Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

Lágrimas de seda - por Verso suelto

Al abrir el armario todos los colores del espectro estallaron con el reflejo del sol en los espejos. Silky se afanaba en elegir entre los satenes, organdís, rasos y tafetanes que flotaban en el aire, pendiendo de perchas de seda. Se sabía hermosa y quería deslumbrar, necesitaba deslumbrar.

Los” pastores” crecían sanos y fuertes entre extensos bosques de morera, en las zonas templadas donde se ubicaban las granjas de gusanos. Silky era su gran sacerdotisa y sobresalía por su inteligencia y belleza. En cambio los “incubadores” de huevos, tributarios del ambiente claustrofóbico de su entorno, procreaban hijos sibilinos y oscuros, aunque eficaces hasta la náusea. Silky y Eggar, los líderes de ambas castas presidirían los actos conmemorativos del “gran llanto”, el origen de la sociedad de la seda. En su ya larga existencia era la primera vez que se llegaba a la ceremonia en un clima de enfrentamiento. Así como los incubadores propugnaban la manipulación genética de las orugas para aumentar la producción y reactivar la economía, los pastores eran partidarios de una racionalización en el uso y reparto de los bienes. Silky recordó pasadas experiencias y el pensamiento la turbó mientras una nube apagaba el caleidoscopio de colores de la estancia.

En el último año abundaron los hostigamientos y presiones de los incubadores sobre las clases subalternas Estas, por puro clientelismo y amparadas en dictámenes técnicos teóricamente neutrales, se posicionaron a su favor.

Por fin amaneció el gran día; Silky y Eggar se alternaban en la lectura del libro sagrado que relataba los orígenes del mundo conocido.

“Xi Ling-Shi hacía madejas con el finísimo hilo de un capullo de seda en la cima de una montaña, cuando un diablo con melena de fuego, hizo sonar la trompeta de la guerra. Xi Ling-Shi lloró desconsolada, sus lágrimas anegaron la enfermiza civilización que dio origen al insensato trompetero y ante tanta desolación se arrojó ladera abajo ahogándose en sus propias lágrimas. Solo quedó su aldea y el capullo de seda que deshilaba, lo que fue interpretado como una señal divina por los supervivientes.”

Silky leía los pasajes del libro enfatizando la laboriosidad de Xi Ling-Shi, mientras que Eggar resaltaba la valentía de los que dejaron atrás la yunta y el arado para abrir nuevos caminos. La guerra estaba servida, “creatividad frente a sumisión” fue el eslogan de los incubadores, una lucha de poder envuelta en grandes palabras: el diablo rojo salía de su aparente letargo.

Tras la lectura se celebraría el gran consejo en el templo presidido por el altar de la “gran crisálida”: el capullo de seda incorrupto en estado de larva. Los laterales del recinto estaban decorados con vistosos tapices que representaban escenas alegóricas a la destrucción del mundo antiguo y a la nueva civilización: en el muro occidental Xi Ling-Shi junto a un manantial, el diablo esfumándose en el aire con su melena de llamas, la gran montaña sobresaliendo del mar de llanto o a gentes aterrorizadas sobre los tejados…hacia oriente se podían contemplar inmensos telares, bosques de morera, carpinteros tallando bloques de seda sólida, coloristas guisos de orugas o boticarios preparando destilados de larvas para disolver flemas y aliviar espasmos…

Tras el dictamen de un consejo influenciado por sucias artimañas y presionado por una población seducida con falsas promesas, un exultante Eggar cabalgó a lomos del corcel blanco de la victoria.

Siguiendo la tradición, tras la primera puesta, se depositó un lecho de huevos bajo la gran crisálida para ser incubados por la diosa.

En las primeras camadas de orugas se redujeron las mermas en las mudas y aumentó el peso de los gusanos, eso sí, de carne más insípida. No obstante el gran éxito quedaba empañado por la sombra de un contratiempo que, según el informe remitido por Eggar al consejo, era poco relevante, pues afectaba a un porcentaje mínimo de las crías y estaba totalmente controlado.

Este era el estado de las cosas el día en que el abate del templo observó un cambio en la coloración de la gran crisálida, que parecía salir del estado de larva. Al producirse la eclosión todos los miembros del gran consejo estaban allí; la mariposa sacó la cabeza, luego el abdomen y al desplegar las alas todos pudieron observar aterrorizados las manchas que las salpicaban. Era la pebrina, la terrible plaga del gusano, la peste. Silky comprendió que el hambre no tardaría en llegar seguido de la muerte y sus ojos se llenaron de lágrimas.

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

6 comentarios

  1. 1. Sofib dice:

    ¡Wow! Maravilloso texto. Felicitaciones, personificar animales es algo difícil de naturalizar y lo has llevado genial. No estoy muy segura, pero parece que has averiguado sobre las orugas para escribirlo, lo que me parece muy bien. La eterna lucha entre conservadores y liberales, bien expuesta. Felicidades!

    Escrito el 17 mayo 2017 a las 17:17
  2. 2. Juana Medina dice:

    Precioso y para llorar. Excelente investigación sobre los gusanos de seda.
    El final? Perfecto
    Un saludo

    Escrito el 17 mayo 2017 a las 22:07
  3. 3. El Calcetín de Dobby dice:

    he de admitir que tu relato me ha abrumado: es maravilloso.
    me pareció un poco denso de leer pero me encanta que no sólo es un relato acerca de gusanos de seda o la organización de su sociedad, sino que te las ingeniaste para llevarlo un paso más allá.
    creaste un escenario que evoca tantas cosas en 750 palabras y esa es una gran hazaña, ¡felicidades!
    un saludo y te invito a leerme en el número 27.

    Escrito el 17 mayo 2017 a las 22:19
  4. 4. ANGEL CLIMENT dice:

    Hola versosuelto.
    Ya te han dicho casi todo, es muy bueno, con moraleja, lleno de sentimientos.
    Nos leemos

    Escrito el 19 mayo 2017 a las 12:21
  5. Hola, Verso Suelto,
    Un texto muy bien trabajado. Elaboras un trasfondo antropológico con mitos fundadores para tu población de productores de seda. Luego planteas un conflicto entre protagonistas y antagonistas, conflicto que divide las castas y desemboca en un desenlace catastrófico.
    me parece que tiene la suficiente estructura para sustentarse y, a la vez, rasgos poéticos y románticos que lo aligeran. Me gustó el detalle de los destellos de luz que surgen al abrirse el armario… y que luego se desvanecen bajo una nube de malos presagios. Muy bonito.
    Un saludo.

    Escrito el 20 mayo 2017 a las 17:57
  6. 6. Alycia dice:

    Hola, Versosuelto:

    Algunas cosillas:

    – Creo que sobra el entrecomillado de pastores e incubadores. Y en “gran llanto”, yo lo escribiría mejor con mayúsculas.

    – Hay algún fallito en la puntuación (algún signo que falta, algún espacio que sobra).

    – “dictámenes técnicos teóricamente neutrales”, ¡muchas “t”! Que no es malo, es que me ha llamado la atención.

    Pero esto son naderías. Un relato original y bello.

    Saludos,

    Alycia

    Escrito el 20 mayo 2017 a las 19:57

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.