Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

Papel mojado - por Alescritor

Web: http://www.alescritor.wordpress.com

—¿No puedes bajar el volumen de ese cacharro? Me está volviendo loco—dijo John Scott mientras golpeaba el vaso vacío de whisky contra la barra del “Amazing Drink”. El bar que desde hacía más de cien años servía las mejores cervezas de todo el estado de Arizona y que su localización en la Interestatal 66 le había convertido en un auténtico icono del sur de Estados Unidos y un lugar de peregrinaje para aquellos valientes que huían del bullicio las ciudades.
—Claro amigo, faltaría más. ¿Quiere también que se la llene? ¿O va seguir calentado la silla? — el barman, haciendo un esfuerzo sobrehumano, estiró su brazo derecho para alcanzar el viejo televisor de plasma, que colgaba anclado de la pared enmohecida, y toqueteó los botones hasta que el sonido enmudeció— Supongo que sabrá que esto es un bar.
Scott, que no contestó, metió la mano en el bolsillo de su cazadora tejana y sacó un dólar norteamericano que puso delicadamente encima de la mesa. Un billete ajado, manchado con el paso del tiempo y las sombras de las desgracias humanas que se habían ido incrustando década tras década en todos los poros del papel. Los restos de una cerveza, que algún parroquiano ebrio derramó, dejaron pegado a George Washington contra la superficie de madera contrachapada. Y en un suspiro de inconformidad, el dueño se acercó a observar la reliquia mientras metía de nuevo la camisa por dentro del pantalón, que instantes antes se le había salido al intentar estirarse ridículamente para alcanzar el aparato de televisión.
—Demonios John, sabes que no puedo aceptar eso. Me vas a meter en un lío—miró a un lado del establecimiento, justo al fondo, donde había un grupo de cuatro hombres jugando al Black Jack y volvió de nuevo la vista hacia su cliente—. Sabes igual que yo que eso no tiene ningún valor aquí, ni en ninguna otra parte—Puso la mano sobre el billete y lo arrastró alejándolo de él.
—Claro que tiene valor Edward. ¿Acaso ya no coleccionas estas cosas antiguas? —dijo mientras movía sus piernas ligeramente para acomodarse mejor en el taburete sin acolchado.
—Jamás he coleccionado—hizo una pausa—este tipo de cosas antiguas, como las has llamado. Guarda eso ahora mismo si no quieres que te muelan a palos aquellos caballeros.
John se fijó donde antes el barman lo había hecho, y pudo darse cuenta de que los cuatro “caballeros” eran agentes fuera de servicio del nuevo departamento contra el mercado negro. Lo supo rápidamente porque uno de ellos, el más bajo, se olvidó de quitarse el colgante de tungsteno. Un mineral que en la Guerra de los Hambrientos se usó indiscriminadamente para la fabricación de bombas de hidrógeno y que le proporcionaban una asombrosa resistencia contra grandes impactos. Los artefactos, blindados con el tungsteno, se lanzaban desde aviones bombarderos que volaban cerca de los quince kilómetros de altitud y tras el contacto con la tierra, se hundían en ella a más de cuatro mil metros. Una vez que la bomba perforaba y se asentaba en el subsuelo, la explosión nuclear era capaz de arrancar parte de la corteza terrestre y con ella las ciudades, pueblos y cualquier ápice de vida por muy insignificante que fuese.
—Conoces el precio y conoces las formas. Si quieres tu maldito whisky págamelo legalmente—tomó aliento y continuó—. Si no, te pediré que te largues de mi bar.
John Scott recogió el billete y lo guardó de nuevo en su chaqueta. Luego, incorporándose hacia adelante, metió la mano en el bolsillo trasero del pantalón y con dificultad consiguió sacar una pequeña bolsita de seda que dejó en la barra, está vez cerciorándose de que no se empapase de cerveza. Edward la abrió desatando el cordel rojo y volcando una pequeña parte del contenido sobre la madera, toqueteó con sus anchos dedos las semillas.
—Semillas de tomate. Con esto vas a poder pagar muchas rondas amigo, muchas—. Y sonrió mientras su mano agarraba ya la botella de Whisky que llenaría su copa toda la noche.

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

5 comentarios

  1. 1. Thelma López Lara dice:

    Hola, Alescritor.

    Tu relato me ha gustado. Describes muy bien la ambientación y el uso del lenguaje de los personajes está muy bien utilizado.

    Observaciones:

    1. Ponerle atención al uso de la raya de diálogo.

    2. Uso de signos de puntuación.

    Un abrazo a la distancia.

    Escrito el 19 mayo 2017 a las 01:25
  2. 2. Aranzah dice:

    Hola,
    La historia es increíble, cuentas mucho en muy poco espacio, lo que me resulta asombroso. Tienes bastante facilidad para la narrativa. Además has incorporado las palabras del reto sin ningún problema

    Quizás como dice Thelma, hay fallos en las comas que debes revisar

    Un fuerte abrazo

    Escrito el 19 mayo 2017 a las 12:24
  3. 3. Héctor Romero dice:

    Alescritor, te expreso mi respeto pues tu relato me ha impresionado, al igual que tú me gusta la descripción y veo que la manejas de forma impecable, fui capaz de visualizar escenario, ambiente, acción de personajes, etc. Excelente relato. Tu vecino 83

    Escrito el 21 mayo 2017 a las 01:09
  4. 4. David Matute dice:

    hola Alescritor,
    Me encanto tu relato, por ser muy original. Me permito hacerte algunas sugerencias.
    * uso de comas y punto y comas. Te lo ilustro con el siguiente párrafo, que con tu permiso, he tomado de tu relato y le he agregado algunas :

    …del “Amazing Drink”, el bar, que desde hacía más de cien años servía las mejores cervezas de todo el estado de Arizona, y que su localización en la Interestatal 66, le había convertido en un auténtico icono del sur de Estados Unidos, y un lugar de peregrinaje para aquellos valientes que huían del bullicio las ciudades.
    Sin la coma después del”Amazing DrinK”, la larguísima oración que se inició con “El bar”, queda sin predicado

    * En el último párrafo, me confundió el hecho de que Edward fue quien tomó las semillas, y es Scott quien podría hacer el comentario final..De la manera en que esta escrito parece que Edward dijo todo
    Espero sean de utilidad
    David

    Escrito el 21 mayo 2017 a las 19:56
  5. 5. Laura dice:

    Hola Alescritor.
    Felicitaciones. Nos has llevado a un bar de ruta o del antiguo oeste americano. Un gran relato distópico. Me intrOdujiste sin aviso previo en tu mundo.
    Sigue escribiendo

    Escrito el 23 mayo 2017 a las 11:22

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.