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«La Colonia» - por Alonso García-Risso

«Nuestros orígenes se fundan en el proyecto de un grupo de mentes brillantes, a principios del siglo XXI, tiempo de la superficie; reunidas en una sociedad secreta que llamaron “Poder Femenino”. Cada miembro de la Sociedad fue una mujer destacada en ciencias, con un profundo anhelo de libertad»
«Erradicar la dominación machista», declararon como lema.
Delia Osborne, doctora en biogenética y seguridad social, hablaba ante las mujeres reunidas en el amplio auditorio: «La Sociedad apoyó su objetivo fundacional en una tesis histórica. Estudiaron la sociedad griega durante el Siglo de Oro, que se dividía en dos estamentos, por un lado la Polis en que se reunían los hombres, dedicados a la guerra y los grandes negocios; y, por otro el Eoicos, el de la economía de sobrevivencia, administrado por las mujeres. Esta condición desde entonces, cambió. Los hombres colocaron sus ojos y ambiciones en ese ámbito. Las mujeres perdieron esa cuota de poder e incrementaron las filas de sometidos y esclavizados», expuso.
Las conclusiones de ese estudio esclareció sus objetivos: «Recuperarían el terreno perdido», se dijeron comprometidas.

La situación decadente del desarrollo capitalista en la superficie caía en la debacle total, guerras y conflictos por todos los rincones del planeta. Las conjuradas reunieron a la mayor cantidad de adeptas y emprendieron; cual hebreos, la larga travesía hacia la tierra prometida. Ubicaron una ciudad abandonada, bajo el subsuelo de la Amazonia. Se organizaron como una gran nación al mando del Consejo Matriarcal con un Códice de organización.
Los desarrollos en biogenética; por otro lado, favoreció la creación de una raza humana unisexual. Cada miembro de la Colonia es un andrógino que no se reproduce por cópula, ni contacto físico… Dando con la solución a la causal de desarmonía, entre hombre y mujer. Se formó una comunidad de paz y progreso, como nunca antes. Atrás quedaron las sombras y sedas símbolos de la subyugación abierta y soterrada…

Un acontecimiento rompió la quietud de la colonia, una patrulla explorando una caverna, al final de uno de los túneles, encontró un espécimen de la superficie. Estaba tendido en el piso exhausto, maltrecho y hambriento. Hablaba una lengua extraña; pero entendible. Interrogado, dijo que la superficie estaba devastada; y, sólo en algunas zonas podían vivir pequeñas aldeas de humanos dedicados a la caza y recolección.

Catalogado como involucionado salvaje; se le recluyó en la Academia de Ciencias para su estudio posterior. Esa condición se prolongó en el tiempo, hasta que se solicitó realizar un informe exhaustivo a la Dra. Osborne.

Pidió sala aislada, camilla ad hoc, sedación. El cuerpo limpio y cubierto. Cuando estuvo listo, Cynthia, la asistente, se reportó para comenzar el examen.
—Tú has estado a cargo de la custodia del primitivo —preguntó la doctora.
—Sí. Lo he llamado Arturo —respondió, sin aceptar para sus adentros, el calificativo de “primitivo”.
—¿Cómo ha sido el comportamiento?
—Normal. Inteligente, con capacidad de socializar… —dijo. Era evidente observar el grado en que estaba involucrada la joven.
—Vamos al examen, tú irás tomando notas. …se ve un espécimen sano a primera vista, con abundante vellosidad en extremidades y pecho. —Levantó la bata, dejando expuesta la región púbica. Miró con indisimulada admiración aquel cuerpo del que tenía escasas referencias.
“En vivo es diferente”, se dijo.
Suspendió el examen. Miró a la asistente, mostraba inquietud, tenía rubor en las mejillas. Le esquivó la mirada.
Hizo abandono de la sala; pues, necesitaba usar el sanitario. Tenía arcadas.
Una vez a solas, miró al hombre en la camilla.
Volvió la muchacha: “todo me daba vueltas, tenía ganas de vomitar”, se excusó.
“¿Qué le pasa a esta muchacha?”, se preguntó, luego se desentendió.

En su departamento, examinó con cuidado las notas. Sus conclusiones deberían ser sólidas, bien fundamentadas. Se encontraba en juego, su prestigio profesional.
Al rato sonó su comunicador. Era Cynthia, quería encontrarse con ella. Era un asunto delicado, dijo. La notó nerviosa.
—De acuerdo, ¿Dónde?
—En las afueras de la Academia, en el parque, será más discreto —Pidió.

En un extremo, el más alejado, sentada en un escaño, esperaba la joven asistente. No bien llegó a su lado, sin preámbulos dijo:
—Estoy en aprietos… las cosas han escapado de mis manos. Intimidé con Arturo, el custodio a mi cargo —Un gran silencio rodeó a las mujeres…

“Todo cobra sentido”, murmuró la mayor, aquilatando la situación.

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9 comentarios

  1. 1. Otilia dice:

    Hola Alonso García-Risso,
    Me ha gustado tu historia. Bien escrita y se lee con fluidez.
    El comienzo es muy interesante, podrías hacer algo más largo.
    Después con Osborne y el romance decae un poco. Solo es mi opinión.
    En cuanto a la forma,”pidió” no sé si es verbo dicendi e “intimidé con …” será intimé, ¿no?
    Buen trabajo. Saludos.

    Escrito el 19 mayo 2017 a las 11:01
  2. 2. Mara dice:

    Hola Alonso! Me ha encantado tu relato, yo tuve un planteamiento similar en el mio, es increíble cómo de una misma idea surgen textos tan distintos.
    Me encanta el mundo que has creado, está muy bien descrito, en tan poco espacio has conseguido describirlo a la perfección, es fantástico. Además tú pluma es fluida y fácil de leer, hace que te enganches a la historia.
    Por poner alguna traba te diría que revises la puntuación, hay ; que debería ser “,” lo cual crea algo de confusión. Además también hay alguna errata como al final con el “intimide”, tuve que releer varias veces la frase porque no me cuadraba, al final supuse que era “intime”.
    Por lo demás me ha gustado mucho,espero seguir leyéndote y perdona si hay alguna errata, escribo desde el móvil.

    Escrito el 19 mayo 2017 a las 12:30
  3. 3. Héctor Romero dice:

    Hola Alonso, comparto el comentario de Mara y Otilia, tu trabajo tiene una gran fluidez, un gran relato, con una excelente visión distópica. Rara vez hago observaciones sobre ortografía, pues son cosas superables, alabo mejor el fondo. Felicidades, atte. tu vecino 83

    Escrito el 19 mayo 2017 a las 16:45
  4. 4. Alonso García-Risso dice:

    Saludos a todos: Son muy gentiles, lo agradezco.
    Se me hizo difícil el desafío, me llevó a finales del plazo para su entrega. Se me escaparon las fallas que señalan y que agradezco. Gracias, hasta pronto.

    Escrito el 20 mayo 2017 a las 00:46
  5. 5. Nora C.P. dice:

    Hola, buenos días!
    Gracias por pasarte y comentar. Aunque entro dentro de los tres siguientes al tuyo no todos lo cumplen.
    Estoy de acuerdo con Mara en cuanto a errores en el texto.
    Pero ante todo decirte que me ha encantado. Creas una atmósfera creible en la que los instintos primitivos creo que no desapareceran nunca; aunque no se sabe hasta que punto nos pueden llegar a manipular en un futuro. Muy buen relato.
    Encantada de haberte leido.
    Un saludo,
    Nora C.P. número 71

    Escrito el 20 mayo 2017 a las 11:22
  6. 6. Cecilia dice:

    Hola Alonso! Me parece muy interesante tu historia y como en otras tantas la mía incluida las pasiones la naturaleza y los sentimientos afloran . Felicitaciones

    Escrito el 20 mayo 2017 a las 11:47
  7. Hola,Alonso:
    Me ha gustado la distopía que has creado. Reto cumplido.
    Una idea original al crear una especie unisexual, Me gustaría saber cómo evolucionaría esa especie. Tienes imaginación para hacerlo.

    Un saludo

    Escrito el 20 mayo 2017 a las 13:40
  8. 8. Claudia E. dice:

    Hola Alonso:

    Lo bueno de tu relato es que lo planteado: Una colonia fundada por mujeres, versiones unisex de seres humanos; hace que siga con interés la historia para saber qué ocurrirá.

    En cuanto a esta línea: “Atrás quedaron las sombras y sedas símbolos de la subyugación abierta y soterrada…” En mi opinión muy personal, las palabras “sombras” y “seda” no me parece que estén incorporadas en forma del todo natural en el relato, pienso que se hubieran incluido de tal modo que no se note que debían ser incluidas.

    Me gustó la agilidad del texto. Espero seguir leyendo más relatos tuyos.

    Saludos!

    Escrito el 21 mayo 2017 a las 01:05
  9. 9. Laura dice:

    Hola Alonso.
    Al contrario de Claudia, me encantó particularmente la forma en que incorporaste las palabras sombra y seda, pero todo es cuestión de opinión.
    Me han encantado muchas de tus expresiones.
    Hay partes en que la lectura se hace algo descriptiva.
    Lo destacable: el final. ¿Seguirá?
    Hasta el mes próximo

    Escrito el 26 mayo 2017 a las 11:15

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