Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

La marea de sombras - por Juan F. Valdivia

Web: http://juanfvaldivia.wordpress.com

Desde la cabina de su furgoneta-escalera, Manu contemplaba admirado el aterrizaje del cuatrimotor.
—¡Guau!
El zumbido de las aspas de los cuatro enormes rotores del Tesla MAir-6 devoró su silbido de admiración. No todos los días aterrizaba en el Barajas-Carrero Blanco una nave semejante.
Un led se puso en verde en su consola: vía libre. Manu metió primera y se acercó al costado del aparato. Aunque se sabía de memoria la operación, se obligó a seguir el protocolo y comprobar el acople a través de la pantalla.
«No queremos dejar un rallajo en el avión de los 7th Seal, ¿verdad?», pensó. En su cabeza sonaba su tema favorito del grupo, «Tide of shadows».
Un impacto blando anunció el final de la operación. Manu miró la pantalla: la escalera se había acoplado al fuselaje a la perfección. Apagó el motor, acarició la banderola con la Cruz de Borgoña que cubría el salpicadero y descendió a pista. Quería ver las estrellas de cerca.
Seis civiles y cuatro militares formaban la comitiva. Les custodiaban cuatro números de La Benemérita y una banda de música, que ya interpretaba una versión instrumental del «Cara al Sol». Al frente de la delegación iba una pareja de ancianos, ambos encorvados pero de miradas penetrantes: Santiago Abascal, portavoz del Consejo del Régimen, y Andrea Levy, Delegada Nacional de la Sección Femenina.
Manu se permitió una sonrisa: «Mírales, durante años despotricando de la pérfida Albión, y ahora reciben a un grupo de rocanrol como unas forofas cualquiera».
Al fin los británicos salieron de la nave. Mientras descendían la escalinata hacían alarde de toda su parafernalia: caras pintadas como demonios japoneses, melenas largas, trajes de cuero negro repletos de remaches y tachuelas, ribeteados de flecos y rematados con capas de seda y terciopelo. 7th Seal en estado puro.
«Vaya fantoches. Me encantan».
Abascal, apoyado en su bastón, avanzó unos pasos:
—Bienvenidos, señores —dijo con voz potente, y les dedicó una artrítica inclinación de cabeza.
«“Señores”. Manda güevos. Ahora son “señores”. Quién te ha visto y quién te ve, Santiaguito».
Algo cambiaba en la «Una, Grande y Libre». Noventa años de aislacionismo y copla omnipresente, con el rocanrol limitado al estraperlo. Ya nadie recordaba a Los Beatles. Pero el nuevo Consejo intentaba romper el cerco, y esta visita formaba parte del lavado de cara.
Manu se acercó un poco más. Había otros curiosos: señaleros, mozos de maletas, incluso algunos conductores que, como él, habían abandonado sus vehículos para echar un ojo. Si los mismísimos guardias civiles parecían más atentos a las estrellas que a vigilar.
Los 7th se dejaban agasajar. Un intérprete traducía los elogios; ellos sonreían con labios pintados de negro:
—«Grasias».
Manos con uñas largas y pintadas se estrechaban con otras de perfecta manicura, sobrias y masculinas.
Alguien empujó a Manu. Se volvió para descubrir a Gus.
—No me lo podía perder, macho —dijo el diminuto maletero colocándose por delante.
—Cojones, ¿dónde has dejado el rack de maletas?
Gus guiñó un ojo y alzó los hombros: «Luego hablamos». Ambos devolvieron su atención a los roqueros. Éstos, tras saludar a la comitiva, escuchaban a la banda con aparente atención. El tumulto a su alrededor crecía por momentos. Por fin La Benemérita entró en acción:
—Dispérsense, por favor.
Gus se volvió hacia Manu:
—Siempre tarde, los jodidos picoletos.
—Calla. Te van a oír.
—¿Oírme? ¿Con este jolgo…?
De repente, a escasos tres metros de Gus, un señalero rompió el cerco y saltó hacia los músicos.
—¡Gora Euskadi Ta Askatasuna!
Y la luz se hizo.
Manu se descubrió tendido en el suelo. Le zumbaba la cabeza. Abrió la boca e intentó gritar. Estaba seguro de haberlo hecho, pero no escuchaba nada. Intentó incorporarse sobre su mano derecha, pero resbaló. La notaba adormecida. Se la miró: estaba empapada; su dedo meñique había desaparecido.
Volvió a gritar. Siguió sin oír nada.
Apoyándose en el codo logró alzar la cabeza. No quedaba nadie de pie. La bomba no había hecho distingos entre políticos, músicos y trabajadores, embarrando la pista con sangre. Vio, desperdigados por todo el suelo, pedazos de traje todavía rellenos de carne. Allí delante palpitaba un tórax desmembrado. Manu se topó con aquellos ojos verdes, intensos y enmarcados en bermellón: Abascal. Le sostuvo su mirada hasta que ésta se extinguió.
«Gus».
El cuerpo de maletero había protegido a Manu. Reducido a una masa triturada, irreconocible, sus entrañas arrancadas de cuajo teñían con calidez húmeda el mono del conductor.
«Putos vascos», pensó. «Arrasar las Vascongadas. Mataros a tod…».
La marea de sombras le envolvió.

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

18 comentarios

  1. 2. Charola dice:

    Hola Juan F, Valdivia!

    ¡Qué relato! No soy española pero lo entendí. Bueno, es que pasé a leer tu blog y se me clarificaron las cosas y sobre todo la intención de tu texto, que me parece que está muy bien desarrollado. Has sabido relacionar muchas partes de tu relato con lo sucedido en el pasado, la visita de los Beatles, el actual Abascal, ya con sus años y bastón, y sobre todo me gustó cómo has relacionado la canción del supuesto grupo de rocanrol (no sé si quizás le hubieses puesto otro baile o música inventado, del futuro), pero me gustó su relación con el título y el final de tu relato.

    “Gora Euskadi Askatuta (Viva el país vasco libre)” que alguna vez Felipe González gritó cuando defendía la independencia del país vasco. Esto sí lo sabía.

    Felicitaciones.

    Escrito el 17 mayo 2017 a las 21:02
  2. 3. PerePaella dice:

    Hola Juan
    Me has enganchado desde el principio, vamos desde el escalofrío que me ha producido leer “Barajas-Carrero Blanco”.
    Has sabido hilar muy bien personajes de la actualidad con tu historia y la distópia está muy bien conseguida.
    Yo también creo que los auténticos estarían bastante cómodos en el papel que les has reservado.
    Enhorabuena por tu relato y nos seguimos leyendo.

    Escrito el 18 mayo 2017 a las 09:06
  3. 4. M.L.Plaza dice:

    Hola Juan F.Valdivia.
    Gracias por leer mi relato y por tus comentarios, que me han parecido muy interesantes.
    Tu historia me ha parecido una distopía muy bien escrita, aunque excesivamente local. Charola dice que la ha entendido, así que será problema mío.
    A mí, personalmente, el atentado vasco me chirría.Me lo imagino más propio de los grupos que creen que el rock es una encarnación del demonio. Aquello que dijo el Papa polaco.
    Ha sido un placer leerte.
    Saludos.

    Escrito el 18 mayo 2017 a las 16:16
  4. 5. Menta dice:

    Hola Juan F. Valdivia: Después de leer tu relato me he pasado por tu blog. Lo he entendido todo. Me ha gustado como está escrito y como has unido la política con el rock.Hechos históricos del siglo pasado.

    Enhorabuena, un saludo, Menta

    Escrito el 18 mayo 2017 a las 19:20
  5. 6. Laura dice:

    Hola Juan F. Valdivia
    Como los anteriores, fui a tu blog.
    El relato está bien escrito, pero me chirría bastante que hayas empleado al movimiento vasco, tan cercano en el tiempo con sus atentados. Pero es tan sólo una opinión personal, no le hagas mucho caso.

    Escrito el 19 mayo 2017 a las 12:19
  6. 7. Yoli dice:

    Hola, Juan F. Valdivia.
    Tu relato está bien porque me ha resultado original esa mezcla que has hecho entre el pasado y el presente y el como hubiera sido si la dictadura franquista aún perdurara. Esta muy bien escrito y no he encontrado fallos.
    Si quieres leer el mio, soy el 82.
    Saludos.

    Escrito el 19 mayo 2017 a las 13:08
  7. Hola, Juan F. Valdivia. Me ha encantado tu relato. Está muy bien escrito y no le encuentro fallos. Está redactado con un tono sarcástico y cómico que me ha sacado más de una sonrisa. El relato empieza metiendo el dedo en el ojo con el nombre del aeropuerto, y no deja de ser incómodo en ningún momento. Confieso que me ha sorprendido el final trágico. Como distopía, a mí me vale. Todos los guiños han sido un acierto. Te felicito. Un saludo.

    Escrito el 19 mayo 2017 a las 15:13
  8. 9. Wolfdux dice:

    Hola Juan, un relato muy redondo. El ritmo que tiene es muy bueno, consiguiendo que descubramos lo que pasa a traves del personaje de Manu. Los cambios que has introducido, le dan frescura al relato. Felicidades.

    Escrito el 21 mayo 2017 a las 08:08
  9. 10. Henar Tejero dice:

    Hola,
    Un relato muy bien narrado en el que mezclas música con política.
    Es ameno y fácil de leer.
    El final me ha impactado, no me lo esperaba.
    Escribes muy bien. Enhorabuena!!!
    Nos leemos!(nº 86)

    Escrito el 21 mayo 2017 a las 09:48
  10. 11. R.J. Esperanza Pardo dice:

    Hola, Juan F.

    Te habrás quedado a gusto ¿no? Ja ja. Supongo que, más que eso, buscabas reivindicar libertad de expresión, que últimamente anda por la cuerda floja (aunque los nombres explícitos no son exactamente guiños ¿eh?). Qué futuro tan cansino nos espera si no conseguimos pasar página…

    El último tramo me ha impactado, me ha hecho acordarme de acontecimientos que pasaron hace años.

    La utopía que has mostrado es una vuelta al pasado, perfectamente creíble, a los humanos se nos da muy bien caer una y otra vez, la historia siempre se repite ¿no? Enhorabuena. Me ha gustado mucho.

    Un saludo

    Escrito el 21 mayo 2017 a las 13:55
  11. Hola.

    Tras unos días muy off por asuntos personales me pongo a responder a los comentarios recibidos.

    Hola, Charola.

    Me alegra que te haya gustado el cuento. Sé que el cuento está muy orientado a españoles, pero me agrada que alguien que no sea de mi país lo haya podido comprender y disfrutar. He intentado poner nombres reales para ‘acercar’ la historia a nuestro mundo real y así que el lector se identificara con ella mejor.

    En un primer momento se me ocurrió que el grupo fuera de metal extremo (algo en plan black metal), y dar a entender que en el futuro ese tipo de música se había vuelto comercial y mainstream, pero al final deseché la idea: en su lugar tiré del anticuado término ‘rocanrol’, huyendo de la forma anglófila ‘rock’, que le da un aire más retro al cuento. Así, en vez de contrabando puse ‘estraperlo’ (palabra 100% de la posguerra española) y algún detalle más.

    Lo de enlazar el nombre de la canción con el título y el final del cuento debo admitir que lo coloqué bastante ‘con calzador’. Me alegro que gustase.

    Si te fijas, el terrorista no grita ‘Gora Euskadi Askatuta’ sino ‘Gora Euskadi ta Askatuta’. El ‘ta’ implica no sólo una reivindicación de un Euskadi libre, sino reivindica a la banda terrorista E.T.A. (siglas que significan ‘Euskadi ta Askatuta’). Todo un placer saber que conoces la historia de Felipe González gritando ‘Gora Euskadi Askatuta’: https://www.youtube.com/watch?v=wCKtGPF82Dk.

    Un saludo y gracias por comentar.

    Buenas, PerePaella.

    Como ya sabrás, lo de ‘Barajas-Carrero Blanco’ tiene más de coña y de gancho (o desafío) que otra cosa.

    Como ya he dicho en otro lado, la distopía que propongo no me ha supuesto casi ningún reto creativo: por desgracia no dista mucho de la realidad. Alguno de los dirigentes (y aspirantes a ello) me da en la nariz que se sentirían muy pero que muy contentos en caso de volver a ese régimen.

    Gracias por molestarte en comentar.

    Un saludo.

    Hola, M.L.Plaza:

    Me alegra que mis comentarios te sean útiles: para eso estamos.

    En efecto, la distopía que he escrito es muy local: me ha parecido la manera más fácil de crearla sin perder tiempo y palabras en describirla. Con 750 palabras hay que saber economizar en conceptos.

    Si te fijas, en el atentado el terrorista se inmola. E.T.A. jamás ha usado suicidas en sus atentados. Eso ya marca diferencias en cuanto a la situación del conflicto, mucho más enquistado (algo que muy bien podría suceder en caso de que el Régimen hubiera seguido, una vez muerto Franco, bajo las órdenes de Carrero Blanco). Se me haría más difícil de creer que un grupo ultracatólico mandara a alguien de sus filas a suicidarse: en el cristianismo no existe el cielo para ningún tipo de suicida (al menos por ahora), al contrario que en ciertas lecturas del Corán. Ni siquiera en los atentados con trasfondo cristiano más graves (por ejemplo el de Oklahoma https://es.wikipedia.org/wiki/Atentado_de_Oklahoma_City) hubo componentes de ‘suicida’.

    Me alegro que, pese a ello, te haya gustado.

    Saludos.

    Hola, Menta.

    Creo que para este cuento en especial mi entrada del blog sirve de ayuda, más que nunca. Aunque lo narrado no es el siglo pasado: todavía queda mucho para un Santiago Abascal anciano 😉

    Gracias por comentar.

    Buenas, Laura.

    A lo largo de los últimos años del franquismo ‘real’ el Régimen tuvo sobre todos dos enemigos internos: el sindicalismo (un ejemplo está en el Proceso 1001 https://es.wikipedia.org/wiki/Proceso_1001) y E.T.A. De seguir el Régimen activo considero que esos dos frentes se hubieran recrudecido. He vivido en propias carnes la atmósfera de la transición en el País Vasco, y sé que la cosa hubiera podido ir a mucho peor.

    Como ya sabrás, ETA empezó a actuar en los 60: su actividad se ha prolongado durante más de 40 años. Dos generaciones casi enteras hemos vivido con ella (y algunos muy de cerca). ¿Si el Régimen se hubiera mantenido iba a desaparecer? Yo creo que no. Así que hacer que sus atentados se prolonguen otros 40 años más no me parece (por desgracia) disparatado.

    Gracias por tus palabras.

    Hola, Yoli.

    Me alegro que te gustara el cuento.

    Gracias por comentar.

    Saludos.

    Buenas, Alfonso.

    Me alegra que alguien como tú, con textos de calidad (al menos los que he podido leer), diga que el mío le ha gustado. Todo un halago.

    Muchas gracias por tus palabras.

    Un saludo.

    Buenas, Wolfdux.

    Me alegra ver que esta nueva versión ha triunfado 🙂 Un saludo y no seguimos leyendo.

    Hola, Henar.

    Me alegro que el cuento te haya gustado.

    Gracias por molestarte en comentar.

    Un saludo.

    Hola, Esperanza.

    A gusto nunca me quedo, no 😛 Bueno, cuando leo comentarios como los vuestros sí 😉

    Los nombres no son ficticios, no, pero están enmarcados en un futuro del todo ficticio (o al menos eso espero). Si por hacer de Sandro Rey me quieren empapelar, lo este país ya sería de retraca.

    Pero sí, futuro chungo si no se pasa página. Lo malo es que ese ‘pasar página’, según quien quiera hacerlo, puede suponer dejar en la cuneta (de manera literal, bajo un metro de tierra y con plomo entre los huesos) a más de uno. Y me temo que así no.

    Esperemos que esos acontecimientos que como bien dices ‘pasaron hace años’ no se vuelvan a repetir nunca.

    Muchas gracias por tus palabras.

    Un saludo.

    Escrito el 22 mayo 2017 a las 09:27
  12. 13. Javier López dice:

    Hola Juan. Escalofriante relato. Me ha parecido muy bien estructurado y presentado. Has escogido un punto muy negro de nuestra carretera, que aunque me parezca que cumple a medias con el reto opcional puesto que lo tratas como una distopía local (por referirse únicamente a un país o territorio), abarcas un futuro cercano del que no me gustaría formar parte. Los personajes de Santiago Abascal y Andrea Levy no desentonan en absoluto en ese nuevo papel.
    Además, siendo vasco, me provoca un gran pesar en el alma cada vez que imagino ese grito que lanza el señalero y lo que representaba. La diferencia con la realidad es que esos nunca se imolaban. Eran más listos o más cobardes, no lo sé.
    Y esa letanía de “putos vascos”…, lo dicho, escalofriante.
    Por lo demás técnicamente nada que reseñar. Un aplauso, señor.

    Saludos.

    Escrito el 22 mayo 2017 a las 11:54
  13. 14. Javier López dice:

    Hola otra vez. Debo explicar que comento sin leer comentarios anteriores. Los leo después, lamento si me repito u obtengo explicaciones posteriores, pero así mi opinión es más limpia.

    Saludos.

    PD “inmolaban”

    Escrito el 22 mayo 2017 a las 12:05
  14. 15. Wester dice:

    Buenas Juan, encantado de volver a leerte.

    Qué decir de tu texto, me ha encantado. Me parece super original haber creado esa realidad distópica en tu país siguiendo parte de su Historia reciente. Me ha gustado mucho, un acierto el lenguaje empleado ya que hace que el texto fluya de manera natuaral y se lea fácil. Me ha enganchado desde el principio.

    Si quieres pasar por el mío, estoy en el 124.

    Un abrazo

    Escrito el 22 mayo 2017 a las 13:01
  15. 16. Osvaldo Mario Vela Sáenz dice:

    Hola Juan, de nuevo por tus dominios para esta vez darle una desempolvada a ciertas páginas de wilkipedia para medio aprender algo de la historia Española.

    Después de escoger cuatro Google y cuatro Wilki empiezo a darme cuenta de tu trabajo. Al final termino leyendo tu blog y tu texto. toma forma.

    Alcanzo a visualizar una experiencia que marco tu niñez y que no puedes dejarla pasar. La historia nunca olvida especialmente cuando hay personajes como tu que tienen la habilidad y el deseo de que no muera.

    Lo que me llevó a escribir mi libro es la inmolación de mi pueblo bajo las aguas de un proyecto agropecuario binacional”La Presa Falcón”. Yo tenía cinco años y todavía hoy a mis sesenta y nueve sido reviviendo su historia en letras; reclamando el porque se permitió.

    Admiro y respeto tu escritura y la forma tan pulcra que tienes de mantener los eventos historicos importantes con vida.

    La fotografía de los Beatles es copia exacta del escenario, aunque menos numeroso, creado por ti.

    Te felicito.

    Escrito el 23 mayo 2017 a las 15:52
  16. 17. Pulp dice:

    Hola Juan,
    En cuanto a tu técnica, me parece muy depurada, eres un literato con mucha habilidad en la forma y en el fondo, aunque algunas expresiones me chirrían un poco (más abajo te las detallo), quizás por diferencia de estilos, aunque lo comento por ponerte un “pero”, pues el texto es notable.
    Al inicio, la expresión “¡Guau!” me pareció un ladrido hasta que leí la segunda frase. No suelo ver esa expresión como admiración, antes la suelo encontrarme un “vaya”, o incluso algunas más malsonantes, pero reconozco que el “guau” al principio me despistó.
    A continuación dices que el sonido del avión devoró su silbido de admiración… entonces, ¿había dicho “¡Guau!” y luego había silbado? No lo veo.
    Luego cuando dices “se acercó al costado del aparato”… me suena raro, ¿no sería mejor “junto al aparato” o “al lado del aparato”?
    “Manda güevos”… porqué lo escribes así en el relato?
    Estoy de acuerdo con alguno de los comentarios de otros usuarios en que para mi gusto es excesivamente local para ser una distopía, me habría pegado más otro tipo de género, pero esta mezcla me ha dejado un poco fuera de juego.
    La última frase de Manu me entristece. Mi mujer es vasca y la ha sufrido en sus carnes. Hoy en día ya no tanto, pero hubo una época en la que ser vasco era sinónimo de ser terrorista para mucha gente. Real como la vida misma.
    Dicho todo lo anterior, el relato te atrapa desde el principio, tiene varios ganchos y mucho ritmo. Voy a ir leyendo tus anteriores textos, porque prometen buenos ratos.
    Un abrazo!

    Escrito el 25 mayo 2017 a las 10:01
  17. Hola de nuevo a todos.

    Procedo a responder a los últimos comentaristas.

    Buenas, Javier.

    Gracias por usar ese adjetivo de ‘escalofriante’. Entonces veo que el relato ha resultado.

    Me parece curioso que varios comentarios como el tuyo den a entender como que la distopía del ejercicio debe tener un carácter generalista, global, o ‘no local’. Cierto que la más famosa de todas, 1984, tiene por escenario todo el planeta, pero ¿algo impide que mientras en una parte del mundo tofo vaya ‘bien’ en otra se esté viviendo en una distopía? Recordad que la dictadura de Stalin (sobre todo esa) convirtió el proyecto del comunismo en una auténtica distopía, nada que ver con la idea original de Marx. Por no mencionar que la ‘liberación de la nación’ que desató Franco, y que muchos celebraron a lo largo de sus casi 40 años (el tiempo de ‘Una, Grande y Libre’), para otros ciudadanos igual de españoles supuso una pesadilla. Lo que para unos era paraíso para otros suponía poco menos que el infierno. Distopía en estado puro. Y eso sin salir de nuestras fronteras.

    Sí, me doy cuenta (Y MUCHO) de lo local de mi historia, pero deseaba poder aprovechar las 750 palabras para crear una historia con sabor propio, no una que perdiese un 50% de su extensión en describir el origen de la distopía y el resto en esbozar una escena.

    En efecto, los etarras jamás se inmolaron pero… ¿qué hubiera pasado si el régimen se prolongara durante otros sesenta años, y con gente como Carrero, Blas Piñar, Millán del Bosch o similares al frente del mismo? ¿Y si se hubieran inspirado en el evidente éxito a la hora de aterrorizar que está teniendo ISIS?

    La letanía de ‘putos vascos’, casi idéntica, la he vivido de pequeño, así que no me es extraña. Pertenezco a la generación de expatriados, vascos que huyeron del horror de ETA. Me ha tocado vivir los años más duros de ETA con unos padres cuyo coche tenía una SS en la matrícula. Sé lo que es que, por ese simple hecho, te miren mal o incluso te ‘inviten’ a irte de un lugar.

    Me alegro que te haya gustado y que, además, te haya removido las entrañas. Reto conseguido 😉

    Un saludo y gracias por comentar.

    Buenas, Wester.

    Para ser sincero, el usar una historia tan cercana y presente como base para una distopía no sólo no tiene poco de original, sino mucho de vago. De vago, vaguísimo.

    Me alegro de que te haya gustado. Muchas gracias por comentar.

    Un saludo.

    Hola de nuevo, Osvaldo.

    Como ya comento antes, sé que el cuento puede resultar muy poco accesible para no españoles, incluso para españoles jóvenes: está muy basado en un periodo concreto de la historia de mi país.

    Pero no hay nada que la Wikipedia e internet no curen 😉

    En efecto: el vivir en primera persona el odio por el mero hecho de provenir de una tierra concrete le marca a uno. En mi caso para bien: aprendí lo poco o nada que significa y vale ese concepto llamado ‘nación’ o ‘tierra’.

    A ver si investigo sobre eso que comentas del proyecto ”La Presa Falcón”, que me ha dejado descolocado.

    Gracias por tus palabras y por comentar.

    Un saludo.

    Buenas, Pulp.

    Me alegra ver que pones peros. Eso siempre resulta interesante. Paso a reponderte.

    Las expresiones que comentas:

    El ‘guau’ lo puse en la primera versión del texto y, tras lograr una voz de personaje que me gustara (luego te lo explico) opté por dejarlo.

    La referencia al silbido la puse de esa manera a falta de palabras para describir que el personaje de hecho silbaba. Tómalo a modo de una de esas elipsis a las que hay que recurrir en estos textos tan cortos. ¿Que primero dice ‘guay’ y luego silba? Pues ahora que lo dices sí, queda algo forzado: gracias por resaltar ese detalle.

    Lo del ‘costado’: si no me equivoco es la manera habitual de hablar en cuando a aviones. Hace referencia a un lado concreto del fuselaje, el exterior longitudinal.

    Lo de poner ‘Manda güevos’ es una referencia a Trillo y su exclamación https://www.youtube.com/watch?v=RF4KvzqjjUE. La grafía de ‘güevos’ la usé para darle una personalidad informal a Manu.

    En general he usado con el personaje de Manu un lenguaje con pinceladas anticuadas de manera adrede: ‘rocanrol’, ‘pérfida Albión’, ‘estraperlo’ o ‘guau’, por ejemplo, llevan a otra época. No diré que a los comics de Roberto Alcazar y Pedrín, pero por ahí van los tiros.

    Respecto a lo de que la distopía es demasiado local ya le he respondido a Javier. Me doy cuenta de su limitación. Lo mismo en relación a la última frase. Triste pero real: palabra de vasco.

    Pese a los peros (gracias por decirlos), te invito a leer más relatos míos. Tienes una lista más o menos exhaustiva en mi web: https://juanfvaldivia.wordpress.com/textos-publicados/. Si los lees te agradecería mucho que comentaras y dejaras tu opinión, aunque se limite a poner peros 🙂

    Un saludo y gracias por comentar.

    Escrito el 25 mayo 2017 a las 11:10

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.