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La previsión del caos - por Leonor Cuevas Martín

Web: http://www.leonorcuevasmartin.blogspot.com

A las ocho de la mañana, la cola del supermercado ya era desesperante. Casi una hora antes, había llegado Juan y tenía delante a cincuenta personas más. Tampoco hoy podría conseguir una papilla para su bebé de dos meses y ni siquiera en la farmacia la había podido comprar en toda la semana anterior.
La situación llevaba meses que se hacía insostenible incluso para él que tenía dinero todavía, pues su única empresa, un pequeño comercio de alimentación, se la habían expropiado la semana anterior los rebeldes, aquellos que decían defender a los pobres. Sin embargo, tenía unos ahorros aunque llevaba tiempo teniendo que estirar, como todo el mundo, cada céntimo para poder tener lo necesario. Pero aún le quedaba algo. Otros, en cambio, tenían menos suerte.
El supermercado se encontraba al lado del ayuntamiento y una de las concejalas pasó por delante suya, sin mirarlos siquiera, con un maletín y un pañuelo de seda, que a la legua se percibía que le había costado caro.
Juan hizo señas a Pepe que estaba delante.
—Ahí llevas a una de tantos que iban a arreglar el país y el pueblo.
—¡A mí qué me dices! Si yo estoy peor de tú y lo sabes —respondió Pepe con indiferencia.
—Entiendo tu desencanto después tanto como apoyabas el nuevo régimen que decían traer, esa renovación del sistema… Casi viviríamos sin trabajar con todo lujo y sin faltarnos un detalle. Y mira, cómo nos vemos.
—De eso tiene la culpa el régimen anterior, ese al que apoyabas tú —respondió Pepe.
—Yo no he apoyado a ninguno nunca. Solo he sido un pequeño comerciante que vivía tranquilo y comíamos todos estupendamente aunque con muchas horas de trabajo al que estos han dejado sin nada y no para dártelo a ti precisamente. ¿O es que no lo ves?
—Yo creía en los cambios que prometían y me parecía justo, pues cada vez estábamos con menos derechos laborales —dijo Pepe.
—¿Menos que cuando?, ¿qué unos años antes?, ¿qué dos décadas antes?… ¿Acaso no te acuerdas de cuando tú eras niño y tus padres trabajaban todo el mes, pero nunca podían comprarte el juguete que anhelabas y solo teníais para comer y vestir regular?
—De eso hace mucho, pero ahora seguimos casi igual y eso no puede ser.
—Antes de llegar estos al poder, no estábamos “casi igual” que entonces…: estábamos muchíííísimo mejor…. Y ahora…: estamos muchíííísimo peor que hace cuarenta años. ¿Te parece adecuado el cambio? ¿Es eso lo que prometían estos indeseables?… —dijo Juan mientras Pepe seguía pensando en la comparación de sus padres trabajando y en aquel reloj de pulsera, de plástico, que tardó varios años en conseguir que su madre se lo comprara, porque siempre hacía falta el dinero para otra cosa. Sin embargo, nunca había tenido que ir a un supermercado con tantas horas de cola, donde la certeza estaba en que casi seguro que se iría con las manos vacías, porque antes de entrar estaban las estanterías casi sin nada. Donde un resfriado no tenía medicamentos, donde una gripe era una muerte segura, donde las promesas del gobierno habían dejado de ser noticia y donde de todos los que votaron el cambio, junto con los que no lo votaron, habían hecho una masa humana desnutrida, enferma, parada, belicosa y nómada.
—Las empresas siempre nos han querido exprimir —dijo Pepe.
—Pero, ¿ves mi tienda como símbolo de ese capitalismo opresor, ni a mí como rico empresario, para que me hayan tratado igual?, ¿eh?
—¡Claro que no! Si realmente, desde que han llegado al poder han metido mucho la pata y, sobre todo, no han cumplido con lo que prometieron: trabajo para todos, pensiones mejores y una cobertura social inigualable. Pero yo sigo en el paro y, además, sin apenas tener con qué comer. A lo mejor cambia en unos meses —dijo Pepe con resignación y esperanza.
—¡Qué bien se vive en la inopia! Pero este país no es la sombra de lo que era —dijo Juan moviendo la cabeza y exhalando un suspiro con desesperación, mientras pensaba en no continuar la conversación pues no llevaría más que a perder unas energías de las que no andaba sobrado. Sin embargo, cuando parecía haber terminado dijo:
—Dentro de unos meses yo intentaré estar lejos de aquí, porque es bastante probable que en este país reine la dictadura y no querría ser testigo de ella. Piénsalo bien cuando duermas esta noche y consúltalo con la almohada. A ver si te conviene seguir defendiéndolos.

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8 comentarios

  1. 1. Isan dice:

    Hola Leonor:

    Te comento primeramente algunas cosillas de forma que yo cambiaría.

    Técnicamente (y legalmente) una expropiación consiste en la transferencia de una propiedad privada al Estado mediante justiprecio. Así que parece difícil que unos rebeldes puedan expropiar. Quizás estaría mejor en este caso “confiscar”.

    “…Entiendo tu desencanto después tanto como apoyabas…” Quizás falta poner un DE entre después y tanto.

    “…muchíííísimo mejor…. Y ahora…” Los puntos suspensivos deben ser tres.

    El último diálogo no estoy muy seguro, pero creo que no está bien señalado ya que es continuación del anterior y no debería llevar el guión o barra larga.

    El relato está correctamente escrito. Para mi gusto tiene unos diálogos excesivamente largos y dejan entrever un interés ideológico concreto, que no está mal, pero que resulta muy evidente y, si me lo permites, un tanto infantil en la forma de tratar la problemática a la que se hace referencia. Quizás este sea el fallo para que no se termine de empatizar con la situación como hubiera sido deseable.

    Un Saludo.

    Escrito el 17 mayo 2017 a las 23:11
  2. 2. susylg dice:

    Hola Leonor, tu relatos tiene un mensaje claro, pero, por lo que cuentan los personajes en los diálogos, creo que ya están en una dictadura. En cuanto a la distopía me parece que no existe, ya que lo que cuentas es una triste realidad que se da en muchos países. Por lo demás me parece correcto. Si tienes tiempo te dejo mi casilla la 66 para que también me des tu opinión.

    Escrito el 17 mayo 2017 a las 23:35
  3. Hola, Isan: Muchas gracias por tus acertados comentarios. No me había dado cuenta de ellos, quizá por las prisas, pues es totalmente correcto lo que dices.
    Por otro lado, no hay marca ideológica ninguna, solo he tratado de crear un relato mezclando situaciones de distintos lugares en una hipotético caso en que se dieran en uno solo, a la vista de la situación actual del mundo donde los extremismos y las dictaduras se están imponiendo.
    La simplicidad me ha resultado impuesta por el límite de palabras. Supongo que podría haberlo hecho mucho mejor. Gracias.

    Un saludo

    Escrito el 18 mayo 2017 a las 11:02
  4. 4. Cecilia dice:

    Hola Leonor. Me gusto tu historia. Pero quizás el ritmo y los diálogos cargados traban un poco la lectura. Igualmente la trama permite continuarla y potenciarla. Saludos Cecilia

    Escrito el 20 mayo 2017 a las 11:20
  5. Hola,Susylg: Gracias por pasarte por mi relato.
    No me apunté al reto de la distopía porque no lo veía claro, de ahí que no lo cumple.
    Por otro lado, la historia está basada de un sistema que se implanta dentro de la democracia, como ocurrió en Venezuela y como está ocurriendo en muchos países con sistemas democráticos, donde los radicalismos que se están imponiendo podrían dar lugar a una situación semejante a una dictadura. Por eso las circunstancias son iguales que en la dictadura declarada, porque de hecho existe aunque disfrazada de democracia. Leeré tu texto.
    Un saludo

    Escrito el 20 mayo 2017 a las 13:23
  6. Hola, Cecilia:
    Gracias por pasar por mi relato.
    No entiendo bien qué quieres decir con el ritmo, si es lento o rápido… Por lo demás después de los comentarios lo modifico con las aportaciones, lo mejoro y lo alargo, que es lo que corresponde en este caso.

    Un saludo

    Escrito el 20 mayo 2017 a las 13:26
  7. 7. Berundgaar dice:

    Hola, Leonor.

    Lo primero agradecerte tu comentario en mi relato. Decías que no te gusta el tema de la muerte, pero veo que no le haces asco a la desesperación.

    No eres muy fan de Podemos ¿me equivoco? :):):)

    Bromas aparte, la historia está muy bien escrita. Es completamente verosímil lo que cuentas. Aunque el tema no me encanta, seguramente por esa enorme probabilidad de convertirse en la pauta general, he de reconocer que me ha gustado tu relato.

    Nos leemos en próximas ediciones, o eso espero.

    Un saludo.

    Escrito el 25 mayo 2017 a las 11:50
  8. La historia me ha gustado. los diálogos imprimen velocidad a la lectura. Una realidad complicada pero bien descrita, marcas con claridad la posición de los personajes y en muy interesante
    Gracias por pasarte por mi relato y en especial por tus buenas palabras.
    Un saludo nos lee.

    Escrito el 29 mayo 2017 a las 19:02

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