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El psicólogo y el paciente - por Jose Luis

—Este es un entorno seguro. Puede hablar con total libertad. —El psicólogo se colocó mejor la corbata azul de seda y se sentó en la butaca, al tiempo que su paciente se acostaba en el diván.

—Gracias, doctor. —El paciente se aclaró la garganta—. Últimamente, me siento cansado. Por las noches no duermo bien.

—¿Qué ha cambiado desde la última vez que nos vimos, la semana pasada? ¿Mucho trabajo, señor Pérez?

—No es solamente eso. La carga de trabajo es la misma de siempre, con su rutina. Lo que pasa es que he estado pensando en nuestra situación.

—¿A qué situación se refiere, exactamente?

—Hablando en general, supongo… El otro día, en la fábrica, sucedió algo extraño. Un compañero estaba hablándonos sobre el horario. Todo en tono normal, a nivel de conversación informal. No es que quisiéramos fundar un sindicato, ni nada… Él pensaba que podríamos tener algún día libre extra de vez en cuando. Para desconectar del trabajo diario y tal… Opinaba que redundaría en beneficio de la empresa, porque entonces los trabajadores se sentirían más valorados y, en consecuencia, más contentos, con lo que se podría aumentar fácilmente el índice de productividad con poco esfuerzo por parte de los jefes.

—Bueno, ¿y qué es lo extraño de todo eso? Parece una reivindicación perfectamente razonable.

—El caso es que no lo hemos vuelto a ver desde aquel día. No ha aparecido por el trabajo en una semana. Algunos compañeros incluso están preocupados.

—Quizá esté de vacaciones con su familia. ¿Usted lo conocía bien? ¿Eran amigos íntimos, o algo así?

—No, qué va. Los del curro nos conocemos solo de vista… No solemos intimar, ni trabar amistad. Forma parte de las directrices impuestas por la empresa.

—Bueno, lo que hacen las empresas es aplicar una de las directivas aprobadas en el Parlamento por nuestro presidente, el gran líder supremo, nuestro querido y amado Adolfo Francisco Frankitler.

—¡Frankitler, arriba! —gritaron ambos al unísono, al tiempo que elevaban un puño.

—El Parlamento se ha vuelto muy blando, ¿no le parece? Es una sombra de lo que un día fue —espetó el paciente.

El psicólogo le restó importancia.

—Yo opino que es como siempre. Los políticos, hablando de esto y de lo otro…

—¿No le parece que están ahí como de pegote? Para salvar las apariencias y eso. Todo el mundo sabe que los otros partidos están ahí para hacer bulto en el Parlamento. El Partido Supremo tiene la mayoría absoluta desde hace décadas.

—En beneficio de todos, claro está. Siempre piensan en nosotros a la hora de aprobar las leyes.

—Por supuesto, eso no lo pongo en duda…

El paciente estuvo callado unos minutos. Luego, decidió volver a abrir la boca para reanudar la terapia.

—Aunque sabía que no serviría de nada, voté por los verdes en las elecciones pasadas.

—¡Qué coincidencia! ¡Yo también! —exclamó el psicólogo, mintiendo descaradamente, pues era fiel al Partido Supremo—. Siga… Continúe hablando.

—En mis ratos libres, pinto.

—¿Libros para colorear, por casualidad?

Por un instante, el paciente miró muy mal al terapeuta.

—¡Era broma! Dígame, ¿y qué es lo que pinta?

—Me gusta representar paisajes. Dibujo bosques espesos, llenos de animales que corren en libertad. También pinto pájaros: me gusta ver cómo vuelan en libertad. Y mientras hago mis dibujos, escucho música.

—No lo tenía yo a usted por un melómano.

—Pongo mucho a Manolo Escobar, a El Fary y a Iron Maiden…

El psicólogo se puso tenso.

—¡Pero esa es música prohibida! Sobre todo la de Escobar, que es inusitadamente subversiva…

—Ya lo sé, pero creo que no tiene nada de malo escuchar un poco de buena música de vez en cuando. Ayuda a soñar… ¿Sabe usted? La vida es muy dura. Antes todo era más fácil.

—¿Antes de qué?

—Antes de que el Partido Supremo llegara al poder…

Horas más tarde, el psicólogo continuaba trabajando en su despacho, revisando perfiles de pacientes y archivando expedientes. Había atendido a varios individuos durante la jornada, pero el señor Pérez ocupaba un lugar prominente en su cabeza. Aquel hombre no era consciente aún, pero en pocos días recibiría la visita de los Policías del Pensamiento, la división secreta recién creada por el líder del Partido Supremo para supervisar y corregir ciertos defectos del pensamiento de algunos ciudadanos díscolos. Se llevarían al señor Pérez para darle una terapia de choque por recomendación suya, pues el cometido del psicólogo era detectar a tiempo posibles futuros disidentes del régimen, y aquel caso estaba tremendamente claro.

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18 comentarios

  1. Me ha gustado!

    No te complicas la vida y eso está muy bien.
    Es animado , fluido , coloquial. No busca ornamentos ni los necesita. Tiene un puntillo humorístico muy majo , entretiene y te lleva con ineterés hasta el final. Previsible (el final digo …) pero aún cuando se ve venir ,la verdad que importa poco , no le resta interés no diversión al texto.

    Enhorabuena.

    Estoy dos más arriba por si te apetece pasarte

    Nos leemos!!

    Escrito el 17 mayo 2017 a las 12:28
  2. no le resta interés NI diversión al texto , quería decir …

    Escrito el 17 mayo 2017 a las 12:29
  3. 3. Dante Tenet dice:

    Hola

    Simple y directo, un poquitin lento en el ritmo, pero ese es el problema de los mundos distòpicos en 750 palabras. Armar el mundo , te come palabras para la acciòn.
    Tu mundo es tan parecido al actual, con Gran Hermano con camaras por todos lados, que me ha dado miedo pensar en lo que nos espera.

    Nos seguimos leyendo
    estoy dos mas arriba

    Escrito el 17 mayo 2017 a las 18:09
  4. 4. Charola dice:

    Hola José Luis! Gracias por tus amables palabras al comentar mi relato.

    El tuyo me pareció muy bueno, poco a poco nos vas llevando a una realidad que ojalá nunca se dé. El que nos controlen de tal manera que hasta sepan lo que pensamos. Me hiciste recordar el caso Snowden.

    Felicitaciones.

    Escrito el 18 mayo 2017 a las 00:23
  5. 5. M.L.Plaza dice:

    Hola José Luis.
    Gracias por tus comentarios a mi relato.
    El tuyo me ha parecido muy interesante y bien escrito. Da miedo pensar que en un momento no muy lejano te puedas jugar la vida por escuchar a Manolo Escobar.
    Es una opinión personal, pero creo que sobra la explicación final sobre la auténtica misión del psicólogo. Creo que se deduce del resto del relato.
    Saludos.

    Escrito el 18 mayo 2017 a las 01:18
  6. 6. Yoli dice:

    Hola, Jose Luis.
    Gracias por pasarte por mi relato y comentarlo. El tuyo me ha gustado, lo he encontrado entretenido y muy bien escrito. Me recuerda a la época nazi y de por desgracia muchas veces vuelve al presente ideas y comportamientos que pensabas que había quedado en el pasado.
    Me ha hecho gracia lo de que escuchar a Manolo Escobar está prohibido porque es subversivo 😀
    Saludos.

    Escrito el 18 mayo 2017 a las 10:54
  7. Hola Jose Luis.

    Empezar un relato con un diálogo muestra gran maestría. Es lo que yo llamo ir directo al grano.

    Se colocó mejor yo habría puesto se recolocó… y una palabra menos ;).

    La sociedad distópica está muy bien retratada sin falta de llenar el relato de nombres raros. Solo con decir el nombre del dirigente como robots ya nos hace una idea de la alineación que sufren.

    Por el camino iba yo pensando que no era conversación para una sesión de psicólogo pero al final todo encaja. El muy …. estaba sonsacándole información.
    Y lo de las letras subversivas de Manolo Escobar me arrancó un rato de risas. Mira que no le gusta que lleves falda a los toros, jejejeje.

    Muy bueno compañero.

    Por cierto a ti también se te vino la imagen de una corbata en cuanto oímos la palabra seda.

    Nos seguimos leyendo.

    Un saludo.

    Escrito el 18 mayo 2017 a las 15:06
  8. 8. Isan dice:

    Hola Losé Luis:

    Me decías que habías notado ciertos parecidos entre nuestros relatos. Yo veo muchísimos. La ambientación es diferente pero el fondo mantiene unos cuantos elementos coincidentes: La manera de sonsacar información, el compañero rebelde, el trabajo prolongado, el amado líder, el juego de nombres y ese punto de humor negro. Lo de Manolo Escobar subversivo es de traca.

    Has optado por un relato dialogado casi en su totalidad y eso tiene mucho mérito porque no cuentas sino que muestras ese mundo distópico aunque se escapen matices.

    Me ha gustado tu relato. Además a un diálogo es difícil sacarle pegas gramaticales. Creo que es un acierto el formato que has elegido. Para mi gusto mejor que contar sobre un mundo tenebroso y opresivo, con unos dirigentes malos malonos.

    Un saludo.

    Escrito el 18 mayo 2017 a las 18:48
  9. 9. Darkristal dice:

    Mmm, es un relato estructuralmente correcto, veo que te has ahorrado problemas con los nombres haciendo algunas mezclas con dictadores conocidos y básicamente relatas una especie de regresión antes de la revolución industrial y mezclandola con el dominio del comunismo.
    Mas que una distopía me suena a anacronismo que le quedaría mejor.

    Escrito el 18 mayo 2017 a las 20:22
  10. 10. Laura dice:

    Hola José Luis
    Antes que nada, gracias por tu amable comentario.
    Con el tuyo: FELICITACIONES. Maravilloso.

    Un detalle, creo que el 99.9% nos ocurre: los guiones de diálogo y los signos de puntuación.
    Gran relato.

    Escrito el 19 mayo 2017 a las 10:58
  11. 11. Jack Elkyon dice:

    Hola Jose Luis.

    Gracias por comentar mi relato.

    El tuyo tiene buen ritmo. Me ha gustado el personaje del psicólogo/delator. Has ambientado tu relato en un mundo distópico, con base en puro diálogo, lo que es notable. Empiezas con una anécdota común, empática con el lector y los hechos son consistentes a lo largo del cuento. La trama me pareció interesante.

    Como sugerencia, te diría que faltó un poco describir el mundo relatado y una conclusión memorable, porque la que tienes es muy previsible.

    ¡Buen trabajo!

    Nos leemos.

    Escrito el 19 mayo 2017 a las 23:38
  12. 12. EndikaP dice:

    Hola Jose Luis.
    Poco más que añadir a mis compañeros, solo una cosa:
    Empezar con diálogo es algo peliagudo; el lector carece de contexto y no sabe muy bien quién está hablando, por qué o incluso por qué debería prestar atención a esas palabras. Al descubrir el contexto después el lector debe hacer un ejercicio de recomponer lo que ha leído hasta el momento, lo cual puede derivar en una ruptura del ritmo importante. Por supuesto existen muchos casos en que los autores han empezado así y han conseguido enganchar desde la primera linea, literalmente. No obstante, me parece algo a tener en cuenta.
    Por lo demás, me ha gustado bastante. El final es bastante predecible, pero no creo que sea algo malo, sino que redunda en lo que ya te vas temiendo a lo largo de la lectura: al paciente le va a salir cara la terapia. Creo que es un buen golpe el que nosotros como lectores seamos conscientes de algo, pero el personaje sea totalmente ajeno; da sensación de impotencia.
    Buen relato.
    Nos leemos.

    Escrito el 20 mayo 2017 a las 00:36
  13. 13. Alycia dice:

    Hola, José Luis:

    Vengo encantada a devolverte la visita.

    Lo primero, decirte que envidio tu capacidad para desarrollar el relato a base de los diálogos, y muy bien, además.

    Sí que me choca la frase “Bueno, lo que hacen las empresas es aplicar una de las directivas aprobadas en el Parlamento por nuestro presidente, el gran líder supremo, nuestro querido y amado Adolfo Francisco Frankitler”, que suena a discurso establecido, a lo que hay que decir; cuando después el psicólogo finge coincidir en ideología con su paciente, me resulta difícil pensar que el paciente le cree. Pero bueno, esto es algo totalmente subjetivo.

    “Dibujo bosques espesos, llenos de animales que corren en libertad. También pinto pájaros: me gusta ver cómo vuelan en libertad”: La libertad tiene tantas ganas de ser que se ha colado muy seguidita por aquí.

    “Policías del Pensamiento, la división secreta recién creada por el líder del Partido Supremo para supervisar y corregir ciertos defectos del pensamiento”, la repetición de pensamiento chirría un pelín.

    Por lo demás, ameno, fluido y divertido. Geniales los toques de humor.

    Saludos,

    Alycia

    Escrito el 20 mayo 2017 a las 18:04
  14. 14. Vespasiano dice:

    Hola José Luis:

    Gracias por pasarte por mi relato y comentarlo.

    Ahora intentaré dejar alguna observación a tu historia, siempre con el mayor respeto y con la intención de ayudar.

    Yo que soy un poco mayor he vivido en España durante la dictadura, por eso tu relato no me parece distópico. Eso que cuentas era una realidad cotidiana.

    En la empresa en la que trabajaba, un compañero joven como yo en aquellos tiempos, desapareció al término de una manifestación, por supuesto, no autorizada.

    Y lo del brazo en alto, ni te cuento, cada vez que sonaba la canción del “Cara al sol”, era práctica obligatoria hasta en la piscina del Parque Sindical.

    —¿Qué ha cambiado desde la última vez que nos vimos, la semana pasada? En esta oración creo que podría eliminarse uno de estos dos párrafos: “la última vez que nos vimos” ó “la semana pasada”.

    —¿Qué ha cambiado desde la semana pasada?

    —¿Qué ha cambiado desde la última vez que nos vimos?

    “Partido Supremo”. ”Policías del Pensamiento”. Estos dos estamentos me suenan a los descritos por George Orwell en su novela “1984”.

    El nombre del líder queda demasiado explícito al utilizar el de los dos dictadores y mezclar sus apellidos.

    “…voté por los verdes en las elecciones pasadas”. En una sociedad como la que describes, me suena raro que se celebraran elecciones.

    Los subversivos Manolo Escobar y El Fary, me han arrancado una sonrisa, cuando pienso que a uno “le robaron el carro mientras dormía” y que el otro se ha dado cuenta de que “el toro estaba enamorado de la luna”.

    En líneas generales me ha gustado tu relato y por ello te felicito.

    Escrito el 21 mayo 2017 a las 20:56
  15. 15. Javier López dice:

    Hola Jose Luis.

    A. F. Frankitler se las trae, XD. También he leído el relato de Isan y es cierto que tienen grandes semejanzas: el tono satírico y socarrón, el líder supremo… Si bien, la mayor diferencia, aparte de la tecnología del mundo representado, es la traición de un compañero, puesto que un psicólogo en este tipo de distopías están más cerca del opresor que del oprimido.
    En cualquier caso, siempre he admirado a los que saben llevar una historia prácticamente solo con diálogos; es más difícil de lo que parece. Bravo por ese punto.
    Yo sí he entendido la inclusión del concepto de elecciones a pesar de tratarse de una obvia dictadura. Igual lo he interpretado mal, pero con ello querías hacer ver que la gente soporta mejor la represión si creen que tienen elección.

    Reto opcional cumplido, y al igual que el de Isan, gracias por restarle oscuridad al futuro.
    Arriba el Fary y Manolo “Scobar”.

    Sigue escribiendo que te seguiré leyendo.
    Un saludo.

    Escrito el 22 mayo 2017 a las 13:15
  16. 16. Earendil dice:

    Hola, Jose Luis.
    Te devuelvo encantada la visita. Gracias por abrir la caja de los comentarios en mi relato.
    El tuyo, impecable.
    Es un ejercicio estupendo en fondo y forma.
    El humor que destila…me ha encantado, de hecho me he reído en un par de ocasiones.
    Te doy mi más sincera enhorabuena.
    Un saludo.

    Escrito el 22 mayo 2017 a las 18:50
  17. 17. Osvaldo Mario Vela Sáenz dice:

    Hola José Luis, agradezco la visita a mi texto.

    El tuyo lo has llevado con una simpleza de diálogos increíble desde el principio hasta el final. La lectura es fácil de seguir sin tropiezos y con un desenlace que se veía venir.

    Ciertamente presentar un relato con solo diálogos no es fácil pero después me puse a pensar , pues entonces para que carajos vas al psicólogo si no es para platicar: entendido el uso de los diálogos.

    Te felicito y nos seguimos leyendo.

    Escrito el 22 mayo 2017 a las 22:59
  18. 18. K. Marce dice:

    Saludos José Luis:

    Gracias por leer y comentar mi texto del mes. Estoy atrasada con las lecturas, así que si me repito con algún comentario anterior, es porque me los he saltado.

    Has arrancado tu relato con diálogo, lo cual es atrevido, porque al entrar directamente a la acción entre personajes, no sabemos en donde estamos, la situación que acontece, etc. Has usado el diálogo para describir aquellas situaciones, que quedan hasta cierto punto no tan claras, para comprenderse que se trata de una distropía. A mí me parece,es un relato más subversivo y actual, con un régimen político tratando de mantener el control de la población.

    Las referencias, me parecen un guiño; pero al mismo tiempo, por ser tan “reales” me hace sentir distancia, sobre todo por el tipo de música que escucha. Demasiado contemporanea, para considerarlas dentro del mundo distrópico, en donde las mismas deberían ser prohibidas. No en vano, Hitler quemaba libros en aquellas épocas, para mantener limitado el pensamiento de la ciudadanía; por lo que ese hecho me parece un poco fuera de tono si la represión es tal que todo mundo espía a todo mundo y cualquier pensamiento o dicho es censurado con lo peor.

    Si me ha parecido una idea ingeniosa de volver todo el relato tan natural, y hasta con su dósis de humor negro. Como he comentado desde que supe del reto del mes, escribir una distopía en setencientas cincuenta palabras, es imposible. O creas el mundo, o creas un hecho concreto y siempre al final, dejarás más interrogantes que respuestas.

    Un gusto, ¡nos leemos!

    Escrito el 23 mayo 2017 a las 07:40

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