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Enmendar los errores del pasado - por Yoli

Era una noche oscura y había un silencio sepulcral en la calle. Alfred estaba sentado en su sofá. Tenía las luces apagadas y en su regazo sostenía una escopeta cargada. No pensaba morir sin luchar.

Pensó en como empezó toda aquella locura. Fue hace más de una década, cuando eligieron a un nuevo presidente. Al principio le cayó bien, tenía encanto, sabía lo que la gente quería escuchar, y él te lo decía. Pero cuando llegó al poder, todo cambio. Llegó el miedo a ser diferente, a no ser un ciudadano "correcto", la tiranía. Sin embargo, no fue algo radical, hacía pequeños cambios imperceptibles, para que las personas se fuera acostumbrando y lo vieran como algo normal.

Iban eliminando a cualquiera que, para ellos, "manchara" a la sociedad; a los sintechos, a grupos étnicos minoritarios…

Hace tres años, el gobierno decidió que querían "apartar" a los ancianos. Lo hicieron de forma sutil. Empezaron a difundir informes (siempre a través de otras instituciones) diciendo que las personas más mayores ocasionaban mucho en hospitales, medicamentos, en cuidados paliativos, en sus pensiones… Otros documentos decían que con todo aquel dinero se podrían crear más empleos, mejorar la educación… Así poco a poco fueron lavando el cerebro a los ciudadanos y creando una hostilidad hacía los mayores.

Al final acabaron haciendo una ley para que todos ellos tuvieran una muerte digna, convenciéndoles para que vieran que era la mejor opción, que morirían plácidamente y sin dolor. Muchos cayeron. Alfred no. Él fue policía y había visto demasiadas cosas como para pensar que serían benevolentes.

Él creía que no llegó a ser un buen policía, había cerrado los ojos a la realidad. Intentaba convencerse de que no podía haber hecho nada al respecto, pero sus argumentos no le funcionaba. Se echaba la culpa, no hacía más que pensar en sus caras, sus gritos… Por eso se convirtió en un ser huraño y solitario.

Escuchó pasos en la escalera. Con la escopeta apuntó a la entrada. Tocaron a la puerta. Sabía que eran los lacayos del gobierno, que iban a buscarlo. Al no abrirles, oyó como alguien metía la llave en la cerradura. Apoyó la culata en el hombro, y esperó.

Algo no iba como él esperaba, empezó a escuchar pequeños susurros, parecían nerviosos. De repente, noto que allí afuera había una pelea, pero era demasiado sigilosa, y eso lo puso nervioso. Luego todo se quedó en silencio.

Alguien del otro lado le empezó a hablar:

—Escuchamé, ahora vamos a entrar. No vamos a hacerle daño, solo queremos hablar con usted, así que no dispare con esa escopeta.

Alfred se sorprendió, y como si le hubiese leído el pensamiento, el del otro lado le dijo:

—Tenemos a uno de los nuestros en el edificio de al lado, que le está apuntando. Si se fija, tiene un punto rojo en su corazón. Le repito, solo queremos hablar.

Miró hacia su pecho y observó el punto de la mira láser.

Como no respondió, abrieron la puerta, despacio. Entraron tres personas, cada uno con sus pistolas en las manos. Mientras uno se quedaba con Alfred, los otros dos barrieron el apartamento, y al no encontrar nada, bajaron las armas. Uno de ellos se fue hasta la entrada y habló con alguien, aunque él no pudo distinguir con quien. Cuando volvió a entrar, detrás de él iba otra persona. Era una silueta negra, alta y delgada. Llevaba un vestido negro, vaporoso, como de seda, que lo tapaba todo, y una capucha que le impedía verle la cara.

Supo que aquel era el jefe. Ese ser empezó a hablar, con un tono suave:

—No te asustes. Escuchamé, somos un grupo que antiguamente trabajábamos en el gobierno, pero al descubrir sus atrocidades, no pudimos seguir mirando para otro lado. Nos hacemos llamar "Las sombras".

Se acercó a Alfred, se agachó y se echó atrás la capucha. Era una mujer de unos treinta y cinco años, de piel blanca y ojos azules.

—Queremos que te nos unas. Sabemos que fuiste policía —le cogió sus manos— tu sabes muchas cosas que nos podría ayudar a poder destruirlos. También sé que te ayudaría a limpiar tu conciencia.

Le miró a los ojos, y no vio en ella desprecio, sino compresión. Después de un rato, asintió con la cabeza.

Sólo el brillo del fuego, que se originó en el apartamento, rompió la oscuridad de aquella noche cerrada. Unas sombras se movieron sigilosamente entre las calles, huyendo de la luz.

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19 comentarios

  1. 1. Berundgaar dice:

    Hola, Yoli.

    Cada vez escribes mejor y cada vez soy más fan tuyo. En esta ocasión, el giro ha sido totalmente inesperado y me ha encantado. Yo pensaba que el viejo policía “moriría matando”, pero has tenido una forma elegante y bonita de concluir la historia. Y ¿a quién no le gusta un final feliz?

    Muchas felicidades, compañera. Nos leemos pronto.

    Escrito el 17 mayo 2017 a las 13:27
  2. 2. Jose Luis dice:

    Hola
    Gran relato el que has pergeñado. Las descripciones están bien hechas, y la trama bien pensada, paso a paso, para llevarnos hasta el final. No hace falta mucho para describir un mundo distópico, y creo que tú lo has conseguido.
    Vigila esto, que creo que lo has escrito mal: escuchamé ——- escúcheme
    Un saludo

    Escrito el 18 mayo 2017 a las 00:06
  3. 3. Laura dice:

    Hola Yoli.
    Felicitaciones. Un gran relato, con una transformación para nada extraña a la que estamos viviendo en muchísimos países.
    Tienes algunos acentos corridos, pero son un detalle menor.
    Sigue escribiendo

    Escrito el 18 mayo 2017 a las 11:27
  4. 4. Marcus Miau dice:

    Hola Yoli,

    me quedé con ganas de saber más. Quizá es lo único que le encuentro, que le falta una segunda parte.

    Tu forma de escribir da un buen ritmo a la lectura sin dejar de dar los matices adecuados, que a otros nos provoca que el texto nos salga lento y un poco tedioso.

    Como comentan, ojo con los acentos. Seguramente falte reposar la escritura y repasarla un par de días después para evitar pasar por encima esas pequeñeces que para el que escribe resultan imperceptibles en una revisión inmediata.

    Espero leer más de ti.

    Saludos!
    Miau

    Escrito el 18 mayo 2017 a las 12:13
  5. Hola Yoli.

    Tu realidad distopica no es difícil de imaginar.

    Para mi gusto has descrito demasiado tu mundo. Empezaste con una imagen y un punto de partida y luego te pusiste a explicar. Creo que en relatos tan cortos debemos mostrar más y explicar menos.

    Aún así te felicito. Tu prosa es fluida y se lee con facilidad.

    Nos seguimos leyendo.

    Un saludo.

    Escrito el 18 mayo 2017 a las 18:05
  6. 6. Noemi dice:

    Hola Yoli, tu distopía está bien armada, la atmósfera por momentos me recuerda a Ray Bradbury, la historia es original, tiene buen ritmo y un final con vuelta de tuerca. El contenido de tu relato es de actualidad (demasiada desgraciadamente) y está muy bien desarrollado.
    Sin embargo encontré algunos errores de estilo por ejemplo:
    los sin techos (sin techo porque es una expresión general para un grupo de gente),personas más mayores(es una redundancia, mayores es el superlativo, más sobra) ocasionaban mucho( ¿qué? gasto trabajo fastidio…te falta el objeto) haciendo una ley(dictando una ley) Escuchamé, ahora vamos a entrar. No vamos a hacerle daño(hay un cambio del vos al usted en el mismo parlamento)Son pequeños detalles pero espero que te sirvan para pulir un texto que por lo demás está muy bueno.Hasta la próxima. Un abrazo.

    Escrito el 18 mayo 2017 a las 23:45
  7. 7. Charola dice:

    Hola Yoli!

    Genial tu relato. Sabes, me recordó a una película antigua que se llamaba “Cuando el destino nos alcance” donde los llevaban a los ancianos a unas clínicas para que mueran. Unos iban voluntarios a morir. Y de allí de sus cuerpos, una fábrica hacía unas galletas que paliaban el hambre de porque ya no había comida para tanta gente. Me gustó que tu relato no siguiera esa dirección.

    Tienes muchos errores en lo formal, pero creo que son porque no lo revisaste: (algunos te los han dicho). Aquí van:

    -Pensó en “cómo” empezó toda aquella locura.
    -Al principio “les” cayó bien
    -sabía lo que la gente quería escuchar, y él “se” lo decía. (¿A quién se lo decía?: A la gente).
    – para que las personas se “fueran” acostumbrando.
    -sin techo
    -diciendo que las personas mayores ocasionaban (¿qué ocasionaban?) mucho en hospitales
    – Al final “dictaminaron” una ley para…
    -convenciéndoles que era la mejor opción (te ahorras tres palabras)
    -pero sus argumentos no le “funcionaban”.
    -De repente, “notó” que allí afuera había una pelea.
    -—Escúcheme, ahora vamos a entrar.
    -Escúcheme, somos un grupo.
    -—Queremos que “se” nos “una”. (En todo momento se le hablaba de usted, pero el siguiente párrafo lo están tuteando. Entonces tienes que elegir).
    -—Queremos que se nos una. Sabemos que fue policía —cogieron sus manos— usted sabe muchas cosas y nos podría ayudar para poder destruirlos. También sabemos que nos ayudaría a limpiar su conciencia.
    – “La” miró a los ojos.
    – Solo…sin tilde.

    Felicitaciones, buen trabajo.

    Escrito el 19 mayo 2017 a las 00:43
  8. 8. amadeo dice:

    Yoli:
    Un gusto volver a leerte. Bueno tu mundo distópico. Fácil de leer tu texto.
    Algunas observaciones:
    Hay cierta cacofonía en “Pensó en como empezó”
    Palabras repetidas cercanas “llegó”, “cuando” y otras. revisar.
    Los mayores ¿ocasionan hospitales? ??

    Duda. ¿Murió? ¿Qué fuego hubo en el departamento?

    Cordiales saludos
    Estoy en el 104, por si querés leerlo y opinar

    Escrito el 19 mayo 2017 a las 01:00
  9. 9. Doralú dice:

    ¡Hola Yoli!

    Me ha gustado tu relato. Está bien construido desde el punto de vista de la historia.

    Como ya han comentado, hay bastante que mejorar en la historia. También creo que faltó tiempo para leerlo nuevamente y faltó la revisión del lector beta. El texto podrá ganar fuerza y belleza al redactarlo nuevamente. Estoy segura que en lo que reposes un tiempo el relato encontraras la manera de expresar lo que deseas de una manera más literaria.

    Un secreto… por supuesto aprendido aquí, es leer en voz alta y según el caso, representar el texto, sobre todo los diálogos como si fuera en un teatro.

    Continúa escribiendo.

    ¡Un abrazo!

    Escrito el 20 mayo 2017 a las 12:04
  10. 10. Perla preciosa dice:

    Hola, Yoli:
    Como ves, te devuelvo la visita con mucho gusto, dado que me ha parecido muy interesante tu relato, y para empezar te digo que la idea es muy original y hasta atrevida, puesto que, según marcha la política en algunos países como España, no sé si no lo harán dentro de nada,con un gobierno como este. No me gustaría dar pie a una polémica de carácter político, pero lo cierto es que alguna vez yo he pensado cosas similares, teniendo en cuenta dónde estamos llegando en materia de recortes presupuestarios. Insisto, no querría ser gafe.
    Yendo ya al meollo del relato, y puesto que ya te han señalado los errores, yo te diría que no queda muy clara la psiquis de ese policía: ¿Por qué tiene que limpiar su conciencia? ¿Es tal vez él quien mata a los ancianos o da pistas para encontrarlos? ¿O quizá ha cometido otros delitos? Quizá eso supondría alargar la historia, pero creo que sería bastante interesante.

    Escrito el 20 mayo 2017 a las 15:02
  11. 11. Wurunkati dice:

    Hola Yoli.
    Creo que ya te han dicho todo de lo bueno y de los pequeños fallos.
    Me ha gustado la historia y como suele pasar en estos relatos cortos me he quedado con ganas de mar.
    Un saludo

    Escrito el 20 mayo 2017 a las 18:56
  12. 12. Yoli L dice:

    Hola Yoli

    Bella tu historia, llena de imágenes, con ritmo que hila la lectura.

    En cuanto a la forma es cuidar la cacofonía, por ejemplo en Pensó en como empezó

    Algunas palabras repetidas que se encuentran cercanas llegó, cuando y otras.

    Un gusto leerte.

    (¯`•¸•´¯)-YOLI-(¯`•¸•´¯)

    Escrito el 20 mayo 2017 a las 19:34
  13. 13. Luxus Zigard dice:

    Hola Yoli,

    nada más que añadir a los pequeños errores comentados por nuestros compañeros.

    Me parece una historia bonita e intensa. Además, el mundo en el que se desarrolla critica perfectamente nuestro mundo actual (y pasado). Los más tiranos siempre se han presentado disfrazados con piel de cordero, y, lamentablemente, todavía siguen existiendo y haciéndolo.

    He de decir una cosa, creo que sólo he tenido yo esa sensación por lo que veo. Cuando aparece la “silueta negra, alta y delgada”, que “Llevaba un vestido negro, vaporoso, como de seda”, tuve la sensación de que era la mismísima muerte la que se presentaba ante él. Incluso lo pensé antes de que nombraras que llevaba una capucho que ocultaba su rostro. Esto me impresionó mucho, la verdad, pero no sé si era tu intención.

    Después, el párrafo final en el que dices que “Sólo el brillo del fuego, que se originó en el apartamento, rompió la oscuridad de aquella noche cerrada.” me hizo pensar que aquellas personas habían disparado a Alfred, matándolo, y habían huido… no sé si era eso lo que querías contar o si tengo demasiada imaginación (ya que, por lo que veo, soy el único que lo ha pensado)

    Nada más, felicitaciones por el relato, me ha gustado mucho. Si quieres pegarle un vistazo al mío, estoy en el 79 (Liberación), será un placer recibir tu visita.

    Espero seguir leyéndote.

    ¡Saludos!

    Luxus Z.

    Escrito el 20 mayo 2017 a las 23:51
  14. 14. Marcelo Kisi dice:

    Hola Yoli!!

    Mil gracias por tu hermoso comentario a mi relato!

    Del tuyo, que disfruté mucho, a todo lo que ya te dijeron, agrego esto: no es fácil en un relato tan corto distópico, encontrar el equilibrio entre la explicación del relato y la acción. Como viste, aunque sea por experimentar, yo preferí no explicar nada, y dejar entrever el mundo a partir de la acción y los diálogos únicamente. Por suerte me salió bien, pero a veces hace falta explicar.

    Vos optaste por sí explicar, lo que está bien, y además lográs un excelente equilibrio -que no todos los compañeros han conseguido- entre las dos cosas: explicás, pero de modo breve, entretejiéndolo inmediatamente con las peripecias del viejo ex policía. Un gran mérito! Estás aprendiendo a toda velocidad a construir tramas que sean armoniosas y equilibradas, y por eso te felicito!

    Escrito el 21 mayo 2017 a las 15:54
  15. 15. Earendil dice:

    Hola, Yoli.
    Ante todo quería agradecerte tu paso por mi relato y tu buen comentario.
    Quitando de los pequeños errores de forma (pequeñeces que ya te señalaron y que para nada desmerecen tu relato), me uno a mis compañeros en las felicitaciones a tu trabajo.
    Sobre todo me gustó el final. Es como la resistencia que se va forjando en la sombra, nunca mejor dicho.
    Enhorabuena.
    Un saludo.

    Escrito el 22 mayo 2017 a las 19:11
  16. 16. K. Marce dice:

    Saludos Yoli:

    Gracias por leer y comentar mi texto del mes.
    He estado leyendo en el tiempo libre (escaso) disponible. He comentado que es díficil escribir un mundo distópico sin que dejes algo en el aire, y creo que a todos nos ha pasado, en gran o menor manera. Optamos por no revelar nada, o explicamos mucho. Creo que trataste de manejar un concepto equilibrador entre ambas cosas.
    He leído a vuelo de pájaro tus comentaristas, sobre todo a quienes te han marcado mejoras, ya que no quería repetir. Creo que las han mencionado todas, por lo que no agregaré nada adicional.

    El final me ha sido confuso, ya que no comprendo el porque del fuego, si acaso ha sido creado por quienes han ingresado y han dado muerte al policia, si han incendiado el apartamento para “fingir” su muerte… como expresé, siempre queda algo adicional que falta decir o aclarar.

    >Por lo demás, grato de leer. ¡Nos leemos!

    Escrito el 23 mayo 2017 a las 07:55
  17. 17. Yoli dice:

    Hola a tod@s
    Muchas gracias por pasaros por mi relato y comentarlo.
    A tod@s lo que me habéis corregido: Tendré en cuenta lo que me habéiss dicho y cambiaré algunas cosas.
    Perla Preciosa: Si, él se cree responsable de todas esas muertes y demás delitos, pues obedeció las ordenes e hizo “la vista gorda” a pesar de que sabía de que estaba mal, por eso esa mala conciencia.
    Marcelo: Gracias por tu comentario 🙂 Intente que hubiera un cierto equilibrio entre explicar y mostrar sin pasarme del limite. Es el relato que más me ha costado contar.
    Amadeo y K. Marce: Sobre el final, era que el policía al aceptar el unirse al grupo, decide quemar su casa para fingir su muerte e irse con ellos. Sé que no lo explique demasiado bien y eso a llevado a confusiones, pero si lo explicaba más, me sobrepasaba del limite de palabras. Pero lo tendré en cuenta cuando lo revise.
    Y a los que me han comentado que les ha gustado: ¡¡Muchas gracias!! 🙂
    Saludos.

    Escrito el 23 mayo 2017 a las 09:24
  18. 18. lilian ht dice:

    Hola Yoli,
    Gracias por leer mi relato, el tuyo es muy interesante. Creo que tratas de reflejar la realidad que se vive en algunos países actualmente. Pienso que si el autoritarismo y la justicia se imponen, siempre habrá insurgentes que traten de pararlos. Y lo planteaste muy bien en tu relato. Me gustaría saber que pasará después con Alfred y sus nuevos aliados.

    Espero leerte pronto.
    Saludos.

    Escrito el 26 mayo 2017 a las 21:13
  19. 19. Leosinprisa dice:

    Hola Yoli, llego tarde a leer tu relato, espero me perdones.

    Como bien decía una compañera me recuerda a Cuando el destino nos alcance, aunque allí el problema es la carencia de alimento y la superpoblación y en tu caso nos planteas un elaborado progromo estatal, que va eliminando a los “elementos indeseables”.

    Muy entretenida la historia, yo esperaba que tuviera un final oscuro y truculento, pero no todo siempre tiene que acabar mal y en un mar de sangre, también la esperanza tiene su cabida.

    Agradecerte los comentarios de mi texto, un placer leerte y un saludo.

    Escrito el 30 mayo 2017 a las 11:58

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