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El poder de la voluntad - por Jada Beaumont

Era un lunes en que el sol brillaba e iluminaba toda la ciudad y el presidente Campos se veía más feliz de lo normal. Resulta que en unas horas tenía una reunión con el líder economista, el señor García, y hoy tenían que hablar sobre el nuevo teléfono móvil que habían pedido para todos los habitantes de su rango social. Este nuevo móvil que acababa de salir a la venta, a parte de que no tenía botones ya que podía leer la mente a través de las manos de la persona quien lo sujetaba, tenía otra particularidad y es que todo él estaba hecho de seda.

Esa misma tarde, todos los habitantes del alto poder ya disfrutaban de su nueva pertinencia y no lo soltaban ni por un segundo. Y así iban pasando los días y las semanas hasta que ya formaban parte de su cuerpo. Por suerte o por desgracia, los habitantes que no eran de esta categoría social no tenían ni nunca tendrían ni siquiera un aparato móvil sencillo por la ambición del señor Campos. Éstos ni siquiera vivían en la ciudad, sino que vivían alrededor aunque no se mezclaban ambos rangos sociales. Y, si intentaban entrar dentro, eran puestos en prisión y torturados psicológicamente. Sin embargo, no siempre había sido así. Si es verdad que unos siempre habían sido más ricos económicamente pero no era delito ni tampoco habían actos racistas cuando vivían todos en la ciudad.

Todo empezó con la llegada de la nueva tecnología que era algo más atontador que no algo que les servía de ayuda y facilitación en el día a día. Y mientrastanto nosotros no teníamos nada más que hambre y miseria por culpa de la opresión de Campos y García. Yo sabía que tenía que hacer algo si no quería morir de las injusticias que sufríamos a diario. Así que un día cualquiera me armé de valor para intentar destruir todos los móviles de cada uno de ellos para que así pudieran volver en si. Sin embargo, para esto tenía que vestirme y actuar como uno de ellos y taparme a medias la cara. Por sorpresa pude entrar en la ciudad sin que nadie sospechara y después de deshacerme del móvil de uno y escaparme, nadie podía pararme con la adrenalina que recorría por mi cuerpo. Pero, aun así, tenía miedo porque tenía la sensación de tener una sombra siempre detrás mío pero cuando me giraba no había nada.

Mientras iba haciendo el bien por la ciudad, me cruzé con un diario que en la portada tenía una foto mía de espaldas y por título: "¿Usurpadora o heroína?". En ese mismo momento sabía que lo había hecho esa sombra que presentía que me seguía a todas partes. No sabía si debía tenerle miedo o, después de leer el artículo, pensar que estaba de mi parte. En ese justo instante se me presentó, pero esta vez enfrente mío y así pude ponerle una cara a esa sombra que tanto conocía. Me habló de su carrera periodística y de su vida en el alto poder social y que, en vez de dar a conocer notícias y continuar siendo un ignorante, quería actuar intentando imponer el bien. Desde entonces los dos juntos acabamos con todos los móviles aunque fue un trayecto muy dificultoso y largo, ya que estuvimos cinco meses actuando y tuvimos algunas peleas que, por suerte, no resultaron ser demasiado dañinas. Ahora todo ha vuelto a como era antes de la llegada de la nueva tecnología, pero aun quedan muchos asuntos por resolver ya que afectan a nuestra sociedad pero, una vez ganada una batalla, todo lo imposible se vuelve posible. Me llamo Elisa y ésta es la historia de mi lucha social que no ha hecho nada más que empezar.

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3 comentarios

  1. 1. Alice Green dice:

    Es una historia que puede dar mucho juego, pero creo que necesitas exprimirla más. La narración no me acaba de cuadrar, y creo que el desarrollo de la trama es apresurado. A lo mejor si le hubieras combinado diálogos te hubiera quedado mejor, concordaría más con el ritmo de la historia

    Escrito el 18 mayo 2017 a las 14:26
  2. 2. Roster dice:

    La idea esta´muy bien y deja un mensaje importante.No atontarse con la tecnología, pero…
    La estructura es confusa, debería tener párrafos nítidos. Por un lado sobran explicaciones y por otro hay frases enteras que deberían modificarse: “más atontados que no algo que les sería de ayuda”
    Podría cambiarse por “les atontaba más que beneficiaba” o por ese estilo.
    Quizás no lo has releído suficiente. Vale la pena que lo retoques.
    Roster Nº 48

    Escrito el 19 mayo 2017 a las 18:17
  3. 3. Silvia Peregrina dice:

    ¡Muy novedoso tu relato!!

    La tecnología con sus bondades y sus retrocesos. Es una idea buena y que da para mucho más, puesto que, como termina el cuento: “no ha hecho nada más que empezar.”

    Algunas cositas para mejorar: hay, creo, demasiadas palabras terminadas en ‘ía’, como “Veía, García, había, tenía”. A veces la cacofonía distrae un poquito y le quita brillo a la historia.

    En “a parte” es aparte y en “pertinencia” es pertenencia.

    Por lo demás, repito que me gustó mucho. Seguí escribiendo, lo hacés muy bien.

    ¡Saludos!

    Escrito el 21 mayo 2017 a las 22:32

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