ;·)

    Veo que ya tienes bastantes visitas, así que intentaré no repetirme. Referente a los diálogos, te cuento:

    “—Se nos ha contado… — Amir se interrumpe. El respeto a su maestro era un deber, y no quería plantear cuestiones que le pusieran en su contra. Sin embargo, la doctrina científica ofrecía pocos resquicios por los que interpretar sus mandatos —Nos enseñasteis que el Islam, o una parte interesada, empleó el miedo y la impunidad para someter a los pueblos de la tierra. Empezaron destruyendo símbolos de otras culturas y acabaron atacando el núcleo mismo de la civilización desarrollada. La gente no se atrevía a salir de sus casas y la ley marcial impuesta por los gobiernos obligó a todos a someterse o morir, diezmando el mundo en nombre de Al-Rad. Eso nos ha llevado a una crisis mundial por la que ninguna empresa puede florecer. Las comunicaciones han caído y los informáticos trabajan únicamente para el régimen, por sus vidas. Sobrevivimos con lo mínimo porque los jeques y los ayatolas controlan el comercio mundial para sus familias. ¡Y nadie hace nada desde hace un siglo! —dice indignado.”

    El primer inciso “Amir se interrumpe” hay un espacio al inicio que sobra. Luego, después de “mandatos” debe ir el cierre del inciso, pegado a la palabra. Para luego colocar un punto tras la raya. Quedando así: “—Se nos ha contado… —Amir se interrumpe. El respeto… interpretar sus mandatos—. Nos enseñasteis…”

    Ya como opinión personal, creo que si cambias el “dice” del final por un “concluye” o un “exclama” hace que el diálogo tenga más fuerza.

    En este diálogo:

    “—No es sólo un hombre de mimbre, Amir — dice Ricardo —Es uno por cada país sometido. Aquí en Brasilia serás tú. Pero en cada ciudad del mundo islámico habrá otro sacrificio humano para darnos a conocer.”

    Te pasa como en el anterior. Debe ser: “…Amir —dice Ricardo—. Es uno…”
    Luego me he fijado que en estos dos diálogos:
    “— ¿Qué libro, hijo? —dice Ibrahim frunciendo el ceño.”
    “— ¡Orar es lo que nos destruyó! ¡Abajo la religión! —gritan todos enfervorecidos.”

    Has colocado un espacio entre la raya y el parlamento. Si no me equivoco, habrás escrito en Word el texto y desconozco el motivo pero te lo marca como error. (a mi también me pasa) Pero el error es colocar un espacio.

    En este otro diálogo:

    “—Uno que encontré por casualidad, de un tal C.S. Lewis —saca un papel del bolsillo y lee. —Hablando de religión como un hotel…”
    Debería escribirse: “C.S. Lewis. —Saca un papel del bolsillo y lee—: Hablando de religión…”

    Por lo demás un relato que se aleja de todo lo que he leído por el momento. Tiene muy buen inicio, atrapando al lector al instante.

    Un saludo.

    Escrito el 23 mayo 2017 a las 21:55
  25. 25. Jose Luis dice:

    Hola
    Gracias por pasarte por mi relato
    Me ha gustado mucho el tuyo. Es diferente a los cuentos que he leído hasta ahora, y aporta un granito de originalidad. Las metáforas y las descripciones son muy sugerentes; has conseguido crear un ambiente muy bueno y rico en matices para el lector, que puede meterse de lleno en la historia sin ningún problema.
    Por otro lado, aunque tu mundo sea distópico (en mi opinión sí que lo es), se nota que no hace falta que esté situado en un futuro cercano; la verdad es que podríamos hablar incluso de un presente muy real.
    Supongo que el fanatismo religioso seguirá estando presente en nuestra sociedad sea la época que sea. Obliga a una reflexión: ¿Para qué sirve realmente una religión? ¿Está todo permitido en nombre de una religión? ¿El fin justifica los medios?
    Un saludo

    Escrito el 24 mayo 2017 a las 02:47
  26. 26. drow_jack dice:

    Buenas.

    Primero, gracias por pasarte por mi relato y por tu comentario.

    A sido un gusto leerte. Tienes una técnica muy buena y la trama del relato también está bien. Deja percibir que no se ha aprendido nada ni tras un siglo de atrocidades, qué señalan a un culpable pero no aciertan en el verdadero error. También valoro el trabajo de investigación que habrás tenido que hacer, ya que hay varios términos bastante técnicos sobre una cultura que deduzco que no es la tuya.
    Buen trabajo.

    Te planteo una corrección que he visto, y si me equivoco, corrígeme, por favor.
    En esta frase: “—En realidad tengo muchas preguntas Ibrahim.” debería haber una coma antes de Ibrahim, igual que la pones en los otros casos por ser un vocativo.

    Respecto a tu comentario, te doy la razón. Sobrecargo los dicendi. Aún no he encontrado el equilibrio entre el “dijo” y los otros dicendi. Además, necesitaba recurrir a alguno por huevos, sino el lector no sabía quién hablaba. De hecho, la duda que me planteas en tu comentario viene dada por un inciso, o dicendi, que me he ahorrado en uno de los diálogos del NENA.

    Te apunto en mi lista de seguimiento.

    Escrito el 24 mayo 2017 a las 10:50
  27. 27. Javier López dice:

    Hola compañeros, gracias a todos por vuestras visitas.

    Gracias Guillermo, me paso por tu relato.

    Hola Berundgaar, aprecio tus palabras.

    Kaixo R.J. Esperanza Pardo, eres muy amable. Y te agradezco el enlace. Confieso que hace meses pecaba en casi todos los errores que aparecen XD. Me voy quitando poco a poco de cada uno de ellos, unos antes que otros, está claro. Ese último punto nos humaniza un poco y supongo que forma parte del estilo de cada uno la voz que quiere emplear, pero por supuesto, tienes que saber que lo estás haciendo, y no queda otra que seguir aprendiendo. Aún me como puntos, comas, espacios y demás…

    Gracias Wolfdux por pasarte, aunque no quisiera que te sintieras obligado ;-P. Efectivamente escribo en Word, y si te digo la verdad, como no me de cuenta de que estoy poniendo un espacio o me falta un punto según escribo, después me cuesta diez veces más verlo. ¡Y estoy tratando de leerme en voz alta cuando termino! Y los diálogos me flaquean, ciertamente. En fin, práctica, práctica y más práctica, para eso estamos aquí. Agradezco el consejo del verbo dicendi, alguno por ahí no desluce y puede aportar énfasis.

    Un placer tu visita Jose Luis, y generosa valoración. Para mi la religión actualmente se usa como herramienta de control, nada más. Nos leemos.

    Y gracias por pasar Drow_Jack. Es cierto, otra coma que me he comido, bien visto. A mi me ha pasado lo contrario que a tí en mi erradicación de los dicendi, como me aporta Wolfdux. De vez en cuando no estorban.

    Seguimos aprendiendo.

    Un saludo a todos.

    Escrito el 24 mayo 2017 a las 11:49
  28. 28. Earendil dice:

    Hola, Javier.
    Ante todo, agradecerte tu paso por mi relato y tu buen comentario.
    Yo voy devolviendo visitas poco a poco y aquí he llegado un poco tarde.
    No solo he disfrutado de tu buen trabajo, por el que te felicito sinceramente, si no de los magníficos comentarios que han dejado los demás compañeros.
    Poco más que añadir que unirme a las felicitaciones.
    Un saludo.

    Escrito el 24 mayo 2017 a las 17:52
  29. Hola Javier.

    Un mundo distópico diferente a todos los que he leído hasta ahora. Enhorabuena por tu visión y tu originalidad.

    Para mi gusto le pegaría un par de vueltas para hacer las expresiones más sencillas. Es mi opinión así que no le hagas caso. Yo ando buscando precisamente eso, huir de las palabras rebuscadas. Creo que le da limpieza a los textos, que alargar las frases con adjetivos muy bien sonantes hace perderse al lector en la poesía de las palabras. Te distrae lo bonito.

    No me ha quedado muy claro si van a usar al prota para cometer un atentado suicida, al final lo mismo que usan los yihadistas.

    Nos seguimos leyendo.

    Un saludo.

    Escrito el 24 mayo 2017 a las 21:56
  30. 30. Javier López dice:

    Hola Earendil y Jean Ives.
    Gracias por vuestras felicitaciones.
    Se aprende mucho cuando comentan compañeros con diversos puntos de vista. Yo prefiero siempre las críticas constructivas aunque escuezan a los halagos, aunque sean sinceros. Quiero saber como mejorar.
    Jean, me costó la vida recortar adjetivos… XD. También me estoy desintoxicando de ellos. Y se supone que le llaman mártir porque se va a sacrificar por la causa dentro del hombre de mimbre,no provocar un atentado, aunque la motivación es la misma que la de los yihadistas, publicar el odio para provocar miedo.
    Un saludo.

    Escrito el 25 mayo 2017 a las 09:24
  31. 31. Menta dice:

    Buenas tardes Javier López: Me ha gustado mucho tu relato, he entrado por el título. Todo lo árabe me atrae. Lo has contado todo muy bien: el ambiente, el mal estar social, etc.

    Gracias a los comentarios que te han hecho algunos compañeros voy a aprender al fin lo que es un narrador testigo, que no lo tengo myt claro.

    Muchas gracias por todo. Recibe mis felicitaciones, un saludo, Menta

    Escrito el 28 mayo 2017 a las 17:50
  32. 32. Javier López dice:

    Gracias Menta.
    Para eso estamos aquí, para disfrutar y aprender.
    Un saludo.

    Escrito el 29 mayo 2017 a las 12:47
  33. 33. Laura dice:

    Hola Javier López
    Planteas un relato interesante, nada diferente de lo que estamos viendo.
    Coincido plenamente con los detalles que te han señalado, por lo que no volveré a ellos.
    Tan sólo mi aporte va a que sigas escribiendo, que lo haces bien, a pesar de los detalles en cuanto a la forma de enfrentar el relato.
    Nos encontramos en junio

    Escrito el 4 junio 2017 a las 00:22
  34. 34. Marcelo Kisi dice:

    Hola Javier!!

    Mil gracias por tu comentario a mi relato! Llego demasiado tarde a tu relato, veo que ya te lo han analizado a derecha e izquierda, así que solo me resta contarte que lo disfruté. Se me quedó trunco el final, como si lo hubieras cortado cuando se te acabó el cupo de palabras. Me quedé con ganas de saber qué ocurre después, y eso es bueno.

    Felicitaciones!

    Escrito el 11 junio 2017 a las 15:43

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