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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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Sin Retorno - por ortzaize

SIN RETORNO.

Vuelo destino Delhi, un viaje de mochila con mucha ilusión y grandes planes. Amaia llevaba muchos años privándose de camisetas y salidas los fines de semana, no gastaba nada que le supondría un retraso en su viajecito soñado.

El sueño que preparaba era recorrer el país de la India de punta a punta, vivir el día a día con las mujeres en aquel País para saber cómo viven las viudas, las maltratadas y las trabajadoras, y cómo preparan a las niñas desde su nacimiento, incluso las bodas al nacer.

Por fin llegó el día, Amaia se despide de sus amigos, familia y novio en el aeropuerto de Madrid Adolfo Suarez, todos han vivido con ella ese sueño y están tan nerviosos como ella al despedirla. Lleva una pequeña bolsa, con un sari de seda que la identifica.

Allí, desde el atrio del aeropuerto, Amaia ya era una sombra lejana a la vista de su novio, padres y hermanos que, hasta el último momento, no creían que aquella chica delgada, pequeña y con poca salud y sin mucho arranque, se marcharía sola arriesgando su vida en la India con todos los peligros que desde aquí se presuponían.

Amaia mandó durante una temporada (unos tres meses) información diaria de cómo vivía el día a día. Estaba en un pueblo pequeño en una fábrica de costura, y cada vez que se iba adentrando en zona rural le costaba más enviar información. Una de las cosas que dominaba era la costura, así que se enroló como costurera junto con otras 50 mujeres, que dormían casi atadas en la maquina y en el suelo para poder guardar unos céntimos para su familia que llegaba cada semana a recoger lo poco que les quedaba. Comprobaban como estaba la niña o la mujer y se iban hasta la semana siguiente. Amaia quería ver con sus propios ojos y experimentar cómo utilizaban a las mujeres.

Las tenían como si fuera una máquina de coser unida a una persona que comía poco y era maltratada. Los jefes eran de una etnia superior, cuando pasaban por entre las mujeres ellas no podían mirarles, permanecían con la vista baja sin poder hablar ni quejarse por nada.

Aquel Sari que Amaia llevaba gustó a los jefes y se lo copiaron, el estilo personal de Amaia les agradó, por eso hablaban con ella con mucho respeto y le dieron un espacio bastante grande para poner su máquina.

Un cura católico iba por allí para escuchar las plegarias, pero no podía hacer gran cosa para calmar las tristezas de aquellas mujeres. Las solía animar cantando mientras ellas no podían despegarse de la maquina, así que con una

guitarra tocaba unas tranquilas canciones que hablaban de Dios y la esperanza de tener una vida mejor.

El edificio era de madera, máquinas de pedal antiguas y algunas eléctricas. Un cortocircuito provocó un chispazo que prendió en las telas, y una tardanza excesiva de los aguadores y bomberos tuvo como resultado el incendio y posterior quema del piso cuarto de costura donde estaban todas las mujeres haciendo su faena. No pudo salir ninguna de ellas con vida.

En la televisión de todo el mundo se vieron las llamas que se apoderaban de la seda y, en el fondo, se podía imaginar la sombra de Amaia que sucumbió ayudando a las mujeres que murieron con sus saris atadas a la maquina. Muchas no tenían nombre en la empresa, solo eran un número en la máquina de registro dependiendo de cómo cosieran.

Los pocos centavos que en esta semana correspondían se descontaron para los funerales. Ellas no tuvieron velatorio ni despedida, nadie lloraría su ausencia, solo los familiares de Amaia. El cura de la parroquia cercana celebró una misa por todas, que juntas fueron a una fosa común.

La familia de Amaia vio el sari muy quemado, reconoció su tela y el colorido, así que pudieron recoger unas pocas cenizas para llevar a España junto con esta historia que, después de algún tiempo, saldrá en los periódicos para hacer que la sociedad sepa cómo viven las mujeres en la India.

Amaia murió interrumpiendo el sueño de vivir en la India cerca de aquellas mujeres conociendo la penuria y sentir la alegría de haber estado junto a ellas. La única esperanza que tenían era la de pedir todos los días el que no se les estropeara la maquina que poseían como el modo de mantener a su familia.

Llego a ser una guía para aquellas mujeres de la cuarta planta.

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15 comentarios

  1. 1. Elena Mahía dice:

    Hola!
    Me parece un relato muy interesante,pero corregiría algunos detalles como cuando hablas de céntimos/centavos,ya que en la India usan otra moneda.Y por otra parte caes en una contradicción cuando primero dices que a esas mujeres las visitaban sus familiares cada semana y luego,una vez muertas,”nadie lloraría su ausencia”.Sin embargo, tenían familia…..
    Por lo demás,me ha gustado mucho la forma sencilla en como haces las descripciones y que son muy efectivas.
    Un saludo

    Escrito el 17 mayo 2017 a las 15:53
  2. 2. Ortzaize dice:

    Gracias elena eso m sugue pasando por no mirarlo y remirarlo.
    Por ser rapidilla
    Gracias x tu comentario m ayudará seguro.nos leemos

    Escrito el 17 mayo 2017 a las 20:14
  3. 3. Doralú dice:

    ¡Hola Ortzaize!

    Me ha gustado mucho tu relato. Es sencillo, tiene buen ritmo y coherencia. El texto me recuerda una noticia de hace años sobre un incendio precisamente en la India, donde hubo muchas muertes por las condiciones infrahumanas de la fábrica.

    En puntuación y ortografía solo tengo que decir que el último párrafo “Llego a ser una guía para aquellas mujeres…” debe aparecer “LLEGÓ a ser una guía para aquellas mujeres…”

    Me entristeció un poco la vida tan miserable, llena de humillación y explotación de las costureras.

    ¡Continúa escribiendo!

    ¡Un abrazo!

    Escrito el 18 mayo 2017 a las 00:41
  4. 4. drow_jack dice:

    “no gastaba nada que le supondría un retraso en su viajecito soñado.” Yo pondrías: que le supusiera.
    “Llego a ser una guía para aquellas mujeres de la cuarta planta.” Llegó.

    Formalmente me ha parecido muy correcto, de hecho, me sorprende haberme encontrado los dos fallos que te menciono.

    En cuanto el argumento, qué decir, me ha parecido arriesgado y para nada común. Me ha gustado a pesar de la tragedia en la que desemboca. Muy bien.

    Escrito el 18 mayo 2017 a las 17:56
  5. 5. LUIS dice:

    Gracias por leer mi relato, ortzaize. Se entiende bien la denuncia que haces de una situación terrible. Parece la crónica periodística. Un abrazo.

    Escrito el 18 mayo 2017 a las 21:02
  6. 6. ortzaize dice:

    gracias a todos por vuestras correcciones, me parece muy interesante la manera de aprender,
    saludos.

    Escrito el 19 mayo 2017 a las 10:21
  7. 7. el chaval dice:

    Hola Ortzaize. Has escogido una historia que siempre será actualidad mientras no cambie el sistema de explotación de estas mujeres. He visto varias cosas en el texto que te reseño, pero por favor,es como lo escribiera yo, que no quiere decir que sea el bueno.
    ” han vivido ese sueño y están tan nerviosos como ella” para no repetir ella
    “lleva una pequeña bolsa con un sari”creo no hace falta poner que la identifica, puesto que está en una bolsa.
    “en lugar de se marcharía sola” creo podría ser se marchara sola
    “información diaria” creo que pondría solo “de como vivía el dia a día.
    “para poder mandar unos céntimos” creo mejor “y poder guardar unos céntimos, para no repetir “poder”
    llegó, en lugar de llego (un lapsus lo tiene cualquiera)
    un final triste y reconfortante a la vez, ya que ella cumplió su sueño. Felicidades

    Escrito el 19 mayo 2017 a las 18:04
  8. 8. Laura dice:

    Hola Ortzaize.
    Gran relato, profundo, de protesta.
    La palabra País no lleva mayúscula, a menos que sea el nombre de uno específico.
    Tienes algunas oraciones demasiado larga para mi gusto. El segundo párrafo es inevitablemente largo a menos que lo sintetices.
    El segundo lo modifiqué porque tienes varios sujetos y algunos signos que facilitarían la lectura:Por fin llegó el día. Amaia se despide de sus amigos, familia y novio en el aeropuerto de Madrid, Adolfo Suarez. Todos han vivido ese sueño y están tan nerviosos como ella al despedirla. Lleva una pequeña bolsa, con un sari de seda que la identifica.
    Con respecto a otros detalles de la trama, se han señalado.
    De todos modos, un relato muy bien trazado de la sociedad actual India.
    Nos encontramos en la próxima escena

    Escrito el 20 mayo 2017 a las 13:01
  9. 9. Cecilia dice:

    Hola Ortazaize, muy potente la temática y sin duda una buena decisión escribir sobre esto, sin embargo me quedan algunas dudas, sobre todo del final: Amaia murió interrumpiendo el sueño de vivir en la India cerca de aquellas mujeres conociendo la penuria y sentir la alegría de haber estado junto…..
    …..Llego a ser una guía para aquellas mujeres de la cuarta planta
    es a mi entender ambiguo. entendí que murió pero el modo de explicar que llegó a ser…. me da la idea de continuidad y me resulta confuso. Saludos Cecilia

    Escrito el 20 mayo 2017 a las 14:05
  10. 10. Henar Tejero dice:

    Hola Ortzaize,
    describes una de los problemas de la India, en el que las mujeres son explotadas.
    Está bien narrado y se lee con facilidad. Nos adentramos en la acción sin dificultad.
    Se ve el coraje de la protagonista al emprender ese viaje sola tan lejos.
    Me ha gustado tu relato.
    Nos leemos!!! (nº 86)

    Escrito el 21 mayo 2017 a las 09:11
  11. 11. Isan dice:

    Hola Ortzaize:

    Primero te comento algunas menudencias que, para mi gusto, cambiaría. Luego tú decides.

    “…gastaba nada que le supondría un retraso…” cambiar supondría por supusiera.

    En el segundo párrafo pones país dos veces y uno de ellos con mayúscula.

    “…y cómo preparan a las niñas desde su nacimiento, incluso las bodas al nacer.” Esta frase está mal construida. Sobra el último “al nacer” ya que anteriormente se dice que es desde su nacimiento.

    Después de “Adolfo Suarez le va más un punto que una coma.
    “…Lleva una pequeña bolsa, con un sari…” Sobra la coma.

    En el cuarto párrafo dices “su novio, padres y hermanos” y algo parecido has dicho en el párrafo anterior.

    “…pequeña y con poca salud y sin mucho arranque…” sobra la primera ye.

    “…los peligros que desde aquí se presuponían.” Pone desde AQUÍ pero el párrafo empieza ALLÍ. Si es un lugar distinto, habría que decirlo.

    “Amaia mandó durante una temporada (unos tres meses) información diaria de cómo vivía el día a día” Si es información diaria se supone que la información es el día a día.

    “…adentrando en zona rural le costaba…” falta una coma después de rural.

    “Una de las cosas que dominaba era la costura, así que se enroló como costurera junto con otras 50 mujeres, que dormían casi atadas en la maquina y en el suelo para poder guardar unos céntimos para su familia que llegaba cada semana a recoger lo poco que les quedaba.” Este párrafo tiene varias cosas. Sobra la coma después que mujeres y que no se puede separar el nombre y el verbo: mujeres dormían. Debe ser atadas a la máquina, ya que como está parece que están ellas atadas encima o al lado de la máquina o en el suelo.

    “Comprobaban como estaba la niña…” Este cómo debe ir acentuado por la misma razón que sí has acentuado otros.

    “Las tenían como si fuera una máquina…” Si las tenían en plural, fueran debe ir en plural.

    “Los jefes eran de una etnia superior…” Supongo que te refieres a que eran de una CASTA superior.

    “…y se lo copiaron, el estilo personal…” Cambiaría la coma por punto.
    “…mientras ellas no podían despegarse de la maquina…” Esta penosa situación ya la conocemos por haberlo dicho anteriormente. Esta máquina y la que está más adelante llevan tilde. En este mismo párrafo hay un salto a otro párrafo que no se debe producir.

    “…una misa por todas, que juntas fueron a una fosa común.” La palabra juntas debe ir acotada entre comas.

    “…saldrá en los periódicos…” Aquí hay un cambio de tiempo verbal. Mejor saldría o salió en los periódicos.

    “Amaia murió interrumpiendo el sueño de vivir…” Yo interrumpir lo entiendo como algo que se para momentáneamente para luego continuar: “Interrumpió su discurso para secarse el sudor.”

    Al final del relato, después de que ya está todo dicho, pones “La única esperanza que tenían era la de pedir todos los días el que no se les estropeara la maquina que poseían como el modo de mantener a su familia.” Creo que este párrafo debería ir antes.

    Esto es todo.

    Escrito el 21 mayo 2017 a las 19:05
  12. 12. Vespasiano dice:

    Hola ortzaize:

    Gracias por pasarte por mi relato y dejar tu opinión.

    Ahora trataré de apuntarte aquello que a mi entender podría ser mejorado. No he leído los comentarios de los demás compañeros para no influenciarme y es posible que me repita. Pero me he dado la “paliza” y no quería dejar de lado cada cosa que aquí te apunto.

    “Vuelo destino Delhi”. Esta oración me parece que está escrita en forma de telegrama. Además da la impresión de que quien está volando es el narrador/narradora de la historia y no Amaia.

    “…no gastaba nada que le supondría un retraso…”. El tiempo verbal no me parece correcto. Creo que sería: “supusiera o supusiese”. También podrías emplear la palabra “ocasionar”: “…no gastaba en nada que le “ocasionara” un retraso…”.

    “País”. Se escribe con minúscula: “país”. Excepción de “País Vasco”, pues la palabra país forma parte de su nombre propio como topónimo.

    “…desde su nacimiento, incluso las bodas al nacer”. Aquí veo redundancia: “nacimiento” y “nacer”.

    Al comienzo de la lectura da la impresión de que Amaia ya estuviera volando con destino a Delhi, para después describir el sueño que tenía y la despedida de los familiares que por cierto vuelves a repetir más adelante.

    “…se despide de sus amigos, familia y novio en el aeropuerto…”. “…desde el atrio del aeropuerto, Amaia ya era una sombra lejana a la vista de su novio, padres y hermanos”.

    Ya te he comentado en otras entradas que deberías poner las cosas en orden cronológica. Repasa lo escrito y piensa si está correcto antes de enviarlo.

    “…han vivido con ella ese sueño”. Seguidamente dices: “…están tan nerviosos como ella al despedirla”. Verás que has puesto dos veces “ella” muy juntas una de otra.

    “maquina”. Esta palabra se acentúa: ”máquina”. Además repites esta palabra varias veces así como “costura”. Busca sinónimos para evitar redundancias.

    Bueno paro por aquí.

    Tu historia es una denuncia al trabajo casi esclavo y pésimamente remunerado en muchos países de nuestro planeta. Pero no nos debemos de dormir. Posiblemente en unos pocos años, en nuestro “primer mundo” podamos llegar a esos niveles de miseria.

    Felicidades.

    Escrito el 22 mayo 2017 a las 20:12
  13. 13. K. Marce dice:

    Saludos Ortzaize:

    Muchas gracias por leer y comentar mi texto del mes.
    He leído con especial cuidado el tuyo, sobre todo porque no la marcaste como una distropía, para caer al final que podría serlo. Porque esa vida es un mundo que nadie le gustaría vivir: La esclavitud voluntaria o impuesta, sea en el futuro o en la actualidad.

    Te comento que he leído a vuelo de pájaro a tus comentaristas, así que sé que te han marcado algunas mejoras formales. Como no he reparado en lo que te han escrito a profundidad, quizá mencione algo que ya se te ha dicho.

    Lo primero que noté es la voz narrativa, has usado el narrador omnisciente y la tercera persona en pasado. Sin embargo, hay partes en que parece una narración en primera persona y presente. ** ver texto de la despedida en el aeropuerto** Hay otros párrafos que parecen estar en presente, creo que todo el texto, es mucho mejor mantenerlo en pasado.

    También te aconsejo que leas en voz alta, o mejor aun con un lector electrónico. Hay frases aisladas que se parecen mucho a la anterior, creando una repetición o cocofonía notoria. Te marco:
    «… le supondría un retraso en su viajecito soñado.

    El sueño que preparaba era recorrer el país de la India…»
    En las siguientes frases, se repite la palabra “sueño”, haciéndola notoria por la misma razón de su repetición.
    En este caso, podrías usar un sinónimo, como “viajecito anhelado”, “el sueño que preparaba…” y concluír con: “todos habían vivido con ella ese deseo…”
    A lo largo del texto, repites en constancia las mismas palabras: máquina de coser, otras “máquinas”, costuras, costureras, ella, sueño, etc. Lee con cuidado y busca darle vuelta a la idea, a veces podemos expresar más quitándolo todo, suprimiendo algo o adicionando una nueva palabra que nos mejore el sentido de lo que pretendemos decir.

    Hay frases que estructuralmente me parecen confusas; recuerda que el español es sujeto verbo objeto, y las ideas tienen que tener concordancia: Te marco un ejemplo con una mejora sugerida:
    «… para saber cómo viven las viudas, las maltratadas y las trabajadoras. Cómo a las niñas se les prepara, desde su nacimiento, para su boda.»

    El contenido de la historia me parece muy triste y trágico, porque no solo existe en países donde la mujer es sometida por regímenes machistas. Sino sociedades en donde el hombre abandona el núcleo familiar y es la mujer quien se hace cargo de la crianza de sus hijos, en solitario. En mi país en donde las máquilas son uno de los fuertes económicos, se ve la explotación de esa necesidad, con maltratos de contratistas asiáticos, malas pagas y exceso en jornadas de trabajo. Algunas fábricas han cerrado por las múltiples quejas…

    Lo que sí veo extraño es cómo desarrollaste la historia. Después del triste susceso que le aconteció a Amaia y sus compañeras en el taller, hay una continuidad de la historia. Ofreces datos que al mencionarlos, nos perdemos en ellos, y olvidamos la trágedia que debería ser el punto culminante. Repasa qué es lo que deseas contar, lleva un orden cronológico y si un flash back refuerza o suprime algo en la historia. A mi gusto personal, que ella fuera una guía, no impacta. Me toca más las fibras sensibles que aquello que ella apreciaba tanto como su sari, quedara entre las cenizas…

    Un tema delicado, porque es real y cotidiano. Que un deseo se convirtiera en una trágedia, es todavía más doloroso.

    Toma nota y espero tu texto para la siguiente entrada. ¡Nos leemos!

    Escrito el 24 mayo 2017 a las 00:01
  14. 14. Marcelo Kisi dice:

    Hola Ortzaize!!

    Quería agradecerte personalmente tu comentario a mi relato, y pasar a leer el tuyo. Lo he disfrutado, si mal no entiendo te basaste en un caso real ocurrido en la India. Creo que es sumamente importante el poder denunciar la situación de la mujer en diversos lugares del mundo.

    En un plano más literario, quizás ayudaría más a la trama agregar diálogos, le daría más brillo y visibilidad. Algún diálogo con los familiares al despedirse en el aeropuerto (y acortar esa parte), otro diálogo con alguna mujer trabajadora y otro con los dueños que la respetan, ¿quizás por ser extranjera occidental?

    Junto con los excelentes tips de los compañeros, creo que tenés la base para un relato excelente! Adelante!

    Escrito el 25 mayo 2017 a las 06:31
  15. 15. marazul dice:

    Hola ortzaize: he leído tu relato detenidamente un par de veces. Creo que te ha salido del corazón. Tal y como lo cuentas parece que se trata de hechos reales y, pienso, que la palabra obligada “seda” te ha llevado a esos telares de la India en donde se trabaja la seda para esos preciosos saris. Efectivamente, ortzaize, el sari es una prenda confecionada con maravillosas y coloridas telas que lucen las mujeres de ese país. En contraste con esa belleza tu nos llevas a la cruda realidad de esos talleres inhumanos en donde se confeccionan. Un acierto tu denuncia. Lo cuentas, efectivamente, como si fuese una noticia; sin embargo al añadir la historia de Amaia, toma forma de relato.
    Es verdad que hay algunos fallos en cuanto a lo formal. Ya te lo han apuntado otros compañeros. Solo añadir que adelante… que tienes mucho que contar y que todos estamos aprendiendo. Solo tenemos que poner un poco más de interés en cuanto a la parte formal.
    un abrazo

    Escrito el 25 mayo 2017 a las 12:09

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