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SOMBRA Y SEDA - por Elisa

Web: http://www.ficcionhistoricaycientifica.com

Marta llevaba con los dolores del parto varias horas. Estaba sola en casa. Tenía que haber llamado enseguida al Centro de Nacimiento. Su ropa de seda estaba pegada a su cuerpo debido al sudor.
Entonces oyó sonar el comunicador de la casa que el ordenador central descolgó al segundo tono.
̶ Soy Carlos ̶ oyó hablar a su marido ̶ ¿Estás ahí? Voy a llegar a casa ya. ¿Estás ahí? ̶ su voz sonó ahora preocupada debido a la falta de respuesta.
̶ Date prisa ̶ consiguió hablar Marta.

Al cabo de media hora estaba en una habitación del Centro de Nacimiento. Los médicos comenzaban a realizar la cesárea. Le comentaron que había sido una imprudencia tardar tanto, pues la intervención era más peligrosa ahora. De hecho, si hubiera tardado unos minutos más no hubiera sido posible realizarla y el bebé hubiera intentado salir por la vagina. Ella no respondió; sólo podía pensar en el dolor. Dolor que pasó enseguida pues los médicos fueron rápidos en aplicar la anestesia.
Cuando vio al bebé Marta sintió unos deseos irrefrenables de tocarlo y trató de alargar los brazos. Pero los tenía sujetos a la camilla de nacimiento. Cuando iba a protestar sintió que le estaban poniendo una inyección en el brazo. Esa era la inyección de la que le habían hablado sus amigas. Le habían dicho que era lo mejor del proceso y enseguida entendió porqué.
En pocos segundos la sustancia que le habían administrado surtió su efecto y Marta se sintió muy bien. No sólo bien. Sintió una felicidad y un placer inmensos. Ya no tenía ganas de estar con el bebé. Le pareció que era mejor descansar y disfrutar un poco, y que el bebé fuera atendido por los expertos. Era lo mejor para él también. Podía esperar unas horas para verle; y tocarle.

En la fiesta del primer cumpleaños de su hijo, Marta iba vestida de seda, como se acostumbraba, aunque una seda mucho más lujosa que la que se usaba para estar en casa. El jardín estaba lleno de gente. Comida y bebida de la mejor calidad se disponía en largos estantes a lo largo del jardín. Y la decoración era exquisita. Los robots caseros lo habían estado preparando durante horas.
Marta estaba sentada en una reclinatoria de jardín junto a su amiga Eva. Charlaban animadamente mientras observaban cómo jugaban los niños. El bebé de Marta aunque apenas andaba aún, disfrutaba de jugar con los otros niños, la mayoría mayores que él.
Entonces una mujer gritó. Aunque estaba al otro lado del jardín el grito llegó con claridad y les penetró hasta lo profundo del estómago. Todos quedaron en silencio. Los niños dejaron de jugar y los más pequeños lloraron. Un hombre se acercó a la mujer. Ella iba a gritar otra vez pero el hombre se lo impidió y la tomó de la mano para encaminarla hacia la casa. Ella le siguió. Hubo unos murmullos y luego la fiesta continuó. Marta apenas conocía a la mujer pero como anfitriona convenía que se interesara por ella y por la situación.
̶Voy a ver qué ha pasado ̶ dijo. Eva asintió y se quedó cuidando a los niños.
Una vez en la casa vio que Carlos estaba hablando con el otro hombre y la mujer. Ella lloraba. Carlos se acercó a Marta al darse cuenta de su presencia.
̶ Ahora viene su marido. Su hijo… De doce años… Se ha…
Marta ahogó un grito. “Otro suicidio”. No dijo nada.
Se asomó a la ventana y observó a su hijo. ¿Y si él iba a ser uno de ellos? Una garra de dolor le estrujó el estómago.
̶Yo cuido la fiesta ̶ le dijo Carlos rodeando su cintura en una acaricia poco usual ̶ Si quieres sube a la habitación y métete en la consola virtual.
La consola virtual. Se olvidaría de todo. La realidad sería como una sombra. Se relajaría. Hasta podría programar un orgasmo o algún otro placer. Se encaminó hacia la rampa elevadora para ir al segundo piso pero a mitad de camino cambió de opinión. Volvió. Ahora estaba sola. Se sentó en una reclinatoria de la sala y lloró. Al cabo de un rato, cuando no tuvo más lágrimas, miró alrededor. Entonces se dio cuenta de lo inconsciente de su acto. Podría haber entrado cualquiera: nadie podía verla llorar.
Fue al cuarto de baño y se lavó la cara. Ensayó varias sonrisas en el espejo y luego se dirigió a la fiesta de nuevo.

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7 comentarios

  1. 1. Arnoldo Supiar dice:

    Hola Elisa:
    Me he leído varias veces tu relato. No me ha costado hacerlo pues se lee con gran fluidez. A mi modo de ver tiene el ritmo adecuado y creas un ambiente de expectación que facilita la lectura. También creo que transmites muy bien la frialdad y corrección de un mundo donde todo parece perfecto y en realidad es terrible.
    No soy un especialista y soy partidario de la libertad de creación, lo digo porque tal vez tu objetivo era escribir un relato donde captases la atención y se leyera de un tirón. Si es así, por mi parte has logrado tu objetivo.
    Pero la verdad es que no entiendo muy bien el sentido de la seda ni de la sombra. Tampoco entiendo el suicidio del chaval ni el temor de la madre a que su hijo sufra lo mismo. Ya digo que no soy especialista pero eso es lo que me ha parecido y por eso te lo digo.
    Enhorabuena por tu escena.
    Un saludo,
    Arnoldo Supiar

    Escrito el 17 mayo 2017 a las 16:58
  2. 2. Luis Escobar dice:

    Buenas tardes Elisa. Tu escrito me parece fluído, con un lenguaje sin complejidad. Se lee facil y la histora es creible, aunque como te anota Arnoldo tiene puntos no claros. TRe adjunto otros comentarios que espero te sirvan.
    Marta llevaba con los dolores del parto varias horas. Estaba sola en casa. Tenía que haber llamado enseguida al Centro de Nacimiento. Su ropa de seda estaba TERMINACIONES EN ABA SEGUIDAS Y SE REPITE HUBIERA EN UN MISMO PÁRRAFO
    De hecho, si hubiera tardado unos minutos más no hubiera sido posible realizarla y el bebé hubiera intentado salir por la vagina SE REPITE HUBIERA EN UN SOLO PÁRRAFO
    sólo podía pensar en el dolor. Dolor SE REPITE DOLOR DE INMEDIATO
    En la fiesta del primer cumpleaños de su hijo, Marta iba vestida de seda, como se acostumbraba, aunque una seda mucho más lujosa que la que se usaba para estar en casa. SE REPITE SEDA
    El jardín estaba lleno de gente. Comida y bebida de la mejor calidad se disponía en largos estantes a lo largo SE REPITE LARGO
    Marta estaba sentada en una reclinatoria de jardín junto a su amiga Eva. Charlaban animadamente mientras observaban cómo jugaban los niños. El bebé de Marta aunque apenas andaba aún, disfrutaba SE REPITE MUCHO LA TERMINACIÓN EN ABA
    Entonces una mujer gritó. Aunque estaba EN EL PÁRRafo siguiente
    Todos quedaron en silencio. Los niños dejaron de jugar y los más pequeños lloraron. SE REPITE LA TERMINACIÓN ARON
    ̶Yo cuido la fiesta ̶ le dijo Carlos rodeando su cintura en una acaricia poco usual ̶ Si quieres sube a la habitación y métete en la consola virtual. LOS GUINES DEBEN SER GRANDES Y DEBE DEJARSE UNA SANGRÍA DE CUATRO A CINCO ESPACIOS. El párrafo que sigue a un guion debe tener sangría de cuatro a cinco espacios la primera frase. LO HE VISTO EN HEMINGWAY COMO SIGUE:
    —Yo cuido la fiesta —le dijo Carlos rodeando su cintura en una acaricia poco usual— Si quieres sube a la habitación y métete en la consola virtual.
    La consola virtual. Se olvidaría de todo. La realidad sería como una sombra. Se relajaría. Hasta podría programar un orgasmo o algún otro placer. Se encaminó hacia la rampa elevadora
    CAMILLA DE NACIMIENTO, CREO QUE SOBRA NACIMIENTO SOLO CAMILLA
    Esa era la inyección de la que le habían hablado sus amigas. Le habían dicho que era lo mejor del proceso y enseguida entendió porqué.
    En pocos segundos la sustancia que le habían administrado surtió su efecto SE REPITE HABÍAN EN POCOS PÁRRAFOS
    EL GRITO DE LA MUJER SE ORIGINA SIN MÁS, TE PROPONGO QUE ESTUVIERA GUARDANDO EL CELULAR O LO TUVIERA EN LA MANO Y POR ALLÍ RECIBIÓ LA NOTICIA
    Se encaminó hacia la rampa elevadora para ir al segundo piso pero a mitad de camino cambió de opinión SE ENCAMINÓ Y CAMINO
    Señalé algunas de las repeticiones y de las terminaciones que hacen pesado el texto. Dale otra mirada y corrige aquellas que no anote, porque no muchas y eso genera un mal ritmo al escrito.
    De todas manera todos tenemos mucho que corregir y cada día aprender nuevas cosas. En la generalidad tu escrito me parece creativo, es coherente y agil, muy leible. Lo que señalo son pequeños asuntos que puedes resolver facilmente, a esas repiticiones dandoiles un giro cuando se trata de verbos o buscando sinónimos.
    Saludos y espero que te sirvan estas anotaciones

    Escrito el 20 mayo 2017 a las 00:37
  3. 3. Luis Escobar dice:

    Me gustaria comentaras mi escrito es le número 100

    Escrito el 20 mayo 2017 a las 00:37
  4. 4. Bea dice:

    Hola Elisa:

    Coincido totalmente con Arnoldo en sus anotaciones. Tu texto me ha gustado mucho, es ameno y se lee del tirón, como bien te señala, pero al igual que le a ocurrido a él me han surgido muchas preguntas que han quedado sin respuesta. Me gustaría conocer la respuesta a estas preguntas ya que me he quedado intrigada, puede que entonces la distopia cobrara mayor sentido o visibilidad.
    Aún así te felicito porque la historia me ha gustado.

    Si te apetece pasarte yo estoy en el 155.

    ¡Felicidades, nos leemos!

    Escrito el 23 mayo 2017 a las 02:06
  5. 5. Guillermo Forgerón dice:

    Hola Elisa:

    Por lo que se refiere a tu relato, posee un buen ritmo que hace que se lea rápidamente.

    Por lo que se refiere al contenido, no me queda claro cuál es el mundo distópico que intentas mostrar al lector, como bien señala Arnoldo podría tratarse de de un mundo donde todo parece perfecto pero nada de ello tiene que ver con la realidad. Tampoco dejas muy claro por qué la gente se suicida. Cuando uno de los personajes piensa “otro suicidio”,quizás deberías haber introducido ahí una explicación a ello.

    Por lo demás, he apreciado errores como que en ocasiones la raya del guión la separas antes del inicio de la frase. Así mismo, como apreciación personal decirte que en el tercer párrafo cuando escribes “Cuando vio al bebé Marta sintió unos deseos irrefrenables..” deberías introcucir una coma antes de Marta.

    En general, me ha gustado tu relato, enhorauena por tu trabajo.

    Escrito el 23 mayo 2017 a las 10:35
  6. 6. Elisa dice:

    hola,
    gracias por vuestras opiniones. Las tendré en cuenta para mejorar mis próximos escritos pues me parece que habéis dado en el clavo con vuestras observaciones.
    Saludos.

    Escrito el 24 mayo 2017 a las 16:40
  7. 7. Cesar Henen dice:

    Hola Elisa, con gusto te devuelvo la visita.

    Entonces “oyó” sonar el comunicador de la casa que el ordenador central descolgó al segundo tono.
    Cambiaria oyó por escucho, mas aparte que la repites “Soy Carlos ̶ oyó hablar a su marido ̶”

    La raya (—) se hace con tecla alt + 0151
    “¿Estás ahí? ̶ su voz sonó ahora preocupada debido a la falta de respuesta”
    Después de puntos suspensivos, se empieza a escribir en mayúsculas.

    “_Soy Carlos ̶ oyó hablar a su marido ̶ ¿Estás ahí? Voy a llegar a casa ya. ¿Estás ahí? ̶ su voz sonó ahora preocupada debido a la falta de respuesta.”
    La intervención del narrador debe estar separada por un espacio entre el diálogo del personaje y la aparición del narrador

    —Soy Carlos —Oyó hablar a su marido— ¿Estás ahí? Ya voy a llegar a casa. ¿Estás ahí?

    “Reclinatoria” ¿Es como una silla mecedora?

    Voy a ser sincero, no entendí la historia; un nacimiento, una fiesta, una muerte. No vi la distopía, solo un mundo “futurista” con robots.

    Hay muchas cosas que se pueden mejorar. Espero volver a leerte el próximo reto.

    ¡Saludos!

    Escrito el 29 mayo 2017 a las 02:09

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